No es que me guste Bush ni Estados Unidos. A lo más me gustan las Dunking Donuts y la comida del Burger King. Prefiero Europa de todas maneras. España de una y Francia a ojos cerrados. Sin pensarlo. Hoy me enteré que alguien llega el 1 de junio a Chile y estoy feliz. Una persona que me encanta y con la que tengo muy buenas vibras. Eso sí, que sepa de antes que tiene que venir a verme a mi casa, ya que como estoy enjaulada no puedo salir por mi cuenta. Total nos podemos tomar una cerveza y conversar mientras salto por el living. Aunque parezca transformista de circo, pero igual. Algo tiene él que me gusta. Un ángel que poca gente tiene. Y lo mejor, es que lo conocí de improviso, se fue y ahora que vuelve es como si las cosas volvieran a empezar y para eso tengo la mejor disposición de mi parte. Espero que piense igual. Estoy más flaca aunque sigo siendo la misma persona que conoció.
Cosa rara, nos hemos conocido más por msn en este tiempo que ha estado fuera que en todas las veces que hablamos en Santiago. Y ganas de prolongar el vínculo hay. Ojalá funcione. Por mientras le digo que estoy acá, que sigo aquí y que por lo menos puede verme como una muy buena amiga. Y que la ventaja o no la dará el tiempo y las circunstancias, aunque estoy dispuesta a todo. Bueno, siempre me han gustado las aventuras aunque algo que no tolero son las citas a ciegas. Me he llevado más de alguna desagradable sorpresa. Y es que conocer a alguien por chat que te muestre una foto retocada por Photoshop puede trucar bastante el concepto de realidad. Realidad virtual, si se entiende.
Por el momento, estoy en stand by.
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