30.8.06

Rictus forzado

Heme aquí esperando la primavera. 
Con ropas de media estación entre chalecos de cuello subido. 
Y cisnes de cuellos azules que me esperan.
Con los pies helados en la mañana, aún.
Con los pies helados, incluso con un guatero.
Odiando el tránsito de mi cama a la ducha.
Me siento silenciosa, como un susurro en tu oído.
O en el oído de cualquiera.
Quisiera volar hacia un lugar lejano.
Pero a la vuelta de la esquina.
Te estoy esperando.
Con los brazos abiertos y el alma en paz.
Pide bourbon y nos curaremos en un bar.
Tú, yo y el resto de los anónimos.

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