28.6.05

Despertar urbano

Heme aquí nuevamente en la ciudad. Qué asco. No me gusta Santiago en invierno, es más, creo que forma parte de uno de los cuantos huesos duros de roer que tengo que soportar. Me gustaría tomar un avión e irme lejos al Trópico o a algún lugar donde la temperatura media no bajara de los 25 grados.
Ayer era un suplicio volver a Santiago por la lluvia, por los autos y porque se hace eterno regresar a la partida después de haberlo pasado bien.
Igual tuve mis viente minutos para meditar frente al mar. Esa sensación deliciosa de sentir las olas una y otra vez pasar por encima de la arena, como pequeñas mareas líquidas que se revuelven en un piso de terciopelo. Puedo mirar el mar sin cansarme y ahí es cuando me doy cuenta que el tiempo puede detenerse, la mente ponerse en blanco y sentir fluir los pensamientos. Me acordé de muchas cosas, de instantes y recuerdos que valen la pena, pero a veces no. Sentir el viento frío en la cara deja de ser un suplicio para transformarse en un hálito fresco que se refleja en la piel. El frío deja de ser frío y las personas se ahuyentan como fantasmas. Estás sola frente a la naturaleza. estás sola frente al mar y sientes una soledad profunda, que te podría llevar a otras dimensiones con sólo concentrarse en ello. El mar es mágico...no sé si para el resto lo es, pero al menos para mí es pura irrealidad, surrealismo puro que te arrastra como las olas. Un surrealismo rítmico, que tiene pausas y suspensos que te hacen seguir en el mismo lugar con la mente en otra parte.
Y él estaba ahí. Tan lejos, pero tan cerca a la vez. Lejos porque no formo parte de su mundo, aunque algún afecto debe tenerme y cerca, porque estaba ahí, simplemente por eso. Tan lejos, tan cerca...sólo hubiera faltado que pasara una sola cosa. Al parecer es un poco lento para captar mis señales...típico de XY. Lo que no entiendo es porqué me pasan cosas con él...es complicado...aunque debo reconocer que lo difícil me atrapa con facilidad.
En todo caso, estoy con buenas vibras a pesar de vestirme como un oso cuando debo salir a la calle. Me gustaría ver el sol en un cielo despejado. Eso me levantaría el ánimo. Y faltan 4 días para una fecha importante, muy importante...sólo espero que no se aleje como suele hacerlo de repente...es que no hay que olvidar que hay un lunático por el que todavía siento la necesidad de saludarlo. Por algo será...sólo espero que venga un encuentro de por medio...
Y el sol no sale...creo que comenzará a llover de nuevo. Por lo menos estoy en la casa.

25.6.05

Sólo El mar...

Al fin sentiré el ruido de las olas. Ver una puesta de sol...comprar artesanías...saborear un rico ron en la noche estrellada. Lo necesito y apareció la oportunidad. Volveré recargada. Con energías positivas de la cabeza a los pies. Flor!!

24.6.05

Noche clandestina

Iba detrás. Su auto avanzaba veloz y temía no pillarlo en algún instante, pero no me preocupaba porque sabía que íbamos al mismo lugar. Podría pensarse que mi actitud era un tanto fría, pero nada que ver, todo lo contrario. Mis ansias de estar con él era algo que hace tiempo tenía pensado pero no había podido concretarse. Por asuntos externos a nosotros. Supongo que hay gente que puede entender de lo que estoy hablando.
Una vez dentro no puedo explicar con palabras lo que pasaba. Sería mejor comprenderlo al escuchar la canción "La Tortura" de Alejandro Sanz y Shakira. Fuerte. Y es una tortura en cierto modo, pero una tortura exquisita.
Sé que no me va a pasar con otra persona, porque cuando me ha pasado es de otra forma. Lo que me pasa con susodicho no tiene explicación racional posible. Si la tuviera, las hipótesis acerca de los "cariños-compartidos-amistosamente-sensuales" estarían resueltas y no es así. Bueno, puede decirse que están dichas pero no resueltas.
Es como si de pronto mi cerebro se volviera un espejo y ese pedazo de vidrio saltara hacia el infinito proyectándose en miles de rayos de luz.Eso era. Rayos de luces de muchos colores que llegan al infinito. Algo infinito que nos posee a los dos. Y después no quería irme. Sabores irresistibles que seducen.
Y aunque no todo fue perfecto, que él estuviera ahí, todo tierno, apasionado y salvaje fue suficiente. No lo ciento por ciento suficiente, pero como dicen por ahí "de lo bueno poco", aunque sé que en el fondo las cosas buenas se repiten. Estoy feliz y aún recuerdo esa bendita espalda tocada por mis manos y su perfume, cuando me enredé en su cuello con ganas de no separarme nunca de sus labios.
Son sólo momentos. Inolvidables. Momentos eternos en la cabeza y el corazón. Y si su vida en algún momento vuelve a juntarse con la mía, lo recibiré con los brazos abiertos. El corazón abierto y la mente dispuesta a ser "su chica", aunque sea por unas horas...
¿Quién dijo que lo prohibido no atrae?...más aún si es pasión que nace en un fuego cruzado.
PD: Me dijeron que era un karma y efectivamente es así.

23.6.05

La tensión de la espera...

¿Les ha pasado alguna vez que cuando van a ir a un reencuentro después de mucho tiempo les duele la guata y sólo quieren que las horas avancen lo más rápido posible?...así estoy...Puede ser brígido, pero mi cerebro está liberando endorfinas como loco...tengo ganas de subirme a una montaña rusa.

22.6.05

Tras la huella de Lakshmi

Si bien los seres humanos somos terrenales, ciento por ciento habitantes de la tierra y dependientes del suelo y lo que allí sucede no hay nada que nos impida mirar al cielo y sentirnos identificados con alguna deidad, o alguien que nos lleve a mirar más allá.
Particularmente, mi entorno está delimitado por la concepción racional que tengo de ser mujer, pero por otro hay una divinidad que está en mí y que de alguna manera tiende a mimetizarse dentro de las mil y una caras que puedo tener en cualquier momento.
La Diosa de la Buena Fortuna o Lakshmi es una deidad que en la India -o en cualquier lugar donde haya gente que presuma sentirse protegido por ella- está rodeada de una figura femenina de seis brazos que llega a un lago rodeada de elefantes que están con sus trompas mirando hacia el cielo. De sus trompas brota leche, que es el símbolo de la abundancia en la tradición hindú. Esta mujer está rodeada de joyas y un hermoso vestido color rosado. Ella nació de una flor de loto y viene al mundo a ayudar a todos y todas. La diosa Lakshmi entra en tu casa si tú la dejas entrar.
Muchos me han dicho que esta es una nueva forma de creer que ya casi no existe. Digo que no, que cualquiera tiene derecho a proyectar su fe de la forma que quiera y en algo que lo identifique. También soy Perséfone y la diosa Afrodita. Algo de Atenea tengo, pero prefiero a Lakshmi por el momento.
Es una diosa que una vez que se la invoca otorga fuerza, sabiduría y dinamismo. Prefiero creer en ella a creer en una religión católica que no me llama la atención para nada. Creo que así las creencias son más personales y consecuentes con la visión que uno mismo tiene de la vida y del mundo en general. Obvio que acepto otro tipo de creencias aunque me carga la gente que trata de imponer a los demás en lo que cree. Mi fe me basta y me sobra y creo que como mujer puedo creer en una diosa. Mi género femenino me lo autoriza y créanme que me ha servido para valorarme y ver las cosas desde otro punto de vista.
Lo interesante de Lakshmi es que no castiga ni perdona. Dice que todas las personas se merecen la buena fortuna por ser lo que son. Y eso me parece más liberal y propio de un ser humano. Las personas tienen derecho a todo en esta vida, incluso a ser felices. Total, está claro que la buena fortuna depende de cada uno, aunque nunca está demás una ayudita desde arriba. Los méritos pueden sobrar, pero todo lo demás depende de circunstancias, cosas que la mayoría de las veces nos sobrepasan.
Mi padre es ateo y dice que la gente que cree es la que necesita aferrarse a algo para vivir. Puede ser. Es que él es demasiado egocéntrico e inteligente para pensar que por sí mismo no se la puede. Mi madre es devota de Sor Teresa de Los Andes y mi hermana cree en el Dios adventista pero por el pololo que tiene. Mejor pensar que uno es libre de creer, total el bienestar llegará a uno cuando tenga que llegar.

21.6.05

Tú y yo, ese espejo y un pequeño hotel

Más de alguien que lea estas páginas debe conocer Le Chateau. Un pequeño motel que está en Marín, cerca del mundialmente famoso Marín 014. Prefiero Le Chateau, especialmente una habitación del segundo piso, a la que se llega después de subir unas escaleras arrimadas en un minúsculo laberinto. Me gustaba estar ahí y siempre recuerdo de esa primera vez en que el ruido de la lluvia se hizo presente. El ruido, el miedo a estar juntos y ese sabor a champaña que se fue en un segundo para dar paso a otras sensaciones profundas.
Hoy me he acordado de su espalda, de esos miles de lunares en esa enorme muralla de músculo. Todavía me gusta entero y no tengo ningún pudor en recriminarme esos recuerdos que me llegan a la cabeza de vez en cuando. Es que es un XY que le otorga (otorgaba?) sabor a las cosas. Ese aliento a macho que me derretía en un segundo con sólo hacer un pequeño gesto que yo reconozco enseguida. Nadie más ha tenido esa mísera actitud, que consiste en poner la boca de determinada forma, mirarme hasta causar quemaduras y hacer que todo sea mágico. En realidad la mayoría de los XY hacen eso pero éste tiene un sello único que no ha sido ni siquiera intentado por los otros.
Es raro. Son las cosas de determinadas personas en determinados momentos. Aunque debo reconocer que esa noche lo pasé demasiado bien. Y los instantes volvieron a repetirse en diferentes partes.
Y algo que me gusta, son los espejos. Me gusta mirarme en ellos. Es cierto ludismo voyerista que a veces ha llegado más allá...pero es un secreto. Ahora eso es lo que siento. Esa nostalgia de esa primera vez. Quizás es por el olor a la lluvia. La maldita memoria que revive una y otra vez. Y lo demás sólo lo sabemos tú y yo, ¿cierto?

20.6.05

Largo, tendido, interminable, cavernario invierno

Ya estoy cansada de la fiebre azul que provoca el frío penetrando por mis huesos. Desearía convertirme en un oso enorme para dormir y no despertar hasta que los perfumes de las flores me permitan gozar de la tibieza (al menos) del sol. Preferiría transformarme en fantasma en estos días. Al menos sé que los fantasmas no sienten, entonces me daría el lujo de caminar desnuda entre la lluvia y el viento con tal de no andar asustando a la gente. Y sería una viejita de muchos años, con una canosa melena enmarañada, con los ojos violeta y una enorme túnica celeste que tapara mis enanos pies.
He estado tentada por la lujuria en estos días. Muy tentada, pero Madre Naturaleza ha hecho de las suyas en mi cuerpo y no queda otra que aguantar. A veces pienso que pasaría si los XY menstruaran. Quizás serían más histéricos y sensibles que nosotras, lo que no sería raro pese a sus atisbos trogloditas. Partidos de fútbol suspendidos, reuniones de empresarios, citas importantes a nivel mundial. Todos estos sucesos quedarían postergados por al menos cinco días. Y para ellos sería un verdadero castigo.
Quizás ni con un Tapal se les quitaría. Capaz que tuvieran que pasar todos esos días en cama y con guaterito. Como buena mujer que soy me acostumbré. A veces me da asco, otras lata y la mayoría de las veces sé que me va a llegar porque me pongo sensible, tonta y ando llorando en los rincones. Las mujeres indígenas hacían culto a los dioses con su sangre. No me imagino este rito en los días actuales.
Si lo hiciese tal vez me mirarían como bicho raro, aunque en el fondo el ser mujer más que una virtud es un poder. El poder del género y de hacer que las cosas más tercas, más duras y menos maleables despierten su encanto para con nosotras...y eso involucra a los XY, obviamente.
Aún así, el invierno se me hace largo. Mucho más que las mil y más páginas de 2666 que está increíble y se los recomiendo a todos. Bolaño debería resucitar. Bolaño podría llegar a ser Dios. Si fuera candidato a la Presidencia de la República votaría por Bolaño...bueno, nunca tanto, pero al menos lo pondría de ministro. ¡Maldito hígado que lo mató!
Alguien me acaba de decir: "debe ser increíble ser amado por tí..... debe ser terrible ser odiado por tí....", la pura y santa verdad. Soy de blanco y negro. Nada de medias tintas. Bueno, a veces, hay ciertas cosas que soy capaz de aceptar, pero cuando alguien me causa repulsión, ¡sálvese quien pueda!
Y el frío no ha terminado. Debería irme a vivir a Arica. Al menos tendría una infinita primavera. No, mejor no, estaría con alergias todo el año. Mejor me gustaría estar en Africa, tener un elefante de mascota y un enorme león en la reja de mi casa, para que nadie me entrara a robar.

15.6.05

Fucking química

Dícese de la atracción física y de otras características que se da entre dos personas por mucho tiempo y sin importar las situaciones que los afecten negativamente. Es fuerte contra la negatividad y potente ante los besos que llevan más allá de los labios...
¡Estoy eufórica!..definitivamente él y yo estamos locos...

13.6.05

Entre Bolaño, el frío y la soledad

Este fin de semana no dormí casi nada. Anoche a las 23 horas ya estaba zeta durmiendo. Como será que no me acordé de mis sueños. Demasiado entregada a Morfeo. Ya me pasaron el auto y debo ponerme al día en miles de cosas, pero como el cielo está nublado y hay amenaza de lluvia a cada rato, están antienergéticos y no ayudan mucho en el ánimo.
Participaré en el concurso de Juan Rulfo. Debo escribir el mejor cuento. Tengo algunas ideas despiadadas en la cabeza. La mente funciona mejor cuando los acontecimientos te obligan a ponerte de cabeza. O cuando has decidido ponerte la corona de espinas y la sangre te comienza a correr por el rostro. La sangre llama a escribir. Raro, pero a veces es cómodo.
Me gusta el sabor de la carne cruda. A veces me como un poquito a escondidas y la masa del pan también me gusta cruda. Aunque digan que me enfermaré de la guata. Y sé que ni modo, porque me como las sandías y las uvas con pepas.
Me compré el libro de Bolaño el 2666. A nadie le gusta Bolaño en mi casa. De hecho, lo aborrecen desde que leyeron "Los detectives salvajes". Me costó 30 lucas. Caro, pero me han dicho que es imperdible y como no quiero que me falte algo que después mucha gente comenta me animé. Lo tengo ahí, al ladito. Me hace ojitos, pero ya lo tomaré. Decidí comenzarlo hoy mismo.
No debería haberse muerto. Habría escrito muchos libros más. La gente que vale la pena muchas veces muere antes de tiempo. Si se valorara su alma, la mayoría volvería a la tierra a terminar lo que nunca comenzó porque no tuvo la oportunidad. Mataría a Lafourcade a cambio de la vuelta de Bolaño a la tierra. Y no es chiste. Era un tipo que llamaba la atención desde que apareció en la escena literaria. ¿A quién le ha ganado Lafourcade?...sólo se lo recuerda por Palomita Blanca y como el patético jurado de ¿Cuánto vale el show?...me cago en la hostia, tío!
Tengo frío. Mucho frío. Me carga porque tengo que fumar en el patio. Me carga el frío porque te adormece las neuronas. Me carga el frío porque se cuela por los huesos aunque te coloques un oso polar encima. Odio el frío porque da sueño. Odio el frío porque hace que te desentiendas de la libertad de pensar. Piensas sólo en una energía azul que te congela. No me gusta sentir mis manos heladas. Ahora las tengo gélidas. Nunca tan patética para ponerme guantes adentro de la casa.
Estoy pasando por un período de soledad bueno. Me gusta tener mi espacio. Sólo espero no estar tan sola por mucho tiempo. Ví a alguien que me interesa, pero todavía "no está disponible". Si supiera que me derrito y me pongo histérica por dentro cuando se pone frente a mí se mataría de la risa porque lo conozco. Se reiría y después se pondría serio. Comenzaría a molestarme con la mirada y se marcharía sutilmente.
Aunque pensándolo bien me guardo para primavera. Estoy segura que voy a renacer. Algo me lo dice. Aunque antes me habré portado mal de vez en cuando.

8.6.05

Mentes vacías (malas energías)

Hoy supe algo que me dio horrores en la sangre y en la mente. No entiendo como puede haber gente que le guste hacer magia negra y manipular la vida de terceros con esas intervenciones. Y más encima con fluidos corporales (guácala).
Creo que la magia buena, la magia blanca es aceptable; pero gente que ejerce influencia en otros de esa forma no deben ser personas que estén sanas. Deben tener la mente enferma o estar desesperados por alcanzar una meta que de otra forma puede ser imposible.
Nunca recurriría a la magia negra. Creo que eso es hacerse daño uno mismo, no por nada dicen que el que hace mal lo recibe de vuelta con el doble de las proporciones iniciales. Deben tener la mente vacía para no ingeniárselas por su propia cuenta o, en el peor de los casos, asumir que el destino no les tenía deparado que sucedieran los hechos que provocan.
Lo peor, es que los afectados tienden a no saber lo que les está pasando, o bien si lo saben suponen que son situaciones externas que los afectan pero no esto específicamente. Me dio asco escuchar ciertas cosas, hasta náuseas y ganas de vomitar, aunque más rabia me dio que una persona cualquiera que se interesara en salvar al afectado no puede hacerlo, por más que quisiera.
Sólo se necesita un pelo, una uña o hasta un pedazo de piel para embarrarle la vida a una persona o incluso matarla. Y pobres son las personas que lo hacen. Inspiran lástima de todas formas. Lástima, porque no tienen otra cosa en qué pensar y qué hacer, aunque tengo claro que la vida da muchas vueltas y tendrán que pagarlo.
Algo de brujita tengo, pero soy una brujita buena. Creo en Dios como un ser poderoso que me ilumina y me protege donde quiera que voy. Y si hago magia lo hago con buenos sentimientos y para pequeñas cosas, cosas que suceden todos los días. Tengo a mi ángel de la guarda que me protege, algunas diosas por ahí y un par de espíritus familiares que me acompañan siempre: mi bisabuelita y mi tío. A mi tío no lo conocí, pero sabía que era un alma buena.
Sé que me siguen y me acompañan. Con eso me basta y me sobra para sentirme protegida.
Y en cuanto a las mentes vacías que hacen daño ojalá se den cuenta que lo que hacen no las beneficiará por mucho tiempo. Me ha dado asco, me acordé de lo que me contaron y no deja de ser cierto. Creo en estas pequeñas cosas porque los muertos no te pueden hacer daño, pero los vivos, a esos sí que hay que tenerles miedo.

6.6.05

¡Qué rabia! (escapes postergados)

Ya no...estoy chata...cansada que me posterguen. No me gusta que me digan que no y aún así insisten en la negativa. Algo tendré que hacer...¿acaso no basta con mis encantos?, con saber quien soy, lo que tengo y lo que llevo (que eso sí que lo sabe de sobra)...a veces me carga cuando se transforma en un avestruz o cuando huye como los vampiros del sol. Y ahí aparezco yo, toda enrabiada porque lo que hago siento que no sirve. Lo peor es que no puedo hacer mucho aunque quisiera. Tendría que retroceder más de un año atrás y eso es imposible. Sé que no estoy en primer lugar en su vida...pero al menos que sea un digno tercer lugar que sé que me lo merezco.
De repente pienso que este cariño-amistad-locura compartida debería ser un juego entretenido...cuando deja de serlo me aburro. Cuando el caparazón se cierra no hallo qué hacer. ¿Porqué será que le gustan los silencios? A veces sería mejor que las cosas las dijera a viva voz. Que sintiera que no puede más, explotara y confesara lo que se le pasa por la cabeza cuando está conmigo o cuando yo, la Andrea, aparezco en su mente, en sus sueños o en lo que sea.
Parece tan fácil decir todo, pero nadie entiende como me siento. Nadie, ni siquiera mi conciencia que es tan despierta siempre.
Quizás los obstáculos saben más que nosotros mismos qué es lo que pasa y aunque quisiera, no soy quien para dominar a nadie...pero ha pasado tanto tiempo que lo único que quiero es tiempo para revivir ese cariño-amistad-locura que ha sido dejado de lado por circunstancias externas...espero.

3.6.05

De causas y azares

Como cada día que pasa hoy siento la necesidad de encontrarme con una sorpresa a la vuelta de la esquina. A veces, las horas pasan monótonas y mi vida ruge por un cambio. Quizás necesito nuevas aventuras, algo que me haga despertar y sentir. Tendré que abrir mis alas al mundo nuevamente.
Anoche soñé que pintaba unas obras fenomenales y quizás por ahí va mi camino. Creo que todos queremos evolución, el problema es que a veces el ritmo de la vida es bastante lento comparado con las expectativas soñadas por los humanos. Me gustaría que todo pasara demasiado rápido, para así alcanzarlas al vuelo y que todo siguiera su ritmo una vez que las metas se logran. No me gustan los silencios, tampoco necesito escapar del ruido.
Más bien quiero que el ruido me envuelva y me arrastre a su torbellino emocional de una vez por todas.
A veces he relacionado esta necesidad de esperar con la necesidad de huir, pero no soy tan cobarde. Quiero enfrentarme con situaciones que me permitan reaccionar. Un clic mental que me haga actuar. Sé lo que tengo que hacer, pero a veces no hallo a qué atenerme.
Me encantaría poder tener todo bajo control. Saber qué me depara el destino exactamente. Siento que de repente, deberíamos tener cada uno una propia Pitonisa que nos develara lo que está por suceder. Me da miedo el futuro aunque no pierdo las esperanzas. Sé que estoy dentro de un círculo, en lo que todo lo que te sucede de alguna forma se devuelve -en materia o espíritu- en algún momento de la vida. Son las situaciones. Ojalá todo fuera por azar. Con el tiempo me he dado cuenta que no es así.
¿Qúé habría pasado si hace unos años hubiera cambiado las cosas en el momento oportuno? Alguien dijo una vez que la vida es una casualidad y creo que con razón es así, con gente cada una por su lado, haciendo una propia vida, en vez de seguir un camino en común. Pero, eso es sólo un ejemplo de las muchas cosas que pueden pasar. Y ya me convencí que el príncipe azul no existe, pero sí la famosa Rueda de la Fortuna. Me considero hija de mi propio destino.
Aún creo que me falta hacerme la famosa retrospección. Volver al pasado y entender las vidas que antes tuve para poder descifrar algunas interrogantes que tengo ahora. Una que no logro entender: el miedo a la pérdida. El miedo a perderlo todo. El miedo a quedar sola. El miedo a que nadie te escuche. Miedos humanos, miedos que todos tienen. Terrores mentales que no tienen forma más allá de tu cerebro. Miedos que sólo se conocen a sí mismos. Miedos eternos. Miedos que no contamos a nadie. Miedos que te llevan a esconderte en un rincón y no querer saber de nada. Miedos que se superan y que para mí son tanto o más importantes que la fobia que le tengo a las baratas.
Una vez vi una pequeña barata en la cocina y me puse a llorar. Me la imaginaba caminando por mis piernas. Y estaba sola. No recuerdo si alguna vez me sucedió o sólo fue un sueño.
Reconozco que soy caprichosa y es porque de alguna forma siempre he tenido lo que he querido. No es obsesión. Hay gente que suele confundir esas palabras y creo que cuando el capricho cede es porque dejaste el orgullo de lado.
Todavía soy orgullosa y a veces soberbia, pero tengo cierta cuota de humildad conmigo. Eso sí, no soporto la gente egoísta, esas personas que nunca ceden; aunque hay gente a las que les perdono esos defectos y es porque los acepto tal cual son sin pedir nada a cambio. Insisto, no exijo nada sólo lealtad. A veces la fidelidad es mucho pedir como un cariño que aún (espero) tengo por ahí.

2.6.05

Mordizco

Desperté con la necesidad de ser mordida. Que me clavaran los dientes y me los sacaran. Sentir como uno a uno se salen de la piel, sentir que la sangre corre por tu epidermis y se transforma en pequeños ríos rojos. Quiero que alguien me muerda. Tal vez sería interesante que una serpiente lo hiciera, aunque tendría mucho miedo. El éxtasis y la adrenalina me obligarían a esperar. Estaría tras las sombras y cuando llegara, pondría mi brazo y la llamaría cual trampa deliciosa. Sería interesante. Le voy a decir a un XY que me muerda, pero de tal manera que cuando lo haga pueda sentir sus dientes en mí, o sea en la presa. Raro decirlo, es una cuestión de experimentar.

1.6.05

Sorbo de felicidad

Me siento más cerca de la libertad: al menos puedo caminar. Los días despejados también ayudan a sentir más calidez en mi cuerpo, a desear más movimiento y altura de miras para lograr mis objetivos en todo ámbito. Decidí que tengo que volver a pintar y retomar la escritura del libro. Lamentablemente todavía duele el pie. Duele bastante, más de lo que pensé, pero ha sido tanto el tiempo en estado sedentario que prefiero intentar caminar de todas maneras. Total, el sacrificio ya fue bastante. También quiero aprender a andar en snowboard aunque me muera de miedo los primeros días y pase en el suelo.
Me gusta la nieve aunque odie el frío. Bueno, es que es distinto cuando bajas por la pendiente y sientes el viento en la cara, como un hálito fresco que te ayuda a respirar. Es la misma sensación que mi cuerpo percibe después de la lluvia, sobre todo en la noche, cuando salen las estrellas y el hálito congelado cruza todo el lugar por donde camino.
Me gusta sentir. Creo que la libertad de las percepciones de la piel es lo que me hace vibrar. Como si fuera una sensación única, aunque se repitiera todos los días. Algo así como que la cabeza estuviera embadurnada de estrellas que giran a tu alrededor. Muchos pajaritos y brillos technicolor. Es rara la euforia de la felicidad. Quizás tiene que ver con el estar bien y sentirte bien contigo mismo.
Los invito a ver mis creaciones poéticas en otro blog http://poemasprofundos.blogspot.com