30.12.08

Mis decretos para este 2009

(Todo se decreta porque si se pide es que se duda que se vaya a cumplir)
Decreto ser una mujer comprometida con un novio fiel
Decreto ángeles en mi camino
Decreto ser una excelente actriz
Decreto potencial de mi voz para cantar
Decreto viajar a Bogotá y a Buenos Aires
Decreto escribir un libro
Decreto hacer una exposición de fotografías
Decreto estar feliz
Decreto ser sana de la cabeza a los pies
Decreto buenas vibras y energía para ayudar a la humanidad
Decreto irme a vivir sola
Decreto locura para darle punch a mi vida
Decreto clarividencia, magia y poderes buenos
Decreto danza y corporalidad
Decreto arte y sensibilidad
Decreto belleza y armonía en mi cuerpo
Decreto sexualidad y sensualidad
Decreto literatura
Decreto verde
Decreto agua
Decreto riqueza, abundancia y prosperidad
Decreto manos para pintar
Decreto pies para caminar por los aires
Decreto pies en la tierra
Decreto sueños premonitorios
Decreto tener una mascota
Decreto ser mejor cada día
Decreto amarme para poder amar
Decreto que todo lo que caiga del cielo para mí, caiga en abundancia y frecuencia positiva
Decreto desdoblarme
Decreto energía mental
Decreto power de mí hacia los demás
Decreto amistad
Decreto que todo lo que tengo es bendecido por la energía positiva
¡Gracias Padre-Madre que ya has dado la orden que me sean concedidos!

24.12.08

Eclipse de pelos

La luna se enredó en un pubis imaginario. Se enredó y creció con fuerza en el descabellado asomo capilar. Dejó perderse ella misma en ese pubis. Perdió su blancura, su luz, su luminosidad. Ahí está ella, la luna oscura, dejándose mostrar entre las estrellas, mientras miles de sombras negras se dejan caer en la tierra, dejando todo más oscuro, la noche más oscura, las estrellas escondidas, el sentimiento perdido, el día desaparecido, secuestrado, jamás encontrado.
El día desaparecido fue encontrado en un pubis imaginario. Debajo de un asomo capilar que se escapaba y ahí dejó de ser la luna negra, dejaron de ser las sombras negras, el día continuó siendo aparecido, deslumbrante y vivo, aunque herido.

23.12.08

Embrutecía

Permítanme decirles ahora que estoy aburría de un cerebro grande, de tener tremenda humanidá, de no ser mujer linda-pero-tonta. ¿Tendré que pararme bajo tierra para encontrar a alguien que me tire la rienda?, ¿que me la tire bien tirá y no me suelte?

Ahí

UNO
En el mismo lugar, con la misma gente, a la misma hora, sentados en sillas separadas, con humo, un vaso de alcohol en la mano, se manda un mensaje dentro de un sector circunscrito en el que estamos tú y yo. Respondo, no me respondes.
DOS
Quizás era por algo.
TRES
En otro lugar, con la misma gente, unas horas más tarde, bailando espalda con espalda en mundos separados, con humo, un vaso de alcohol en la mano. No hay mensajes, sólo el roce. ¿Habrá sido el roce un mensaje?
CUATRO
Te siento, te alejas, te acercas. Te das vuelta, no te miro, miro al lado, miras al mismo lado. Sigues bailando. Apareces y desapareces. Te alejas con un vaso en la mano. Una hora más tarde te despides. Preguntas si me enojo, respondo que no, te vas.
CINCO
Te das vuelta y giro mi mirada para no ignorar los autos que me podrían atropellar por mirar para el lado equivocado. Minutos más tarde, que la indiferencia que propinas de repente es lo que hace que a veces las horas avancen más lentas. Te lo digo, a la distancia. Ya está dicho.
Pienso, ya acostada, con los ojos cerrados, con la cabeza dándome vueltas y por pijama sobre mi cuerpo sólo mi calzón rosado.

18.12.08

La copa rota

Con mil pedazos
Con mil estallidos
Con mil vidrios enterrados
Enterrados en mil puntos
En mil puntos de la piel
Ella
Ella dio rienda suelta al impulso
Y clavó
Ella clavó
Clavó mil puñaladas
Puñaladas inventadas
Pero mil puñaladas
En el pecho de un hombre desconocido
Por la pura rabia de haberse
Por la pura
Por la pura rabia de haberse
De haberse bebido
Bebido lo que quedaba

16.12.08

Cerveza

Marco había dejado la colila en el suelo. La había botado sin apagarla porque se le escapó de la mano y ahora la estaba mirando de lejos, observando cómo se consumía la ceniza. Su zapato estaba al lado y no podía mover el pie para volver a colocárselo. Siempre que tomaba cerveza se sacaba el zapato izquierdo por mala costumbre, nada más. Pero más que no querer colocárselo, su conciencia le avisaba que no podía, de ninguna manera. Comenzó a sentirse mal y la primera cerveza ya estaba en su estómago. Quiso pararse al baño y no pudo. Quizo alzar el brazo y tampoco fue posible. Se levantó y caminó como un zombie hacia la barra. Con una seña le pidió otro schop al barman. Alcanzó a recibirlo y luego se desplomó en el suelo y se dio cuenta que estaba paralítico del cuello para abajo. Le corría la baba por la boca y la cerveza por el cuerpo. Sus amigos se rieron y le dijeron que se dejara de hacer show. Cuando vieron que pasaban más de cinco minutos y él sólo miraba las baldosas rotas del bar, lo tocaron, lo remecieron, llamaron una ambulancia y salieron corriendo.

15.12.08

La somnolencia de los sordos

Orejas llenas de cerumen se apostaban en la almohada de ellos cuando pasaban más de dos noches sin dormir. Las orejas se despegaban de su cuerpo y en fila, se arrancaban a una pequeña velocidad, para hacer un espacio en las mullidas almohadas y sumergirse en ellas, específicamente en el espacio que queda entre la funda y la almohada misma hacia abajo, para obviar el peso de las cabezas de sus dueños. Y lo hacían con tal delicadeza, que el insomnio de los sordos no se difuminaba, sino que se volvía somnolencia, acompañada por dos hilos rojos que caían de los huecos de donde se habían fugado las orejas, de donde se habían transformado en sordos de verdad. Las orejas no los querían y se fugaban de su cuerpo cuando ellos no podían o no querían dormir. Cuando el primero de ellos se suicidó, las orejas de él escaparon con el disparo con el que reventó su cabeza, corrieron hacia el baño y se tiraron por la taza del w.c. Estuvieron flotando dos días antes que alguien tirara la cadena. Agradecieron no tener olor a mierda. Ahora eran orejas frescas que vagaban por los mares del mundo.
Y en todas las camas, que eran todas iguales, dos hilos de sangre seca que recordaban las noches de insomnio y la somnolencia del abandono.

11.12.08

No despertarse (mutis) MORBO
No levantarse (rictus mortis) NO MORBO
No tomar desayuno (atragantamiento múltiple) DERRETIMIENTO
No lavarse los dientes (suciedad mohosa) NO DERRETIMIENTO
No ducharse (levantamiento de los poros sutiles) LIMPIEZA
No vestirse (desnudez incompleta) KARMA DEL MORBO
No salir a trabajar (profundo desistir) SUEÑO
No volver de trabajar (no) RESISTENCIA
No tomar once (no comer) MAS RESISTENCIA
No comer (no cenar) DELIRIUM TREMENS
No dormir (no cerrar) SOL NACIENTE
No soñar (no dormir) DELIRIUM TREMENS

9.12.08

Crema en la cama

No tienes que ver nada. Tienes que permanecer de espaldas hasta que te diga que puedes verme. No hagas trampa, tienes que quedarte quieto hasta que te diga que puedes verme. ¡No me mires! Te dije que no me miraras. Ya, así está bien. Quédate callado y tranquilo. ¿Qué cosa? No, no tiene nada que ver contigo. O sea, es algo que voy a hacer para tí y no quiero que veas el proceso ni como lo hago. Es simple, es más sencillo de lo que parece. Tienes que esperar. ¿Cómo?, esperar no es nada malo, sólo tienes que encontrar la calma en la vida. Quedarte tranquilo, en silencio. Nada más y por favor, vuelve la cabeza contra la pared.
Ya, ahora date vuelta. Ahora sí. ¿Porqué me miras así?, bueno, eso es lo que quiero que hagas. Asì estoy ahora y tú sabes lo que tienes que hacer. Con cuidado si pues, obvio, tú sabes cómo hacerlo. ¡No!, eso no. No me gusta. Tú sabes que no me gusta. ¿Qué cosa? , ¿cómo que nada?, ah, quieres que me calle. Bueno, me quedaré en silencio.

8.12.08

El hilo rojo

Amarrado a la puerta en la manilla de bronce, seguía por dentro de la oscuridad para amarrar los pies de ella y de la otra ella, la madre y la hija, que estaban unidas por los pies, por lo que donde estaba una, la otra la acompañaba a la fuerza, a la fuerza de la costumbre, a la fuerza de la intemperie, a la fuerza de los no sentidos-no hablados-no dichos. Y ellas se quedaban ahí, solas, mudas, haciendo lo que tenían que hacer, cada una en su mundo propio, en su mundo cerrado, en su fiesta de orgullo y soledad. Hasta que un día el hilo rojo se cortó, y la oscuridad dio paso a la luz de los sueños no cuerdos que se unen en la mente de las dos ellas, quienes salieron, se dieron cuenta de su falso encierro. Dentro de la casa, una maraña de hilo rojo esparcido por todas las habitaciones de un lugar que, ahora, estaba vacío.

4.12.08

Decires

Una calla vacía. No una calle, una calla vacía. Una, o sea, uno, como persona. Yo me callo cuando no tengo nada que decir. Cuando me he vaciado. Y ese vacío es porque el silencio no dice nada. Insisto, el silencio no dice nada. Nada por dentro, nada por fuera. Tengo mi boca cerrada. Mi melena cortada, mis ojos cerrados. Tengo mis piernas cruzadas, mis brazos extendidos a lo largo de mi torso. Y estoy en silencio. No me digan nada, porque no diré nada. Me gusta estar en silencio. Una vez estuve toda una tarde sin hablar. Cuando dormí, soñé en voz alta. Siempre sueño en voz alta. Quizás por eso de repente me gustan tanto los silencios.

1.12.08

Diet

Odio lo que implica regular la alimentación. Para mí comer puede pasar de ser uno de los grandes placeres de la vida a un aborrecimiento interno. El aborrecimiento interno de un asco externo. Si pudiera dejar de comer lo haría instantáneamente, y si tuviera que atiborrarme de comida, obviamente que también lo haría. Alguien dijo que comer debiera ser un acto privado, en el que la mesa para compartir no existiera, sino que simplemente la gente consumiera sus alimentos en cubículos, sin conversar con nadie. A ese alguien le daba asco comer en público, porque el hecho de mascar, devorar, engullir, saborear, muestra los instintos animales más básicos expuestos ante todos. Dientes, lengua, boca, son partes privadas para ese alguien.
Alguna vez leí sobre un tipo que tenía un trastorno obsesivo compulsivo que solía comer una manzana en una hora, pues cada mordisco y el correspondiente proceso bucal duraba un minuto. Siempre acababa de comérsela en ese tiempo, aunque si se demoraba, la botaba tal cual habìa quedado a los 60 exactos minutos.
Una vez dejé de comer paulatinamente. Boté la comida a la basura. Me intoxiqué con Coca Cola Light. Botaba la leche en una planta del comedor. Pasado un tiempo, comencè a hacer todo lo contrario. Una vez hasta me dormí con un pan en la cama.

29.11.08

La fragilidad de la pobreza

No hay nada. Ellos están y detrás de su mundo no hay nada. No tienen nada arriba, en el cielo, ni nada abajo, en la tierra. No tienen nada de nada. Están ellos y su miseria cruzada en el mundo como testimonios de sus pequeños pies, de sus pequeñas manos, de su pequeña cabeza, de su pequeño destino, de su pequeña humanidad. De un camino sin vuelta, o que si bien la tiene, no ha dado pie atrás. No conocen los giros, no conocen las distancias, no conocen la felicidad. Y eso que la felicidad no existe, para ellos sólo existen momentos de felicidad que se olvidan. La desgracia marca sus vidas y sus caminos están hechos de cenizas. Sólo quedan sus pasos, que tras unos instantes serán borrados por el viento. Y cruzados siempre, cruzados por el camino de lo inevitable, sus propias vidas.
(A propósito de "El toro por las astas" de Juan Radrigán)

28.11.08

Espontánea

Me enredo en sábanas, en cemento, en hierba fresca. Me enredo en el agua, en tus pequeños vicios, en mis pequeños vicios.Me enredo en mi mente. ¡Me enredo en mi propio cerebro! y sólo yo puedo salir de ahí.

Verdades

La realidad está en la mente. Todo es mental. Todo es absolutamente creado en la mente. Lo que tengo en mi mente lo tengo en mi mano.

27.11.08

Toda una larga noche

Tus pasos me despertaron, por eso, me destapé y puse las piernas estiradas sobre el colchón, adivinando si esos ruidos eran los tuyos. Tu presencia era suave, pero percibida perfectamente por mí y por mi sexto sentido. Te sentía cerca. Estabas cerca. Me levanté despacio y un calor me atravesó la espalda desde el cuello hasta la cola. Un calor fuerte, persistente, temido por mí. Sentí que me tocaste el hombro, que pasaste tu aire por mi nuca, sentí tu olor a recién afeitado aunque no me gusta que te afeites, el after shave Axe que usas. Sentí tu pelo almidonado, tus manos toscas pero sensuales. Te sentí de noche. Fui al baño y me senté en el wc sin levantar la tapa. Cerré los ojos y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Estabas ahí, a la distancia, pero ahí. Las baldosas estaban frías y me calmaron el calor. Decidí ducharme, regulé el agua lo más tibia que pude y al meterme bajo el chorro percibí que me observabas a la distancia, detrás de la cortina de baño, quizás sentado en la misma taza del wc donde hace unos instantes estaba yo. Quise correr la cortina, pero me dio miedo. Te imaginé rapado y con los ojos delineados con kohl. Vestido sólo con un pantalón blanco y descalzo. Cuando abrí la cortina, ví que estabas de espaldas, pero vestido tal como yo te imaginaba. Te llamé. Pronuncié tu nombre despacio, casi en susurros, pero proyectando la voz. Te diste vuelta y sin decir nada, me acercaste la toalla. En vez de gritar, la agarré rápido para poder vestirme y volver a la cama. Una vez ahí, me acuesto, me doy vuelta hacia la pared, que es como siempre duermo, en el costado izquierdo de la cama y siento que sin verte, te estás acostando a mi lado, despacito, para no molestarme, pero te acuestas. Siento tu respiración, la temperatura de tu cuerpo, la energía que emana de tu nariz cuando respiras. Y te apegas a mí. Me acomodo a tu cuerpo, entrelazas tu brazo con mi torso y te quedas ahí, dormido. Respiramos con el mismo ritmo. Siento olor a flores y a viento de cordillera, siento olor a tí, a tu esencia. Me doy vuelta y duermes plácidamente. Te hago cariño en la frente, despacito, como un cariño de bebé. Te beso en los labios suavemente. Te remeces y acercas tu cara contra la mía, yo me dejo estar en la tuya y siento que no te has afeitado en dos días y eso me pone feliz. Así me quedo, con un roce feliz en tu cara. Agarro tu mano fuerte, la coloco en mi cintura, me doy vuelta y me pongo a dormir de nuevo. Hace tiempo que no dormía tan bien. La mayoría de las veces sueles despertarme a las dos de la mañana y luego no hay nada. Hay veces en que siento que a la distancia te sumerges en mi cuerpo como un animal, como una ola que entra en la arena, como un viento fresco en un campo de rosas rojas, como un dulce en la boca de una mujer, como un delfín saltando en una nube de fantasía. Al otro día, cuando despierto, la silueta de tu cuerpo está en mi cama. La toco y es verdad, estuviste ahí. La toalla del baño estaba mojada. La ducha con rastros de agua en la tina, mis pasos marcados en la alfombra de mi pieza. Un olor a rosas rojas en mi haitación. A rosas rojas mojadas, como el aliento del pasto recién cortado que sale de tu piel. En mi espalda, una marca de fuego inexplicable.

26.11.08

Experimentación mental

''Digamos que estaba probando los límites de la realidad, eso era todo: simple curiosidad''

"Creo en un prolongado trastorno de los sentidos. Viviendo en el subconsciente la verdad esconde lo infinito de nosotros mismos".

"No estoy loco, estoy interesado en la libertad..."

"La muerte nos convierte a todos en ángeles"

"Hay imágenes que necesito para completar mi realidad"

Jim Morrison (The Doors)

25.11.08

Llegué a tu puerta

Y me levanté a mediodía, me duché, tomé jugo de naranja natural, un vaso de leche cultivada y pan con palta, compré lo que tenía que comprar, tomé el Transantiago, me bajé en Plaza Italia, caminé como cuatro cuadras, llegué, saludé, entré, subí escaleras, llegué, golpeé la puerta y me propuse devolverme lo más rápido posible, así que bajé escaleras, salí, despedí, corrí, corrí como cuatro cuadras, esperé el Transantiago en Plaza Italia, me bajé, devolví lo que compré, no me quérían dar la plata, alegué, me la devolvieron, caminé hasta mi casa. Me desvestí, me acosté bajo las tapas y me dormí esperando que llegara la noche para hacer lo mismo.
Debería haber filmado el trayecto de ida y de vuelta.

24.11.08

Moscas en la casa

Un día nublado. Calor a mil. Ventanas cerradas por haber olvidado la clave para desactivar la alarma. El sol no quema, cruje detrás de los vidrios. Una mosca está en una pieza. Junto a ella hay otra mosca. Las dos juntas se procrean rápidamente. Voy a acostarme. Duermo mal. Siento un pequeño zumbido en mi oreja. Un zumbido que cada vez se hace más fuerte. Me despierto. En mi pieza hay cinco moscas. En el living unas cuantas, en la cocina más de veinte. Y todo cerrado. Y yo con la clave de la alarma olvidada. Y todo se ahoga, todo es ahogo. Y me siento al computador y las moscas me tapan la pantalla. Y todo está cubierto de moscas. En el baño hay moscas muertas en la tina, en el lavamanos, en la tapa del wc. Vomito largo y tendido. Las moscas se acercan a mi vómito. Vomito un poco más y no sé que más hacer. Las espanto con la mano, pero se pegan en mi brazo, en mi cara, en mis labios, en mi frente, en mis orejas. Se pegan en todas partes. No se salen de mí. Se quedan ahí, unas al lado de las otras.
Me he acordado de la maldita clave. Abro la puerta, es de noche y cuando todas salen, una invasión de polillas me impide entrar en la casa. Me he quedado afuera fumando toda la noche. Dormí en el banco que está en la entrada de mi casa. Y lo último que ví fue un enjambre de polillas en una ventana que había quedado cerrada.
Bichos en la casa.

21.11.08

Plácido y simple

Sensible corazón
etéreo pensamiento
liviano sueño
sencillo pasatiempo
pacífico paso
tibio tiempo
delicado calor
cóncavo sentimiento
convexo remordimiento
roto corazón
armado pensamiento
destruído sueño
corrompido pasatiempo
arreglado paso
reparado tiempo
carcomido calor
engullido sentimiento
disparado remordimiento
colocado corazón
sentido pensamiento
soñado sueño
amado pasatiempo
odiado paso
sentido tiempo
sencillo calor
cariño sentimiento
caramelo remordimiento
caída corazón
caricia pensamiento
cabello sueño
caballo pasatiempo

19.11.08

Colonia de bebé

No es agua, no es aire acondicionado, no es brisa de verano, no es ventilador, no es aire de mentira, no es un helado, no es eso. Lo que me quita el calor es la colonia de bebé. Colonia de guagua para que no suene cursi. Pero tiene que ser la amarilla. Y Babyland porque la Simond's me da alergia. Nada de perfumes caros ni sofisticados. Una colonia de guagua, así de simple. He descubierto que el olor no es indiferente, porque además de ser sutil, es como un olor a sueño, a dulzura, a inocencia, todas cosas que todavía tengo, pero en una pequeña medida. Casi inexistente, pero que cuando sobresalen, sobresalen. Es cosa de provocación, como diría mi alter ego que a veces se desaparece. O mi pequeño demonio, que salta sobre mi cabeza como un saltamonte.
Hablando de demonio, tengo ganas de cometer un pecado. Original, obvio, porque viene de mí.

18.11.08

...

Si todos tuviéramos licencia para ser perversos el mundo funcionaría a las mil maravillas, pues lo prohibido sería legal. No hay nada más inalcanzable que lo prohibido se vuelva legal. No hay nada más excitante que jugar a que lo prohibido es legal.

17.11.08

La espuma de los gatos

Pedazos de chicle mordidos y escupidos.
Duros, derritiéndose en el infierno del pavimento de un día de sol.
Pedazos de patas cortadas, pelos cortados, uñas extraídas con alicates.
Pedazos de carne putrefacta olorosas a Carolina Herrera.
El asesino de gatos usaba perfume, peluca y tacones altos.
Vomitaba después de matarlos, porque según él, eran encargos que aceptaba por falta de dinero.
La policía lo condenó a muerte.
Lo hicieron comer chicle hasta destruírle la mandíbula, lo dejaron un día entero quemándose en el pavimente en un día de sol. Le cortaron los pies, le cortaron el pelo y le sacaron las uñas con alicates.
Maulló como los gatos.

16.11.08

Nubes

Estoy feliz. Me comí una nube de algodón. No me acordaba del placer de sentir ese dulce de azúcar derritiéndose en mi boca una y otra vez. Me volví a sentir niña.

14.11.08

¡Mira detrás!

Cuando manejo de noche miro dentro del auto a ver si aparece alguien que se ha metido de improviso. Cuando me bajo del auto he llegado a revisar si he puesto la alarma más de dos veces. En una ocasión estaba ebria y revisé el auto cinco veces. Olvidé que me iba a subir, pero al menos si estaba bien cerrado necesitaba encontrar con urgencia la llave.
Camino hacia donde tengo que ir, y cada cierto rato me doy la vuelta y miro si alguien me sigue. Esto lo hago a veces, especialmente cuando voy sola por la calle, sea una calle conocida o desconocida. Una vez alguien que conocía, pero que yo no sabía que venía detrás, me tocó el hombro y estuve a punto de pegarle una cachetada. Era un amigo, aún así me quedé paralizada. De repente siento que me siguen y no hay nadie. Me he dado vuelta a mirar cuando no tengo más compañía que mi propia sombra. A veces hay gente que me toca y de la cual siento su energía cuando ya ha dejado de tocarme. He conversado con desconocidos en lugares de paso, pero siempre que haya más gente. Le dije a un tipo desconocido que leyera un cuento mío. No dejé que lo terminara. Nos estábamos quedando solos y era tarde.
Nunca hables con extraños, me dijeron más de una vez. Me gusta hablar con extraños porque sé que ellos me ven como otra extraña que los saluda y con quien pueden tener una conversación agradable o desagradable, no importa, es conversación al fin y al cabo. Ayer hablé con alguien que estaba esperando a otra persona, mientras yo esperaba a la persona con quien me iba a juntar. Hablamos de tatuajes, del destino y de las cartas del tarot. Ella se fue y yo me quedé esperando y la persona que tenía que llegar, llegó. Los extraños a veces hacen que el tiempo pase más rápido.
Cuando iba camino al auto sentí que alguien me observaba. Después dije que era una tontera pensar eso. Y en realidad, era ridículo, pues era demasiado tarde.

Revolution

Caída del cielo me encontré debajo de la cama con un gato invisible.
Caída del gato me atravesé en tu cama por un cielo invisible.
Caída de la cama me atrevesé en el cielo con un gato invisible.
Amaba los gatos, detestaba los cielos nublados.
Amaba el cielo, detestaba los gatos matados.
Amaba la cama, detestaba la cama deshecha.
Y me caí del cielo, me subí a la cama y acaricié un gato.
Y me caí de la cama, me subí al cielo y acaricié un gato.
Me comí una nube y todo el cielo cayó en mi estómago.
Mi estómago adquirió la forma de un gato y me botó a la cama.
Mi cuerpo tomó forma de cama y acogió un gato.
Mi cielo tomó la forma de mi cuerpo y se envolvió sobre mí.
Desperté transformada en un gato de plumas de algodón.
Un gato que vivía en un enorme palacio llamado cielo.
Un cielo azul, porque las nubes estaban en mi estómago.
Y mi estómago, se había vuelto hueco y era el piso de ese enorme palacio.
Me estaba volviendo loca, con mi estómago pisoteado.
Exploté. El piso se rompió. El cielo se puso a llorar.
Yo nací de nuevo con piel de gato y una nube rondando mi cabeza.
La nube la rondaba por dentro y por fuera.
Sentí ganas de volar y en vez de eso me salió un maullido de las entrañas.
El gato en mi estómago, el cielo en mi cabeza y mi cama ya no existe.

13.11.08

Helado de agua

Cote caminaba por la ciudad con un calor indescriptible. Sentía su cuerpo pesado, el cerebro adormecido y las neuronas anestesiadas de tanta temperatura en la piel. Percibía que todo circulaba en cámara lenta, lentísima, demasiado atropellada para la velocidad de sus pupilas. Sus zapatos se llegaron a mojar de tanto sudor que expiraba de sus dedos. Su cuello, doblado hacia atrás, quedó empapado con la transpiración que emanaba de sus cabellos. Todo era un río de agua humana que lo languidecía. De pronto, por detrás, alguien le tira un cubo de hielo que cae debajo de la polera. El escalofrío que sintió lo revivió al instante.

11.11.08

My blueberry nights


Simplemente Jude Law!!! Qué ganas de estar así!!! En medio del vendaval de la ciudad!!


Caía y caía

Ella iba caminando por la calle. Orgullosa, con la frente en alto, luciendo sus hermosos zapatos de tacón rojo, los que había rescatado la noche anterior de una bolsa de basura que dejó la vecina afuera de su casa. Caminaba mirando a las gentes, a los perros, le hizo cariño a un niño y se asustó con un mendigo que vio fuera de la estación de metro. Algo cayó dentro de ella. Una gota resbalando por su bajo vientre. No es nada, pensó. Después, un fluido más largo comenzó a bajar. Se detuvo. Mandó a la mierda a la ciudad por no tener baños públicos cerca. Pasó a un restorán, coqueteó con un mozo y en un pequeño baño, apenas iluminado, con un agujero en el techo que dejaba pasar la fuerza del sol en una mínima porción, sentada en un water apenas limpio para sentarse, se dio cuenta que habían pasado 28 días de nuevo.

10.11.08

Mis pequeños soles

Siento alas batir sobre mis espaldas todo el dia y en la noche también. Escucho canciones agradablemente extrañas en mis oídos. Un ser invisible pasa sus manos por mi cuello. Cierro los ojos, me relajo. Ellos están conmigo.

7.11.08

Desiderata

Las palabras extrañas salieron de mi mente hacia afuera, como un laberinto roto por una estampida de cemento mágico, que destruyeron las esquinas de mi cerebro, rompieron mi encéfalo, provocaron la huída de mis neuronas y el escape de mis pensamientos. Provocaron un coma cerebral, que empezó a las dos de la mañana del 27 de enero del 2009 y terminó el 15 de abril del 2020. Cuando desperté nada era lo mismo. Todos seguían igual, pero nada era lo mismo. Es lo que llaman la inconmesurabilidad de las enfermedades. La desmesura de los sucesos, la trampolinidad de lo terrible, porque todo lo que avanza hacia afuera puede avanzar hacia adentro. Se me fueron los sueños y las pesadillas. Sólo estaba despierta encima de mi cama, mirando el techo. Antes de irme a dormir en esos tiempos, una grieta que no existía había aparecido.

4.11.08

Untarte con crema

Me pongo aceite emulsionado en las manos. Una abundante cantidad. Vierto el aceite sobre tu espalda y te quejas porque la crema está fría.
Hace calor, estamos debajo de un árbol y rodeados de cerros.
Esparzo la crema sobre tu cuerpo y puedo sentir tu piel, un poquito dura debajo de esos pelos. La piel se va soltando de a poco.
Miro tu cara y observo que no te relajas. Te cuesta. Tienes los ojos abiertos.
En un primerísimo primer plano estás viendo los pastos que están a la altura de tus ojos.
Siento las vértebras de tu columna. Las masajeo una a una.
Siento como debajo de tu cuello y a la altura de tus hombros tienes pequeños nudos. Los apreto. Gimes. Te pregunto si duele. Me dices que sí. Ahora masajeo más despacio, con la yema de los dedos. Suavecito, pero persistente. De a poco se deshacen los nudos.
Coloco crema en tu cuello. Se ve tan frágil. Se siente frágil. Siento ganas de apretarte el cogote, pero silenciosamente me río y prefiero hacerte un masaje suavecito ahí. Despacito, luego un poquito más fuerte.
Despliego mis manos con toda libertad sobre tu espalda. Subo, bajo, amaso, apreto, suelto, subo, bajo, amaso, apreto. Coloco las palmas de mis manos con toda la presión posible sobre tu espalda. Lo hago de arriba a abajo. Una y otra vez.
Duermes.
Estoy feliz.
Alguien nos observa.
Termino.
Ahora mis manos están suaves y tu espalda también.
Suave y encremada.

3.11.08

Resentimiento

Yo ya no quería nada, así que me vestí de negro y pesqué mis maletas. Me fui en el último tren de la tarde para no volver...

29.10.08

Dentro

Una caja, otra caja, otra, y otra, otra, otra. Dentro de la última caja estaba el secreto. No era un secreto cualquiera. Era un secreto desnudo que estaba escondido en el último pedazo de espacio de un rincón perdido de la caja por la mugre acumulada. Soplé y el secreto voló. Se puso sobre mi hombro y entró en mi oreja. Lo que tenía que saber ya lo sabía. Tardé en descubrirlo, pero me dí cuenta.
Anoche soñé con una fiesta donde todos estaban vestidos de negro con antifaces plateados sobre su cara. Todos tenemos secretos. Algunos lo ocultan más que otros. Me gustaría saber el secreto de cada uno que conozco y así escribir un libro interminable.
Me gusta escuchar detrás de las puertas.
Una vez, cuando chica, me escondí debajo de la cama para escuchar un secreto. Sólo ví las piernas de mi madre y mi abuela cuando lo escuché. No me acuerdo de qué se trataba y por eso, cuando alguien me cuenta algo, me quedo callada. Soy prisionera de secretos extraños.
Se me han escapado secretos. Encuentran la llave de mi boca.

Asesinato

Menos distancia
Cada vez menos lejanía
Sopor
Sombra
Ella
Su cuerpo
Acercamiento
Pasos
Silencio
Sigilo
Misterio
Pequeña Luz
Sombra
Ella
Vuelta
Vista
Manos
Cuello
Presión
Cuello
Presión
Grito
Nada
Silencio
Nada
Caída
Huída
Oscuridad

28.10.08

RATA

La luz se apagó porque le llegó un botellazo desde el rincón. El mismo lugar donde el Rata después de fumarse un pito tiró la botella de chela que se acababa de tomar y salió arrancando. Corrió mucho, con todas sus fuerzas, hasta entrar a un callejón donde lamentablemente había un montón de gatos que lo estaban esperando.
Eran gatos de todos los colores. Gatos de la calle. Gatos pelados y peludos, con o sin cola, con o sin bigotes. Una gata se cruzó entre ellos y por algún instante los gatos dejaron de mirarlo. El Rata se dio la vuelta sigilosamente y sin mirar atrás comenzó a devolverse por donde había entrado, no terminó de girar su cuerpo cuando uno de los felinos se le tiró en la espalda y comenzó a morderle la cabeza. La víctima gritaba, aullaba, maullaba. No pasó nada.
El resto de los gatos se quedó mirando el frío espectáculo mientras la luna llena se asomaba por los edificios. Comenzaron a maullar todos al mismo tiempo, con maullidos largos y estridentes, maullidos de gatos tristes y asustados. La cabeza del Rata estaba abierta, corría sangre por el cuero cabelludo y ya se observaban los huesos del cráneo. El Rata lloraba y le pedía perdón a los gatos de rodillas.
Llegaba hasta suplicarles que el gato que lo mordió se bajara de él. No había caso. No pasó nada.
Sólo sentía colas inmundas que se acercaban a su cara, a sus ojos, a su cuello, a su cuerpo. Colas que lo inundaban, que lo rodeaban, que lo asfixiaban de a poco. Pero no lo mataron. No pasó nada. El Rata quedó abandonado. Cuando despertó, sólo recuerda que antes de morir una gata le mordió la cara hasta desangrarlo aún más. "Y dicen que las mujeres son perras", pensó antes de cerrar los ojos.

27.10.08

Letras

Ni sueños ni aires. Yo, escribo. Mis teclados siguen el ritmo. Yo, escribo.

26.10.08

Asumo pedazos de mí

Me encontré rota debajo de la cama. Rota en mil pedacitos agradables. Pedacitos agradables de mí y de todo lo que forma parte de mí. Pedacitos de penas, de alegrías, de recuerdos. Pedacitos de duendes dentro de mí. Pedacitos de otros dentro de mí. Pedacitos de mis ojos, de mis vivencias, de mis pequeñas y grandes historias. Pedacitos, pedazos, fragmentos, divisiones, piezas, rompecabezas, silencios, coros, llantos, risas, memorias, sueños. Y me quedé así, armando pedacitos para componerme de nuevo, volverme a acostar y seguir feliz para continuar.

24.10.08

La Confesión

Me he tragado un elefante enorme que me produjo una indigestión fantasmal.
He roto mi cama de algodón, he debido dormir en un hoyo de fuego que estaba en el piso.

Me gusta decir secretos

Cuando supe que debía hacerlo me acerqué instintivamente a tu cara, me coloqué al lado de tu oreja derecha, coloqué la palma de mi mano derecha en el costado derecho de mi boca, me acerqué y te susurré algo que no sabías que yo sabía. Cuando digo un secreto miro para otro lado por el rabillo del ojo derecho. Después me reí.

Cigarro

En la escalera en la entrada de mi casa.
Sola.
Con un pijama celeste y un polerón viejo encima.
A pies pelados.
Mirando las estrellas por si logro cazar una estrella fugaz.
Prendo, aspiro, expiro el humo.
Bajo la vista y un pequeño bicho camina a mis pies.
Quiero pisarlo, pero prefiero mirarlo caminar.
Vuelvo a mirar al cielo, la luna está lejos.
Otra aspirada y me doy cuenta que cuando estoy sola tiendo a mover el cigarro en círculos.
Relajación que le llaman.
La ceniza cae, me toco el pelo formando remolinos que hago con el dedo.
Trato de retener la caída de la ceniza, como si fuera una fotografía.
Sigo girando el cigarro.
Observo si se forma alguna letra en la base del filtro.
La letra L. Libertad es lo que se me viene a la cabeza.
Luego, me dan ganas de tomar agua, abro la manguera y bebo de ahí.
Cierro la llave y me doy cuenta que el cigarro se ha mojado un poco.
No importa, cigarro mojado es mejor a no tener uno.
Me ha dado sueño, me restrego los ojos.
Me rasco la nariz.
Una última aspirada.
La ceniza cae sola y el cigarro se ha apagado.
Abro la puerta, entro a la cocina, prendo la luz, me tomo un vaso de Canada Dry.
Voy a la cama.
Fumar me da sueño en la última hora de la noche.

Veo luces y a la gente

Eran pedazos de pasos humanos, ni siquiera unos pasos completos, sino sólo pisadas que se dan de a poquito, casi sin sentir los pies, sin sentir los dedos, solamente la yema, pero una minúscula porciòn de ella. Y ahí mis pequeños pasos casi imperceptibles, haciéndome sentir pequeña e inmensa a la vez, con un haz de luz que sólo yo soy capaz de ver y percibir. Un hombre me pide limosna y de su boca sale un grito que pide auxilio. Desaparece cuando doy vuelta la cara, vuelvo a mirar y un pequeño animal de una especie inexistente, gira su cara y veo que soy yo, en ese cuerpo extraño, pero a la vez ahí mismo, como salida del espejo, de un espejo que sólo existe en mi mente, pero que se ve, ante mis ojos se ve, fuerte y sutil, transparente, fácil de pasar, difícil de volver. Un espejo imaginario que se derrite en mi mano,
Una noche me miré al espejo sólo alumbrada con la luz de una vela. Lo que ví fue todo lo mío fuera de mí. Era de color amarillo y tenía el pelo largo y negro, hasta màs abajo de la cintura. Vestía un vestido blanco y tenía unas piedras en las manos. Esas piedras brillaban. El espejo se rompió cuando apagué la luz. Había vuelto de otro lugar.

23.10.08

Simplemente así

Una mirada me transforma el mundo.
Una mirada transforma mi mundo.
Una mirada simple, transparente, etérea.
Fija y envolvente a la vez, como un felino a punto de comerme.
Hay pequeñas cosas que transforman mi mundo.
Una noche llena de estrellas. Una estrella fugaz sobre mi cabeza.
Una flor.
Pequeñas cosas que podría guardar para siempre en la palma de mi mano.

21.10.08

Teatro

Estaba pensando en el escenario como conciencia del espacio y el movimiento. Ambos, conjugados dentro de un contexto que se debate entre lo real/personaje y lo imaginario/actor o lo real de la labor del actor en términos de un personaje y lo imaginario de la vida del personaje en la persona del actor.
Si tomo conciencia de mi cuerpo como actor, este se puede desdoblar como personaje en el escenario casi de una forma inconsciente, con el sólo hecho de subir a ese espacio sagrado y transformarse en la conciencia de uno mismo proyectado en otra dimensión, que es real, pero que a la vez dentro de ese mismo espacio sustenta un concepto imaginario.

16.10.08

Parir

Si tuviera que hablar de parto, hablaría de teatro, que se ha gestado en mí como un hijo, es esencia que no puedo llamar algo, sino que tiene una connotación superior.
Me mueve el mundo, el alma, el corazón, la certeza y la impredicibilidad. Tiene que ver con todo aquello que se mueve y que en algún momento deja de moverse. Con todo lo que dice y a la vez puede no decir nada. Aunque se sabe que todo lo que está en el escenario tiene razón de ser. Todo.
Doy gracias por esta bendición que recibo y por todas las bendiciones que estoy recibiendo.

14.10.08

Hoy

He ido al baño más de 3 veces y no quiero parar de ir. Voy a gastar todo el papel confort de la oficina. Tengo nervios, nervios, nervios...
Je suis nerveux, très nerveux
J 'ai dans mon esprit
Je suis tout théâtre
Je suis tout art, énergie et émotion
Voilà!

13.10.08

Ahí

Te metes en mis sueños y es agradable sentirte ahí. Apareces de improviso, en una casa enorme, durante una fiesta con mucha gente. Vas y desapareces. Tu olor está en todas partes: en la comida, en la gente, en las plantas, en las flores de plástico, en mis orejas, en los cubiertos, en la alfombra roja. Tu olor está en todas partes. Tu olor entra por todas mis partes. Me sulfura, me hace volverme aire y recorrer todos los lugares porque te metes en mis sueños y en mis sueños hay muchos lugares. Te pierdes, te encuentro. Me abrazas, me besas, me haces cariño.
Me dices que tienes un grave problema que resolver.
Te vas.
Tu olor es como la selva. Como un mar embrutecido, como un saco de papas secándose al sol en pleno campo, como la espalda de un hombre caminando a pleno sol por la orilla de la playa. Tu olor es lo que me hace volar. Y vuelo. Lejos de aquí.

7.10.08

Chicle

De tanto mascar la goma de mascar, se le fracturó el costado derecho de la mandíbula. Hoy tiene una de plata, que combina con el diente de oro que tiene en el otro lado de la cara.

6.10.08

Casi

Todo es perfecto, a no ser por un pequeño GRAN detalle.

Tragar

Un cuchillo envuelto en un pañuelo rojo bajo la lluvia. Un cuchillo ensangrentado, que funde su color con el pañuelo, que deja ver el reflejo de una cara triste que llora y se funde con la lluvia. Es Lía, que sabe que lo que ha hecho no está bien. No está para nada bien. No ha matado a nadie, si es que pensáis, pero lo que sucedió no era correcto.
Cuando el reloj dió las siete de la tarde y el cielo se cubrió de nubarrones, ella arrojó su vestido rojo en la tina del baño, se desnudó y procedió a comerse seiscientos gramos de carne cruda sin cocer ni siquiera un poquito. Se la comió sin atragantarse, sintiendo a duras penas el paso del alimento por su garganta. Lía lloró. Lía sintió dolor cuando la carne cruda rozó su garganta. Lía sintió ganas de vomitar, de botarlo todo, pero se aguantó.
Ella está desnuda en un callejón que queda a la vuelta de su departamento. Mira la luz prendida del baño desde el pavimento. Se siente pequeña, una pulga en la gran ciudad. Lía sabía que si se comía seiscientos gramos de carne cruda podía estar lista para olvidar.

Una carta, una historia

Extraño las cartas de papel. Esas que te llegaban en un sobre a la casa, con un remitente conocido o desconocido. Una carta metida en un sobre con remitente y estampilla. Una carta que guardas en el armario y que con el paso del tiempo se pone amarilla y recuerdas lo que sucedía cuando te llegó.
Una carta, escrita de puño y letra. Alguien pensaba en tí cuando escribió esa carta. Y la emoción, al salir a la puerta y recibir al cartero que te la entregaba y corrías a tu pieza, te tirabas en la cama y la abrías con ansias para luego pensar cómo responderla. Una carta que valía, porque sigo pensando que el papel lo aguanta todo. Si no te gusta, es cosa de romperla. Y si te gusta, la respondes y la guardas. Una vez rompí una carta de amor en la cara del emisor. Sin ningún tiritón, de golpe, miles de pedacitos cayeron sobre sus zapatillas y yo sólo me dí la vuelta y me fui. Orgullosa, porque por dentro me habría gustado guardarla. Sus palabras eran bellas. Supe que él me miró hasta que desaparecí de su vista. Supe que me miró como se mira al sol al atardecer, siguiendo mis huellas con sus ojos. Después supe que me olvidó y cuando nos topamos en la calle una vez, me reconoció de lejos y me quitó el saludo.
Hoy, me gustaría escribir una carta larga, con un lápiz con tinta rosada, en una esquela que imitara los papeles oxidados por el paso del tiempo. Sería una carta enorme, de más de cuatro páginas por los dos lados, sería una carta descriptiva y emotiva a la vez. La doblaría en cuatro, la sellaría con mis labios pintados de rojo, le echaría un poco del perfume que uso. La metería dentro de un sobre blanco. Iría al correo y la echaría feliz al buzón. Quizás quien la reciba sabrá que podría leerla una y mil veces o bien botarla inmediatamente a la basura.

3.10.08

La canción del momento en estos días...

Hace falta (Vicentico)

Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo
es que no te has dado cuenta de lo muchoque me cuesta ser tu amigo
ya no puedo acercarme a tu boca sin deseartela de una manera loca
necesito controlar tu vida
ver quien te besa
y quien te abriga
hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo
es que no te has dado cuenta de lo mucho
que me cuesta ser tu amigo
ya no puedo continuar espiando dia y noche tu llegar
adivinando ya no se con que inocente excusa
pasar por tu casa ya me quedan tan pocos caminos
y aunque pueda parecerte un desatino
no quisiera yo morirme sin tener algo contigo
algo contigo, algo contigo niña
no quisiera yo morirme sin tener algo contigo,
algo contigo triste destino que me espera sin poderte conocer
algo contigo, algo contigo ya no hay excusas,
ya no hay nada que tenga que perder
algo contigo, algo contigo como un esclavo,
esclavo para siempre no me importaria ser
eternamente esclavo
niña no quisiera yo morirme sin tener
triste destino que me espera sin poderte conocer
ya no hay excusas niña, ya no hay excusas
ya no hay nada que yo tenga que perder como un esclavo,
eternamente esclavo no me importaria ser
eternamente, niña, no quisera yo morirme sin tener algo contigo.

Ellos estaban juntos de antes

La fiesta terminó. Los ceniceros llenos de cigarros apagados, los vasos vacíos, globos reventados, las ventanas abiertas para ventilar y el balcón inmundo porque una chica vomitó de casualidad porque quería mirar la calle desde el quinto piso para poner a prueba su vértigo. El sol aparecía detrás de la cordillera e iluminaba de a poco la ciudad. Laura estaba durmiendo en el sillón, tapada con su chaqueta mientras sus pies estaban congelados. No se sentía los dedos, pero aún así trataba de cerrar los ojos y poder dormir. Llevaba cuarenta y cinco minutos tratando de hacerlo. Paulo, en su dormitorio dormía profundamente. Se había acostado completamente ebrio. Laura no aguantó más. Paulo estaba en medio de un sueño acerca de una ex polola que lo acusaba de asesinato. De pronto sintió un hielo en los pies. No le prestó mayor importancia. Laura se acercó a su lado y luego de sentir la tibieza de su cuerpo se alejó un poco y se colocó en el lado izquierdo de la cama. La mayoría de las mujeres dormimos en el lado izquierdo. Yo también, pero eso no es lo que quiero contar. Paulo se asustó pues pensó que se había quedado solo y que todos se habían ido. No pensaba que alguien se pudiera quedar, menos Laura. Trató de pensar que Laura no podía ser, bajo ninguna circinstancia, la mujer que decidió quedarse. Se acomodó disimuladamente y vio que ella estaba vuelta hacia él, con los ojos abiertos y el cuerpo aterido de frío. El le da la espalda, ella se acerca un poco más. El se vuelve a dar vuelta, ella vuelve a su posición original. Ella le toca la espalda y siente que le gustaría ser parte de esa tremenda humanidad. El agarra su mano y se la saca. Se la saca y se mete el dedo meñique en su boca, lo lame con la punta de la lengua, con apenas un toque de saliva. Ella se acomoda en su regazo, lo abraza y cruza sus manos fuertes detrás de la espalda. Entra en calor.
Ese amanecer fue inolvidable. La luz de la ciudad fue testigo de un simple abrazo en una cama de sábanas revueltas. Y dos pares de pies, unos entrelazados con otros, en un círculo de besos.

...

Pedro agachaba la vista y fijaba sus ojos en el libro que estuviera leyendo aunque no hiciera nada. Siempre hacía eso cuando alguien decía algo que lo provocaba, pero de lo que no quería mostrar evidencia. Y fijaba sus ojos de tal manera, que cuando alguien lo miraba, era como para decir que estaba concentradísimo, cuando en realidad lo que quería era que todos se fueran, que todos desaparecieran de un soplo, que lo dejaran solo para ver la televisión en calzoncillos o leer una larga historia que recién estaba comenzando.
Una vez ví a Pedro hacer eso delante mío. Lo hizo sin disimular y eso que yo no fui a buscarlo a él, sino otra cosa. Lo ví y lo sentí incómodo delante de mí, y eso que estaba tan sólo a un metro de distancia. Me quise despedir de él de nuevo, pero no, agarré mi chaqueta de cuero y me fui.
Ni siquiera volteé la cabeza para mirarlo.

2.10.08

Cortar por lo sano

Abrí el refrigerador y saqué una manzana. Estaba fría. La dí vuelta para darle una mordida. No la lavé, la froté contra mis pantalones, enterré mis dientes y mientras su pulpa se deshacía en mi boca, me dio asco y la boté al piso. Ni siquiera al basurero, al piso. Tomé un pedazo de toalla nova, envolví lo escupido y lo eliminé con los desechos. Con algunas personas se debería hacer lo mismo. Cortar por lo sano.

Yo no soy dulce

Ayer caminaba por el centro con un kojak en mi boca.
Lo saboreaba, le extirpaba el sabor.
En el centro, un chicle con sabor a crema.
Los tipos me miraban como si estuviera haciendo otra cosa.
La mayoría de los tipos que se me cruzaron mientras llegaba a mi destino.
Yo sólo lamía un dulce. Si tuviera cinco años no me mirarían de esa forma.
Quizás algunos sí.
Creo que el impacto habría sido mayor con una minifalda.
Sólo disfrutaba un dulce.
Yo no soy dulce con cualquiera.
Pretendo serlo, pero sólo me resulta a veces.

De todas formas

Estoy con una Red Bull a las 13 horas de hoy, día de semana, mientras hago hora para almorzar. Digo hacer hora, porque sé que hay que volver a la oficina a seguir "produciendo". El computador me agota y mis manos ya se derriten en el teclado. Quiero que sea el fin de la jornada laboral para salir corriendo. Ahora, soy una autómata y hago lo que me piden porque tengo que hacerlo, porque así son las cosas. A veces me dan ganas de ser mi propio jefe y dejar que la bolsa juegue con el dinero de la empresa y que los brokers se encarguen de que este dinero suba y que eso no dependa en absoluto de mí, más que la decisión de despedirlos o felicitarlos con un bono.
¿Y si todos dejáramos de trabajar?

30.9.08

Blanca ella es

Cállense que los enfermos están a punto de morir
En silencio, en sus camas blancas
Algunos morirán mudos, otros entre gritos
Varios no querrán morir, otros están predestinados
Silencio del hospital
El silencio de la muerte
El silencio de los abandonados en camas pulcras como ataúdes
En camas lo suficientemente grandes para hacerlos ver pequeños como niños
El silencio de pasos de hombres blancos
El silencio de los visitantes, que entran y salen con caras de mentira
O con caras tristes de horror
La muerte se los lleva a ellos (a los suyos)
En silencio
Un silencio con olor a antiséptico y a vómito, sangre, diarrea
Olor a muerte
Olor a silencio

29.9.08

Alguien...

ALGUIEN ME AMO POR ABECEDARIO

ME AMO EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE

ME AMO EN FRAGMENTOS

(CONTEMPORANEA/DENUNCIA/LEASE CON RABIA Y DOLOR)

28.9.08

Desde hoy

Que sepas que te regalo todo. Mi pelo, mis orejas, mis ojos, mi nariz y mi boca con o sin lápiz labial, te regalo mi sostén marca Líder o Victoria´s Secret, mi calzón de abuelita o sexy señorita, mi polera de Patronato. Te regalo mi cintura, mis senos, mis caderas. Te regalo mi ingle de los dos lados, te regalo mi rebaje, mi entrepierna, mis piernas enteras, mis pies. Incluyen mis lunares, mis heridas, mis recuerdos, mis operaciones, mis tormentos, mis sueños, mis pesadillas, mi boca hablando locuras a medianoche. Te lo regalo todo. Me cedo entera a tí.
Entera.
A tí.
Sí.
Y punto.

25.9.08

PROXIMO ESTRENO SEÑORAS Y SEÑORES!!!!


Una experiencia la raja, de crecimiento, de versatilidad, de originalidad, de creación, de conocimiento, de descubrirme yo y descubrir a mis compañeros de elenco.
Los espero a todos allá!!!
MIERDA, MIERDA, MIERDA!!!

24.9.08

Sólo

Un pie en el aire y me iba camino al suelo.
Las ansias de volar pudieron no bastarme.
Mis alas, un pedazo de sueños húmedos.
Mi piel, sólo eso, mi piel.
Sin desgarros, sin alas.

22.9.08

discos duros


Mis discos duros son cajas. No, mejor dicho es una caja que no tiene fondo. Recibe todo, pero nunca bota lo que recibe. Mi memoria es como una cámara polaroid, de esas que sacaban fotos sin parar, de mala calidad, pero instantáneas. De repente mejora la resolución, pero todo se queda en mi memoria. Ganas de tener una polaroid ahora, acostarme en el suelo, mirar el techo y sacar fotos a todo lo que no se mueva.

Lo bueno de una polaroid era el texto. Algo así como la Post-It de la fotografía. Uno podía escribir abajo de la imagen lo que se le viniera a la cabeza. Sea lo que sea.
Como por ejemplo, en una foto de la Minnie Mouse en Orlando colocar el dolor de cabeza de mamá, o durante las nevadas de Chicago, que mi padre me contara historias maravillosas con una ardilla que vivía en el bosque y que luego algún animal más grande se la comió cuando llegó el verano.
Cosas así. Instantáneas. Como el café que me tomo en las mañanas. O los chispazos que de repente se pasan por mi mente.


Polaroids. Cualquiera podría ser una polaroid. O jugar con una polaroid. O transformar la mente en una polaroid.

21.9.08

Mente fría 2

Es que es obvio, todo está en la mente. Tengo el caballo más veloz, las armas más poderosas, la inteligencia sublime, pero despierta. Nada es imposible. Aunque sea un cuervo negro, oscuro y misterioso, podré dejar que se suba en mi hombro y baje por mi brazo hasta la palma de mi mano. Dicho y hecho. El miedo no existe, es un espejismo.
Cambio de estrategia, soy una guerrera. (No una warrior, eso está bajo mi nivel)

Mente fría

Estoy pensando en una estrategia que me permita ganar la guerra sin enemigos ni competidores.
Yo nunca pierdo, pero esta ha sido la más dura de las batallas. Estoy a punto de rendirme, pero siempre digo vamos que se puede.
Mi estrategia es un secreto, claro que la variable más importante es el objetivo mismo. Nunca hay que perder de vista el objetivo.
Sé lo que quiero y no necesito dar explicaciones.

17.9.08

155

155 balazos fueron suficientes para ver al ex novio sin su hermosa cara. 155 balazos fueron suficientes para vengar la hermosura de su egoísta rostro, pisotear su orgullo, romper la maldición de los engaños.
155 balazos bastaron para ver la cara de él ensangrentada, con 153 balas dentro de su piel, con el rostro rematado con agujeros. La bala 154 atravesó el pavimento, la bala 155 salió disparada por su oreja. 155 balazos fueron más que suficientes. 155 balazos que salieron de su alma al momento de apretar el gatillo las 155 veces y ver cómo su cara se desfiguraba.
Fueron 155 balazos para quedar con la mano más que ensangrentada. 155 balazos para sentir la tibieza de la sangre fría, fría porque ya se estaba coagulando y todavía seguía disparando.
155 balazos transformados en 155 salpicaduras de sangre en los brazos, la cara, los pómulos, las narices. 155 veces que se pasó la mano por la boca para limpiar la sangre de él que estaba maldita. Fueron 155 porque fue el número de noches que tuvieron sexo, el número de días que duró la relación, el número de besos que se daban todos los días.
155 lágrimas lloró el día que se enteró del engaño. Sí, se dio la tarea de contarlas.
Y tuvo que armarse de valor para contarlo frente a 155 invitados el día del matrimonio, al tiempo que se sacaba 155 cabellos de raíz y los contaba uno por uno al momento de hacerlo, porque luego los tiraba al suelo.
El matrimonio se transformó en velatorio y después de 155 horas en que se cercioraron de la muerte de él, ella vino y antes de tirar tierra tiró las 155 balas al féretro, junto con la pistola y dijo que todo había terminado.
Ella lleva 155 días en un manicomio. Dijo que ya no iba a contar más los días. Ya no valían la pena.

16.9.08

El sombrero de Seel

Seel saltó por encima de la reja y decidió que esa noche no volvería más a la casa de los Ocupas donde vivía hace cinco meses. Se cansó. Seel decidió ir a buscar el sombrero que estaba escondido en alguna parte del Cementerio General, en Recoleta y de esa forma poder volverse invisible hasta que decidiera regresar al mundo real. El problema era que los muros del cementerio eran demasiado altos, y por más que los quisiera saltar, era mucho mejor hacer un hoyo por debajo de uno de ellos y arrastrarse. Se quedó apoyado en la entrada y decidió esperar hasta que lo abrieran al día siguiente. Necesitaba ese sombrero. Estaba en la tumba de la señora Michelsohn, más bien dicho al interior del mausoleo donde ella estaba enterrada. Esperó y aguantó el frío de la noche. Se lo tuvo que aguantar con todas las ganas. Sufrió bastante.
Seel nunca sintió frío, ni siquiera en la casa de los Ocupas, en las que se hacían fogatas todas las noches, las que variaban de tamaño según la dimensión de las habitaciones. Por ejemplo, en su pieza la suya era pequeñita, que pareciera que se fuera a apagar, en cambio en el primer piso, en el living era enorme, como si estuvieran esperando la llegada de muchísima gente con muchísimo frío.
Cuando abrieron el cementerio Seel sólo despertó porque sintió el roce de unas ruedas de metal sobre el pavimento. Era ese ruido que te hacía doler los dientes. Más bien las encías, que son la parte sensible de los dientes. Y como ese sonido era molesto, era mucho mejor dejar de escuchar y hacerse el sordo. El entró al cementerio y caminó entre las tumbas. Los rayos del sol otorgaban al lugar un aire místico que lo envolvía todo en tonalidades naranjas y moradas. Uno de los tipos que hacían el aseo en el cementerio le dijeron que el sombrero se lo había dejado ella en el árbol que estaba en el cuadrante del fondo, al frente de los muertos anónimos. Seel caminó y llegó hasta allí. Los ratones se habían comido el sombrero. Había dejado pasar mucho tiempo y ya no podía ser invisible.
Agarró los restos de lo que había sido su sombrero.
Se persignó ante los muertos que no tenían nombre.
Tiró un escupo al cielo y otro a la tierra.
Sus manos habían desaparecido.

15.9.08

Short

Hoy me corté el pelo cortísimo. Muy corto. Hasta la altura de abajo de las orejas. Me saqué años de encima. Quemadas de encima. Me gustó cómo me quedó.
Mi pelo cortísimo y mis labios rojos.
Extraña, pero me gusta.
Bueno, siempre me ha gustado lo extraño, lo impredecible, lo extremo.
Como hoy que por el calor de Los Andes me lo fui a cortar, en peluquería de barrio de 4 lucas el corte de dama y eso que quería dejarme el pelo hasta más abajo de los hombros. Extraño, impredecible, extremo.
Eso me gusta.

12.9.08

Aquí y ahora

Estoy vestida con jeans negros, una polera negra, debajo de ella una camiseta de panty. Mis calcetines son de colores y uso zapatillas Puma de color negro. Encima llevo un chaleco color oscuro. Tengo un anillo en mi mano izquierda y aros en las orejas. El anillo es de un color entre azul y morado. Mis aros son verdes. Dos uñas de mis manos (una de cada una) está pintada con una banderita chilena por el mes de la patria. Acabo de comer arroz integral a la primavera con una carne picante que preparó la Dari, mi nana peruana. Acabo de llegar de ensayo de teatro. Estoy esperando que sean las doce para decirle feliz cumple a la Nazer que mañana celebra un año más de vida. Me demoré en llegar a casa. No quería llegar a la casa. Me fui a un mirador y me fumé un cigarro. Estuve pensando en todo lo que hice hoy. Levantarme a las 6:30 de la mañana, manejar hasta Los Andes, abrir la ofis, hacer lo que hago todos los días. Compré ropa interior por catálogo y cosméticos Oriflame también. Almorcé unos tallarines con salsa, fui a San Felipe a hacer unos trámites y de ahí me vine a Santiago. Alcancé a llegar justo a las 6 a teatro. Ensayé, fue fructífero hoy. Me sentía cansada, pero eso me renueva entera. Me fui despacio a la casa. No quería llegar. Pensé en pasarme a tomar una cerveza sola, pero después me dio lata. Me dí la vuelta y me fui. Llegué a la casa, bajé las cosas del auto, calenté el plato del refri en el microondas. Me sentí cansada. Y acá estoy revisando mis cosas electrónicas antes de ponerme el pijama y acostarme a dormir. Mañana tengo una fiesta de cumpleaños. El domingo, una amiga que vive fuera de Santiago seguramente viene. Y pienso que todo pasa por algo, que a veces lo cercano se vuelve distante, casi tan diferente. Me cuesta entender eso, aunque siempre acepto todo tal cual es. Tengo tendencia a la incondicionalidad, siempre y cuando esté digna. Digamos que bostezo, que me terminé la copa de vino, que me gustaría estar en un cielo abierto ahora, haciendo nada, en silencio, mirando las luces de la ciudad, o las estrellas, cualquiera de las dos.

Pétalos

Quiero inundarme de flores, quedarme debajo de ellas y no hacer nada.
Sólo respirar.

11.9.08

Yo quiero ser bailarina

He hablado con varias amigas y todas tienen el sueño de ser algo por una noche. Amigos también, aunque no lo crean. Mi sueño es ser una bailarina del Passapoga. Por una noche, obviamente. Salir en el escenario, pero no como actriz, sino yo bailando al ritmo de una música sensual, iluminada por reflectores que se centran sólo en mí mientras a mi alrededor varios viejos y no tanto se pasan rollos sexuales conmigo. Y que se pasen rollos en todos los niveles, mientras yo acudo a la cuarta pared para sólo fijar la vista al centro y arriba, al centro y arriba. La mente concentrada en la música, en el ritmo seguido correctamente, en la ejecución de los pasos, en la actitud sensual que no se tiene que perder y en que, por favor, en una esquina están mis amigos aplaudiéndome con todo, porque tiene que salir perfecto.
Soñaría con ir al Passapoga, hablar con el administrador y que él me dijera: "usted está bien, pero es muy bajita". Tendría que usar tremendos tacos plateados. Su trasero está decente pero tiene pocas pechugas. Bueno, nada que hacer, se muestra lo que se tiene, lo que hay que hacer es mostrarlo con estilo, le diría yo y después, el que hace las coreografías me mira un poquito feo, como diciendo y usted que hace aquí, quien la mandó y yo le contaría "es que tengo un sueño, quiero bailar una noche y hacer un strip tease, quedar con toda la parte de arriba desnuda, pero sensual, me entiende" y yo pensando para mis adentros que la noche sea espectacular, que todos me aplaudan, que no me caiga bailando en esos tacos enormes.
Iría a ensayar responsablemente. La música eso sí que no tengo idea. Madonna??? No. Me gustaría que fuera ese dúo español que cantaban canciones eroticonas en los 90, que siempre los confundía con Presuntos Implicados, pero nada que ver, esos tipos, bueno, la canción dice "y si volviera a nacer te pediría, y si pudiera te daría más calor, me quemas con la punta de tus dedos, tus manos hacen llagas en mi piel, me abrazo con tu lengua que hace fuego y ahora me hierve no lo ves, y ya sabes que me tienes cuando quieres, ya sabes como soy, ya sabes que me entra a la primera y ahora me viene lo mejor, ay, que calor...."
Y me vestiría como la Tyra Banks cuando era angel de Victoría's Secret, con el pelo liso y hartas extensiones, alas plateadas, un peto plateado, colaless del mismo color y unos tacos enormes, con plataformas, de esos que usan las drag queens, con harto show, para ser la reina del escenario. La primera parte sería iluminada de atrás y con un telón, que se viera sólo mi silueta. Hay un problema, como me saco el peto,ah! pero se desabrocharía por adelante. Muy bien. Cuando comienza la letra, batiría mis alitas, luciría mi cola, obvio y me daría vuelta. Caminar sensualmente. Un gesto con el dedo en la boca. Parar, gatear un poco, darme vuelta hacia arriba, gemir, otra vuelta, pararme, mirar al centro del escenario y que por favor ningún ex esté presente. Bueno, pueden aparecer, aunque no invitaría a nadie, solamente a mis amigos cercanos. Me acostaría de nuevo, pasaría la lengua por el piso (sin tocarlo, obvio, que asco) y me pararía. Si alguien que me gusta estuviera presente aprovecharía el momento de darle un beso en la boca . ¿Nombre artístico? Mary Jane de la Noche, bien de topless, bien de puerto, de noche, de manoseo, bien de bar, de brillos que ocultan decadencia.
Mi show sería espectacular. Habría estado a punto de caerme un par de veces, pero salvados con dignidad, siempre la vista al frente y sin perder la postura, como me habría enseñado el coreógrafo. Volvería al camarín,me fumaría un caño y me bebería un vaso de whisky al seco, sin hielo. Ah! y obvio que alguien me filme, para que cuando sea abuelita y no pase nada con mi marido le dijera "mira viejo, ese dvd es el que me hicieron la única vez que fui la Mary Jane de la Noche".

10.9.08

Mini

Una hormiga en la palma de mi mano me hace girar la cabeza y apretarla hasta sentir que ya no camina por la palma de mi mano, sino que ha entrado a mi cabeza y me ha empezado a doler y ya no sé que hacer hasta que abro la boca y ella aparece acostada en mi lengua. Dudo de la existencia de un hoyo en mi cabeza y de que ese hoyo esté conectado con mi boca de alguna extraña manera. ¿Habrá descubierto la ruta secreta que está en mi brazo?

9.9.08

El alma en paz

Hace tiempo que no llegaba tan cansada a mi casa...muerta, rendida, agotada...quiero una cama y dormir, dormir, dormir...lo único que necesito es descansar y que no me molesten. Que la luz no me moleste, que la gente no me moleste, que nadie me despierte para preguntarme tonteras. Que nadie me haga nada. Y dejar que los sueños me respondan unas cuantas interrogantes. Funciona. Es simple. La pregunta se coloca en un papel en blanco, el papel se dobla en cuatro y se deja debajo de la almohada. Pasan dos a tres días y el sueño revela todo. No rebela, porque no se doblega frente a la realidad, pero si te da el camino a seguir para lograr el objetivo.
El único problema es que mis sueños son complejos, entonces me demoro más en descifrarlos. A veces cuando decodifico la cosa es cuando digo que es el momento oportuno de llevarlo a cabo.
Mientras más complejos son los sueños, más inteligente es la persona.
He llegado a ver muchas cosas distintas en un mismo sueño. El factor común es que nada está quieto, todo va o viene.

8.9.08

Vómito

Mi cama me echa a patadas.
Me saca de las sábanas y frazadas mientras estoy hecha un ovillo de carne que sufre por un dolor intenso.
No puedo moverme.
Respiro y siento que mi contenido gástrico sube por mi garganta.
Me da miedo el vómito, le tengo terror a vomitar, a sentir que todo lo que tengo dentro sale fuera con sólo hacer una arcada.
Por eso, prefiero que suba solo y cuando ya no aguanto más, cuando sé que ni mil tragadas harán que ese contenido se devuelva, corro desesperadamente hacia el baño, me afirmo de la taza, me amarro el pelo en un moño y siento todo el ácido que sale, sale, sale y al sentir ese olor sale más y más y más.
Y después, el dolor en la guata no está, pero está herida la garganta y urge tomar agua, de a poquito, para rehidratarse, volver a la cama, asegurarse que no queda nada adentro, recostarse, dormir e intentar no tener pesadillas.
Una amiga jugaba con el vómito.
Totalmente ebria.
Metía su dedo índice y lo daba vueltas en la taza del water.
Y yo tomándole el pelo y mirando para la tina, porque de verla vomitar la iba a vomitar a ella.

Del recuerdo

(Imposible no escuchar esta canción y volver a mi infancia...siempre me pasa lo mismo...quizás escondí un ratón en mi pieza...) Nada de Arroz con leche ni Alicia va en el coche...Para los que la quieran escuchar, acá va el link...
http://www.youtube.com/watch?v=GAbn0RW6MfQ


Susanita tiene un ratón
Un ratón chiquitín
Que come chocolate y turrón
Y bolitas de anís
Duerme cerca del radiador
Con la almohada en los pies
Y sueña que es un gran campeón
Jugando al ajedrez
Le gusta el futbol
El cine y el teatro
Baila tangos y rock'n roll
Y si llegamos y nota que observamos
Siempre nos canta esta canción
Susanita tiene un ratón...

6.9.08

vIoLeNcIa

Pégame por la espalda, cachetéame, golpéame con la plancha, con el florero, tírame agua hirviendo, fuego, mierda. ¡Mátame luego, que quiero morirme pa no verte más!

Esquizofrenia

Mi abuelo paterno tuvo esta terrible enfermedad. Nunca lo conocí. Cuando murió hace unos años mi padre quiso ir a verlo al Servicio Médico Legal y no lo dejaron. Mi madre me contó que a él le había dado mucha pena. La locura esquizofrénica es fatal, si no se controla. Mi tía, la hermana de mi padre, también tiene esta enfermedad, absolutamente controlada, pero hace unos años me acuerdo que ella se descontrolaba con facilidad y cuando le daban las famosas crisis trataba a garabatos a todo el mundo, levantaba la mano y los golpeaba.
A mi padre lo ofendió varias veces: "hijo de puta, concha de tu madre". Mi padre obvio no le hacía caso porque era un estado alterado de conciencia. Una vez se sacó los dientes. Con todo. Quedó solamente con las encías al aire. Y sangrando. Y ahora usa placa dental. Yo nunca supe porqué siendo tan joven usaba placa dental hasta hace poco tiempo. A ella yo la adoro, es como una niña pequeña. Lo peor de la esquizofrenia es que te destruye las emociones, la capacidad de expresar lo que sientes. Ella no dice "Andreíta, te quiero mucho", tampoco llora en los funerales y en las fiestas sólo se ríe porque alguien se ríe con fuerza o yo, que tengo una manera estruendosa de reírme, me carcajeo al lado de ella. Mi tía lo único que hace es esbozar una sonrisa. Un borrador de sonrisa. Una idea de sonrisa. Un esquema de sonrisa. Un símbolo del sonreír.
A veces pienso que si ella no hubiera tenido esquizofrenia habría sido una excelente profesora de gimnasia, una bailarina de ballet aficionada, tutora de danza árabe, una mujer que viviría haciendo fiestas de disfraces, tertulias literarias, juntas con los amigos. Ella estaría viviendo con alguien y le gustaría pintar flores al óleo. No viviría con mi abuela, no tendría el pelo rojo, no dejaría que la peinaran, no se vestiría entera de lila como mi abuela dice que le gusta vestirse. Creo que hay días en que quiere vestirse de negro, pero su enfermedad le impide expresar lo que siente. Ý fumaría como yo. Y tomaría como yo. Esto es como pedir de vuelta a Ignacio, mi tío detenido desaparecido aparecido. Imposible. La vida de la familia habría sido distinta. De repente es una de estas ocasiones en que me pregunto si el destino es así, ¿porqué es así?, ¿porqué? No hay respuesta. Las respuestas están en alguna parte que no sé donde está.
Por mientras, procuro seguir mi destino. Mis dioses me siguen a todas partes: Buda, para la templanza; Afrodita, para el amor y la belleza; Flora, porque amo la naturaleza y Lakshmi, de la buena fortuna, para una vida plena. Y detrás de ellos, están mis fantasmas, que siempre me acompañan: la abuelita Soledad (que a sus 89 años andaba diciendo a todas las más jovenes de la familia que las mujeres tienen que ser putas en la cama para que el marido no se les vaya), el tío Ignacio, mi tata Julio, más rajadiablos que otro y alguien más que no sé quien es, pero que siento su presencia firme. Ese ser invisible de repente se sienta en los pies de mi cama. Y no hace nada más. Si fuera un maleficio no me dejaría dormir.
No tengo esquizofrenia, pero a veces me doy cuenta que estoy loca. A veces, sólo a veces.

4.9.08

Allá abajo

HOY ME HICE EL PAPANICOLAU...MI DOCTOR SE VEIA TAN SIMPATICO PARA ALGO QUE ES TAN DESAGRADABLE. AGUANTE CON EL MIEDO ENTRE LAS PIERNAS.
NO FUE TAN TERRIBLE DESPUES DE TODO. SENTIA UN TIRON POR DENTRO,UN TIRON CON SENSACION METALICA QUE ME DIO ESCALOFRIOS.
A EL LO VEIA ENORME ACOSTADA EN LA CAMILLA GINECOLOGICA. Y YO, MIENTRAS, TOTALMENTE SOMETIDA A SUS PROLIJAS MANOS.

Ojos

Yo leo los ojos de la gente.
Y los tuyos
Me trastornan
Me trastocan
Me transforman
Me enloquecen
Me provocan
Me prometen
Me queman
Me secan
Me vuelven a quemar
Me dan vuelta
Me tiran al aire
Me revientan
Me empelotan
Me visten
Me desvisten
Me muerden
Me acarician
Me seducen
Me pervierten
Me enloquecen
Me deliran
Me hablan
Me callan
Me tapan la boca
Me dan vuelta
Me muerden de nuevo
Y ahí se quedan
Tus ojos fijos en mi piel
Como los dientes de un vampiro mágico