1.6.05

Sorbo de felicidad

Me siento más cerca de la libertad: al menos puedo caminar. Los días despejados también ayudan a sentir más calidez en mi cuerpo, a desear más movimiento y altura de miras para lograr mis objetivos en todo ámbito. Decidí que tengo que volver a pintar y retomar la escritura del libro. Lamentablemente todavía duele el pie. Duele bastante, más de lo que pensé, pero ha sido tanto el tiempo en estado sedentario que prefiero intentar caminar de todas maneras. Total, el sacrificio ya fue bastante. También quiero aprender a andar en snowboard aunque me muera de miedo los primeros días y pase en el suelo.
Me gusta la nieve aunque odie el frío. Bueno, es que es distinto cuando bajas por la pendiente y sientes el viento en la cara, como un hálito fresco que te ayuda a respirar. Es la misma sensación que mi cuerpo percibe después de la lluvia, sobre todo en la noche, cuando salen las estrellas y el hálito congelado cruza todo el lugar por donde camino.
Me gusta sentir. Creo que la libertad de las percepciones de la piel es lo que me hace vibrar. Como si fuera una sensación única, aunque se repitiera todos los días. Algo así como que la cabeza estuviera embadurnada de estrellas que giran a tu alrededor. Muchos pajaritos y brillos technicolor. Es rara la euforia de la felicidad. Quizás tiene que ver con el estar bien y sentirte bien contigo mismo.
Los invito a ver mis creaciones poéticas en otro blog http://poemasprofundos.blogspot.com