A propósito de Los 30

Hoy hablé con un amigo en un café y me comentaba que Los 30 (la serie de TVN) tenía demasiado sexo. También pensé lo mismo mientras una imagen lujuriosa se me cruzó por la cabeza. En realidad estaba pensando muchas cosas que no dije, porque me hablaba y yo a miles de imágenes por segundo le sacaba la ropa y lo tiraba encima de una cama imaginaria.

Tengo 29 años y me faltan menos de 365 días para llegar a los 30. La edad de Sex and the City, la edad de las crisis, los encuentros con uno mismo y las fechas personales para cumplir con las normas sociales de casarse, tener hijos, vivir en una casa linda y etcétera y etcétera. Por lo pronto, espero comprarme un departamento y vivir sola, con un gato angora de color blanco y miles de cosas de color azul y en todos sus tonos. Ah! y una laptop para escribir el libro que tengo en mente y ojalá uno de los ventanales dé a un parque o a un cerro para ver el amanecer y el atardecer cuando corresponda.

Necesito irme a vivir sola, porque amén de estar lejos de todo en mi actual casa tengo que tener mi espacio y evolucionar...aunque me cargaría ser como la Katyna Huberman en Los 30 empezando porque no me acostaría jamás con el marido de mi mejor amiga.

Todo eso pensaba mientras mi amigo tomaba su café rápidamente y yo hacía lo propio con mi capuchino. Me acordé de muchas cosas y en ese preciso momento necesité un beso suyo. Un beso apasionado, como los que me daba siempre. Miraba sus manos y me acordaba de cuando acariciaba mi cuerpo con ese animalismo que me encanta y de golpe se me vino a la cabeza la última vez que estuvimos en mi cama, en mi pieza, en mi rincón, en mi cuerpo y en el de él. Todavía recuerdo con cariño cuando me dijo hace mucho tiempo que mi cuerpo tenía más de cien lunares...y hoy se lo dije...ahora tengo 98 y mañana desaparecerá aquel que tengo al lado del caballito de mar. Su caballito de mar. Y no quería que el café se acabara y lo miraba a los ojos sin pensar en nada. Sólo observaba el color de su pupila tratando de saber que tenía en su cabecita. Miles de cosas, supongo.

O sea, demás está decirlo que hubo una provocación inconsciente de su parte. Tal vez yo estaba haciendo lo mismo. Sentí una energía que es demasiado rica...aunque hayan límites ahora. Todavía me siento como su niña a pesar que tengo 29 y que él pasó la treintena...y aún siento en mi frente la huella de su último beso y en mi nariz ese olor tan extraño que provoca quizás que sensaciones en mis feromonas. Y cuando caminaba para regresar a casa pude sentir en el aire el tráfico del deseo.

(Esto no es realidad ni tampoco ficción, tómenlo como quieran)

Anestesia

Lo primero que se me viene a la mente cuando me mencionan la palabra hospital es la sensación de sopor. No tengo nada en contra de los médicos. No tengo nada en contra de las operaciones. No soporto el olor a cloro y enfermedad. No me gusta despertar después de una operación. Lo único que es agradable es la anestesia. Te duermes y no recuerdas nada. Dijiste 100, 99... y pafff! La memoria se hace invisible y hasta el inconsciente desaparece. Tampoco me gustan los cementerios, aunque da alivio observar la cara de los muertos cuando están en el ataúd porque de tan blancos y tiesos tienen una cara de tranquilidad que quizás no tuvieron en vida. Me gusta ver Six Feet Under en HBO. La ironía de esa serie le otorga el lugar que la muerte se merece. Diferente es ver la muerte en la tevé que en la realidad. Ayer ví un conejo muerto en mitad de la calle. Me dio asco aunque quise llorar. Ayer también ví una serie en la que tres negros secuestran a una doctora para que le saque una bala a uno de ellos. Los negros atropellaron un gato y lo mataron de un balazo. Mi hermana una vez le aplicó eutanasia a un conejo que ella misma atropelló. No pude ver nada, pero la cara de mi hermana se llenó de lágrimas. Hace poco entendí la diferencia entre rapto y secuestro. No es mucha, pero es un buen ejemplo de porqué algunas cosas que involucran el sexo pueden terminar mal. Me gusta más el rapto que el secuestro, aunque tendría que ser un rapto programado, o sea al final no lo sería y mejor prefiero decir que me gustan los escapes.

De repente me dan ganas de ponerme anestesia y clavarme alfileres en las piernas. No estoy loca, pero si no tuviéramos dolor las cosas serían más fáciles. Le pondría anestesia al nuevo Papa porque no lo soporto. El nuevo Papa tiene cara de nazi y me dan ganas de anestesiarme cada vez que lo veo en la tevé o en los diarios. Ojalá se muera pronto. Deberíamos haber tenido un Papa negro y el mundo sería un poco más feliz. No creo en la iglesia ni en los curas. Las monjas me dan lástima. Sólo creo en mi Dios, con el que converso todas las noches antes de dormir. Tampoco me gusta confesarme, porque no hay anestesia de por medio. Mi Dios me perdona, me escucha y me concede lo que le pido. Me imagino a mi Dios como una bola brillante llena de luz blanca y energía. Esa luz blanca me ilumina y cuando estoy mal me anestesia de manera eficiente. También deberían ponerle una anestesia a Lavín para que renuncie y desaparezca. El Opus Dei debe ser anestesiado pronto o bien que las personas ignorantes fueran inmunes a él. Todo lo que huele a autoridad debería ser anestesiado. También le pondría anestesia a los viejos de Copesa y al dueño de El Mercurio. Odio la ceguera de los que se creen inmortales. O que tratan de serlo y por ello pierden su humanidad cuando quieren. Nunca he perdido mi humanidad, es algo que aunque estuviera con anestesia general jamás la perdería. Prefiero la anestesia general, porque la local se acaba pronto y el dolor aparece antes de lo esperado. Debería haber una anestesia para los que realmente sufren. Africa debiera llenarse de esta sustancia.

A veces he pensado que con tanta necesidad de mucha gente por no sufrir debiera traficarse anestesia. Se transformaría en una droga ilegal y todos la comprarían de noche en las esquinas. La venderían en botellas y la gente compraría las inyecciones en la farmacia. Es difícil pincharse a uno mismo. A mí me da nervios verlo por eso jamás he probado ni probaré la heroína. En los hospitales ya no habría con qué quitar el dolor a los enfermos, entonces el nuevo Papa diría que las clínicas son el infierno en la tierra. Si las cosas fueran así, mandaría a mucha gente a los hospitales. Nadie entraría. Las personas estarían solas. Una tergiversación de lo que es el perdonar. Yo aprendí a perdonar porque ni yo soy perfecta. Lo que no aprendí es a olvidar. El cerebro nunca podría anestesiarse porque al despertar quedaríamos exactamente iguales. Por eso digo que una droga es lo mejor. Aunque después hubiera que gastar millones en clínicas de rehabilitación, que serían infiernos pagados y asumidos por los que entraran. Ahí sí que trabajaría mucha gente. Después esas personas saldrían libres y contarían su experiencia por televisión. Hasta podría haber un reality con la gente que realmente necesita anestesia y la que no, aunque no serían eliminados por el público porque morirían aquellos que pecaron de ingenuos y se sobremedicaron. Sería el fin del infierno. Menos mal que los pecados no se venden. Cada alma se expurga sola porque depende de la conciencia, no de una gota de anestesia.

A proposito del arte...la primera foto, de Doisneau, que me encanta por su romanticismo, la segunda, El Grito de Munch, por la tragedia que refleja. La Noche Estrellada de Van Gogh, otro de mis pintores favoritos junto con Matta y la ultima una representacion de la tragedia, el genero dentro del teatro que mas me gusta vivir y representar. 

El reflejo de las sorpresas...o de lo que no existe

Al final el lunar en el pie resultó ser un melanoma, lo que me tiene asustadísima...pero no tanto por el hecho en sí, sino porque como ya dije anteriormente me carga el dolor físico. Aunque ya me estoy haciendo la idea de soportarlo. Es, en gran medida, una suerte de poder mental. Y quiero dominarlo y que estos malos días pasen rápido. Aunque todos en mi casa trabajan en hospitales o clínicas a mí estos lugares siempre me han apestado. El olor a cloro y cirugía me marea, es más, no lo soporto más allá de visitas cortas y ojalá donde no tenga nada más que hacer. Ni hablar de la sangre. Guácala.

Estoy tratando de hacerme la idea que podré salir de ésta. Sé que lo lograré y que nada me amilanará. Ah! y necesito hacer teatro pronto, o sino me voy a volver loca. En verdad, el escenario, la improvisación y las ideas me hacen volarme de este mundo de manera fácil. O al menos hace que la vida pase más rápido y me pueda enfrentar a mis miedos, temores, anhelos y esperanzas de frentón. El teatro es pura terapia para el alma y el cuerpo. Me libero de los demonios y exorcizo las malas vibras. Dejo de ser yo y al transformarme en otro mi cerebro se desconecta... ¡cómo quisiera no ser tan rollenta!...pero bueno, alguien una vez me dijo que en mi forma de ser había cierto dejo de demencia y eso, me encanta porque creo que es más entretenido que ser una persona normal...alguna huella tengo que dejar en esta tierra. Algo así como un legado a la humanidad pero en chiquitito. Creo que la vida es pura creación, sombras, arte y espíritu...hablando de espíritus, hace días una pequeña sombra con un vestido blanco deambula por la casa y no tengo idea quien es pero no me da miedo. A veces me gustaría ser un fantasma.

Y hablando del arte, me acordé de unas palabras que me dijo Pedro Celedón, una persona 20 años mayor que yo con la que anduve hace varios años ya: "Andrea, para entender la perspectiva de la creación lo mejor es hacerse la idea que el arte -o cualquiera de sus expresiones- son el reflejo de lo que no existe". Notable.

Lo que mi mente me dice raras veces falla 

Presentimiento...

La intuición femenina nunca falla...algo va a pasar, ¿qué será?...alguna sorpresa del destino tendrá que ser!!!

Nacimiento

A veces en sueños siento que vuelvo al útero interno, que me siento feliz y renovada en un líquido tibio y reconfortante. Me vuelvo vida, me vuelvo agua, me vuelvo mujer con sentido. Pienso que los pasos líquidos son más importantes que la realidad en sí. Puedo sentir la metafísica de mi vida y mis historias que pasan ante mis ojos como un vendaval de percepciones. Me siento cómoda en el agua, a veces siento que metamorfoseo en un delfín o bien en un pez con escamas delicadas, todo en tonos dorados o azulados. Así, mi mente se vuelve un torbellino y mis ojos desaparecen para dar paso a una esfera de luz que me lleva hacia el infinito. Me vuelvo otro ser, sin tiempo ni espacio, alguien que sobrepasa las barreras de lo limitado. Puedo volverme aire sin la ayuda de nadie. Puedo sentir que esos poderes no dependen del resto, porque por mí siento que me transformo en esta sicomagia de lo no corpóreo. Creo que el parto puede ser doloroso pero a la vez sublime, es cuestión de tiempo y necesidad de ir más allá.

A veces me gustaría tener la capacidad de volar, o bien de cerrar los ojos y transportarme donde quisiera ir o estar. A menudo me gustaría poder penetrar en la mente de las personas que conozco. Duele nacer, duele aparecer en el mundo. Todos quisiéramos quedarnos en el útero interno sin problemas ni preocupaciones. Pero somos humanos, y debemos estar en el mundo real. Me ha costado poner los pies en la tierra, porque tiendo a soñar demasiado. Dicen que soñar no es un lujo, pero nadie ha puesto los ojos en los sueños para saber que pueden nacer de nuevo. De repente, es entendible que el mundo sólo sería mejor si tomáramos una decisión adecuada en el momento preciso. Nos permitiría nacer de nuevo. Siempre nacemos atados a los recuerdos y eso implica renacimiento. Es importante saber que cuando nos enfrentamos al futuro siempre queda un pasado en el interior. Personalmente siento que una llama fuerte me quema.

Anoche soñé con un circo de travestis. Hace tiempo que no tenía un sueño tan raro. Habían confusiones y caminos equivocados. Me encantaría hablar con Jodorowsky, creo que él me aclararía unas cuantas cosas, de volver a nacer y soñar, de revivir una y otra vez la vida que tuvimos hace mucho tiempo. Las personas somos una fuente de constantes nacimientos y muertes, pero nunca dejamos atrás lo que nos corresponde olvidar. No se puede olvidar. No hay máquinas que extirpen los recuerdos. Ni siquiera una droga que te permita hacerlo de manera constante. A veces me gustaría volver atrás y que todo fuera distinto. O bien, avanzar en el tiempo y dejar que las cosas fluyan como a uno les gustaría. Hace un tiempo leí el libro La Ley del Amor...y me dejó marcando ocupado. Por todo el flujo del eterno retorno. Creo que por el momento, fui una mala persona en mi vida anterior. Todo se paga acá en la tierra y por eso nacemos no una, sino miles de veces sin interrupciones. Está como para pensarla.

Interrupción indeseada

Alguien anda averiguando cosas de mí. Una mujer que llama a mi casa a hacer preguntas tontas sobre lo que he hecho y no he hecho en mi vida. Me da lata que se metan así, más si viene de una mujer desconocida. Deberían preocuparse de sus propias cosas antes de andar metiéndose en la vida de los demás. Yo no le he hecho daño a nadie. Eso no va con mis principios. Y tampoco espero traicionar. Close mouth forever. Además, lo comido y lo bailado no me lo quita nadie. Después de todo es mi vida. Sólo espero que no llamen más. Me carga. Ah! me corté el pelo el domingo. Me veo bien. Alguien me dijo ayer que me veía hasta sexy y yo me sentí en el cielo.

El factor O

Cuando me hablan de orgasmo suelo recordar las veces en que siento que me cubren el cuerpo con una crema de estrellas de pies a cabeza. O cuando me han besado entera, o cuando siento que llego a la cima de una montaña rusa y luego me bajan a toda velocidad. Es difícil definir una sensación orgásmica. Creo que las o los que no han sentido este tormentoso placer es porque no podrían explicarlo. Se vive o no se vive.

Sin embargo, creo que las mujeres pueden fingir un orgasmo actoralmente, pero no pueden hacerlo físicamente, ¿por qué?, porque la vagina es un músculo que se mueve y que de alguna manera reacciona...los XY deberían poner más atención a esta reacción que a los gemidos...o sea, no porque gritemos como por un altavoz estamos sintiendo más. Ojo con esto...he tenido orgasmos en silencio...cuesta pero es posible. Y en cuanto a los hombres...sería más difícil aún que fingieran por razones biológicas obvias. Nunca he fingido un orgasmo, y jamás lo haría. Claro que sí me ha pasado no sentir absolutamente nada. Y créanme, es lo peor. Obvio que no se lo dije a mi acompañante de turno. En realidad, no tenía para qué decírselo total sabía que no lo iba a volver a ver.

La Chica del The Clinic

No me pierdo ningún número. Tampoco los colecciono fervientemente. Sólo los compro cada 15 días cuando aparecen en los kioscos. Esos benditos jueves me hacen feliz, siento que la patria se renueva y se libera a través de sus palabras. Son fuertes y a veces insultantes, pero hacen bien. Son un refresco de la sensación democrática. Claro que de repente me parecen medios exagerados con su "firme junto al pueblo", pero aún así me identifico con ellos.

No me digan que soy inconsecuente porque vivo en La Dehesa, en un barrio plagado de fachos y nuevos millonarios que se creen el hoyo del queque en sus Audi último modelo. No importa, porque antes vivía en Macul, también en Independencia y no me avergüenzo para nada. Creo que los barrios no hacen a la gente, y menos un medio como el The Clinic. Por eso lo leo siempre y antes, cuando tomaba el colectivo, me escondía detrás de sus páginas muerta de la risa mientras las viejas pitucas o los ejecutivos "top" me miraban con cara de espanto. He visto a todo tipo de gente con este diario bajo el brazo y créanme que me enorgullece pertenecer a ese mismo grupo que cree en la tolerancia, en la aceptación de los otros, en la no censura y en la facilidad para decir las cosas originalmente sin ser "caras de raja".

Me gusta el The Clinic y ojalá no se mueran nunca. También le doy gracias al juez Baltazar Garzón porque sin él este diario no se habría creado. Llenan un vacío que antes se sentía profundo. Cachen que yo siendo cabra chica, sin tener edad para votar pero que estaba plenamente conciente que en Chile no había democracia -por muchas cosas que sabía y otras por las que me enteré después- leía el Fortín Mapocho y me encantaba la Margarita. Es la misma sensación de plenitud que siento al leer el The Clinic. Y es verdad que el viejo Pinocho da pena y debería pasar a la historia. No soy de izquierda pero...

Tantas cosas que he leído en ese diario y edición que pasa no dejo de comprarla. Más allá de la risa también pueden decir lo terrible, eso que nadie dice y que todos sabemos. Son una Caja de Pandora en medio de la prensa actual, con tanto Copesa, LUN y Mercurio metido entre medio. Todavía creo que el Mercurio miente, y más que antes porque sabe que la derecha no tiene cabida para llegar a ser gobierno. Mejor que sea así, porque el día que un Lavín llegue al poder me iría de Chile...no me gustaría ver lo que estuvieran haciendo con mi país, aunque les aseguro que compraría el The Clinic a la distancia, encargado por Federal Express para tenerlo donde quiera que estuviere. ¡Larga vida al The Clinic!...ah! y también me encanta su sección Ay! El amor, donde en algún momento me dieron cabida para decir algo que necesitaba decir y no sabía cómo.

Como flores en el aire

Estoy feliz. Algo supe que me puso demasiado contenta. Está relacionado con alguien, pero no quiero hablar más. Todavía está inmerso en sus silencios para conmigo y lo dejo, porque lo conozco y sé que necesita su espacio. Algún día nos toparemos y hablaremos. O mejor no hablar, dejar fluir lo que salga y transformarnos en espíritu y alejarnos de la materia terrena. Los seres humanos tenemos esa capacidad, aunque no lo crean. Es cosa de cerrar los ojos y sentir. Lo he vivido miles de veces con varias personas. Sólo cerrar los ojos y sentir. Se puede llegar a percibir hasta el latido del otro en medio del silencio. Como estar en medio del mar cercado por grandes olas sin ahogarse. Sin miedo.

A veces me gustan los silencios aunque reconozco que las ausencias me dejan mutilada. Mis silencios y los silencios de los otros, como si un cierre te cruzara la boca. El silencio y la soledad me llevan fuera, a otros límites, a ver sinceridad en todo. Puedo sentir su sinceridad. Anoche volví a soñar algo extraño, lo veía a él lejano, pero sentía que a la distancia me observaba. Yo estaba en una jaula de vidrio, tratando de escapar y no podía. Al final recuerdo sentir sus ojos sobre mí mientras me acurrucaba en una esquina. No había miedo, el solo sentir sus ojos me daba tranquilidad. Menos mal que no fue el sueño del caballo negro. Ese sueño sí que me aterra porque me recuerda el miedo a la pérdida, el miedo a la soledad sin quererla. Ahí me abandonaban en un campo de rosas rojas. Casi nunca olvido lo que sueño...pero hoy me siento feliz, feliz porque hay día de primavera, hace calor y los rayos del sol hacen que mi piel se sienta liviana y traslúcida. Como flores en el aire.

Locura en mis imagenes 

Isabel Allende y yo...

Ella es mi ídola, la admiro como mujer, como periodista y escritora. Me he leído todos sus libros y siempre termino llorando cuando leo "La Casa de los Espíritus". Me habría gustado ser Eva Luna o Clara, clarividente. Hay dos cosas en las que coincidimos:

"Escribir: Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso...

"los sueños: Hay que darle importancia a los sueños, a las premoniciones, al instinto. Hay veces que, para mí, es más importante lo que soñé por la noche que lo que vi durante el día. Yo siempre he tenido esa especie de intuiciones, y tanto a mis hijos como a mis nietos, siempre los soñé antes de que nacieran..." (Isabel Allende)

Si quieren, visiten esta página: http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/allende/citas.htm

Dolor de piel

Me siento mutilada. Cortada, como si un pedazo de mi piel hubiera sido desgarrado por una bestia invisible. No me han cortado las piernas ni los brazos, simplemente me sacaron dos lunares, uno en la espalda y otro en la planta del pie. Me duelen mucho. Anoche desperté a las dos de la mañana porque el dolor no me dejaba dormir. Una leche caliente y un remedio para el dolor me ayudó a cerrar los ojos. Algo de lágrimas se me cayeron. No me gusta llorar, pero hay veces en que el dolor de la piel es más fuerte que el dolor del alma. Me carga sentir el dolor. Creo que es una forma en que el ser humano puede ser sometido fácilmente. No me imagino el dolor de parir a un hijo, pero sí sé cual es el dolor de la gente que es abandonada, de las personas marginadas, de los que son esclavizados por la mente, de los esquizofrénicos, del dolor mental, ese que supera al físico. Un golpe es sólo un golpe, pero una palabra te hiere cincuenta veces más. Una palabra puede partirte el alma al instante, dejarte mudo, evadido de la tierra, olvidado por la gente, absolutamente perdido. Odio a la gente que insulta con palabras, y a los que lo hacen con golpes también. Quizás por eso nunca me he sentido capaz de insultar o maltratar a alguien, bueno a veces he herido con palabras, pero nunca llegar a insultar. Prefiero quedarme callada. A veces exploto, pero en este momento el dolor de mi piel es mucho más fuerte. Tengo dos puntos en la planta del pie y uno en la espalda. Me duele demasiado la planta del pie. Es como si me hubieran insertado pequeñas corrientes eléctricas que se golpean unas tras otras en mis terminaciones nerviosas. Tengo que caminar de lado y estoy con medicamentos para que no me duela mucho. Pero estoy media volada, el efecto de los calmantes, muchos calmantes, porque no soporto el dolor. No me gusta el dolor. Estoy escuchando a Miranda!, hay una canción que me gusta, se llama Traición. Es lenta, como para bailarla con alguien delante de otro. O como para hacer una performance teatral en un escenario. Hasta me imagino como sería. Una pareja desnuda que está atada por una enorme sábana y comienza de a poco a deshacerla, pero no pueden porque están distantes. Lo que es el amor...medio pariente del dolor...del dolor de piel.

Angel sin alas

Si tuviera un huevo en mi mano estoy segura que no se quebraría, que podría subir a la cima de la montaña, mantener el equilibrio en un pie, tararear una vieja canción de memoria y seguiría el huevo impasible en mi palma. Diría que es un fenómeno de fuerza mental redimida en las neuronas de la fantasía. Soñar te hace fuerte. Te despega de la realidad sin necesidad de prender la televisión. Soñar es volar sin alas, dormir sin cerrar los ojos, proyectar sin cambiar de tiempo ni de espacio. Amo soñar. Digo que soy un ángel sin alas. Alguien que vuela por el simple placer de ser libre. Me gustaría ver la tierra desde las alturas y de improviso ser El Principito, uno de los libros más hermosos que hay. A veces miro las nubes y me imagino entes que están en el cielo. Me gusta sentir la hierba bajo mi espalda y el viento fresco en la cara. A veces cierro los ojos y me imagino que estoy en una nube, que vuelo y cada vez que avanzo me despego de la tierra hasta ver mi mundo del tamaño de una pulga. No me da vértigo, pues creo que soñar es la capacidad de los seres humanos de dejar el cuerpo para volverse alma, sentido y corazón. Me he encontrado en sueños con amigos y enemigos, he llorado, gritado, despertado y vuelto a soñar. Una vez soñé que era la Virgen María, que estaba en una cueva acompañando a un hombre que no era Jesús. También he soñado que soy un hombre y que estoy en el trono de un castillo inexistente dominándolo todo. No me gustaría dejar de soñar. La dictadura que más me dolería sería la que prohibiese el sueño de los hombres y mujeres. El onirismo me satura de tal manera que a veces creo que no podría vivir sin soñar. Una vez soñé que escribía y que me gustaba lo que leía. Este sueño se ha hecho realidad. Ahora sueño con escribir un libro de más de 600 páginas, una historia interminable. No quiero hacerme famosa escribiendo pero me gustaría que lo que escribí se vendiera. No serviría para ser una chica de marketing, pero menos mal que soñar es gratis y no cuesta nada. Nadie paga en Falabella para soñar. Ahora lo que necesito es apegarme a la realidad y luchar por lo que quiero...estoy segura que lo sueño y aún así podré sentir que lo tengo en mi mano. Como el huevo que no se quiebra, que siempre permanece impasible a pesar de lo frágil de su cáscara.

Freaky Saturday

Atroz, simplemente atroz. Aparte de comer y tomar como en los tiempos de los reyes medievales creo que mi cabeza tiene un tornillo suelto. Soy una mujer que no está en sus cabales, eso lo sé, pero ayer sábado definitivamente me di cuenta que los XY son más hormonales que nosotras. ¡Mucho más!. Cierto tipo que ya pasó la treintena me tiene un odio terrible, pero yo estoy segura que es algo más. No le soy indiferente como dice, aunque es demasiado raro. Ya tengo una tesis que podría explicarla en otra oportunidad, aunque es fundamental aclarar que no tengo ningún feeling con él de ningún tipo. Es más rollero que yo, eso quedó claro. Y me carga la gente que me odia, especialmente cuando ahora no he dado motivos para ello. Me da lo mismo, pero él es FREAK entero.

Pasando a otro tema, hay un tipo que me agarré en la universidad un par de veces con altos índices alcohólicos en mi cuerpo. Digo que no me pasa nada, pero algo me pasa. No lo reconozco públicamente pero creo que me gusta. Sería atroz. Su ex polola acompañante de anoche me tiene un odio visceral...y yo me río a mares porque ahora no he hecho nada. Debe verme como su rival o mejor dicho como una "persona non grata". Me da exactamente lo mismo. El odio en este caso en mí tampoco causa ninguna reacción visceral.

Me carga odiar y que me odien. Me carga que me observen. Me carga que me rechacen, odio que no me digan la verdad, odio que huyan de mí. Y peor aún cuando sé que me compañerito de universidad que me agarré no es precisamente un clon de Brad Pitt que por estos días ilumina mis fantasías (parece light pero es así, ando light y freak en estos días...creo que mis ciclos femeninos andan muy raros...algo presagio en todo caso...y cuando eso sucede casi nunca me equivoco.) Pensándolo bien, a veces es bueno ser odiada...es que con mi look oscuro perfectamente podría hacerme pasar por la Bruja de Blanca Nieves y que todos se comieran mi manzana. Como si fuera la tentación...y créanme, de repente puedo serlo aunque mantenga mi boca cerrada todo el día. Cuando se trata de los silencios los mensajes subliminales pueden ser captados por los XY (leeeeeeentamente) pero son captados.

Hay un tercer XY del que me encantaría hablar pero pese a que lo ví anoche no tengo mucho que decir. Creo que yo le gusté en un comienzo. De repente siento que somos iguales. Casi lo besé en la boca al despedirme. Y me cachó. Y por dentro me reí. Y quise correrle la boca pero habían enemigos públicos. Nos pusimos unos lentes muy freak que son especiales para ocultar los ojos con el efecto de la Hierba Roja. Le falta atinar en todo caso. Y su novia, muy simpática y amorosa, pero él llevaba la batuta. Nones. No me gustaría que me hicieran callar. Más bien me gustaría hacerlo callar a él...¡y de qué forma! Ojalá lea esto...al menos sé que con un mapa sería fácil encontrarlo.

Y acá estoy, domingo en la noche, muerta de sueño, con ganas de tener una vida de señorita bien, pero no puedo. Soy una oveja descarriada y lo seguiré siendo. Claro que mis padres no saben. O sea lo sospechan, pero no desconfían de mí. Ya voy llegando a la treintena...y sé que da una de crisis impresionante.

Dato freak: El martes me opero de dos lunares, uno en la espalda y otro en el pie. Odio el quirófano. No me gusta el olor a hospital porque provoca en mí una reacción similar al del escape a gas en una claustrofóbica jaula de cristal. Y con anestesia local...

Este es mi nuevo look...me han dicho que parezco desde dama antigua hasta vampiresa...como sea, acá estoy. Me gusta como me veo...he recibido buenos comentarios. 

Cortito...

A veces me parece que las cosas avanzan y otras, que retroceden sin parar. Hoy me gustaría dormir todo el día. O bien, que el mundo se detuviera para correr y llegar donde quisiera...

Tratar de estar mejor

He estado en mi lado oscuro. He tocado fondo, he llegado profundo adonde antes ni pensaba hacerlo. He sufrido. He sentido el dolor. Siento una pérdida enorme. Sé que no está. Me encomendaré a la Santa Muerte. Ya no lo veo ni en msn. Hasta ha desaparecido un poco de mis sueños. Sé que está por ahí, que de repente debe pensar en mí. Siento que está mal, percibo que no está feliz. Bueno, alguien dijo que la felicidad no existe, sólo los momentos felices. En cambio la tristeza puede ser un estado permanente disminuido por estados de felicidad. Necesito verlo pero sé que no es posible. Me gustaría tan solo escuchar su voz. No puedo ser una chica fácil. No ahora. Sé que lo que estoy haciendo es tremendo sacrificio, pero seré compensada. Siento su olor en mi cama, a veces su aliento se me cruza por la cara. Y eso que no se trata de olvidar. Menos mal que no es así.

A pesar de lo oscura que siento mi alma en este momento sé que tengo que tener fe. Quizás si nos volvemos a encontrar después podremos estar de otra manera, pero ahora mismo, en este instante es imposible. Tantas cosas que se me acumulan en la mente. Reconozco que estoy triste. Una amiga me dijo que lo mejor era pensar como XY. Para algunas cosas puedo, pero en los asuntos del corazón me parece imposible. Soy una mujer sensible y como pececito cuando estoy herida bebo, transpiro y siento mi dolor. La procesión se vive por dentro, es lo que dicen. Sólo espero que termine pronto.

Por lo pronto, calmo mis dolores a lo Sex and the City, comprando compulsivamente. Lo siento, es lo que me calma. Después vendrán las tarjetas y me las arreglaré para pagar. Me compré un bolso de Hello Kitty. Ella es igual a mí. Representa mi lado ingenuo. Mi sentido infantil de la vida. Algo que me sirve para escapar de los sentimientos que me hunden. Nadie tiene derecho a ahogarse porque nadie te salva. Por ahora estoy tranquila, quien sabe más tarde. Por eso el finde será para salir. No pienso ser una vieja amargada. Nones. Tengo vida por delante. Y puedo ser fuerte. A la fuerza, pero puedo serlo.

Tengo el pelo negro azulado

(Sorry si mis comentarios son como un cursi cancionero cebolla, pero así me siento. Es lamentable por un lado, pero por otro sé que ¡tengo que desahogarme!) Yo creo que cuando Corín Tellado escribe sus novelas se basa en la vida real. No hay nada más cebolla que lo que pasa cuando los amores -o amistades con ventaja- terminan. Pero no vale la pena gastar pañuelitos dualette en secarse las lágrimas. De hecho casi ni he llorado y creo que podré sobrevivir una vez más (siempre se sobrevive, quierámoslo o no) a sus latigazos verbales, que harto me dolieron, porque al menos pensé que bailábamos el mismo ritmo cuando en realidad él quería cumbia y yo bolero. Me preguntó si me enamoré, le dije que no. No ahora, tampoco antes de ayer, pero hace un tiempo lo amaba de verdad, y él lo sabe y lo peor, le consta.
Las mujeres podemos ser estúpidas cuando nos enamoramos porque aguantamos, exigimos poco, aunque dudo mucho que ahora le den más de lo que yo puedo hacer en un lugar relacionado con el dormir.
De hecho, ayer le hice algo de lo que me enorgullecí porque sentí y le demostré una pericia que muy pocas dominan, o si lo hacen, no pueden practicarlo con la debida sabiduría o a varias les da asco. Nunca tuve problemas con las formas no convencionales. Soy una mujer liberal. Cuando hay amor, aunque sea poquito. Jamás por la calentura. Hay hombres que piensan que yo soy sólo sexo, y nada que ver, de hecho a la hora de entregarme puedo dar más que nadie aunque espero recibir.

Pero ahora me siento renovada, tengo el pelo negro azulado y con sólo eso ya veo las cosas de otra manera. Anoche fui a dar una vuelta sola, miré un rato las luces de la ciudad desde la cima del cerro, me fumé un cigarro y decidí cambiar el pelo de color. Las luces de los autos se veían pequeñísimas desde lejos, tanto como las pulgas que hay en mi corazón. Estaba escuchando la canción "El compromiso" en versión Javiera y los Imposibles y la letra no la pude encontrar más cebolla. Ya estaba aburrida de ser rubia. Mis ojos se notan más y me gusta como me veo. Me lo han dicho y el cambio se ve. Ahora que tengo mi pelo negro puedo tener una visión más profunda de las cosas, aunque el sentimiento no puede cambiar de un día para otro. I'm sorry darling, I never can't hate you. Ojalá las cosas sean para mejor mañana...parece que me voy a resfriar. Ah! y espero que él no olvide que conozco su LADO OSCURO.

¿Elegir con la cabeza lo que es del corazón?

Hoy se acabó. Todo comienza y todo termina. Curiosamente hace cinco años en un mes de abril comenzó lo nuestro. Hoy terminó. Muchas cosas han cambiado, pero la química se mantiene intacta. Tal vez optó por ponerse una venda en los ojos y ahí no es mucho lo que puedo hacer. Ya sabe que lo quiero, pero no quiere aceptarme. Es un tanto egoísta la actitud de su parte, pero no puedo obligarlo a nada. Lo voy a extrañar demasiado y me costará verlo como alguien sin importancia. Algo me dice que no es para siempre, pero sólo Dios lo sabe. Me gustaría que ojalá recapacitara y optara por estar conmigo. Sé que es difícil, pero confío en que si vuelvo a poner un mensaje en el The Clinic lo volverá a leer. Curiosamente no lloré como antes, pero si me dio rabia. Mucha rabia por la situación, por lo que pasó, por lo que nunca sucedió, por lo que alguna vez soñamos y no tomó forma. Y porque lo nuestro fue, en cierta medida, una suerte de comedia de errores, una comedia de equivocaciones como Sueño de una Noche de Verano de William Shakespeare donde todos estaban con quien no tenían que estar. Quizás al igual que Gerard Depardieu en Cyrano de Bergerac debiera ver el corazón en vez de fijarse en la forma de ciertas cosas. Y en los sentimientos, esos que pueden ser ocultos muy bien detrás de una máscara aunque las personas como yo lo veamos en el brillo de sus ojos. ¡Quiero ser fuerte!

LIBERTAD!!!!!!!!!!! 

Sirena en el fondo del sueño azul

Ya falta poco para que la temperatura comience a bajar. No me gusta el invierno, siento que se me congela el corazón. Tampoco me gusta el otoño, es demasiado nostálgico y sentimental. Amo el verano y lo echo de menos. Durante las noches frías se me congelan los pies y me cuesta soñar. Cuando cierro los ojos y alcanzo el estado semiinconsciente del sueño mis pies siguen helados. Me gustaría tener un perro para que durmiera a los pies de mi cama y me hiciera dormir calentita. Cuando somos niños siempre dormimos bien. No tenemos pesadillas ni nos cuesta cerrar los ojos, simplemente nos dormimos y ya está. Cuando despertamos llorando mamá nos acurruca y se nos pasa el mal sueño. Cuando somos adultos la cosa no funciona así. Creo que dormir despierta nuestros miedos, angustias y anhelos. No me gusta dormir cuando he tenido un mal día, fijo que las pesadillas aparecen y al otro día despertaré con el cuerpo cortado. Salvo que tenga los sueños de Sirena, en un mar caribe transparente, con mucho calor por todos lados y el cuerpo humedecido del sabor tropical. ¿Será por eso que amo el verano?, puede ser. También sueño que soy un delfín, los animales más hermosos de esta tierra, o un pájaro que vuela alto, tanto, que puede desaparecer con sólo seguir rumbo al infinito.

A veces me gustaría desaparecer, pero sólo para volverme invisible y sentir que los demás echan de menos mi presencia. Una vez soñé que estaba muerta y todos miraban mi cara en el ataúd. Estaba contenta. No sé si será normal pero fantaseo con la idea de la muerte. Claro que yo creo en la reencarnación y en el poder volverse ídolo para algunas personas. Pinochet no será nunca un ídolo para nadie. Un nazi no puede convencer a nadie de lo bueno que puede hacer. En cambio, puedo ser ídola para las sirenas. Creo que está acá la mayor explicación de mi conexión con el planeta líquido. El océano puede ser mi mente fácilmente, claro que sin olas ni tsunamis, un mar lento, calmo, transparente, tibio, casi como un líquido amniótico que te adormece el cerebro de a poco. Y que te despierta el alma, te remece las emociones y los sentidos. Una vez buceé y me encantó. Era estar en otro mundo. Siempre he querido ser una sirena. Reconozco que puede ser una vía de escape. Pero soy de agua más que carne y tripas. Agua que renace y que nutre. ¿Será que los sueños no son un reflejo más allá de lo que debo ser en esta vida?.

Odio lo onírico premonitorio. No me gusta, me hace sentir perseguida. Casi siempre me doy cuenta de los sueños premonitorios cuando ya pasaron. Debería presagiarlos antes que sucedieran, porque así la vida me sería menos difícil. A veces da miedo reconocer que los sueños premonitorios son inevitables porque cuando suceden es que cumplieron la misión de aparecer en nuestro ser consciente. He presagiado muertes, aunque peor que eso, puedo sentir su olor. Y eso sí que es terrible. Una persona viva puede expeler olor a muerte sin darse cuenta. Lo peor es cuando de verdad ya no están. También ví cómo mataron a mi tío Ignacio. Fue terrible. ¿Será porque la tortura tiene sabor a varas de metal oxidado rozándose una con otra? Aún así, termino a la orilla del mar. Y es el escape.

Srta.Astronauta en el planeta del Sr.Ron

Estoy con la caña. No me pidan explicaciones. Me acosté a las 9:30 a.m...lo hemos pasado muy bien. Con mi amiga hemos pelado mucho a los hombres...pero nos reímos demasiado. La mamá de mi amiga estaba de cumpleaños y se curó. Tomó poco pero no comía nada. Se cayó en el baño y no se acuerda de lo que hizo y nosotras tomando hasta que el sol salió y la temperatura comenzó a subir (lo que se dice subir en un día otoñal). Tengo sueño, estoy en mi casa pero he dormido cuatro horas en más de un día. Necesito dormir bien. Tal vez hoy me acueste temprano. El problema es que tengo cabeza de TV. Creo que el ron es lo mejor que hay para entibiar las noches, aunque un Alto del Carmen no es malo. No sé en realidad, a veces a las 4 de la mañana da lo mismo lo que se toma. Eso sí, tengo claro que no soy abstemia. Quería ver al hermano de mi amiga, pero llegó tarde y fue directo a acostarse. No recuerdo que me haya saludado. Era tan chica la cama de mi amiga, que dormí muy bien, pero mis pies nunca se entibiaron.

Cambio y fuera por hoy