30.8.06

Y si esto lo mostraran en Chile???


 Mejor use condón! No confíe en la suerte... 

Rictus forzado

Heme aquí esperando la primavera. 
Con ropas de media estación entre chalecos de cuello subido. 
Y cisnes de cuellos azules que me esperan.
Con los pies helados en la mañana, aún.
Con los pies helados, incluso con un guatero.
Odiando el tránsito de mi cama a la ducha.
Me siento silenciosa, como un susurro en tu oído.
O en el oído de cualquiera.
Quisiera volar hacia un lugar lejano.
Pero a la vuelta de la esquina.
Te estoy esperando.
Con los brazos abiertos y el alma en paz.
Pide bourbon y nos curaremos en un bar.
Tú, yo y el resto de los anónimos.

29.8.06

A Tania, Natalia y Lorena...



Florecita Rockera (No podemos negar que lo pasábamos muy bien)


Como echarte flores
si eres un jardín
con esos olores
me siento morir

florecita rockera
tu te lo buscaste
por despertar mi pasión
encendiste una hoguera
no tienes perdón
te pondré en una matera

como darte besos
mi flor de alhelí
con esos colores
yo palidecí
como transplantarte
a mi corazón
como no cortarte
desde la raíz
mira que tu tienes el candor
a flor de piel y además
siempre estas
fresca como una lechuga
soy el picaflor
que chupara toda tu miel

florecita rockera
tu te lo buscaste
por despertar mi pasión
encendiste una hoguera
no tienes perdón
te pondré en una matera








 

Fiebre de sábado por la tarde

Creo que a todo el mundo en algún momento le ha tentado la idea de ser el Rey o la reina de la noche. Con luces, la bola de pedacitos de cristal, música de la Donna Summer y demases. Ser el Rey o la reina de la pista. Seducir a todo dar con las instrucciones Funk que vienen en la cajetilla de los Pall Mall naranjos. Y que te miren, te observen y que por favor, ningún fiasco se cruce en tus pies para poder dar los pasos perfectos. Y las luces se prenden y se apagan.
Los cuerpos se mueven. Los ojos se cierran y todo vibra. Todos y todas quisimos o queremos ser en algún momento como Tony Manero, el rey de Fiebre de Sábado por la noche, con su peinado perfecto, su traje impecable, la camisa planchada y limpia, y el rostro seductor. Reconozco que su síndrome está en mí porque amo bailar sobre el escenario (con más gente, obvio) y siempre sabiendo que soy observada, que alguien tratará de observar mis pasos e imitarme, que algún tipo opinará lo sexy o no que puedo moverme y, porqué no, observarme en el espejo para dar mi propio show. El mundo de las luces alucina...más de alguno debe haberse vuelto loco por querer ser como Tony Manero, ese James Dean de las pistas de baile, ese que se movía con cierto aire al decadente Elvis para luego despertar, hacer la vida de día y continuar con los dramas que la noche borra.
La noche borra los problemas. Anestesia. Te olvidas. Es como si el hecho de bailar te aislara en una burbuja de felicidad que no necesita ácido de por medio. Felicidad. Me encanta ser y sentirme feliz. Me gusta comparir la felicidad con mis amigos y sentirme cómplice de la energía. Nuestra energía. Donde sea que ésta esté.
Todavía no entiendo como costó que adivinaran ese personaje. Igual debo confesar que me lo imaginé altiro. Es que era como su alter ego pensado por mí. Un arcoiris de disco-dance a lo años 80, con el infaltable copetín en el peinado, los dientes albísimos, los zapatos lustrados y el mejor bailarín abajo de la luna.

24.8.06

Alma


Latir, volar, desvanecer. Desaparecer. Flotar. Levitar.
Ser un superheroína imposible.
Me gustaría llegar a todos lados en un minuto. Latir cuando nada me importe, volar cuando me echen, desvanecer cuando me dé la gana. Desaparecer como un fantasma tibio. Flotar entre las flores. Levitar entre los silencios.

Mi agua, mi aire, mi tierra, mi fuego

Odio las pesadillas. Odio aquello que remece la cama a medianoche y no te deja cerrar los ojos en paz. Odio a la gente enferma. Odio los hospitales y los cementerios. Odio las desapariciones de los que quiero en el momento menos oportuno. Odio todo aquello que me impide sentirte a tí porque a veces viene de tu mente, sabiendo que en lo concreto no seremos más de lo que somos, simplemente el momento inconstante, que como las olas del mar nos traga y luego nos devuelve a la arena.
Te has transformado en mi agua, en esa que me ahoga, que me nubla los pulmones y me lleva a laberintos que no tienen fondo, te has transformado en mi aire, porque despejas mis pulmones, los elevas y me demuestras que estoy viva. Has sido mi tierra porque has estado dentro de mí, aunque a veces despegues mis pies y dejas que me eleve. Has sido mi fuego porque me quemas, me dejas heridas, me sanas y luego me haces caminar por las brasas sin sentir el dolor.
Y todo eso surge porque es esencia de mi humanidad ser tan perversamente débil conmigo misma, tan perversamente débil, que pierdo el rumbo de sólo pensar a donde tengo que ir para estar con vos. Y ahora estás lejos, no te siento, pero sé que estás ahí. No te siento, pero te percibo a la distancia, cerca de un mar cálido, lleno de personas conocidas y desconocidas, dando pasos en una ciudad en la que podríamos estar los dos, caminando de la mano. No importa, te extraño pero puedo estar sin tí. La autosuficiencia se me pierde pero puedo encontrarla con la luminaria de las candelas en una pieza de color oscuro. Me guía el olor de las cosas. El olor de los recuerdos. La fuerza de mi mente sobre tus olores. El poder de mi mente sobre mi otra mente, más pequeña y quebradiza, que se queda escondida detrás de la puerta como un plato roto en mil pedazos. Un plato que rompí esta mañana por culpa de mis propias torpezas mentales. Estar pensando en los sinrazones.
Y quiero volverme sirena, navegar en el mar, hundirme hasta la profundidad de los corales y bajar, bajar, bajar, hasta perder la respiración pero seguir viva igual. Sin cadenas. Sin nada que me ate a nada, a nadie,a la libertad de estar yo y el mar. Yo y el mar imaginario que a veces me deja, otras me suelta y unas tantas me redime de la inconsciencia de mis pensamientos y mis soledades.
Y quiero subir al escenario, entrar en medio de luces semiapagadas, transformar mi cuerpo en un torbellino de músculos andantes y caer. Levantarme, y caer nuevamente. Levantarme...y caer hasta ser capaz de flotar y no caer más. Y gritar, gritar como las fieras, casi aullando, con los pies en punta sobre el suelo y luego mantenerme ahí hasta el punto frágil en que se pierde el equilibrio y recuperas la inestabilidad de la inevitable levedad del ser humano (como lo dijo Kundera en su libro memorable de las historias de amores en Praga)
No queda nada. Y tengo todo en la palma de la mano. Bienvenido al paraíso terrenal. Mi propio demonio se ha fugado. Me ha dejado sola. Pero estoy bien. Liviana y frágil. Etérea. Casi de plumas de algodón que abrazan cuerpos desnudos muertos de frío. Así. A los pies de un niño ciego.

18.8.06

¿Porqué García Lorca, porqué?


¡Ay que sinrazón!
No quiero contigo cama ni cena,
y no hay minuto del día que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire como una brizna de hierba.

(Gracias a Dios soy la suegra, habría sido demasiado fuerte decir esto)

Fausto fever, una boca sobre otra, sangre....

La melodía no deja de sonar en mi cabeza y no se me ocurre que hacer con mi cuerpo. No hay movimiento que surja y debo reconocer que estoy anulada de las piernas. Me han cortado las piernas. Y la muestra es mañana. Me preocupa por el sentido de responsabilidad que tengo con mis cosas. Definitivamente Jaime es el profe pesadilla, aunque al comienzo no se veía ni tan cierto.
La sangre. Odio la sangre. Hay veces en que he llegado a odiar la sangre que emana de mi cuerpo. Me da asco, me repulsa. Es como una sensación centrífuga que no puedo contener y que me encantaría controlar pero no puedo. A veces pienso que el día de mi primer parto me voy a desmayar, voy a cometer suicidio o quizás me voy a volver loca, porque no soporto nada relacionado con ese rojo líquido. Aunque la sangre también es pasión, locura y todo eso, pero en otro contexto. Más que nada lo relaciono con vida y dolor. Esto de ser mujer es complicado biológicamente, más que cualquier otra analogía filosófica a la anatomía de las mujeres. Y eso que me siento febrilmente orgullosa de pertenecer a este género.
A todo esto, con el pesar y el poder de ser mujer, el día miércoles en la noche los planetas se dieron vuelta y se pusieron de cabeza. Cometí locura que, si bien puede ser perdonada, fue algo malditamente delicioso que solamente dos personas en toda la tierra lo comprenden. Yo y alguien más. Creo que la lujuria la alientan todos aquellos que sienten el olor a cuerpo del otro y se transforman en algo cálido, que no tiene forma, que hierve más que la temperatura de la piel, late más fuerte que una campanada y se transforma en el latido de las venas, pero más que nada en un conjunto de todo eso. La explosión de las estrellas. Un secreto que explota en medio de la noche, con mudos testigos invisibles-visibles. Y estoy viva para contarlo. Muy viva. Demasiado.
Y hablando de la fiebre, aún no me recupero del impacto visual de ver vedettos en una discoteca gay (Jaime no te preocupes, soy muy open mind, quizás demasiado, pero está bien). Una injusticia, porque son regios y están mejor dotados que los que trabajan en fiestas de minas hétero. Especialmente Darth Vader y un especímen que cantó una canción de Chayanne. Carla, tenemos que volver a ir. De todas maneras. Y disfrutar del hecho de bailar tan sexies como queramos sin que diez jotes te estén rondando alrededor, mirando si te pusiste colaless o si tus pechugas tienen silicona o sólo son obra y gracia del pin up. Atroz. Menos mal que nadie nos molestó.
Claro que ese día, también había un tipo muy coliflor, demasiado "mina" para sus cosas, con el pelo crespo, chiquitito, que bailaba a lo Mekano, se abría la blusa e incluso hizo una performance en la escalera. Nos dio pena. Pobre...y se tiraba a los vedettos. Más encima nos comentaba que estaba "caliente"...¿qué consejos damos en esos casos?...o sea somos minas, pero él corresponde a otro género. Me dio mucha risa cuando al final (luces apagadas, música lenta y parejas abrazadas) él estaba solito, de espaldas, con la blusa semiabierta y observando la pista como la fea que nadie pescaba en las fiestas de colegio. Qué manera de reírnos con la Carla. Definitivamente tenemos que volver.
Y sigo pensando en la melodía de la maldita sangre. No se me ocurre nada. Me rindo. Algo tendré que inventar. Que mis piernas se muevan, por favor. No quiero parecer una inválida. Nada.
Al menos hay un día de primavera. Falta un mes para que salten las flores.

15.8.06

Eso de estar con vos, pero sin tí


Fue el anuncio de algo que era obvio, 
pero que en las palabras de su boca reafirmó
la realidad, 
esa que es fundamental entre los dos, 
aunque cuando nos veamos todo
parezca una loca fantasía, 
llena de pajaritos Disney y sentidos que se expanden 
más
allá de lo necesario, 
más allá de lo que realmente debiera ser. 
No son horas las que 
paso contigo, 
pero se me transforman en segundos, 
en latidos de mi corazón que suenan
más que un par de alas en los truenos de una tormenta. 
Simplemente tiene que ver con 
algo que se denomina "la situación". 
Absolutamente entendible y aceptable. 
Con olor a
ciertos impulsos aéreos que no soy capaz de aprehender 
en este momento. 
En este instante,
en este definitivo estar pero no estar contigo.
La felicidad etérea.
Eso es.
Como toda felicidad.
 

10.8.06

Témpanos líquidos

Hoy me imaginaba caminando por la zona más lluviosa de la ciudad.
Esa en que se forman canaletas 
de ríos invisibles 
que hacen que los pies se transformen en pequeñas aletas. 
Tal vez si fuésemos 
pescados bastaría con sumergirse para evadirse del mundo real. 
Ser de agua muchas veces implica
tener cierta actitud de benevolencia con el mundo interior y el aire de afuera, 
que en algunas 
ocasiones se transforma en un veneno.
Veneno es algo que mata
Veneno es algo que destruye
Veneno tiene que ver con dulzura
¿Tienes algún veneno de sabor dulce?
Todos los éxtasis debieran explotar en el cerebro
Y hacernos dormir.
Los sueños de las antítesis de lo real explotan.
Más bien te hacen explotar.
Sigue la lluvia en Santiago y eso apesta. 
Fucking rain, me carga ese llanto de la naturaleza que 
estorba las horas, los tiempos, los sentidos. 
Sólo una cosa podría cambiar eso. Y procuro que 
suceda de verdad.  

9.8.06

Medianoche

Seré capaz de ahogarme en tu veneno. 
Seré capaz de dejarte ir
Caminar por la cuerda floja
Dejarme caer y nuevamente permitir que me recojan 
para salir volando por los aires.
Como un ángel devastado por la furia interna 
Incapaz de hacer crecer más sus alas.
Y llegará el tiempo de la medianoche, 
En que los relojes estallarán de campanadas y a su vez, 
Mis oídos destruirán sus tímpanos 
para hacer caer la sangre sobre la acera. 
Y la beberás.
La beberás con los ojos caídos y las manos arrimadas sobre tu cabeza, 
mientras la correa invisible te jala el cuello, 
te retuerce el espinazo de dolor 
y transforma tu piel en una mullida alfombra de pelos puntiagudos. 
Que se vuelven espinas. 
Que no se dejan llevar por la lluvia.
Son las doce de la noche.
Todos quieren dormir.
Yo también, 
pero el insomnio me lleva a sentir la lluvia en el techo de la casa.
Me siento cerca del cielo, interminablemente ahogada por míseras gotas.
Al menos no se ve la luna.
 

8.8.06

Qui parle de la PAIX du MONDE ? ? ?

Sangre en los ojos
Muerte a los judíos
La sangre corre por la tierra
Nadie salva a los inocentes
Y los del poder, los que mean poder,
siguen incólumes ante los olores de los huesos podridos
De los edificios derrumbados
De los sin tierra en el Medio Oriente
De los silencios árabes
De lo Moro muerto
De lo Moro enterrado
De lo Moro destruído
De las identidades fantasmales de los que no vomitan sangre
Porque no pueden
Porque están muertos
Porque su sangre está en la tierra de otros
No hay tierra prometida
No hay
No hay paz mundial
A la mierda la paz mundial
Linda palabra en Misses Universos huecas
Linda palabra fantástica
¿Se escriben cuentos sobre la paz?
Las palomas no son blancas
Los olivos no son verdes
Los caminos no son de tierra. Son de vísceras.
Los judíos se olvidaron del holocausto.
Se han vuelto zombies nazis de su pasado.
Quieren que los árabes se mueran.
Se olvidaron que son humanos,
que Superman no salva a nadie,
que Superman salva a los judíos.
Y les cobra por darles la carne en la boca.
A la mierda la Segunda Guerra Mundial.
Me corren lágrimas en la tevé
Me corre sangre por las manos
Siento el olor a muerte, el miedo, la oscuridad
A juguetes abandonados en el polvo desértico
A ancianos que sin muletas deambulan por escombros con olor a mierda.
No soy terrícola
No soy humana
Me arrepiento de vivir en esta tierra explosiva
No más guerra, no más misericordia por el poder
No más sufrir.
Où est le soin lequel élasticité la paix du monde?

LIBERTAD A PALESTINA

5.8.06

Blanc, rouge, mort, nieve, delirio blanco

Siempre he pensado que la muerte sería mejor en la montaña, durante un asesinato imprevisto, con ciertas causas y consecuencias que nunca se supieron a tiempo. La vida es roja y blanca. Pureza y muerte. Vida y melancolía. Esperanza. Cierta desesperación. El frío. El dolor. Cuando un cuchillo se clava en la piel y te hace doblegarte de dolor hay un instante preciso en que el cuerpo se dobla, se estremece y luego la piel cambia de color para dar paso a lo estático. Lo que no se mueve. Lo inerte. La no vida.

La imagen precisa que tengo en mi retina es una hilera de sangre que corre por la nieve velozmente, para dejar su huella fatal en un rincón del no paraíso. Cuando corre la sangre por la nieve, bastará que ésta se derrita para que no quede evidencia de lo que pasó. Nadie sabrá que en ese lugar alguien mató a otra persona. Un cuchillo afilado es lo que rememora la forma de la caída roja. Y ahí, en medio del cuerpo inerte, está la huella del que quiso matar, mató y huyó tan rápido como sus pies lo permitieron. Quizás tendría un abrigo blanco y así se mimetizaría más fácil en medio de los bosques y los árboles que están nevados también. Los pájaros dejarían de cantar. Los animales se esconderían. Y el olor a muerte reemplazaría la gelidez del viento que corta la piel cuando te cruzas por él. Por su ritmo, por sus ángulos tangentes carentes de humanidad. Simplementen cortan. Rasgan, rasguñan, roen, destruyen.
No habría sentido tanto morbo por ver las vísceras de alguien tiradas en la blanca nieve recién caída. Y que luego llegara una bestia salvaje y la devoraría. Se la comería con el gusto de enterrar sus colmillos en las entrañas. Y sentiría el olor de la sangre. Me carcomería a mí ahora. Y en medio del dolor esperaría los rayos del sol. Que aunque existieran no me ayudarían a recuperar la tibieza. Queda la redención interna. Queda la falta de sangre en los caninos. La boca cerrada. Los ojos abiertos y las pupilas perdidas en un universo infinito y desconocido. Todos los asesinos terminan ciegos. Basta darse cuenta de la pérdida de la memoria y el devenir de los pájaros que una y otra vez te carcomen las entrañas y no te dejan huir.

2.8.06

La sorpresa del instinto

No pude hacer otra cosa más que sorprenderme. Un viaje. No sería el primer encuentro fuera de Santiago. Me encantaría y lo aprovecharía al máximo. ¿Serán señales o simplemente un cambio de rutina? No tengo idea, pero viviría miles de momentos así, contigo, aquí y en la quebrada del ají. En la Antártica, en la China o en las playas de México como soñé hace mucho tiempo. No importa el lugar, importan las circunstancias que nos rodean a los dos. Sabes que soy capaz de seguir tus pasos, o sino habría perdido tus huellas hace mucho tiempo. No me arrepiento de nada, salvo de no haber estado cuando en algún momento me necesitaste.
Tomaría las maletas y me iría lejos. Cada instante contigo es una aventura y no lo digo por dármelas de cursi. Simplemente me la tiras y te la recojo. A veces, te las devuelvo con más fuerza. Alucinante. Que todo resulte. Nada más que eso. Que todo fluya. Ahora...esperando...pensando...