9.8.10

Anorexia

No comeré nada que engorde.
No ingresaré grasa a mi cuerpo.
Nada de harinas, aceites, mantecas, ni dulces, ni pastas, ni azúcares.
Flaca, flaca, flaca.
De tanto escribirlo bajo de peso...estoy a punto de repartir letreros por todo mi departamento. Partiendo por el refrigerador, la cocina, los muebles, el living, la mesa del comedor, mi pieza y todo mi baño.
Flaca, flaca, flaca.
En los huesos.

7.8.10

¡Voten, voten, voten!

Todavía pueden votar...tienen que elegir el nombre Zoila Araya...es una historia mía sobre mi madre, ella tiene que ser la Mujer Bicentenario!!!!!!

Hace días que no

Hace días que no escribía y ahora encuentro una razón para hacerlo. Me estaba acordando de nuestras historias. De nuestro pasado y nuestro presente. ¿Cómo será nuestro futuro? No lo sé. Vivimos el momento. Vivimos de recuerdos. Vivimos de lo bien que lo hemos pasado. Vivimos de un encuentro de almas que no se acaba nunca. De un vínculo que no somos capaces de romper porque es más fuerte que nosotros. Más fuerte que nuestra vida...más fuerte que el deseo que nos une. Hoy, mientras dormía una siesta, quería sentir tu olor. Tu olor a cuerpo. Tu olor a sudor. Sentir mi cabeza debajo de tu axila. O debajo de las sábanas, dándonos un calor que nunca termina. Entregándonos sin parar, como si fuera la última vez.
Me gusta vivir esta historia, nuestra historia, es como un suspiro que nunca acaba, es deseo, es carne, pero también es complicidad, es ser de a dos, es clandestinidad, oscuridad, calor, sudor, besos, humedad, piel, flores, sentidos, colores, felicidad momentánea, separaciones, encuentros, algo que el tiempo no conoce. No tenemos tiempo, nuestra relación no tiene tiempo. No sé si es amor, pero si profundidad, concavidad, convexidad, figuras redondas, encuentro de círculos, unión. Y estoy feliz de que estés en mi vida, aunque sea así, me siento feliz de ser mujer y hacerte feliz, que nuestra vida juntos sea así, porque tú estás loco y lo sabes, y yo también estoy loca, y lo sé, más consciente que nunca, por eso deseo no dejar nunca de verte, de sentirte, de que algún día, sea cual fuere, vivamos juntos y estemos juntos y sintamos, gocemos, aprovechemos ese tiempo que hasta ahora ha sido una travesura con nosotros. Quiero ser tu niguiri y que tú seas mi roll, eternamente, uno para el otro. Todo es tan perfectamente imperfecto. Totalmente descuadrado dentro de un cuadrado perfecto. Es eso, es contención, me contienes y te contengo. Quiero gozar, sentir, que me penetres y yo sentirte dentro de mí y tú sientas que estás dentro de mí, de una forma, de mil formas, de mil maneras, de mil sentires, como un torbellino, un huracán, una lluvia que no para, nubes de mil colores, energías que se mueven.
Somos tan distintos, pero eso, eso que nos une, es lo que nos hace iguales. Hemos vivido mil vidas pasadas. Tenemos una relación kármica. No importa. Por algo sucedió ahora. Hace ya tanto tiempo que podría escribir un libro, desde la primera vez que te ví, hasta los interminables encuentros que hemos tenido. Y que nadie ha sabido o muy poca gente. Amén.