20.2.09

Travesía del no presente (odio conjugar verbos)

Yo estoy en el pozo
Tú estás fuera del pozo
Él está mirando lejos del pozo
Nosotros estamos encadenados al pozo
Vosotros estais indiferentes al pozo
Ellos están fuera del pozo

Yo estaba fuera del pozo
Tú estabas dentro del pozo
Él estaba dentro también
Nosotros estábamos afuera del pozo riéndonos de la gente dentro del pozo
Vosotros estabais llorando
Ellos estaban gimiendo

Yo estuve afuera del pozo
Tú estuviste afuera del pozo
Él estuvo en ninguna parte del pozo
Nosotros estuvimos adentro del pozo
Vosotros estuvisteis en el límite del pozo
Ellos estuvieron en el pozo mismo

Yo estaría adentro del pozo
Tú estarías adentro del pozo
Él estaría afuera del pozo (obvio)
Nosotros estaríamos adentro del pozo
Vosotros estaríais afuera del pozo (obvio)
Ellos estarían...eso da lo mismo

Yo estaré dentro del pozo
Tú estarás dentro del pozo
Él estará dentro del pozo
Nosotros estaremos dentro del pozo
Vosotros estareis afuera del pozo
Ellos estarán alejados del pozo

El sombrero verde

Puedo sacar todo de mi enorme sombrero verde, que es hermoso, gigante, me llega hasta abajo de los ojos y puede hacerse invisible cuando no quiero que nadie lo vea. De mi sombrero verde he sacado las siguientes cosas:
a) Un amanecer de color amarillo porque el sol no debería esconderse nunca algunos días.
b) Calzones hechos con algas transparentes, por lo tanto son calzones invisibles.
c) Un cepillo de dientes con cerdas de delfìn.
d) Una barata que parece mono animado.
e) Un beso sabor a pan con mantequilla.
f) Un elefante que duerme en mi cama, que es una piscina de vidrio.
g) Un desodorante que tiene olor a axila con jabón.
h) Un pantalón que es del tamaño justo de mi cuerpo, que es de silicona y cambia de color cuando quiero.
i) Unas hawaianas voladoras.
j) 300 pares de zapatos que son invisibles.
k) Una cartera que sirve para guardar los insultos.
l) Una ventana que puedo romper cuando quiera porque vuelve a reponerse sola.
m) Una manzana que me llena de pecado.
n) Un condón que habla.
o) Un olvido que nunca desaparece.
p) Un vestido rosado con escote en la espalda que se puede regular con un botón que va prendado al ombligo. Si quiero, el escote desaparece totalmente.
q) Una monja que es mi conciencia disfrazada.
r) Un cigarro con sabor a ensalada chilena.
s) Un perfume que dura todo el día de verdad.
t) Pelos de diferentes colores que salen de mi cabeza y puedo guardarlos en el sombrero.
u) Un escenario para vivir las fantasías.
v) Frutillas con crema dentro de un sandwich vegetariano.
w) La necesidad imperiosa de comer chicle con sabor a canela.
x) Un pequeño prendedor que me saca de lugares indeseados.
y) Una cerveza que se rellena automáticamente.
z) Un poco de locura, que casi nunca ocupo porque ya la tengo.

Piedras blancas, piedras negras

A veces, necesitaba estrellar botellas vacías de cerveza contra muros urbanos para poder desahogarse. También caminaba kilómetros en silencio por toda la ciudad para despejar la mente y desahogar los sentidos. Desahogar los sentidos, seguir caminando sin rumbo, solamente para poder respirar y sentir ese respiro una y otra vez dentro de su cerebro. Tenía días de piedras blancas y días de laberintos de piedras negras. En esos días era mejor dejarlo en silencio, para que las cosas no se estropearan y todo siguiera su rumbo, un rumbo de una luna escondida. Por eso, yo sabía que había que dejarlo solo, que era mejor desaparecer, dejar de existir, aunque siempre estuviera ahí, en todos lados y a la vez en ninguna parte.
Las piedras blancas eran la luz, o de repente un pedazo de ella reflejado en un vidrio invisible.
Las piedras negras eran sólo eso.
Y justo, detrás de mí, una energía invisible que me atrapaba de los pies a la cabeza. Los vidrios rotos ya caían por la pared, como una lluvia proveniente de un cielo roto.

15.2.09

Un largo viaje

Fueron sólo dos semanas, pero siento como si hubiera desaparecido del mundo real por mucho tiempo. Como haber estado en otra realidad. El mundo es un huevo partido en dos. Mi mundo es un huevo partido en dos. Y acá estoy, de vuelta, sentada frente a mi Vaio escribiendo, en un día de verano que no es como el verano de Brasil. Siento saudade. Nostalgia de días calurosos, de mosquitos, de playas enormes y llenas de olas. De playas agradables y tormentosas como yo, que estoy llena de mareas, de flujos, de ires y venires que nunca cambian. Raramente, he visto cómo la gente que no veo hace tiempo ha aparecido en mis sueños. Será que se acuerdan de mí. Supongo que es eso, que se lembram de mim. Pero, en esos días pasados decidí que no quiero estar sola, decidí que quiero seguir en el teatro con más fuerza que nunca, que me gustaría experimentar con la danza moderna y aprender a cantar. Más que nada, lo que quiero es hacer teatro, que la marea del teatro se apodere de mí y todo fluya con armonía. Sé que tengo mucho que aprender, pero también sé que tengo las ganas de trabajar y de aprender con toda el alma de mí, con toda mi pasión y mi energía. Eso es lo que quiero hacer y de algún modo ya lo he logrado, aunque me gustaría avanzar cada vez más con desafíos que me hagan jugármela por lo que más quiero. El teatro y mi buena fortuna. Todos los días pienso en eso, desde que me acuesto hasta que me levanto. Todos los días. Y no es obsesión, es que cuando uno quiere harto una cosa es obvio que la piensa porque sabe que lo va a lograr por muchas curvas que tenga el camino!!! Ahora, deseo más que nunca vivir en un lugar con playa, con sol, que el amanecer salga detrás de mí y se ponga mientras me mezco en una hamaca.
Y lo digo, por algo que es claro, que se llama evolución, avanzar, caminar, nunca retroceder. Nunca. Y ser feliz, que es un derecho legítimo de cualquier persona que pisa la tierra. De cualquiera, por eso, todos los días son un placer para mí, aunque a veces sean días extraños, con un poco de polvo en los ojos, pero que no por eso no dejan entrar la luz. Y me siento así, como si en vez de haberme bajado de un avión, me hubiera bajado de un tren, que no se demoró cinco horas, sino que tres días, que ví paisajes, amaneceres y atardeceres, luz, claridad, tierra, personas, animales, alegría, placer, oscuridad, aire y flores.