31.3.08

Sudor

Mi piel goza el sudor del otro.
Mi piel goza ese sudor, no el de cualquiera.
Mi piel siente a la demás gente sudar.
Mi piel siente que también sudo, con la gota gorda cayendo sobre ella.
Mi piel cansada y estirada.
Mi piel vuelta a renacer después del sudor.
Mi piel de mis mejillas rosadas, después de moverme tanto.

Té para tres


Tú. El otro. Yo en la silla del medio. Una mesa. Encima de la mesa un pedazo de pastel. Un pastel de chocolate. Con bizcocho de chocolate Con crema de chocolate. Y cobertura de chocolate. Un tenedor. 3 pares de manos, en consecuencia 30 dedos. 3 pares de pies. Yo tocaba los tuyos. Tú tocabas los del otro. El otro tocaba los míos. Tú comiste un pedazo del pastel con el tenedor. Yo comí un poco, que saqué con mi dedo índice derecho. El otro decidió que no iba a comer nada. Me pasaste el tenedor, saqué un pedazo y te lo dí en la boca. El otro pasó su dedo índice por la torta y me dio lo que sacó en la boca. Tú te relamiste los labios mientras el otro me besó. Te pasaste las manos por los labios y te fuiste. El otro decidió irse también. Me comí el pastel yo sola, antes que tú me vinieras a buscar. Tú volviste sin que te lo pidiera.

Alucinógeno

Independientemente de que el día sábado anduviera un poco paranoica porque me había fumado un porro en el cerro donde hay gente que conozco que anda en bici, hoy tuve otra sensación de alucinación sin nada de por medio. Se trataba de la reacción de algo muy común, como agarrar un conjunto de hojas y leerlas. Era un texto. Una obra de teatro. "Las Amargas Lágrimas de Petra Von Kant". Fue como estar dentro de la obra y ver lo que sucedía en mi mente vez tras vez, como si estuviera en el cine. Con sus imágenes, sus movimientos, la actitud de los personajes, las intenciones, los motivos, las acciones y reacciones correspondientes. Mucho más que la alusión a los negros, lo que me hizo morirme de la risa. (Hay algo que me causa con los negros, es una cuestión de perversión, algo que se puede entender con una visión abierta de las cosas).
El hecho es que me acordé que pueden haber propuestas que no te gustan mucho, pero que igual las haces. O propuestas que te gustan demasiado y las haces con las mismas ganas que aquellas que te desagradan un poco. ¿Qué tiene que ver? La historia. Siempre detrás de una obra de teatro hay una historia que contar. Creo que una historia puede ser muy simple, pero al descomponerla, surgen miles de aristas que la pueden hacer interesante. En el caso de el teatro, el escenario y los actores son quienes dan vida a la historia y por lo mismo, las que pueden transformarla en un objeto del deseo.
Pero, mi alucinación tiene que ver con otra cosa, tiene que ver con la imaginación de la puesta en escena, con la creación en mi mente de cada una de las escenas a una velocidad espantosa, casi instantánea, casi automática. Me fui en la volada sin fumarme un porro. Nada, simplemente actividad mental.

30.3.08

La inmensidad del ser


Todo avanza o retrocede, según el ritmo de la vida. Siempre avanza. Todo sucede o deja de suceder, independientemente de lo que el destino quiera. Generalmente todo sucede. Todo va más lento o más rápido según como se vea. La velocidad no importa, lo importante es que sucede. Todo evoluciona o puede quedarse ahí. Todo es agua si se mueve y tiene riqueza y energía. Todo es fuego si es pasión y busca liberar lo negativo, todo es aire si se necesita libertad, todo es tierra si hay que tener los pies bien puestos en ella. Lo importante está en la mente, el resto no importa. Creo que soy agua, aire, fuego y tierra todos los días. Agua en las mañanas, aire durante el día, tierra en la tarde y fuego en la noche. Tiene que ver con el movimiento en las mañanas, en la independencia del trabajo, en la potencia de los sueños y la liberación de lo negativo mientras duermo. Tiene que ver con las esencias que se desarrollan durante el día, con la generosidad que la vida me entrega, viendo en cada una de ellas un pedazo de cielo o de luz, o de almas que se rotan en un cambio constante. Todo lo que acabo de decir sucede porque está en mi mente, y lo siento tan vivo ahí, que cada día que pasa y quiere adormecerse, lo despierto y sigue avanzando. Libremente, como cada yo que habita dentro de mí. Como cada camino que está dentro de mí. Como cada pedazo de mente que se despierta en un sentido u otro. La luz es la que guía, toda la luz. La luz interna, la luz del yo. La paz del yo, la paz del yo soy. Toda mi paz. ¡Hare Krishna!

26.3.08

...

Libro viejo de hojas abiertas está encima de un cerro esperando aprender a volar. A ver si llega a los cielos, se convierte en pájaro y así a la tierra puede regresar. En un vuelo silente, hecho de hojas de plumas, con una tapa de piel de jaguar. Los libros sueñan, al igual que la mente, que existe un mundo ideal.

25.3.08

Butoh


Cuando la realidad es más terrible que la ficción puede convertirse en arte. Catarsis del cuerpo, que le llaman, sangramiento del alma a través del gesto. Sangramiento del sentido a través de la voz, los gritos, los lamentos, las emociones vividas y sacadas afuera. Y en eso consiste el butoh. Básicamente. Porque a nivel de profundis es mucho más que eso.
"Minoru hodo atama o taruru ineho" (o mientras más llena está la espiga de arroz, más inclina la cabeza) tiene que ver con la humildad, característica que siempre debe tener un actor de teatro. Me considero humilde, jamás se me subiría el humo a la cabeza. De hecho, la gente que me conoce sabe que soy tímida en un grupo de gente y que jamás sería florerito.
Y el butoh tiene mucho que ver con la humildad del cuerpo con uno mismo y el movimiento del cuerpo en conciencia con los que te están viendo, como si la espalda de cada uno tuviera ojos y al mismo tiempo mostrar la conciencia de ese cuerpo en concordancia con el sentimiento que vivo en ese momento. Por eso el butoh trabaja con la improvisación, la fuerza, el desgarro, la caída y la subida de una vez, en un encuentro íntimo del espectador con su propio cuerpo. Por algo le llaman la danza de la oscuridad, aunque se ejecute a plena luz en el escenario.

24.3.08

Confesiones de una máscara

El libro que estoy leyendo en estos días. De Yukio Mishima. Al comienzo leerlo era como tragar chicle mezclado con queque, una mezcla insoportable para mi garganta, pero de a poco se lee de agraz a más dulce. Y me convenzo que es un grande, alguien que está demasiado cagado de la cabeza, pero al mismo tiempo un tipo inteligente y sensible. ¿Alguien puede excitarse con flechas, heridas, vientres abiertos y tortura? A él le marcó la imagen de San Sebastián, cuando la vio en un libro prohibido que su padre guardaba en un mueble de la casa. Para que no viera mujeres desnudas, cuando a él le interesaban los hombres. Creo que su visión de la vida, que duró poco ya que se suicidó, tiene que ver con la incapacidad de lograr los sueños en una sociedad tan rígida como la nipona de los harakiris y kamikazes. Espero terminar de leerlo, no creo que me demore tanto o que lo deje tirado como los libros de José Donoso, que siempre se me han hecho insoportables.

Fosforescente

Los zapatos se dejaban debajo de la cama una vez que te acostaban a dormir. Te sacaban la camisa de fuerza y te metían debajo de las sábanas, que además traía una gruesa frazada de invierno que estaba aunque fuera verano, y te tapaban hasta arriba para que no te dieran ganas de levantarte. Y de verdad no te daban ganas de ir al baño. Te aguantabas hasta el otro día y para quedarte dormido pensabas que las enormes sombras de los árboles que rodeaban la casa no eran monstruos, sino caballeros gigantes que te cuidaban y te protegían.
Pero era inevitable despertar. Se escuchaban pasos pesados que avanzaban por el pasillo principal. A tientas, muy despacio, con el roce de una tela pesada por el piso de madera. Algo decían esas voces, algo murmuraban ellas, que te hacían meter automáticamente la cabeza por debajo de las tapas para ver lo que sucedía. Y eso, lo que pasaba a continuación, era que la virgencita que tenías al frente, en la cómoda ubicada a los pies de la cama y que te miraba toda la noche, giraba lentamente sobre la madera, se colocaba mirando la puerta y sin girar el cuerpo, colocaba la cabeza mirando hacia tu cama, como vigilando que no observaras lo que estaba a punto de suceder.

18.3.08

Así me siento a esta hora. Toda srta. Misterio.


Fuego en los ojos, nada más ni nada menos.

La conciencia del cuerpo

O despierto o dormido.
Salido de las casillas o en estado catatónico.
Eso es porque el cerebro manda al cuerpo y le dice que haga lo que él quiere. Estímulos, se entiende.
Como ahora que mis manos presionan las teclas del computador para formar palabras que construirán un texto definido.
Pero el cuerpo a veces se desentiende de la conciencia y toma forma por sí solo y es ahí cuando el trabajo es más complejo, porque recibe la orden del cerebro y la transforma en una emoción, lo que a su vez toma forma en un movimiento determinado.
Puede ser objetivo o subjetivo, pero la mayoría de las veces depende del cuerpo en que se ejecuta y de la mente que comanda ese cuerpo y de la forma en que esa mente recibirá el estímulo que viene de afuera.

Sin hablar.
A veces el cuerpo trabaja mejor en silencio.
A veces.

16.3.08

Mortis


¿Crucifixión? Igual es una forma de tortura. Muerte lenta. "Cordero de Dios" salvando al mundo. Mi Dios no ha muerto de ninguna forma. Siempre ha estado vivo.

15.3.08

Cazar a los negros (o El club de la perversión)

(Advertencia: esto no tiene que ver con racismo, tiene que ver con perversión, que puede ser con cualquier persona)
Resbaladizo. Resbaladizo y mojado. Casi cayendo por la piel untada con aceite y mojada con agua al mismo tiempo. Brillante a la luz y en la oscuridad. Hecho para esos detectores fluorescentes. Con cuerpos escondidos entre medio, acostados, encumbrados rozándose en una lucha invisible, pero lucha al fin y al cabo para el espectador que quiera. O para el espectador que no existe. O para el espectador ocasional. Los cuerpos se funden, se quiebran, se desgrasan, los cuerpos están ahí y parecen metros de tela listos para ser tocados y luego descubiertos en un grito. Un grito ahogado, tímido, creciente, naciente, polarizado.
Eran dos. Un hombre y una mujer. Se visten con chaquetas de cuero negras, oficial. Salen en la noche, después de las once. Me he topado con ellos y tienen aliento a ron. Ron ni caro ni barato, oficial, simplemente tienen ese olor en la boca que identifica ese trago. Y andan muertos de la risa. Lo que me llama la atención es que todo lo hacen desde un auto rojo. Jamás se bajan, a no ser que tengan claramente definido su objetivo. Y lo otro, lo que más me extraña, es que desde la ventana, el que se sienta al lado del conductor, tiene algo en su mano que parece el brazo de un pulpo, pero el otro día lo pude ver bien, y era un látigo con ventosa. Sí oficial, el látigo era un enorme brazo de cuero, laaaaargo, casi una extensión humana que tenía algo parecido a una boca con labios de silicona transparente, que se pegaban a la piel, se adherían al instante y con tal fuerza, que los "elegidos" no podían escapar.
Hubo uno que corrió varias cuadras, y al cansarse, exigió subirse al auto porque las piernas no le daban más, por eso, el que iba en el asiento del conductor, le dijo a la mina que conducía que parara y una vez que se subió, lo llevaron con destino desconocido.
Y todos los secuestrados eran altos, musculosos, con la piel untada en crema, depilados, con los labios carnosos, ojos claros o semiclaros (todo lo claro que pueda tenerlo un negro, aunque eso sí, una de las víctimas usaba lentes de contacto azules).
Se supo que los llevaban a un departamento en el centro de la ciudad. Era un departamento pequeño, pero cómodo. Habían luces fosforescentes en todas las habitaciones. Cámaras de video digital incorporadas en los muros de cada una de las instalaciones. Un minibar bien surtido y su planta de marihuana en el living. Cuadros pintados con spray. Una piscina inflable, de esas para los niños, rellena con agua tibia hasta casi el borde. Toallas blancas y olor a limpio por todas partes. Un baño pintado de rojo.
No había rastro de maltrato, pero estaba claro que la instalación estaba auspiciada por Lifestyle.
Al menos se cuidaban e intentaban cuidarse. Nadie que fuera secuestrado por estas personas -que parecían un par de amigos- puso jamás una denuncia.
El postre era helado de chocolate. Con salsa de frambuesa. Servido en vasos de plástico que decían ESSO.

14.3.08

Imán del cerebro

¡Todo lo que está en la mente es lo que sucede! Bendita ley de la atracción!!!

11.3.08

Misterio

Si yo digo que soy misteriosa no tengo porqué dar la explicación de mi misterio. Prefiero que lo enmisteriado se enmisterie cada vez más para hacerme sentir misteriosa. Y que me vean envuelta en un halo de misterio gris, transparente, azul o completamente oculto en un papel pegado en mí que se saca de a pedacitos y luego se vuelve a poner. Hay algunas piezas del puzzle que no se pueden sacar. Acá lo que se transforma nunca vuelve a ser lo mismo.
Volvió el teatro. ¡Estoy feliz!

9.3.08

Giro cervical

He salido de la ducha. Transito desnuda desde el baño a mi pieza. Siempre lo he echo así porque en mi casa no hay pudor, al menos yo no tengo. Me echo crema y espero que se absorba. Me amarro el pelo en un moño.
Me pongo el pijama porque más tarde iré a ver tevé antes de dormir. Recuerdo que quería ir a la peluquería, pero preferí quedarme en la casa descansando. Quería volver a tener el pelo rojo. Me siento en la cama, cierro los ojos inconscientemente, ladeo la cabeza hacia la izquierda, luego en el mismo sentido del ladeo giro hacia atrás.
Me acordé de alguien que estaba vestido de negro. Me duele el cuello, pero avanzo. Creo que no voy a cenar, tengo la guata llena. Estoy con la cabeza completamente extendida hacia atrás con la nuca en sincronía con mis vértebras lumbares, luego ladeo la cabeza hacia la derecha y continuo el giro hacia adelante.
Me han dado ganas de fumar. Mi mentón está apoyado en mi pecho. Me acuerdo de un atardecer que ví en la tele. Levanto la cabeza, abro los ojos y siento como si me hubiera tomado una Sprite bien fría (si es light o no, no importa). Quiero levantarme, pero creo que es mejor seguir así.
He cerrado los ojos. Me ha dado sueño.

7.3.08

Mojado sobre mí

Todo está bien, todo avanza y funciona con energía y con power. Energía mojada, porque se limpia, renace, sale de algún útero mental que todo lo transforma, que todo lo vuelve renovado, con más presencia, con más cambio que nunca, ligado de la cabeza a los pies. Es algo que va más allá del secreto, tiene que ver con actitudes, con formas, con sentires, con reprogramarse para ver la vida. Y el cielo se siente más cerca, el mundo está más cerca de tus pies. Caminas con la cabeza en alto y vez que la ley de la atracción está en tí. Todo va y todo viene con la misma fuerza. Todo evoluciona y así es.
Todo es mágico, depende de uno encontrar la clave para abrir esa puerta. Metafísica pura, pura en acciones.
Decretar para concretar. Reglas de la vida. Poder mental. Imagino y todo lo que imagino sucede.

6.3.08

Perfume de algodón

Yo pensaba que la piel era un asunto de tocar, de palpar, de sentir, pero me he dado cuenta que no, que a veces basta que sucedan otras cosas y la piel se vuelve aire de todas formas, a veces como un helado con forma de algodón, o mejor dicho como su perfume, suave pero persistente. ¿Perfume de algodón?, sí, es como el olor a Soft, pero más sublime, menos evidente, pero pegado en la piel, absorbido por los poros.
Más que sensaciones, esferas sublimes de sentimientos.

1.3.08

La vuelta

Ya cargándome entera, de pies a cabeza. Estoy escuchando a unos tipos argentinos que se llaman Bajofondo, que tocan tango con música electrónica, que me liberan el cerebro, me hacen volar. Me gustan. Grabaré sus canciones para irlas escuchando en el auto. Cuando vengan de nuevo a Chile tendré que ir a verlos. Está firmado.
Esperando el VAIO con algo nuevo que tienen, procesadores creo que son, para andar conectada en todos lados. El wifi a veces es un milagro. Todos en línea en todas partes. Amo la tecnología. Sónico-Facebook-Blog-Flog. Hasta se podría saltar a la cuerda todo el día repitiendo esa frase sin cesar. Y encima descubrí a unos tipos alemanes que tocan también música electrónica que se llaman Superpitcher. Su música es rara, es como estar en un laberinto con miles de parlantes de colores. Y uno disfrazada de muñeca saltando la misma cuerda de la otra frase. Y sin ninguna sustancia sicotrópica encima. O tal vez no es tan así, quizás un poquito. Distorsión de la realidad que le llaman!
El lunes no quiero volver a trabajar. No quiero. No, no, no, no, no.
Pero la realidad es distinta. Tanto a que un huevo roto pudiera volver a rearmarse con la gotita.
El verano tiene un fin pero ese es el final que más me carga. Como cuando a los monos se les acaba el maní, o el hielo al oso polar.
Arequipe, buseta, mamacita, un tinto, arepas, guanabana, lulo, fresa en vez de frutilla, roncico.
(Se notaba pobreza en Colombia-Poor people allowed- People with open eyes)