30.5.06

Simplemente Piel

¿Habrá algo más transparente que la desnudez, que sentir el calor del otro junto a tí? El cuerpo es irresistible.

Días de jumper

Estoy acá en Los Andes y hay un ambiente de "protesta". O sea, más que nada muchos pendex en las calles. Gritan, andan con pancartas con muchas faltas de ortografía (keremoz mejor hedukazion) y exigen pase escolar gratis, algunos hasta cantan reggaeton. Me acordé de mis años de colegio, en el que tuve el lujo de estar en el cuarto medio humanista más rebelde de la historia. Hacíamos llorar a los profes, especialmente la Erika, profe de matemáticas. Y cómo olvidar a Pedraza, que golpeaba el libro de clases en la mesa y nos cagábamos de la risa. O cuando para la semana del colegio nos fuimos en masa a tomar al cerro San Cristóbal. O cuando dábamos vueltas las mesas hacia la pared. O poníamos chinches con la parte afilada hacia arriba en el borrador. O las mujeres, en el baño, mojábamos papel confort y los tirábamos al techo para crear una suerte de caverna húmeda. Y las fumadas en el baño. Y las rebeldías al usar delantal. No tuvimos graduación en el colegio y no nos hicieron la tradicional despedida. Nos mandaron a la mierda...Y ahora que recuerdo, el Pelao Boitano tenía una cara de lacho que no se la podía. Y el nombre Curas Ad-Hoc que creó Andrés Mancini. Y las rivalidades que teníamos con las minas de tercero, especialmente la Paula Narváez, la Carola Ramírez y varias de ese grupito.
Odiábamos a la inspectora, la Srta. Julia, que andaba midiendo la basta del jumper y nos retaba por cualquier cosa. Una vieja que creo, hasta el día de hoy, sigue igual. La eterna mujer que no envejece. Esos son como mis buenos recuerdos del colegio, aunque era bastante pájara y subnormal, o freak, como quieran llamarlo. En ese tiempo anduve con el Alberto Camsen y me gustaba el Chino Cerón. El oriental jamás me pescó, de hecho me hizo más que la desconocida, pero igual aperraba. Hace unas semanas andaba en el barrio Bellavista y me encontré con el Pablo Zarhi. Cuánto me gustaba. Me quedó mirando muy raro, pero me reconoció. Obviamente tiene que haber pensado "qué mujer está". Yo me maté de la risa. Al Pablo le mandaba mensajes de amor por la radio del colegio y el loco cachaba a la legua que me encantaba. Una obsesión demasiado cuática e infantil. O del Daniel Muñoz, que anduvo atrás mío y jamás pasó nada.
Creo que el cuarto A humanista habría salido en masa a las calles. Por último pa capear clases. No nos habría pasado nada más. Una suspensión y llamada al apoderado, pero para lo que nos importaba el colegio. Eso me recuerda la protesta de los pinwinos en estos días. Y ahora, cuando me hablan de jumper, se me viene a la mente la colegiala traviesa y sensual. Un disfraz que nunca está demás. Me encantaría volver a ponerme el jumper para ver cuántos viejos perversos se dan vuelta a mirarme. Ja.

29.5.06

Funa por Víctor Jara

Esto me lo mandó una amiga. Tengo el deber moral, por apoyar los derechos humanos, de incluir este mensaje:
Más abajo sale el mail del hijo de puta, los invito a funarle la vida. Ya que acá en Chile no hay justicia para Victor Jara.

EDWIN DIMTER BIANCHI
ALIAS "EL PRINCIPE"
ESTÁS FUNAO
ES FUNCIONARIO DEL MINISTERIO DEL TRABAJO SE DESEMPEÑA COMO JEFE DEL DEPARTAMENTO DE CONTROL DE INSTITUCIONES DE LA SUPERINTENDENCIA DE AFP
OFICINA: HUÉRFANOS 1273
EMAIL:
edimte@safp.cl
TELEFONOS: 7530400- 7530401
POR LA MEMORIA DE
VICTOR JARA
¡¡SI NO HAY JUSTICIA !!
¡¡HAY FUNA!!

EN MINISTERIO DEL TRABAJO "FUNAN" A SINDICADO POR CRIMEN DE VICTOR JARA

Agencia Mundo Posible Santiago, 25 de Mayo del 2006.- Una masiva acción de denuncia realizó la denominada Comisión Funa, en contra del ex teniente del Ejército y actual funcionario de la superintendencia de AFP, Edwin Dimter Bianchi, alias "El Principe", quien ha sido sindicado como el autor material de las torturas y muerte de Víctor Jara. La acción se realizó en el edificio del Ministerio del Trabajo, donde un grupo de 15 personas, incluyendo a la hija del artista, Amanda Jara, subieron hasta el piso 14 para abordar al ex militar, produciéndose un enfrentamiento directo.
Luego de que el denunciado comenzara a gritar pidiendo auxilio e intentando agredir a los "funeros" que sólo hicieron entrega de afiches y volantes a los compañeros de trabajo de Dimter con el objeto de dar a conocer sus antecedentes .
Edwin Dimter Bianchi, con el grado de teniente, formó parte de los militares sublevados en el llamado "tanquetazo" del 29 de junio de 1973, en contra del gobierno de la Unidad Popular, en el cual resultaron muertas veinte personas, entre ellas el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, hechos por los que fue detenido junto al teniente coronel Roberto Souper y el teniente Raúl Jofré, con quienes inmediatamente después del golpe fue enviado a custodiar prisioneros al Estadio Chile.
A cargo de este recinto, existen numerosos testimonios, incluso judiciales, que dan cuenta de que estos oficiales y en especial Dimter, quien se hacía llamar "El Principe" sometieron a horrorosas torturas a los prisioneros, entre ellos el compositor y actor, Víctor jara, quien según testigos, fue requerido personalmente por Dimter para ser torturado, luego de lo que se le vió agonizante en un pasillo del estadio y posteriormente fue asesinado con 48 disparos.
Luego de cumplir con la actividad, cuyo fin declarado es buscar la "sanción social" de quienes estuvieron involucrados en violaciones a los derechos humanos y no han recibido penas a través de los tribunales, debido a la aplicación de la amnistía o prescripción, los activistas repartieron volantes y afiches con los antecedentes en el sector de Ahumada y Huérfanos, realizando una acción de arte en las puertas del ministerio del Trabajo .

Pies de hielo

No hay lugar en el cuerpo donde se sienta con más violencia el frío que en la planta de los pies. Primero, surgen como pequeñas lagunas de baja temperatura que se instalan entre las venas dando paso a pequeños huecos de aire frío que disminuyen la circulación. Y luego, la gelidez aumenta conforme la quietud permanece, mientras el resto del cuerpo parece estar dirigido por el no-ritmo de esa baja temperatura. Es primera vez en el año que percibo ese cuerpo calado, mi cuerpo, lleno de pequeños agujeros que absorben pequeños tímpanos de hielo. Y observo mis manos, que están a la intemperie y crean un mapa de venas pequeñas y delgadas que cambian su tinte verde a un remolino violeta. Se crea un territorio aún más triste, que desnuda una palidez latente que es difícil que pare. El color me recuerda al color de los muertos. Y de a poco, el tinte de la piel se oscurece, al tomar contacto con los rayos del sol, al estar asomado a una calidez que da vida, al renacer. Y la vida vuelve a tomar su curso, aunque al caminar, pese a que aumento el ritmo, el frío de los pies continúa. Como si se tratara de una marcha que, aunque avanza, sigue una pulsación interna de baja temperatura.

26.5.06

Obsesiones, baúles, candelas y chocolates

Anoche volvió a meterse a mi cama sin que se lo pidiera. Me tocó los pies e incluso se dio el lujo de posar su cuerpo sobre el mío. Como marcando presencia. Como diciendo que estaba ahí aunque sé muy bien que no estaba. Es rara la noche. A veces suele tener un olor extraño, como el de las quemaduras cuando están a punto de cicatrizar. Y con tanta sensación extraña me dio la impresión que no se quería mover de ahí.
Estoy obsesionada con saber quien es, pero al mismo tiempo me da miedo darle la cara y que realmente me diga porqué lleva tanto tiempo en esta casa, esa pieza, en ese oscuro rincón. Y es verdad que suele hacerme dormir, lanzándome un frío suspiro en la oreja. Y me dan escalofríos, pero aún así tampoco se mueve. Es como si un péndulo estático lo acercara hacia mí y quedara amarrado a mi presencia.
Muchas veces he tratado que se vaya, pero insiste en quedarse ahí. Rondándome. Mirándome por detrás de las puertas y haciéndose sentir en los momentos en que el silencio se cuela en cada una de las piezas de mi casa. Y a veces suele irse a los cerros, camuflarse en medio del verde y observarme a la distancia, ignorando a los guardias nocturnos, que sé que jamás lo podrán ver. Y así se lleva la vida. Y me he acostumbrado a sentirlo, pero más que eso, a ignorar su presencia. Aunque en las noches me es imposible. Porque en las noches, sobre todo cuando hay luna, aparece sigilante y a la vez temible, marcando pasos con sus invisibles pies, dejando una estela de su aura por todo lugar donde circula. Y es ahí donde me agacho, me pongo a rezar y sigue al lado mío. Ni siquiera sé cómo es su cara, ni su forma, ni su cuerpo. Sólo le digo que porqué se aparece ante mí sabiendo que en la casa hay tres personas más. Y si se va, a veces lo hecho de menos. Es extraño darse cuenta de la ausencia de un fantasma.
Me imagino que tiene su guarida secreta en un baúl y que en los momentos más intensos y profundos de mi sueño prende las miles de velas de mi habitación y se pone a observarme desde el sillón negro de cuero. Y no me hace nada. Y me siento observada. Aunque sé que no puedo huir de eso. Y mi corazón late con tanta fuerza, que hay días que me imagino que fui su amor en una vida pasada, que reconoció mi alma y que tan sólo necesita que le recuerde con mis ojos la existencia de mi alma. Capaz que quiera matarme. No creo. Más bien pienso que me cuida. O al menos intento imaginarme lo que pensaría la mente de un fantasma si fuera de esa forma.
No es una obsesión. Aunque recuerdo que cuando chica me daba miedo mirar debajo de la cama. O ir al baño en medio de la oscuridad. Siempre le he tenido miedo a lo desconocido. Me dan ganas de comer chocolates. Aún así, el miedo sirve para que te prepares ante lo desconocido. Ante lo que existe y que no todos saben que está ahí. Ante ciertas intuiciones que te pueden hacer pensar que si los muertos caminan entre los vivos, muchos más de los que pensamos caminan por las calles de la ciudad. ¿Alguna vez has sentido que una presión invisible te toca el hombro?

25.5.06

Perversos juegos de niños

Cuando vi La Naranja Mecánica por primera vez - Kubrick tiene ese no se qué incomprensible que cautiva como un imán- me sorprendió la violencia con que los juegos incorporaban la tortura a la necesidad de pasarlo bien, las orgías, los encuentros y desencuentros. De repente me imagino en uno de esos juegos perversos, en habitaciones oscuras, al final de un laberinto escondido, sucio y lleno de ratones y basura. Al fondo suelen haber miles de grupos que estàn ocultos consumiendo alguna droga. Hay necesidad de pasarlo bien. A veces estos juegos suelen terminar mal. Creo que más de alguna vez ví un asesinato. Y lo pasaban bien, se reían, y pensaban que el hecho de ver sufrir a otro era causa de risa y de burla. Una estupidez humana, tan simple como cobarde. El hecho de causar el mal a otros jamás ha sido motivo de un divertimento. Al menos no en mi existencia. Creo que la crueldad es un defecto terrible. Una falta de humanidad que confirma que el hombre es más bestia que todos los animales juntos. Más animal que toda la sangre chorreando por una tierra embarrada. Pienso que es el mismo laberinto con el que me he topado algunas veces. En sueños, eso sí.
En todo caso, todo humano tiene su lado cruel, y muchas veces la crueldad suele confundirse con el deseo de dominación. No creo que esas circunstancias de demostrar que se es más que el otro de paso a una confusión. Pienso que depende más bien del poder de control que tengan algunos...o sino todos seríamos adictos al sexo, a la comida, a todo lo que moderadamente causa placer. Y llegamos al autodaño. No hay nada más triste que un ser humano autoaniquilándose. Y eso es, simplemente, la esclavitud de uno mismo.

24.5.06

Eros y Tanatos

Cuando tenemos un éxtasis carnal ponemos una cara que no es muy agradable. Nadie diría que estamos gozando de verdad mientras en realidad estamos a punto de tocar el cielo. Es la mezcla del eros y el tanatos. Morir por sentir. Amar con una cara sufriente. Para nadie sería agradable ver su cara en alguna exposición con ese gesto. Claro que al momento de, no importa mucho que digamos. Yo siento el éxtasis así, una especie de catarsis muy corta, pero a la vez muy profunda. Una catarsis intensa, que cual soplido de Eolo se esparce por el cuerpo erizando cada pelo de nuestra piel como si fueran juncos mecidos por el viento. Así, nuestro cuerpo se transforma en un territorio que tiene que ver con las pasiones. Con el nacer, con el morir, con el sufrir, el amar, el entregar, el comer, el beber, el soñar.
Nacemos en un pequeño cuerpo, indefenso e incapaz de sostenerse por sí mismo. Morimos en un envase que se hace pesado, arrugado, doblado e incapaz de sostenerse por sí mismo. Sufrimos, porque es nuestro cuerpo el que contiene el dolor y el que explota ante él, al verse sometido a ciertos mensajes de su cerebro. Amamos con nuestro cuerpo, porque podemos entregarnos y entregar pasión a través de él. A través de la animalidad que desbordamos en precisos momentos nosotros satisfacemos necesidades como el hambre, la sed y la fantasía. O el escape de un mundo que muchas veces no está en nuestro mismo ritmo. O escapar de un entorno que no nos es favorable.
El cuerpo, como el alma, es lo que nos hace humanos y a la vez divinos. Portadores del placer y de la angustia por y para los demás. Portador de la vida y de la muerte. Portador de otra vida y generador de otras emociones. Nuestro cuerpo es la materia que nos liga a la tierra, que nos hace sentirnos plenos de humanidad. El alma nos alimenta el espíritu. Cuando ambos explotan, es porque hemos sentido una catarsis que es fuerte, profunda y potentemente vivificadora.
La vida es eterno eros y tanatos. Ying y yang. Sol y luna. Día y Noche. Odín y Freya, Satán y Dios, el mal y el bien, el amor y el odio. Suelo amar mi lado B de vez en cuando. Suelo amar mi cierto morbo por la muerte. Una cierta tendencia al Yang. Un lado de cara suele iluminarse con la luna. De noche, me transformo. Incluso en la adolescencia, en las noches de luna llena, no podía evitar bañarme desnuda en el mar. Ahora ya no, pero hay cierto poder lunático que me transforma. Me gusta hacer el bien. Odio el mal en todas sus letras. Pero, por sobre todas las cosas he descubierto que mi lado B es más fuerte de lo que pensaba. Mucho más. Mucho más oculto y misterioso. Tanto, que me gustaría ser una felina y sentir el sabor de mi sangre en la boca, la presión sobre la carne viva, dominación que suele asustarme.

22.5.06

A la Cenicienta le gusta la eutanasia

Recuerdo que cuando pequeña me encantaba ir al cine. Tengo en mi memoria imágenes lúcidas de mi desesperación para que fuéramos luego a esa pantalla gigante que hasta el día de hoy me gusta mucho. Creo que mis papás influyeron bastante en mi gusto por este séptimo arte. Tengo en mi cabeza una imagen mía vestida con una jardinera café con un patito, un beatle rojo, dos chapes muy tirantes (me gustaban así) y una parka color azul marca Canadienne, que tenía un gorro con chiporro también azul. Mi mamá era -como hasta el día de hoy- la última en salir. No me gustaba que nos atrasáramos y más de alguna vez la llamé "tortuga". Hoy mi madre es muy aprehensiva, demasiado quizás y más aún desde la muerte de mi abuelo. Pero es la madre y hay que respetarla...uuuufffff!!!!
Cuando se apagaban las luces ya entraba de lleno en un mundo mágico. Pensaba que estaba dentro de la historia y que poco menos Dumbo o la Blanca Nieves iban a ser mis amigos. Pero la que más recuerdo y especialmente hoy, es La Cenicienta. No es que mi vida sea triste, ni tenga unas hermanastras terribles ni una madrastra violenta. Simplemente no he encontrado "la persona" que me haga feliz. Y si bien en algún momento la tuve, esa persona no se decidió por mí. Ya lo tengo asumido, pero esa es otra historia larga.
Creo que Disney puede crear un mundo mágico, pero a la vez es lo suficientemente sutil para dar a conocer a los niños que hay maldad en el mundo real...o sea, va a llegar el Príncipe pero no va a ser azul. Será alguien común y corriente que te hará ver el mundo como si realmente hubiese llegado en una carroza, en dos caballos que a la medianoche volverán a ser ratas y en una calabaza de la bodega que, en este caso, será un automóvil. Obvio que no me voy a casar de blanco. Ya lo he dicho. Me casaré de rojo. Y nones por la iglesia. Mucho atado.
Pero, como ya decía, no olvido la muerte del papá de Bambi, ni las torturas a las que sometieron a la mamá de Dumbo en el circo. O la fealdad de la bruja de Blanca Nieves (aunque no necesariamente la maldad viene en envase feo) y la existencia de una madrastra, que obviamente no es tu mamá, sino la persona que se casó con tu papá. Aunque no todas las madrastras son malas, pero aún así hay una descalificación mayoritaria. Eso no se lo explican a los niños, a no ser que ellos pregunten.
La mayoría de las mamás suelen criar a sus hijos en una burbuja, y después, cuando aterrizan en el mundo real, se dan cuenta que hay mucha fantasía que jamás va a existir. Nadie habla de contar la realidad crudamente, ya que son niños, pero soy partidaria de no autocensurarme con ellos, porque son personitas y son inteligentes. Se dan cuenta de todo. Lo que hay que cambiar es el lenguaje. Hace unos días el Cote, un pendex que tiene 7 años, me preguntó que era el perreo y le dije que era un tipo de baile. Me contestó que había visto a dos perros que estaban apareándose en la calle y que pensaba que el baile se llamaba así por eso. Plop. Obligada a decir que sí. A un niño jamás se le miente. Menos en esta época.
Aún así me siento como la Cenicienta. Debe ser el inconsciente colectivo del príncipe azul, o del hombre soñado, el macho ideal, mucha teleserie e historias baratas. Mucha telenovela mexicana y venezolana a la hora de almuerzo después del colegio. Y más encima vistas con la nana. Entonces que más choque entre la realidad y la fantasía en la delicada mente de nosotras. Esos días se acabarán. ¡A dios gracias el mundo real suele despertarte!
Bueno, ¿y la eutanasia qué?, es que con tanto debate -que supongo quedará en nada o pasarán miles de años como en el caso del divorcio- creo que los enfermos terminales tienen derecho a morir cuando sienten que su cuerpo está cansado, que no da más, que no soportan el dolor de las agujas, la presión de los huesos sobre una piel delgadísima sobre el colchón, que los tengan que mudar, lavar, poner crema y demases. O que quedaron parapléjicos y están plenamente en uso de sus condiciones mentales. Nadie tiene derecho a llegar a ese extremo y no querer vivir. No están locos, tampoco están siendo obligados por los medicamentos que los hacen delirar. Simplemente lo digo porque ví a mi tata en sus últimos días y lo único que le pedía a Dios era que por favor se lo llevara, que le pusiera alas y lo transformara en un pajarito libre, con su alma plena, para deshacerse de ese cuerpo enfermo que lo tenía ahogado. Más que dignidad tiene que ver con pensar en el otro, con ponerse en el lugar del otro. Sé que cuando él decía que no quería vivir más era porque lo sentía. Nadie miente en ese tipo de circunstancias. Obvio que habría llorado igual si se hubiera ido antes porque el sufrimiento es inevitable. No estamos en una película de Disney. Ni tampoco los seres humanos resucitan. Morir, en algunos casos, puede servir para salir a otra dimensión. Evolución espiritual que le llaman. Y que conste que esta es MI opinión...es obvio...no soy ni seré nunca un cartoon.

Florecitas

No hay más suavidad más tierna que la de frotar un pétalo contra la piel. Presionar suavemente, sintiendo un pequeño cosquilleo en la yema de los dedos, para que esa gota de naturaleza se perciba en la dermis. Pequeñas esferas de sutileza pueden formar círculos. Por eso me siento como si estuviera en un campo de diminutas flores, de distintos colores y formas, que ocupan cada una un espacio de libre albedrío en un campo a traviesa, de un verde profundo y lleno de olores frescos, de sensaciones de cuerpos humanos que miran el amanecer con la brisa de la aurora. Y ahora me siento así, amén de estar flotando en el cielo, con mis pies casi despegados, como si en un segundo pudiera despegarme para volar. O a punto de que me salieran alas de la espalda sin dolor alguno, pero con las ansias de libertad listas para ser expiradas con fuerza.
No sabría bien explicar como podría sentir algo así. Y más encima por el simple hecho de sentirlo, de expulsarlo. Hay días que son menos pesados que otros -de eso no tengo ninguna duda- aunque contrario a la sensación mayoritaria del holgazaneo y la modorra de un día lunes, me siento plena de energía. Creo que lo único que me habría faltado sería dormir un poco más. Dormir y sentir que el día es largo. Dormir y darme cuenta que soñar es la forma más plácida aunque menos útil de ocupar el día.
Creo que la época de cambios ha llegado. O llegará de a poco, quien sabe. A lo mejor es cuestión de ciclos. O de círculos que evolucionan. O de la posesión misma del alma con conciencia. O de mirar el cielo viendo todo el universo con el peso de tu cuerpo apoyado en la tierra. Con los huesos fijos y la espalda relajada, las pupilas a resguardo del sol y la piel fresca, con una sensación de armonía que no necesariamente tiene una explicación lógica.
Parece que los viajes comenzarán...creo que muy pronto tendré que hacer maletas a partir a otro destino.

19.5.06

Lazos, nexos, uniones, vínculos

Estos días me he vuelto a reencontrar con gente que hace mucho tiempo no veía. Hoy por ejemplo le mandé un mensaje a un amigo y me contestó. Hace siglos que no sabía de él y de hecho me había borrado de su lista en el celular. Le dije que nos juntáramos y que nos pusiéramos al día. Es una linda persona y pese a que no tenemos mucho contacto, en los momentos en que conversábamos nos llevábamos muy bien. Bueno, somos del mismo signo y tenemos varias cosas en común. Entre ellas el mar. Siempre recuerdo que por messenger pelábamos el cable con pasar horas mirando el movimiento de las olas sin hablar. Creo que si hubiéramos hecho eso alguna vez, lo habríamos pasado el descueve. Es que en realidad los pececitos necesitan contactarse con su alma original para poder sentirse bien. Y aterrizar los pies en la tierra.
También he mandado mails a gente que no sabía de ella hace tiempo y me han contestado. Es que a veces es el tiempo el que nos aleja de la gente. El tiempo, las circunstancias y la necesidad de seguir con nuestras vidas. Aunque nunca es tarde para reiniciar algo que se perdió por factores externos. Nunca es tarde para retomar aquello que quedó inconcluso. Ahora sólo me falta juntarme con mis compañeros de colegio para quedar bien con todos. Las mismas juntas con mis primos me han hecho muy bien. O sea, siempre que estás con alguien con quien tengas cosas en común podrás ampliar tu círculo con gente que vale la pena y que te valora por ser quien eres.
Así las cosas, estos días se han pasado volando...aunque no quiero que llegue el invierno. No quiero. El sólo hecho de que la vida amanezca congelada me hace querer emigrar a tierras cálidas.

18.5.06

Cuando las series de TV dicen algo es pq....

Estoy rayada con una serie que se llama Grey's Anatomy. Cada capítulo que pasa es como si contaran un episodio de mi vida. A lo lejos, pero en el fondo es la misma historia. La misma calcada actitud de cierto XY. Hoy hablaban de mentir. Ocultar las cosas es muy fácil. Negarlas también. O decir otras palabras en vez de las que realmente quiere expresar tu cerebro. Yo lo he hecho. Nadie dice la verdad en estos días. Y si la dice, es como si a lo mejor dejara de razonar con el instinto de la realidad y busca crear otra que parece perfecta, pero que solamente pretende ser un espejo de la máscara que tienes.

El problema es cuando te reflejas. Y te das cuenta que mientes. Bueno, hoy en la famosa serie dijeron una frase...Grey...eres una ídola..."Todos mienten. Las mentiras están cuando la verdad duele"...por eso, es mejor vivir así, con sentimientos repentinos, con emociones rápidas, amores extras (hasta que llegue uno que te robe express el corazón...bueno, los robos express existen, pero hay algunos que han permitido que este órgano vuelva a su lugar en buenas condiciones...o que la dueña lo rescate a como dar, aunque sea desde una bota vaquera o una chaqueta de cuero con bolsillos enormes).


Y sigues caminando por la vida. Y dejas que el otro también camine. Hasta que se vuelven a encontrar y siguen poniéndose de acuerdo en citas clandestinas. En besos prohibidos. En un amor que es de verdad, pero que es mejor dejarlo como si fuera de mentira. Porque ya no fue. Aunque está. Y tiene olor a almizcle, seda, sudor, rosas, aromas de piel y noches con rocío.

That sucks!!!

Odiar no se puede reprimir. Si tuviéramos que hablar de la palabra odio eso implicaría la falta absoluta de identificación con algo...o la irreversible sensación de no poder aceptar eso que está presente en nuestras vidas...o en la realidad social que vivimos...esa realidad que nos rodea a todos.
Película: Cualquiera que diga "no es otra tonta película americana" o cualquiera al estilo American Pie o los ochenteros Porkies, que de tanto verlos antes ahora me asquean.
Libro: Cualquiera de José Donoso. Simplemente ese caballero me apesta...leo una página y me quedo dormida...sopor total.
Palabra: Farándula...es la tarántula de la fama. Simplemente hediondo a Kenita Larraín. Impensable!!!!...también me carga la palabra barata...aparte del odio que le tengo a esos bichos.
Color: El fucsia nunca ha sido de mi gusto. Es sinónimo de chulería.
Balnearios: Zapallar, Cachagua, atrooozzzz!!! No me gusta el cuiquerío mundano. Aunque debo reconocer que las Rocas de Santo Domingo y Reñaca pasan piola.
Actor: Guido Vecchiola (por falso)
Actriz: Mmmmm, como que la Soledad Pérez me guatea
Personaje público: Jovino Novoa. Me da asco de sólo verlo.
Programa de TV: SQP...me tienen chata...y la Patricia Maldonado tb. me guatea en la tele.
Profesión: Prostituta o vendedor de seguros...guácala!!!
Cantante: Marco Antonio Solís...simplemente too much!!

17.5.06

Amigos (Shaila)

Me gustó esta letra...¿porqué tanta cuática para las canciones cebollas? Tanta melancolía mejor que se vaya a la papelera de reciclaje...
Y aun el recuerdo de un tiempo mejor
Solía ser distinto a lo que ahora es
Cuando no es más
Que la destrucción entre vos y yo
del contrato eterno que nos hizo hermanos
Y al crecer me encontré con vos,pretendiendo querer cambiar
Y si lo vi, no lo quise entender
Que ser amigos también puede ser así
Y en decidir, la única forma que hay

16.5.06

Humedad

Ayer nuevamente quería quedar en otra dimensión. Es que con sus aparecidas simplemente logra trastornarme, y mi mente se llena de locuras, mi alma se traslada al infierno y muero. No literalmente, pero dejo de existir como que me llamo Andrea y dejara de serlo para transformarme en cualquier cosa. En cualquier ente natural o sobrenatural que puede volar sin fin. Y creo que, a pesar que cada vez se hace más difícil encontrar un momento para estar con él a sangre viva, sigue presente el anhelo de sentirlo, de desearlo prohibitivamente exquisito, con ciertas menudencias y actitudes que no pueden ser rotas ni cambiadas por nadie. Por eso digo que es mío, aunque no tenga derecho a decirlo, y él puede decir que soy suya, aunque no tenga la necesidad de decirlo.
Digo necesidad porque nosotras, las mujeres, como género sentimental que somos, necesitamos legitimar nuestro territorio, lo que de alguna forma nos pertenece, aunque sea sutilmente, pero siempre dejando los límites claros. Es como que dijera que me puedo morir de celos al verlo con otra, aunque no tengo el derecho a hacerlo. Ni a hacer un escándalo. Sé que no haría un escándalo aunque necesitaría buscar una pared lo antes posible, para darme vuelta, poner una cara de odio y enterrar mi mano empuñada en el cemento una vez tras otra. Por el puro desahogo de la rabia. Y después me mataría de la risa porque sabría que es una actitud propia del absurdo y de las malas maneras. O asomarme a la ventana de su casa para ver cómo duerme. Y de qué manera se coloca en la cama. Y miles de detalles que sé, pero que no conozco totalmente.
Aún así tengo la confianza suficiente para poder decir que lo conozco lo justo y necesario como para echarme una revolcada de vez en cuando. Y poder sentirlo entero una y otra vez. Con limón, sal y tequila. Y carne. Mucha carne y mucha lengua que de vez en cuando se envuelve y se transforma en una marejada de sudor. De locura. De predestinación que se disfruta en pequeños momentos. Pequeños grandes momentos. Y así, después cada uno sigue por su lado, con los pasos marcados y hundidos, para volvernos a encontrar por el mismo camino. Creo que las circunstancias de la vida están de nuestro lado. Como una canción de Sandro. Y lo digo como la hembra orgullosa y altiva que soy. Caminando de frente por la vida y por todos los caminos que se me crucen.
Ya fue la primera lluvia del año. Ya hay olor a húmedo en la tierra y las mañanas se han congelado. El sol ha perdido su fuerza y las noches llaman a dormir acurrucados. El despertar es más lento y la energía ya no es la suficiente como para seguir el día como si fuera el verano. Pero la vida tiene laberintos y azares que aún no he descubierto. Me encantan las sorpresas. Como no, si yo misma puedo ser una caja de una. O miles. Tantos secretos me han vuelto la mente sabia y abierta como una cordillera cubierta de nieve al amanecer. Hay liberación en el espíritu.

14.5.06

Yo, la mejor de todas

Soy la mejor de todas y no por un asunto de egocentrismo inflado. Soy la mejor de todas porque digo lo que siento, porque no finjo para afuera, porque no me burlo de las personas en mala, porque siempre estoy ahí para ayudar, porque cuando me enojo con alguien lo hago por una causa clara y con todas sus letras, porque sacrifiqué mis intentos con una persona por alguien, porque estoy disponible las 24 horas del día para la gente que es leal conmigo, porque me entrego de corazón, porque escribo la raja, porque soy escritora y poeta, porque pinto y se me ocurren cosas nuevas siempre, porque tengo mi mente activa, porque soy regia (a mi manera, me considero una mujer atractiva), porque estoy rodeada de gente que me quiere, porque me doy el lujo de elegir el hombre con el que quiero estar (hay una excepción santificada), porque no tengo la necesidad de andar ironizando todo el día, porque me saco la cresta en mi trabajo y demuestro ser la mejor, porque me gusta tener la mente abierta, porque conozco la palabra perdón, porque soy sincera, porque no miento acerca del como soy, porque no pelo a la gente que me quiere, porque me doy un tiempo para mí todos los días.
Esto lo digo porque el viernes, en una comida, salió el tema de "la loca de la familia", ya que en todas las familias hay una, que si no es oveja negra, al menos es la que tiene el tornillo suelto. Todos coincidieron en mi existencia, lo que no deja de llenarme de orgullo. Aunque lo he dicho otras veces, la gente que está ida del planeta es aquella que más tiene los pies sobre él...¿Alguien ha visto a un genio que no esté fallado de la cabeza en algún sentido?...Ah! Desconfíen de los vegetarianos. Hitler lo era.

12.5.06

Una frase dicha al viento...


Inspirada por mi amiga Pauli...que tanto hemos compartido virtualmente este último tiempo...
Ellos, los XY son tan idos, tan especiales, tan cremosos, tan complicados que lo único que les falta es la guinda para ser tortas...¿quién los entiende a ellos?, con sus hormonas tan inestables...pero bueno, así como son diferentes, suelen ser irresistibles como un vaso de agua en el desierto. O como un helado en la vitrina en un día derretido.

Vidas sublimes

Estoy frente al computador. El día está tibio acá en Los Andes. Hay algunas nubes pero se siente la fuerza del sol al caminar por la calle. Estoy vestida con un pantalón negro, una polera tres cuartos con rayas de colores y encima un peto morado. Llevo zapatos de tacón y ando con un bolso fucsia. Es viernes y la gente se mueve más rápido que el resto de los días, quizás porque se acerca el fin de semana. Fui al cibercafé porque me aburrí en la oficina. De nuevo. Es de esos días en que no suelen pasar muchas cosas. Nada mejor dicho. O mucho en la mente y poca acción en la vida. Hay un stand by que no se puede ignorar.
Anoche tuve un sueño extraño. Estaba en una fiesta y el Santo se me acercaba. Actuaba muy distinto, como si fuera otra persona. No había nadie más que nos conociera. Y hablábamos de la vida, cosa que nunca hacemos o que, si hemos hecho, nunca falta el que llega. Y pasábamos a otro nivel. A otro tipo de encuentro (no digo nada sexual, por si acaso). Era simplemente algo de acción-reacción. Nunca supe cómo terminó el sueño. Nunca pude imaginarlo tampoco. Fue raro, como si de golpe me lo hubieran quitado.
No me pude quedar en Santiago como quería. Habían muchas cosas que hacer en la mañana. Y eso era impajaritable. Claro que el día avanza más lento, como si la energía se agotara. O se quedara rondando en el aire como el polen en primavera. Ahora, en este instante, me siento cuando estás bajo el agua, en un instante en que cierras los ojos y aguantas el aire en toda la boca mientras estás consciente que tu cuerpo se desvanece en el poder líquido. Y te vuelves parte de él.
Sr. Corales, ya estaremos juntos. Nunca se sabe cuando aparecen las horas de los escapes.

10.5.06

Un mensaje para un Santo












Si estuvieras amarrado a una cuerda y estás muerto de hambre obvio que la violencia podría ser la primera respuesta. El problema es que no estás amarrado aunque sí con hambre (es obvio), pero no sabes como saciar esa necesidad. Esto es para alguien que sabe que existo. Es para alguien que "me conoce" . Es para alguien que en ciertos momentos, en ciertas etapas, quien sabe porqué misteriosa razón hormonal, cerebral o mística vuelve a aparecer en mi mente y me trastorna. Simplemente me trastorna de la cabeza a los pies. Y lo peor es que lo sabe. He mandado mensajes subliminales pero no hay respuesta. ¿Habrá que ir a la ofensiva? Bueno, no tendría problema. Si alguien sabe como actuar en estos casos lo felicito, pues yo podré tener mucha personalidad, pero cuando se trata de esta persona es como si fuera la mina más marmota de la tierra. Mejor me quedo callada...¿o deberé decirlo todo en persona? Quizá me anime...

El (mi) blog es un estilo de vida

Para mí escribir es como respirar. Es beber agua cuando tengo sed. Comer cuando tengo hambre. Hacer el amor cuando tengo ganas. Eso para mí es escribir. Un derecho público e inalienable. Una necesidad biológica. Si no escribo, mi cerebro se va a la mierda. Bien lejos. Es como fumarse un pito de marihuana cuando quieres volarte e inspirarte. Y sentir de verdad. O mejor dicho expresar lo que sientes.
Para mí este blog es un estilo de vida, es la forma en que veo la realidad, la manera en que percibo mis sueños y muchas veces, la volada misma de expresarme, de gritar quien soy. Por eso, estoy a favor de que la gente escriba y se desahogue de cosas pasadas y futuras...aunque yo estoy más a cuenta con eso de "lo mejor está por venir". Siempre pienso que la vida sería mejor si todos pudiéramos escribir un libro con ella. Si todos, a conciencia, tomáramos un lápiz y plasmáramos lo que nos sucede en 24 horas día tras día. Todos los días, sin mayor inspiración que la de respirar. Lo que no es difícil. Y ahora que no puedo hacerlo todos los días, hay veces en que voy en un bus, en un taxi, agarro un papel o un pedazo de servilleta y empiezo a escribir frases. Unas tras otras. Frases sueltas, solas, pero que en algún momento tendrán sentido.
Ayer en la noche, en mi taller de teatro del Sindicato de Actores y Artistas sentí algo demasiado extraño. Un proceso de catarsis facilitado por la música y la necesidad de movimiento en el espacio. Pude sentir como mi cuerpo salía de sí y comenzaba a moverse en círculos, sintiendo la raíz primitiva del movimiento y la necesidad de bailar con ritmo. Y de sentir que te vas de un lugar y no estás en ninguna parte. O tal vez sólo estás en el aire y te dejas llevar por él. Siempre he pensado que es la modernidad lo que nos aleja de la capacidad intrínseca de ser capaces de crear por sí mismos.
Me encantaría poder volar. O simplemente despegarme del suelo por unos segundos. Es el sueño de lo imposible. Aunque alguien me comentó que la mente del ser humano puede lograrlo si se esfuerza. Si se abre, si el tercer ojo se proyecta en cualquiera de tus siete chakras. Estoy intentándolo. Cuando pueda pararme en el aire lo van a saber.
Otra impresión de mi taller de teatro es la necesidad de sacar la fiera que tenemos dentro. Anoche con el Franco por un instante sentí que nos fuimos en la volada y que efectivamente el animal que llevábamos dentro salía a la superficie. Me transformé en una pantera. Me transformé en una tigresa. Tenía ganas de sentir el olor a sangre. Y la catarsis resultó de tal forma que al volver a la realidad se siente un alivio enorme, un relajo total de los músculos y una respiración que de tan rápida se hace cada vez más lenta. Un pequeño orgasmo mental. Y eso que sólo estábamos siendo fieras. Yo, en algunos momentos puedo volverme fiera sin querer sentir sangre. Alguna vez dije que era una fiera en la cama. Lamentablemente el aludido nunca pudo comprobar la certeza de mi afirmación, aunque le aseguro que si conversara con el Sr. Corales se quedaría para adentro. Es simplemente una cuestión de piel, algo que también siento con usted aunque en este momento no es el tema que estoy tratando.
¿Porqué hablo de la necesidad biológica de escribir? porque para mí dejar un testimonio de mis pensamientos es proyectarme, es tener una intención, es decirle a todos lo que veo y lo que quiero o no quiero. Es profundidad. Es ser como soy. Cada una de mis letras representa una finísima vena que sale de mí y se va hacia afuera. Una explosión estelar que sobrepasa mis moléculas. Simplemente eso. Nada más.

7.5.06

Sol azul, canto de sirenas

Alguien que siempre comenta en mi blog (sé que lo hace con buena intención) reclama por mi supuesta negatividad ante mi vida. No es que sea pesimista. Tampoco se trata de inventar una versión underground de mi persona (quienes me conocen saben que no soy así). La cosa es que estoy pasando por un momento en stand by en el que recién estoy eligiendo mis caminos a seguir, o podría decir que recién las cosas se me están dando como quiero o como me gustaría que fueran. Por lo menos las cosas que antes no se me daban.
En todo caso, sería fome que alguien escribiera un blog describiendo un mundo de Bilz y Pap, con colores barbie, aventuras a lo "Bob Esponja", sueños de Princesas Disney y un cúmulo de situaciones tan irreales como una comedia sitcom en territorio chilensis. De hecho, creo que he sido ciento por ciento sincera con lo narrado acá en esta página. De otra forma mejor me dedico a escribir cuentos. Sirvo para eso, pero no es que sea algo que me interese hacer. Por ejemplo, en este preciso momento me dieron ganas de comer un ceviche. Rico. Con galletas o tostaditas. Y con harto jugo de limón. Sé que no es posible por la hora y porque para mi estómago es fatal comer de noche. Me aguantaré.
Creo que los deseos son la única forma en que el ser humano se comprueba a sí mismo cuan racional es y cuan efectiva es su manera de controlar aquellos impulsos irrefrenables que en cualquier momento pueden surgir. O que en cualquier circunstancia se deben controlar o simplemente ignorar. A veces prefiero ignorar el control de los impulsos. Los latidos que surgen de improviso son los que te hacen sentir vivo. Y salido de la monotonía.
Como sean las cosas, me encantaría vivir en un mundo en el que el sol se transformara en una eterna bola azul y la noche se llenara de un canto de sirenas para poder quedarte dormida. Pero debo conformarme con fumar un cigarrito en la noche y escuchar música trance para cerrar los ojos. Aún así, la vida puede ser diferente todos los días.

4.5.06

Deshielos neuronales psicomágicos

Llevaba días esperando que apareciera. Al menos un atisbo de su presencia en este mundo. Una señal. Una aparición. Sentir que no he sabido nada de él me desespera. En serio. Puede ser demasiado caprichosa la observación pero realmente es así. Es lo que mi piel me dice y ante ello no hago más que doblegarme.
Mis instintos me traicionan. Saber que es una sombra no es suficiente, necesito verlo ante la luz, ante mis ojos, sentirlo todo y saber que seguirá bebiendo de mí. Que aunque estemos con vidas separadas, vidas distintas, nuestras huellas se encontrarán. Y dejarán marcas que a veces duran demasiado.
Siento, por otro lado, que tengo que dejarlo ir. Soltarlo y que continúe su destino. El problema es que me siento idiotamente débil para hacer eso. Y lo reconozco. Y no hago nada por redimirme. Pero es un error que me trastorna. Y siento que, a pesar de todo, a pesar de su hijo (aunque no tenga culpa alguna), a pesar de su vida en otro lugar, a pesar de las noches tan distintas a las mías, la vida no nos ha separado. ¿habrá algún ángel que se apiade de los amantes de sangre?, esos que se conocieron y no se separaron más.
O que intentaron dejarse, pero que por algún motivo sienten que un vínculo fuerte los une y no los separa. Como dos estatuas eternas, de Edipo y Electra intermitentes. O de Odín y Freya en algún destino inconcluso.
Esto daría para una eterna terapia con Jodorowsky, a quien considero mi gurú en estos días. Una buena terapia pánica. Tirar los cisnes con cuellos desollados a la galería de miles de espectadores con los ojos desorbitados. Y que gritaran de espanto, o se rieran o que aplaudieran a rabiar aunque sus caras estuvieran manchadas con sangre. O se quedaran callados y unas manos invisibles les hicieran tiras las encías mientras con fuerza desbocada les arrancan los dientes para poder perder la capacidad de hablar y de comer. Y de besar. Porque los labios hundidos no besan, todo lo contrario. Tienen la infinita capacidad de hacer daño.
Me imagino encontrarme con Jodorowsky en un suburbio de México, en un pequeño bar escondido. Habrían miles de velas negras y blancas. Me tomaría la mano, pondría la suya en mi frente y me echaría la cabeza hacia atrás para hipnotizarme. Me obligaria a bailar desnuda en la calle, despojándome de todas las ropas que traía puestas el día que lo conocí. Y debería decir un diálogo absurdo mientras la gente me mirara asustada y sorprendida. Una vez desnuda, debería meterme a una ciénaga de sangre y soñar que esa sangre me penetra. Y Jodorowsky observaría todo, me despertaría y me daría una señal en la frente para decirme que estoy curada. Y yo gritaría de espanto, del pánico de la fuerza de ese sentimiento, tratando de no mostrarme abatida ni rendida, dejando simplemente que el sueño me hiciese cerrar los ojos y corrumpiese mi anhelo de locura.
Y supe de él. Y quedé tranquila. Definitivamente algo hay que mi miedo a su pérdida es tan potente.
PD: La salmonella está a la vuelta de la esquina. Nadie sabe lo que come. Compren el libro "Psicomagia" de Jodorowsky. Vale 8 lucas y es muy entretenido. Claro que una vez que termine de leerlo se podrá tener un poco más de magia en la vida. Y de psicología también, aunque los psicólogos no siempre llegan a quienes quieren curarse. O a quienes los necesitan o los esperan. Como si todos tuvieran cara de liebre. Con dientes enormes.