18.5.05

Y había dejado a Loriga debajo de la almohada

Me olvidé de él. Estoy enamorada de su pluma. Si hay un ídolo en mi mente este es el primero en el lado de los literatos. Es difícil leerlo. Poca gente lo entiende. Cuenta cosas con muchos puntos seguidos y describe las mentes de las personas antes que lo que a ellas les sucede. Es como leer un sicoanálisis inconsciente. Me cautivó con "Héroes" donde sale en la portada con el pelo largo y castaño. Con cara de rebelde. El Loriga rebelde, ese es el que me gusta. También me atrapó con "Caídos del cielo". Soy una caída del cielo, me gustan sus personajes, me siento ligada a ellos. Es la desgracia de los días que pasan como un ratón de laboratorio que gira en esa rueda infinita sin tomar en cuenta todas las horas que pasan. Me gusta Loriga. Sus personajes se equivocan y son humanos. También quise olvidar con "Tokyo ya no nos quiere", memorable el momento en que el protagonista decide suicidarse porque ya no se puede olvidar lo que hiciste. Cuando cierro sus libros me quedo con ellos en el pecho por un largo instante. Cuando lees "Lo peor de todo" entiendes porqué a veces las cosas tienen que salir mal. No es que vayan a salir mal o podrían salir mal. Están predestinadas a eso. No son todas las cosas, por supuesto. El alma de las personas en un determinado momento es lo que obliga a que las cosas salgan mal.
Loriga me gustó después que compraba los CD de Christina y los Subterráneos. Hay una canción de ella que no se me olvida: "El día que yo fui feliz nunca pensé que fuera así, y como nadie me avisó, no me dí cuenta y me dormí...me dormí". En sus letras podía sentir a Loriga...era como si él estuviera con ella en el estudio de grabación.
Pero, maldita sea, me faltan dos libros de él: "La pistola de mi hermano" y "Trifero". Ha comenzado la búsqueda de nuevo. Tengo que tenerlos. Loriga escribe tesoros y hay que guardarlos escondidos, para leerlos en los tiempos de días oscuros, o cuando simplemente sientas que tienes pulgas en el corazón. Es complicado, y esa complicación intrínseca es lo que hace que los hombres arranquen de la verdad de las cosas. Puro Loriga. Puro español intelectual. La mirada desgarbada de algunas materias.