29.9.06

Cadáveres XS

Ya me estoy cansando de ver cadáveres de gatos y ratones en la carretera. Hoy ví uno abierto, desangrado y tirado a una orilla del camino. Me dan pena. La culpa es de las ruedas de los autos. Menos mal que los buitres nunca faltan. Y dejan todo limpio. Pero a los conductores les importa una mierda.

Rodin y Camille

Siempre me han gustado las esculturas. No me fascinan, pero sé que en ellas hay mucho de las manos y de la mente de los creadores. Los amantes de Rodin, es quizás una de las obras de arte más hermosas de la historia. Sé que hay otros autores, más modernos, pero esta obra me perturba. Me provoca cosas, porque me recuerda historias de grandes amantes que quizá yo estoy viviendo y no me doy cuenta. Historias tormentosas, angustiantes, faltas de agua pero llenas de pasión, de sed, del sabor al jarabe de arce ardiente. De champaña recién abierta, de agua de río sobre mis senos, mi cuerpo, en un día de mucho calor.
Acabo de ver una obra sobre Camille Claudel. Del amor que lleva a la locura, de su pasión por Rodin y de cómo su forma de amarlo en cierta manera lo llevó ante la autodestrucción. Llegué a sentir la angustia. La torpeza de la tentación y de la pérdida. La redención. El extraviar tu cuerpo y tus sentidos en unas sábanas blancas, que quizá cerca del agua otorgan una inestabilidad que nunca se recupera. Siempre está el miedo de llegar a la locura por amor. Siempre está ese temor. La locura y el sentimiento van de la mano. Lo digo por experiencia. Eso se ve en las obras de Rodin. Y en las de Camille, con más fuerza. No importa la forma, importa lo que la forma quiere decir.

25.9.06

La Gran Sorpresa

Con el tiempo mi padre se ha puesto cuadrado. No sé si retrógrado, pero sí con una visión bastante más cerrada de las cosas. Me cuesta entenderlo. Miro una foto de los años 60, en que sale con patillas, pantalones pata de elefante y me es más difícil comprenderlo. Quizás es la vejez, las cosas que pasan en el mundo de hoy o simplemente ya no hay nada que hacer.
No me gustaría llegar a ser una vieja retrógrada.La cosa es que hoy mi madre me contó que mi padre dijo que si me gustaba tanto el teatro que porqué mejor no lo estudiaba. Lo pienso y me encantaría arriesgarme. Insisto, el teatro no es para cualquiera. Es necesario tener ganas infinitas de hacerlo. Yo moriría en un escenario.
Pero a mí no me gusta cualquier teatro. Me gusta la actuación que nace del alma. Le tengo cierto temor a la comedia por lo mismo, por ese airecillo comercial que últimamente le han dado en algunos lugares. Creo que al final optaré por hacer eso. Estudiar teatro. Me emociona. Vivir dentro de un personaje no se compara con nada.
Tengo torticolís. Dormí en una mala posición anoche. Pobre cuello. Y es por eso que esta noticia fue una frescura del alma. Pero todavía me duele el cuello. Lo que trae el mal dormir. Y estar en una oficina tratando de escribir con un dolor en el cuello no es divertido.

24.9.06

Desire

Si lo dijera perdería la magia. Lo tengo tan dentro de mí que no puedo dejar de pensar en eso. ¿Podrá descubrirlo y decirlo algún día? No lo sé. Es diametralmente opuesto a mi forma de vida. Mejor dejar que las cosas pasen. Ha pasado muy poco tiempo, pero estoy convencida que lo conocí en otra parte, en una circunstancia completamente distinta, en una época histórica diferente. Mejor que forme parte de mis silencios. 

23.9.06

Ese vicio del corazón

Dicen que los celos son una enfermedad. Yo creo que son una demostración de afecto. Reconozco que a ciertas personas las quiero sólo para mí, pero aunque así no sea, el sólo hecho de imaginármelos con otra mujer me hace querer matarla. Sí, a ella.
Matarla, pero sólo en mi mente, porque en la realidad soy incapaz de hacerle daño a una hormiga. Soy mujer y sé perfectamente cómo actúan las víboras. Las yeguas, las perras. Me da lo mismo lo que ellas sean, sólo respeto a las que son madres...como dijo Paulina Rubio "a medias, pero mío".
Una vez el tipo que me gustaba estaba en un bar con una mina. Hace tiempo que no nos veíamos. Lo ví con otra mujer. Todavía recuerdo que estaba en la mesa de atrás esperando que llegara mi amiga. Pedí un agua mineral sin gas. Sentí que me percibían, pero me hice la tonta. De pronto, miro hacia abajo y reconozco unos zapatos, unos pantalones, un sweater, mucha coincidencia. Un sweater negro con una camisa blanca. Eso es inconfundible. El no me preocupaba, pero lo que sentí cuando la identifiqué a ella sólo el diablo podría describirlo. Fuego.
Puede ser que los celos sean una muestra de baja autoestima, pero en mi caso no es así. Simplemente soy una fiera cuando se trata de cuidar lo que me pertenece. A medias, pero mío. En todo caso, sé qué hay que hacer en la cama para tener a un hombre feliz y que además te puedan satisfacer a tí. Lo dijo mi bisabuela, la señora Soledad Gómez, que se vestía de lila y adoraba los nomeolvides, amén de usar unos anteojos hermosos, con el clásico círculo de John Lennon pero de un color entre negro y azul oscuro.
Nunca he visto unos lentes así. Y lo importante es que mi bisabuela, que nació en 1899 y murió a comienzos de los 90 dijo: "Hay que ser una buena cocinera en su cocina, una dama en la calle y una puta en la cama". Parece que su bisnieta cumple con todos, menos la cocina porque siempre se me olvida la sal.
Y sigo pensando si mis celos son justificados. Creo que sí. Sé que nunca seremos una pareja. O sea, somos una dispareja totalmente. La falta de seguridad es obvia. Las mujeres tienen un instinto que nunca falla. Nunca. Ni en las peores oscuridades. Eso sí, siempre digna. No me gustan los escándalos porque se puede marcar el territorio sutilmente. Además, ya tengo 30 años, pero mis celos, que ya son parte de mi personalidad, no me lo quita nadie.
Y díganme oscura, mezquina, lo que sea. Creo que es un asunto de crianza. Mala crianza, Dios me perdone.

19.9.06

Silencios

Pido un minuto de silencio por los extraños. Pido un minuto de soledad por los que se rehúsan a caminar en la senda de The Wall, como unos uniformados que hacen lo mismo que hace el resto. Pido un minuto de puesta en el lugar de los diferentes. Nadie es como todo el mundo. Nadie debe hacer lo que todo el mundo hace. Nadie. Todos tenemos derecho a ser raros, distintos, con un toque de originalidad en nuestras vidas.
No deberían mirarnos mal por tener el pelo de todos colores, por usar un peinado distinto, por vestirnos con tonalidades diferentes, por vivir la vida de manera distinta, por tener más frescura que un terno gris en un cielo contaminado. Por hablar de flores, de la estupidez de la televisión o de porqué algunas personas odian ir a Sala Murano o etcéteras. Hay diversidad en la vida y creo que todos tenemos que aceptarla.
Acepto a los gays, a los discapacitados, a las lesbianas, a los que tienen los ojos idos, a los de piernas chuecas, a los locos de los siquiátricos, a los artistas perdidos, los feos que caminan por las calles. Creo que en la diferencia está el gusto. Y en el interior de uno, al saber que si hace algo distinto no te van a mirar como si estuvieras caminando del lado equivocado. O con esa cara despectiva, tan típica, con respingo en la nariz incluído, en que te miran desde la punta del pelo hasta el final de los pies, esa mirada que alguna vez todos hemos hecho, pero que hay gente que la asume como un gesto típico y muy desagradable.
Por eso, apaguemos la luz. No cuesta nada ponerse de rodillas en medio de la oscuridad de la pieza. Sentir el peso de las rodillas en el suelo. Llevarse el anular a los labios y cerrar los ojos. Por los raros. Y por lo raro que podríamos sentirnos algún día sin querer que nos miren de manera desagradable.

13.9.06

Preguntas de otra persona

1. ¿Eres hombre o mujer?: Soy mujer, una ninfa del bosque en la realidad equivocada.
2. Descríbete: Mujer morena, soltera, increíblemente erótica, en la búsqueda de su otro yo.
3. ¿Qué sienten las personas cerca de ti?: En general bien, pero en las mujeres puedo provocar anticuerpos potentes.
4. ¿Cómo te sientes?: Ahora bien, pero la llegada de la primavera me descompensa.
5. ¿Como describirías tu anterior relación sentimental?: La anterior a esta??? Como un cuento de hadas que cupo en el bolsillo, con suerte.
6. Describe tu actual relación con tu novi@ o pretendiente: Es algo inexplicable, como un terremoto en un día de primavera, con polillas que se me suben por la espalda.
7. Donde quisieras estar ahora: En cualquier parte con vista al Mar Caribe.
8. ¿Cómo eres respecto al amor?: sin comentario alguno.
9. ¿Cómo es tu vida?: lápiz, una sábana blanca, trabajo, sueños, teatro y literatura.
10. ¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?: Plata para ser independiente ciento por ciento
11. Escribe una cita o una frase famosa: "Voy a tener un hijo con o sin libreta"
12. Ahora despídete: Besos!

Vientos


Me caí
Entré en un continuo de giros
Me elevé, casi por sobre mi cabeza
Subí
Ví el sol
Una nube me atrapó en su inconsistencia
Y me elevé
Como una marea de aire tibio
Olvidando la fuerza de mis piernas
La estabilidad de mi cabeza
Y luego, llegó otra fuerza
Me hizo girar
Me mantuvo en el aire
Y me botó hasta hacerme herir las rodillas
Pero el viento estuvo en mí
El viento estuvo en cada uno de mis giros

Flores

Simplemente hablo de pétalos encarnados en tallos verdes. De distintas formas y colores. Todas las flores del mundo podrían cubrirme de pies a cabeza. Las margaritas llenarían mi pelo en forma de corona. Serían varias vueltas y llegarían hasta el borde de mis cejas, como las condesas de los sueños de hadas. Por mi cuello pequeñas rosas rojas se harían cada vez más grandes. Me cubrirían los senos, bajarían por mi cintura y un enorme ramo de lirios me cubriría las piernas, casi confundiendo mi piel con la suavidad de los tallos. La tersura del verde que envuelve y que de sólo sentir su olor, como a pasto recién cortado en la mañana, hace soñar. Respirar hondo y botar. Sentir que el aire te envuelve.
Quisiera llenarme de flores. Son tan pequeñas y pueden decir tantas cosas. Me gustan las margaritas. Podría hacerme una casa de ellas y sentir su olor cada vez que entrara. Flores es sinónimo de felicidad. De paz. De gusto por las pequeñas cosas que llenan el alma.

8.9.06

Veleidosa mujer


Ya faltan 13 días para la primavera y estoy como los presos tarjando los días. Quiero despedirme del invierno ahora ya. Aunque lo que me carga son las alergias, pero está bien la tibieza del sol. Están bien las flores, la brisa fresca, el calorcito del mediodía. Un café en la plaza, hacer puzzles y descansar pensando en el fin de semana. Está bien extrañar el verano, la calidez de las noches, las fiestas de fin de año. Está bien extrañar a los muertos, recordar el pasado, vivir el presente con todo. Está bien que te desaparezcas, que asomes tu nariz y te vuelvas a esconder. Está bien que hagas tu vida, yo también hago la mía. Está bien que no me hables, yo tampoco quiero hacerlo en este momento. Está bien que tengas tus misterios. Yo también hago cosas de las que no tienes idea.
Y así, pasando entre cada recodo de mis laberintos diarios estás tú. Y nadie más. O sea, podría haber alguien más pero aún no ha asomado su nariz oficialmente. Y no has dicho nada. Te quedas en silencio, como si las palabras te hicieran esforzarte demasiado. Y me quedo acá como una estatua recibiendo la sal del mar en medio de un día ventoso. Y con tanta sal procuro quedarme quieta, dejando mi alma entumecida, con cierto olor a silencio, a mudez, a necesidad de soledad. Si fuera santa me adorarían, si fuera demonio se alejarían de mí. Por suerte en el cielo están de mi parte. Los santos y las almas que no lo fueron tanto.
Aún así me desespera el querer llamarte, marcar tu número y decirte unas cuantas cosas. Decirte, por ejemplo, lo dulce que puedes ser sin necesidad que lo demuestres. Lo salvaje que eres cuando estás mareando mis piernas, y quien sabe que otras cosas (boludeces) más.
Dejaré que el tiempo pase. Sé que estaremos antes que llegue la primavera. Lo único que sé es que no te derretirás como la nieve. Nunca. Al menos no en mí.

6.9.06

Pre-sentimientos

Todo pre. Todo antes de. Todo se siente de pies a cabeza. Al menos desde mis pies a mi cabeza. Y no creo que cierto cosquilleo a la altura del estómago se equivoque. Cabeza de bruja nunca erra. Y los sueños, que de tanto mar, mareos y olas de distintos colores me muestran algo que nadie ve. Como si mi inconsciente fuera una bola de cristal. Ojalá me equivoque. Espero que de verdad lo que presienta no se cumpla. Sería dar un paso atrás. Un enorme paso atrás para mi corazón.

4.9.06

Detalles de pre-primavera


Tengo una polera que dice "Single & Fabulous". Me la compré en la maravillosa sección de vestuario del Líder, que es como Patronato, pero dentro de un supermercado. Maldita tentación consumista de mujer soltera, claro que ahora deberíamos agregar "and with flu" porque tengo un resfriado de los mil demonios que me tiene hasta sin fumar. Lo único que necesito ahora es una taza caliente de té con jugo de limón. Creo que es de las consecuencias del carrete, de todas maneras.
Y estoy media choreada porque nada me ha resultado. Ninguno de los malditos planes para esta semana. Creo que tendré que esperar por otros días con más suerte para las horas de ocio y de placer con el personaje anónimo. Con el Sr. Big. O Mr. Wrong, como he solido bautizarlo (espero no se enoje, pero esa conducta de desapariciones no me agrada, y no es que sea exigente, en pedir no hay engaño).
Y estoy enojada con la Consuelo Aldunate. No más. O sea, está bien que sea soltera y ande en la búsqueda del Príncipe Azul (que todas sabemos muy bien que no existe), la cosa es que leí un libro de ella y como que de verdad quiere casarse y está urgida y angustiada por eso. Menos mal que yo no. Quizás es porque no me he enamorado desde hace mucho. A propósito de Mr. Wrong y todo lo que él conlleva. O sea, es que él es la excepción a la regla y es como si todo el mundo me dijera que qué falta para que estemos juntos. No puedo contarlo acá. Creo que son mundos privados que hay que respetar, aunque aún así sé que sigue presente de alguna forma u otra (a estas alturas disfrazado de fantasma con una sábana blanca o un mantel de la abuelita, claro está).
Así las cosas, resfriada y todo, la cercanía de la primavera me tiene un poco entusiasmada con la cercanía de los calorcitos, la ropita liviana, la llegada de los bikinis (qué voy a hacer con mi celulitis) y un montón de cosas más. Hoy no hice gimnasia y me compré un libro de yoga que puedo presagiar ocupará un buen lugar en el mueble. Nada que ver, pero creo que voy a tener que buscar la fuerza de voluntad en algún lugar del mundo. Quizás sería bueno tener un perro a quien hundirle la mano para hacerle cariño.
Y a propósito de perros, el otro día pensaba que si estuviera completamente sola me haría bien tener una mascota. La acariciaría mucho, le haría cosquillas detrás de las orejas, le hablaría despacito y me gustaría que me acompañara a mirar el atardecer. Pero hoy no. La dejaría tirada donde fuera que viviese. Estaría tendida en un sillón. Una bola roja caería entre los departamentos de la ciudad mientras el perro y yo miramos cómo el día da paso a la noche. Y la luna lo haría aullar. Y mi pequeño gran sueño me abstraería de su instinto lobezno en hocico de perro regaloneado.
Necesito una mascota. Como dijo mi padre..."algún día".
PD: Santo Demonio la lleva, mucho reggaeton pero lo pasamos muy muy bien. Claro que en Murano te regalan más copete, especialmente a los invitados.