31.5.07

La canción del momento

Varios saben que hace un tiempo cierta persona me decía así por lo que me autoproclamé. Morenita es mi marca registrada. Esta canción devela ciertas cosas mías. ¡Mi canción del momento! (Cierta actitud que, de paso, puede ser cierta, aunque no con cualquiera, sino con quien me rompa las hormonas, con alguien con sentido, que me atrape)


Morena Mía (Miguel Bosé)
Morena mía
Voy a contarte hasta diez
Uno es el sol que te alumbra
Dos tus piernas que mandan
Somos tres en tu cama, tres
Morena mía
El cuarto viene después
Cinco tus continentes
Seis mis medias farreas de mis medios calientes
Sigo contando ahorita
Bien, bien, bien, bien
Morena mía
Siete son los pecados cometidos
Suman ocho conmigo
Nueve los que te cobro
Mas de diez es sentido
Y por mi parte sobra darte lo que me das
Dámelo bien
Un poco aquí, un poco a quién
Cuando tu boca me toca
Me pone y me provoca
Me muerde y me destroza
Toda siempre es poca
Y muévete bien, que nadie como tu sabe hacer café
Morena agarra, ay me mata
Me mata y me remata
Y vamos al infierno
Porque no sea eterno, suavemente
Que nadie como tu me sabe hacer café
Pero cuando tu boca, me toca
Me pone y me provoca
Me muerde y me destroza toda siempre es poca
Y muévete bien, bien, bien
Que nadie como tu me sabe hacer, uh, café
Bien, bien, bien, bien
Bien, bien, bien, bien
Morena mía
-Si esto no es felicidad
-Que baje dios y lo vea
-Y aunque no se lo crea
-Esto es gloria
Y por mi parte pongo el arte
-lo que me das
-damelo
-cuidalo bien
un poco asi, un poco a quien.


30.5.07

Botar la basura

Es fome tomar sopa. Levantar la cuchara con el brazo y llevarse el líquido caliente a la boca sin que se caiga. Odio las sopas. Hasta las sopas para uno que te quitan el frío. Botaría todas las sopas a la basura. Odio los líquidos que queman la lengua. Hasta el café me gusta tibio.
Hoy estuve limpiando mi auto que está asqueroso. Horrible. Con olor a cigarro trasnochado. Y a encierro. Y a humedad sin ventilar. Ahí está, con sus ventanas abiertas, al menos sin cachureos y con el aroma a Glade Ultra I Love you (rico perfume ambiental). He sacado la basura de ahí. He botado ropa que no uso. He ordenado mi armario y mi baño todavía está limpio. Me carga hacer aseo pero tampoco me agrada vivir en la inmundicia. Me cansa asear lo que me pertenece cosa que no debiera ser así.
Me baño todos los días y mientras el chorro de la ducha cae me masajeo el cuerpo con un guante de crin de caballo en abundante jabón. Me lo enjuago y me paso la mano por la piel de mis muslos, mis caderas, mi guata infame y mis brazos para sacar lo que queda. También me limpio la cara bajo la ducha y, si tengo tiempo, me la exfolio. Todos productos Oriflame comprados por catálogo a una de las secres del centro médico en el que trabajo. Después me echo crema Lubriderm hidratante reafirmante por todo el cuerpo (la de la tapa amarilla por si acaso, tiene base de avena). Pongo énfasis en mis piernas. Y en la cara la crema Rejuvenesse de Pond's. Siempre se me olvida echarme el tónico.
¿Sabías que si no te exfolias la piel en dos días el agua ya sale gris? Así de feo es. Me lavo el pelo día por medio con el shampoo Rehab de Lush y el bálsamo Retread de la misma marca. Son exquisitos. El shampoo tiene olor a papaya y el bálsamo a yogurth. Son productos no testeados en animales. Son británicos y caros, pero duran. Y han devuelto a mi pelo la belleza de un brilo insuperable, antes de la majamama de todos colores que tenía el año pasado. A veces me echo crema para peinar pero por lo general no me gusta porque me deja el pelo pegoteado. Me pasa con todas las cremas para peinar. Parecen laca de esas de luca que se usaban en el tiempo de la chasquilla años 80. Todavía no me limpio la cara en la noche, por lo general me voy directo a la cama.
Me lavo los dientes con pasta Colgate Total. En la mañana y en la noche. Antes me enjuago la boca sólo con agua. Después me hago enjuague de dos minutos con Listerine sabor menta fresh. Menos mal que no los tengo amarillos pese a la cantidad de cigarros que fumo. O la cantidad de nicotina que ingiero. O la cagada que tengo en los pulmones. O de como me río de Don Miguel porque simplemente lo detesto. Al menos fumo Ultra Light. Veneno Ultra Light.
Quiero teñirme el pelo pero por otro lado no. Me gustaría ser colorina de nuevo, como cuando estaba en la Uniacc, pero no sé. También quiero depilarme con cera porque la Satinelle no me funciona. Incluso creo que estoy más peluda. A veces uso la Veet en caso de emergencia. Pese al dolor, extraño la suavidad que te deja la cera después de sacar el vello. Te deja suavecita. Súper.
Casi nunca me pinto. Cuando lo hago uso sombra, rímel transparente y lápiz labial por lo general oscuro o bien rojo o sino un brillo que te dé volumen.Me cargan las bases porque me dan alergia. Igual abusé del Angel Face cuando estaba en el colegio. Delineador no me echo porque me queda chueca la línea, sólo a veces me pongo pero tiene que ser delineador negro de punta gruesa. Hay gente que se echa base dorada para decir que fue a la playa o a la nieve. Y se le ve el borde debajo del cuello blanco. ¡Patético!
Eso sí, me encantaría que los calzones y toda la ropa interior fuera desechable. Bonita, pero desechable. Odio lavar ropa en la lavadora. O que fuera autolimpiante, no sé, que se aseara sola mientras uno duerme. La ley del mínimo esfuerzo.
Y entre tanto limpia y asea estoy depurando mi corazón que todavía es un camarón tempura pero tiene ciertas dudas. Cosas que desea aclarar. Y esperanzas. Muchas esperanzas de que se lo coman despacito, como si estuviera untado por salsa de soya. Y de paso, aviso que soy la Srta. Bravíssimo, apodo de mi amiga Caro...¿alguien quiere probar alguno de mis pasteles?

29.5.07

Máscaras

Y ahí estaban los cuerpos mudos, los cuerpos dormidos
Sin caras para despertar, con sólo los músculos latentes
Las sombras los hacían despertar calladamente, entre silencios
Como mudos testigos de un fondo sin historia
Y era el alma de ellos, adormecida, la que contaba todo
Sin ojos, sin sonrisas, sólo con cuerpos desplazándose en círculos
Cuerpos desnudos, cubiertos los rostros de caretas
Algunos insomnes, otros despiertos, los menos casi acurrucados
Y velas, velas alrededor de las manos con los dedos consumidos de esperma
Velas blancas, velas rojas derretidas
Y las manos alrededor de los cuerpos, sin querer mover las caras silentes
Tocaban curvas, sentían simientes alrededor de la piel
Curvas moradas, curvas aleteadas
Simientes verdes, simientes con sabor a papel
Poros heridos, vanos, contentos, enternecidos
La piel, sólo el cuerpo
Nada de expresión facial intermitente
Simplemente eran los cuerpos, cubiertos con sus máscaras
Todos así, hasta que las velas dejaron de arder y sólo cupo despertar
Y los rostros estaban vacíos.
Los ojos idos, los labios resquebrajados.
La piel seca.
El cuerpo caído en el espacio inferior.








28.5.07

Pequeño vuelo


No está roto, está ido por el aire en mil pedazos. Entero, pero repartido por el universo. Un universo pequeño y transparente...esta película me encanta..."Nuestros años felices" (The way we were) con Barbra Streissand y Robert Redford. So Hubble...So Sex & The City. Si la pillan en el cable, ¡ véanla!





La lluvia sobre mí


Que me moje, que me empape, que me penetre, que me humedezca el alma y los sentidos, que me haga ser y fluir como una gota más de las miles que mojarán la tierra. Que me haga mujer, que me haga sentir más mujer de lo que soy. Necesito que caiga el agua sobre la tierra, que los pastos sean verdes, que la sangre sea roja, que el aire de tan invisible que es sople mis pulmones con fuerza, necesito tener miles de pájaros sobrevolando mi cabeza, como pequeños brotes emplumados que abrirán mi conciencia, necesito aire, necesito vida. Yo quiero que el aire respire y se vuelva verde, que el gris se espante, que corra anodadado lejos de la gran ciudad. Yo quiero vibrar con el aire, quiero hacerlo energía. Quiero correr a pies descalzos sobre el barro y ensuciarme, caer y volver a pararme, que nadie me frene, que todos quieran escuchar mi euforia por la humedad derramada.
Quiero vida, quiero peces sobre mi cuerpo, quiero un vestido de escamas plateadas, con la espalda al viento y la cintura marcada por la fuerza del aire, quiero flores de loto, abiertas y entregadas a lo líquido. Quiero mi alma de agua, vuelta sirena por el peso de lo inconmesurable. Nadar con ballenas y orcas, entre miles de acuarios de colores, transformada en una ninfa líquida, sólo adornada por la inmensidad de las olas que retumban en el fondo de la arena para llevarme hacia arriba, para hacerme ver el cielo y luego hacerme caer hacia la eternidad. Quiero que el aire se apiade de mí, que forme nubes grises y la vida vuelva a llover, que llueva sobre mis ojos fuerte, golpeando mi cara, mis mejillas. Quiero que el agua caiga, se derrame sobre mí. Quiero que el agua me abra la boca y me la humedezca al paso que mi lengua da por mis dientes. Quiero mis labios mojados, húmedos, olvidados del dolor de la sequedad invernal. Mi piel suave y verdadera, pintada con enormes círculos rojos de todos colores. Quiero medias de panty con dibujos exóticos para caminar mojada bajo la lluvia y que estos dibujos se marquen en mí. Quiero rojo en todas partes, quiero ropa interior roja y brillante. Quiero un lápiz labial rojo sobre mis labios y tener el pelo largo como la caída de la lluvia interminable. Quiero ser naturaleza, quiero impregnarme de verde por dentro y por fuera. Quiero raíces que nazcan de mis pies y suban sobre mi cuerpo creando una enredadera fértil y fuerte. Quiero que esas raíces se caigan en primavera y me dejen el cuerpo cubierto de flores y semillas. Quiero vida en mí, quiero que la naturaleza esté en mí.
Quiero alas de mariposa, pero nada más que eso de los insectos, necesito volar y poder ver el mar desde la cordillera. Quiero ser pantera para ver en la oscuridad, quiero ser pantera para que acaricien mi lomo sin enterrarme los cuchillos, quiero ser delfín para ser libre, quiero ser pájaro nocturno, amapola, rosas y pequeñas margaritas. Quiero vida, quiero que ahora la lluvia caiga sobre mí y me vuelva humedad.

24.5.07

Angelitos con risas de sangre



Y el sueño, que tanto alargaba los brazos en torno a mi cerebro, me hacía pensar en las víctimas silentes que caen desde el anonimato. Pequeños seres que mueren y se olvidan. Que mueren y dejan sus cuerpos como registro de la violencia más cruda que hay en la vida. Los niños asesinados. Muertos, desgarrados sin experiencia alguna por la falta de tino de quienes los crían, de quienes los tienen, de quienes les debieran dar amor más que a nadie en el mundo. Los niños tienen derecho a ser felices, no a morir por la culpa de terceros que tienen un tornillo (o todo el cerebro) suelto.
Aún no puedo imaginar la caída desde siete pisos de Javiera. El otro día miré hacia el suelo desde la ventana de un séptimo piso y me la imaginé con su cara de terror, con los bracitos aleteando y queriendo volar para no llegar al suelo jamás. Y llegó, pero nadie fue capaz de salvarla. Ni su propia madre. Ni los vecinos, ni los bomberos hubieran alcanzado. Murió. Su alma debe penar en ese edificio, queriendo volver a la ventana desde donde la lanzaron sana y salva. Siete pisos. Un horror como ese no tiene nombre. No tiene explicación alguna.
El padre, que en este momento no recuerdo el nombre, tenía una cara extraña, deforme por la sicopatía que tenía en su mente, me provocó cosas extrañas, las sensaciones que provocan las de ver un asesino. Aunque diría que sin saber lo que sé, algo raro denostaban sus ojos, la forma de su cara, la manera en que hablaba, en que todos tenían la culpa menos él, que tenía las manos manchadas con sangre.
Y luego, no ha pasado ni un mes, y dos padres matan a su hijo de tres años con las golpizas que le provocaban.Muerto a golpes. Supe que una vez el padre lo quemó con una plancha encima de una herida para que no se notara. Maldito bastardo. No tengan hijos si no los van a poder criar como la gente. Si no van a tener paciencia, si no los van a querer, si no van a poder darle una calidad de vida digna. Y me da rabia, porque ellos no se pueden defender. No pueden hablar frente a estos adultos que me imagino los ven como sombras enormes de color negro que se suben sobre sus narices. Y les tienen miedo. Los niños se dan cuenta de todo, pero cuando es algo terrible que va contra ellos no pueden hacer nada. NADA. Y los vecinos, se quedan callados. Sólo hablan cuando llegan las cámaras de televisión. Y la radio. Y la prensa. ¿Y qué pasa con el silencio de los niños? El silencio. Nadie habla, nadie dice nada. O se dice, pero se olvida. Y vuelven a suceder miles de cosas en la que los niños y niñas son ignorados. Y nadie dice nada. Y todos se ponen una venda en los ojos.
Los niños son los adultos de mañana (aunque suene cursi y ultrarepetido) pero yo quiero una sociedad bien, con personas normales, sin traumas, sin trancas, sin tristeza. Sin angelitos con el cuerpo manchado de sangre, de heridas, de quemaduras graves. De gritos en pena debajo de las sábanas con inocentes dibujos. A veces prefiero que estén muertos, enterrados en sus pequeñas tumbas adornadas de terciopelo, en un descanso eterno que es más aceptable que una pobre vida llena de abusos.
Yo también fui niña y tuve una vida enormemente feliz. Casi en una burbuja.
Por ellos y por todos los niños asesinados escribo estas letras. Presa en una jaula de impotencia, con gruesos barrotes de fierro que son imposibles de romper.
¿Dónde está Dios?
Quisiera ser atea.
Esta es una de esas razones.

22.5.07

Sopa de Miso

Ingredientes para 4 personas:
1/2 paquete de tofu,
1 cucharada de wakame seco,
1 trozo de puerro (4 cm),
4 vasos de dashi,
2 cucharadas de miso blanco.

Método:

1. Se deja el wakame en remojo en abundante agua durante unos 5 minutos y cuando está blando se escurre bien.

2. Cortar el tofu en dados de 1 cm. Y el puerro a rodajas muy finitas.

3. Calentar el dashi previamente preparado en una cacerola.

4. Al comenzar a hervir el caldo se agrega el miso y se disuelve bien. Luego se añade el tofu y el wakame.

Al servir la sopa en los cuencos se coloca encima de cada uno un poco de puerro.

PD: Se supone que en tiendas especializadas (o incluso en el Jumbo) están todas estas cosas. También están en algunas tiendas de comida asiática de Patronato.

Así será

El frío me recuerda:
a) Faltan
16 semanas para la primavera
b) Me carga
abrigarme como oso polar
c) Debería
hibernar como oso polar para despertar flaca
d)
Odio la lana
e) Cuando chica no me gustaba que me abrigaran con un pasamontañas y encima un gorro con bufanda de color azul con blanco (
alaracas las madres)
f) Me gustan los
petos porque cuando chica tuve uno de color rojo que alguien me tejió
g) Tengo que aprender a hacer
sopa de miso para agregar estructura a mi vida (poder de síntesis!!!!)
h)
Tengo el corazón de sushi (no hecho sushi, sino circular y apretadito, que es distinto)
i) El amor es como un
camarón tempura, es decir, crujiente y calentito.
j) Quiero
helado de limón para antes de almuerzo, yogurth americano de mora para el postre y helado de cookies & cream para los días de lluvia (comerlo en cama...a falta de lluvia...ya estamos en las finish de mayo y nada de nada)
k) Se me echó a perder el Scaldasonno (el reparador
brilla por su ausencia)
l) Míster Big sigue con compromisos ineludibles (la razón del
Scaldasonno fallado)
m) ¿Dónde está
Míster Perfect?
n) Necesito
calor para el invierno
o) Me acordé de los
yogures Soprole antiguos, esos que se reventaban siempre: los de vainilla eran amarillos con café, los de durazno naranjo con verde, los de frutilla rosados con rojo y los de piña verde con amarillo.
p) Electricidad, de Lucerito
(?????)
q) Las
loncheras de metal con el termo adentro y los bolsones gigantes, de color rojo con azul o viceversa marca Saxoline. Ah! y que me cargaban los montgomery...¿por qué se llamaban así?
r)
Sushi, sashimi, niguiri, miso, sake, wasabi (en Japón hay chicles de wasabi y loncheras para los sushi)


21.5.07

Síndrome Lolita

Así están las cosas en mi vida. Y tú no haces más que provocarme y no te das cuenta que lo haces. Tus ojos hablan más que tu boca. Al menos conmigo. Insisto en ignorarte, pero no puedo. Trato de no verte, pero es imposible. Y me encanta decirte lo que no diré más en términos silenciosos, casi inexistentes, casi desaparecidos e invisibles. Y lo sabes, sé que lo sabes.
Hay cosas que no he hecho y que me nacen de la nada. De mi perversión de mujer que juega a la inocente para después hacer la indiferencia evidente. Es que tú también eres indiferente, entonces al final esto es un juego de tira y afloja que me encanta. Y a tí también porque nadie más se da cuenta, nadie sabe de esto. Nadie.
No hay que olvidar esa razón que para mí hace que este juego te coloque en la cuerda floja. Y te haga dudar. Y yo tranquila, porque en ningún momento dudo de lo que siento, de lo que me pasa contigo, de lo que haces que me pase contigo, de eso. Y en completo silencio. No digas que me paso rollos, sabes que no son rollos. Es el síndrome Lolita. Amo a Nabokov en este preciso momento. Y usted sabe porqué. Porque eres mi Humbert Humbert. Y sentirme niña al lado tuyo no me pasa con otro.
No me he fijado en la forma de tus labios, pero si pudiera, iría donde te encuentras, con los labios pintados de rojo y el pelo liso. Con una cara feliz y una mueca entre perversión e inocencia. Entre pureza y deseo. Lo miraría fijamente y me mojaría los labios con la punta de mi lengua, haciendo que éstos se pusieran brillantes y húmedos. Lo seguiría mirando fijo. No movería su cara de la suya. Y usted se pondría nervioso, quizás trataría de huir, pero no podría. Es un vicio excitante. No hay para qué hacer la prueba. Me basta con probar la espuma con la punta de mi dedo. Y llevármela a la boca. Y hacerme la tonta porque así el juego se vuelve más divertido. Y nadie dice nada, por lo que nadie me ha prohibido que lo haga.
No te preocupes, no te voy a decir nada. Es sólo un juego hasta que usted me diga lo contrario.

17.5.07

Búsqueda

Ando buscando una frase que ejemplifique la traición. Una frase o una oración. Un grupo de palabras, sólo cuatro o cinco, a lo más seis, pero no encuentro nada. ¿Cómo va a ser posible que nadie haya creado en la historia una frase que ejemplifique la traición? Es lo complicado de algo muy simple que tengo en la cabeza. O sea, se supone que es simple, pero siempre he sentido que lo que tengo en mi mente es bastante complejo e incluso hasta imposible de decodificar. Bueno, son mis códigos los complejos. Y yo, de pies a cabeza compleja entera.
¿Y las mujeres?, obvio que solemos ser más entrecrucijadas que los hombres, que todo pueden solucionarlo con una palabra. Es que ellos son simples, lo que dicen es lo que es. Nosotras hablamos en doble sentido, con una contextualización más profunda y con decires diferentes. Claro, alguien me dijo una vez que a los hombres hay que decirles exactamente lo que hay que decirles porque es la única manera de que entiendan. Su cerebro no acepta mensajes en códigos o mensajes en braille.
De repente sería entretenido hacerlos pensar como nosotras. Que desarticularan hasta el máximo un acontecimiento trivial, que podría haberle sucedido a cualquiera. Las féminas somos así y tenemos una cierta atracción por los misterios, por lo que se dice y no se dice, por lo que se da a entender y lo que no, por las imágenes, los con y sin sentidos. Los subtextos y las metainterpretaciones lingüísticas y de todo tipo.
Algo hay en la traición amorosa que hasta internet le tiene miedo pues no he encontrado nada más allá de hechizos para deshacer una, oraciones para prevenirte de otra, el concepto desde el punto de vista político, la racionalización de los enemigos y hasta una frase de Napoleón o no me acuerdo qué otro prócer mundial.
¿Tanto cuesta hablar del amor?
Claro que cuesta, pero nunca pensé que fuera para tanto.
Después de la traición : Te veo partir tras el vidrio de mi mirada lluviosa.
Sinónimos de traición:
Deslealtad
Perjurio
Engaño
Mentira
Rotura del corazón
Extremaunción del amor
Falta de coraje
Caras vueltas hacia atrás
(Días simbólicos, detrás de cada imagen veo miles de historias)

15.5.07

El lado oscuro de mí

Sería un corazón desangrado.
Una boca llena de moscas.
Cadenas en los pies.
Cadenas frías y pesadas de metal.
Un día lluvioso debajo de una cueva.
Un cuchillo con sangre.
Un atardecer en la cordillera.
Un cadáver.
Un esqueleto en la puerta.
Una máscara china. Miles de perros muertos. Un cerebro abierto con un cuchillo carnicero. Un camino cortado. Un puente abandonado. Un cementerio con muertos desconocidos. Labios partidos. Vino añejo y una casa de campo abandonada. Peluches tuertos. Piel seca. Pelo cortado al rape y una mujer mirando la pared sin parar mientras pulula palabras desconocidas. Una enferma siquiátrica. Una catarsis falsa. Una llamada sin contestar. Ojos sin órbitas. Lenguas cortadas con hojas de afeitar. Y la sangre en una cama blanca.

11.5.07

Bruma

La tenue neblina bajaba de los cerros oculta entre una masa húmeda y casi invisible, que me envolvió en su humedad, me trasladó al golpe duro del corazón y me elevó en cierto movimiento inconsecuente que me hizo ver la sangre, llorando desde el suelo por el gemido de los muertos, gimiendo por las lágrimas de los invisibles, observando cada huella perdida en pequeñas historias que han borrado caminos a lo largo del tiempo. Del inútil tiempo, del fallido tiempo, del tiempo escapado del reloj y los secunderos y minuteros.
La bruma es el peso congelado del alma, el vacío del pobre, la luz que los no ciegos podrán ignorar pese a la boca abierta que absorbe la humedad que baja del cielo. La humedad que congela el cerebro, desciende las neuronas y permite que ciertos animales se queden bajo la llovizna como si en vez de agua, un líquido rojizo bajara de ellas e inundara todo en una piscina de miseria y frustración.
Pero sale el sol. Cada cierto tiempo sale.
Y las sombras de los recuerdos se ciernen sobre la bruma para tomar forma en pequeños fantasmas acaramelados, que luchan por alcanzar las estrellas con sus manos rotas, deformadas, pero aún así profundamente felices, avasalladoras, derramantes de ideas sulfurosas y cocidas en agua hervida. Cocinadas en agua hervida. Metidas en un enorme hoyo negro que tiene una luz al final. La luz que todos quieren.
El frío congela el cerebro, mas no la carne. Al contrario.
No hay zombies en el refrigerador. Sólo están tus pies, que abrigo bajo mi frazada todas las noches para recordarme que sigues ahí. En la sombra, pero aún sigues. Y tus huellas, están marcadas, henchidas de placer por las mías. Como lamía tus dedos en el sortilegio de la soledad. En esa ignorancia de la que todos arrancan. Los cerebros en silencio. No pensar.
Caminemos en la bruma. Da tranquilidad.
Si nos perdemos, la inconsciencia nos devolverá a los sueños.




7.5.07

Today only Morrison on my head



"Unicamente somos libres cuando aquello que nos satisface se deshace,entonces,buscamos algo y cuando lo encontramos se repite el proceso.Así hasta ser libres totalmente".


"La muerte nos convierte a todos en ángeles"


Riders On The Storm
Riders on the storm,
Riders on the storm,

into this house we're born,
into this world we're thrown
like a dog without a bone,
an actor out alone,

riders on the strom

There's a killer on the road
His brain is squirming like a toad
Take a long holiday
Let your children play
If you give this man a ride
Sweet family will die
Killer on the road

Girl
you gotta love your man
Girl
you gotta love your man
Take him by the hand
Make him understand
The world on you depends
Or life will never end
Gotta love your man



Extasis

Tengo los labios partidos. Muy adoloridos. El frío de la mañana me hace mal. Aunque no debiera quejarme el frío baja mis revoluciones en un ochenta por ciento. Igual sobrevivo, me levanto y hago mi vida. En todo caso, estoy feliz. Ha vuelto el teatro después de un tiempo de espera que se alargó un poco y que me tenía con S.A.T (leer artículo con este nombre). Crear te aumenta la temperatura y los pisco sours también. Sobre todo los pisco sours en la noche, después de una atareada jornada. Lo siento, es un éxtasis superior a mis fuerzas. Un compromiso conmigo y con el resto que no soy capaz de eludir y aunque tuviera miles de cosas más que hacer igual me comprometería hasta el alma. Actuación es alma. Tan simple como eso.
Y ha comenzado un nuevo camino que creo estará lleno de sorpresas. ¡Me encantan las sorpresas! Y también la necesidad de una resurrección inspiradora a través de causas y consecuencias. De ciertos destinos que se cruzan por un objetivo común. Como prueba, si tuviera que hacer otra cosa un día equis a pesar de haberme acostado el mismo sábado a las 7 am, lo habría postergado o habría inventado cualquier excusa. Pero no, dormí un poco, estaba ansiosa por despertar y cuando todo comenzó me volvió el alma al cuerpo. Definitivamente es algo que forma parte de mi vida. Que es parte de mi vida.
Pero no es una cuestión de experiencia religiosa, de ciertos catolicismos individuales. No. es simplemente una necesidad de experimentar el clímax de la creación y los sentimientos. Una vía de escape al cielo. Cierta sensación parecida al orgasmo (parecida, porque nada se compara con eso, aunque dicen que los futbolistas cuando meten un gol experimentan algo similar). Tiene que ver con la cuestión de piel. Y miles de otros factores que serían largos y complejos de explicar (creo que podrían dar para un libro). Y bueno, para unos cuantos baúles cerrados con llave, en el subterráneo de una casa o en un rincón al que sólo se acude para rescatar algo que ha estado escondido mucho tiempo. Unas cuantas faldas largas acompañadas de libros viejos y bototos de milico. Un par de bolsos enormes y ciertos CD que no pueden faltar. O música electrónica acompañada de fuegos artificiales. Como una droga de la felicidad. Algo así.
Y eso que se ve, de repente escondido en muebles antiguos llenos de papeles amarillos y fantasmas de color azul, eso que está y que a veces no se percibe sigue latente como siempre. Como cuando uno iba en el colegio, le gustaba alguien, se iba de vacaciones y se olvidaba, pero que cuando volvías, sabías que al pasar la reja y saludar al inspector de turno, los dolores de guata iban a volver, porque la sensación volvía a ser la misma al cruzarte con cierto ser. O memorias versus personas.
Sensaciones.
Una calle, ciertos personajes.
Un lugar, ciertos motivos.
Un pequeño secreto.
Una almohada confesora.
No digo más. 





3.5.07

O sea, tú, qué decir...todo eso

Que no sé si es amor, pero es algo así. No pain no gain.
Que es patético, con maripositas en la guata y todo eso. Flowers fantasies
Que hay bromas y una propuesta que no. No, o sea, para fantasear sí, pero NO. NO.
Que el tiempo pasa en vano. Menos para el resto.
Que la lujuria tiene un tiempo, horas, minutos y segundos que la razón no conoce. Yo no.
Que tú tienes un tiempo en mí que no conoces o no te das cuenta. O sea...
Que nada nos puede separar a estas alturas de la vida. NADA.
Que la estupidez existe y las coincidencias también. Sin comentarios.
Que el mundo gira cuando te veo y no es chiste. Se mueve a mil revoluciones.
Que soy ciega cuando estás ahí. En la oscuridad absoluta.
Que soy sorda cuando estás ahí. Totalmente.
Que soy muda. Algo hablo, pero no es lo que tengo en mente.
Que soy ridícula al punto de encremarme y echarme perfume en la calle, delante de la gente.
Que sé lo que te mueve en mí. Y lo que te remece hasta el tuétano también.
Que los ojos no mienten y las caderas tampoco.
Que tú eres el sol y yo la luna. O quizás los dos cada mitad de la luna llena.
Que no eres mi media naranja. Eres una fruta comestible.
Que eres alguien peculiar. Se entiende.
Que no tienes tapujos para reírte en voz alta.
Que no te gusta que la gente nos mire porque es verdad.
Que quizás lo que tienes que decir no lo dijiste.
Que tus labios son tan perversos como una gota de hiel.
Que me ves como te veo. Así de simple.
Que cierta parte de tí es mía y viceversa.
Que la noche se pasa mejor con una ventana abierta.
Que nos extrañamos.
Que quizás sea pecado pero no.
Que me imaginas desnuda donde sea.
Que hay ciertas partes que es mejor no tocar.
Que hay ciertos temas que no se hablan.
Que los poetas se volverían locos pensando en lo que podrían decir de nos.
(El deseo viene de la oxitocina y de las feromonas...nadie dijo que la química era un pecado maldito)



2.5.07

Quiero estar perdida en Tokio


Pasada la medianoche.
Un día sábado.
Nada que hacer.
Lost in Translation.
Me agarra la película, ya va en la mitad.
Bella la Scarlet Johanson y entrañable Bill Murray.
Amo esta película.
La vería mil veces.
Los que no la han visto aprovechen de arrendarla o pillarla en el cable.
Me gustaría perderme en Tokio, ser la protagonista y descubrir que mi vida tiene otro sentido más allá de la rutina. Con un novio fotógrafo que me ignora. Me quiere, pero me ignora.
Una escena memorable: la Scarlet y el Bill están en una cama. Parece que los dos duermen. Hay un plano desde arriba que los muestra acostados. De pronto, uno de los dos acaricia el pie del otro. Y se quedan así. Nada más que dos pies tocándose. Un amor tan puro como imposible. Dos perdidos que se encuentran en un lugar nada que ver con sus vidas.
No se la pierdan. Tiene la misma nota álgida de Las Vírgenes Suicidas, de la misma directora, Soffia Coppola.
Como amo el cine.
Se puede volar gratis.







¿Estertores?


Hace unas semanas fui a ver una obra de teatro en el Barrio Lastarria. Típico día domingo, en la noche, a las 20 horas. En Lastarria 90, el teatro de Luciano Cruz-Coke. “El saltamontes que me fascina” como dice mi madre. Tres actores, tres personajes. La obra se llamaba Estertores. Me tincó por el nombre. Una palabra rara que significa huellas, recuerdos, entre otras cosas más. Debía ser una obra compleja, profunda, de esas que te dejan pensando, según yo.
Nada de eso. No. Nada. No me entró ni me salió por ninguna parte. Simplemente se fue.Algo sin pena ni gloria y debería haberme gastado la plata en otra cosa. El otro problema es que como sé de teatro, al ver obras como que empiezo a analizar la luz, la puesta en escena, la actuación, el movimiento, los detalles, las emociones.Se supone que uno va a disfrutar, o a recibir mensajes, lo que sea, pero la cosa es que nada de eso me gustó.
Más encima la obra comenzaba con la proyección de las primeras imágenes de la película Disney Blancanieves y luego aparecía el Príncipe Azul en la realidad de la obra para luego ver a una siquiatra que analiza la problemática del amor de pareja. Y una relación lésbica que nunca se mostró o ni siquiera se insinuó de la manera correcta entre una mujer y la supuesta siquiatra. Y el Príncipe que era mostrado como un tipo incapaz de asumir sus sentimientos (típico de varios XY) pero que igual dejaba a la mina y ella se volvía loca por ser incapaz de superar esta pérdida.Y se mataba al final y ni la siquiatra la pudo salvar. ¿Tan maligno y enfermizo es el amor o las consecuencias de un despecho? Antes la mina tuvo que haber tenido algún problema mental no detectado. Porque no era la historia de Romeo y Julieta.
Habían frases profundas y conmovedoras que fueron dichas de manera light. Habían frases que podrían haber remecido el corazón del espectador que fueron sacadas de contexto. No sé, definitivamente no, aunque la idea era buena, pero todo depende del darle forma.
Pienso que nunca se debe olvidar que al momento de hacer teatro hay alguien que nos va a ver, que va a recibir el mensaje, que nos va a escuchar y espera ver algo que les refresque la mente y los sentidos. El teatro no es pasajero y creo que, aunque hubiera comedia, debiera tratarse siempre pensando más allá de la cuarta pared. Los actores somos parte de un mundo paralelo, pero también somos la realidad misma de quienes nos observan. Ni muy acá, ni muy allá. Ni siquiera siendo personaje.
Creo que de todas maneras está bien eso de ver nuevas tendencias y abrirse a contenidos nuevos y compañías experimentales. No todo lo que uno ve tiene que ser de calidad, pero debiera ser así. Al menos como un mandamiento para todos los que hacen teatro.








Mi equilibrio espiritual

Dios no es una iglesia. Dios no es una estampita. Tampoco rituales realizados por curas a los que no les creo nada. Dios es uno mismo. Dios está dentro de uno. Cada uno de nosotros tiene un equilibrio espiritual que se puede resolver por la conciencia. Por la apertura de mente y del alma. Dios toma forma en nosotros y nos permite lograr lo que queramos, siempre y cuando no dañe a los demás. Dios es una luz, una eterna luz que nos ilumina el cuerpo y el cerebro. Dios eres tú y todos los demás. Dios nos da las alternativas para ser felices. Todo lo que creamos puede tomar forma directa si creemos en Dios. Y hay que tener fe. Y no quejarse. Y seguir adelante porque todo se puede cumplir si queremos hacerlo.
Me crié en colegio católico. No Opus Dei, pero sí católico. Odiaba al rector y ahora ya no, pero su presencia me era desagradable. Soy bautizada e hice la primera comunión. No quise confirmarme. Con la fe que tengo me basta y me sobra. No me gustan las iglesias. Tampoco las capillas. No me gusta esa imagen del Cristo sufriente en la cruz. Tampoco los estaciones del Vía Crucis y la Semana Santa. Prefiero a mi Dios, ese que está dentro de mí, que me ilumina y me protege. Es el Dios de la energía divina.Es el Dios que hace el bien. El Dios que no muchos han descubierto todavía.
Creo en el poder superior de El y en los ángeles. Creo en la vida buena y en las almas buenas también. Creo en el I-Ching, en la adivinación del futuro y en los sueños. Sobre todo en los sueños, porque te dicen más de lo que quieres saber aunque la clave está en descifrar los códigos. Me gustaría ser experta en adivinación de sueños, aún así, cuando despierto y me acuerdo de alguno trato de ver qué significa. Para cada uno es distinto.
Y ahora siento que Dios está conmigo. Dentro de mí. Me ha costado tan poco escribir esto.



S.A.T


Estoy con síndrome. Síndrome de abstinencia. Síndrome de abstinencia teatral. Me siento enferma, porque sé que no lo estoy. Me siento rara. Tengo la mitad de mi cerebro paralizado. Tengo sed. Fumo más. Tengo en pausa la creatividad que pulula en mi mente. Está. No se ha ido. No es ausente, pero no sale. No tiene vía de escape.
Soñé con mi profesor el otro día. Armaba fotografías en un escenario a contraluz. Y salían miles de imágenes de mi cabeza, que formaban este sueño confuso y a la vez agradable. Me veía en contraluz, con otro compañero, pintándome los labios mientras él se afeitaba. Y mi profesor seguía dando órdenes. Seguía ordenando todo mientras los movimientos fluían. Eso es lo que necesito. Me hace falta actuar para despertar esa parte de mi cuerpo que se duerme y que necesita ser removida, remecida cada cierto tiempo. Necesito expulsar mis demonios, liberarlos, que se adueñen de un personaje y que éste tome vida.
Necesito calmar esa sed. Necesito ser adicta al teatro. Necesito perder esta etapa de abstinencia. Necesito retomar el ritmo de crear un personaje, darle vida y que a la vez muera. Necesito revivir. Necesito que esta pausa se quiebre. Necesito moverne en un espacio, demostrar emociones, en definitiva, vivir.
No puedo estar sin pensar que quizás un escenario es la forma más inaudita para desarmar a una persona cualquiera. En el escenario estás desnudo, te sientes desnudo, te abres a tu público y te entregas a él. La cuarta pared a veces te separa, otras te une y la mayoría de las veces es un límite frágil entre la realidad y la fantasía. Mi vida tiene muchas facetas, pero una de ellas es el teatro. Así como escribo, mi voz a veces tiene que gritar, desahogarse, reírse, llorar, imaginar. Mi cuerpo también. Mi cuerpo baila, se mueve, se delimita a sí mismo en un hacer y deshacer de emociones. Mi cuerpo es agua dentro de un vaso. Mi cuerpo es una taza de café que necesita ser tomada para luego darle forma y así encuentre su lugar en el espacio. Mi cuerpo es energía. El teatro es energía. El teatro es un fenómeno inexplicable que se adueña de mi mente. Cuando uno sueña, es actor de sus propias fantasías. Cuando uno muere en un sueño, en realidad lo que sucede es que ese personaje que estaba escondido en ti sale a la luz y se manifiesta por el inconsciente.
No estoy loca. Estoy consciente. Hay cierta cordura que en ciertos momentos se escapa de mí, pero eso no quiere decir que he perdido la conciencia. Estoy viva. Más viva que nadie. No creo que esta parte en mí muera. Amo el sacrificio del teatro, amo su creatividad, amo a la gente que lo hace y que vive de ello. Amo a los escenarios y amo la humildad que se necesita para dar lo mejor de uno sobre él. El escenario es sangre. El escenario es un pelícano que te absorbe la sangre para sobrevivir. El escenario es la mente de Calígula. El escenario es una mano que te desgarra el cerebro y que al mismo tiempo te lo deja latente para que vuelvas a crecer, a nacer, a desangrarte y seguir vivo. Con un mundo que se mueve. Un mundo en el que tú te mueves también. Un mundo necesario.
Y sigo con abstinencia, aunque debería acabarse pronto. Señor profesor apiádese de mí. Deme el camino que necesito hacia la luz. Nunca tanto. Pero necesito despertar. Sé que tengo mucho que entregar y estoy dispuesta a seguir ese camino. Sacrificio, sangre, sudor y lágrimas. Entrega, por sobre todo entrega. Si no nos entregáramos en el escenario nada del esfuerzo hecho valdría la pena.