1.3.09

El Milagrero

No sé si tendría forma, quizás no es una persona. Tampoco un personaje. Diría, más que nada, que es luz. Pura luz. Bueno, quizás la luz es la forma en que veo a Dios sobre mí, como alguien/algo que forma parte de mi vida de manera directa o indirecta. Por eso quizás no es un milagrero, sino alguien que hace que lo uno quiera tome camino o forma en su vida. Porque todos nos merecemos ser felices, todos sin excepción. Y yo más que nunca quiero ser feliz. Más que nunca prendo velas, rezo, me levanto en la mañana y agradezco por todo lo que tengo, igual que en la noche, habiendo luna o no, miro al techo y agradezco al cielo por todo lo que recibo y lo que estoy recibiendo. Nada de futuro, todo es el presente. Estoy conciente que estoy dentro de un ciclo que se mueve y evoluciona. Dios sabe las ganas que tengo de besar a alguien en este momento, de besar lentamente, casi sin tocar los labios, o tocándolos apenas. Y después de sentir los latidos de sus labios, presionar un poquito más para sentirlo todo. Siempre me ha gustado sentir, me ha gustado la intensidad de la piel, del cuerpo, de los sentidos, de los olores. Siempre me ha gustado eso, y cuando viene de alguien que tiene nombre y apeliido, mejor todavía.
Creo que él lo sabe, o sea lo sabe y sabe lo que tiene que hacer. Yo doy señales sutiles, pero son señales lo suficientemente fuertes para recibir una respuesta del otro lado. Me encantaría recibir una respuesta, pero creo que todo tiene una manera de suceder, y a veces esa manera puede ser más lenta o más rápida. En este caso todo sucede en cámara lenta aunque yo me imagino que sucede en un tren de alta velocidad, o en un juego de fantasilandia a todo ritmo o en una calle como la Kennedy con miles de autos que pasan unos tras otros y yo me acuerdo de cuando era chica, de cuando iba en un auto y me imaginaba que esos autos, los otros y el mío también, eran empujados por un gigante que yo no veía, porque se escondía cuando me daba vuelta a mirarlo.
Eso es lo que me pasa, entonces, que las cosas sucedan, no importa el ritmo. Sé que él es un poco posesivo con la gente que quiere, que es bastante celoso y lo manifiesta y que además, aunque procure que no se le note, es más tímido de lo que parece y da lo mismo, también he notado que le gusta ser amigo de la gente con la que se involucra. Yo siempre he aceptado a todos mis novios o amigovios tal como son, porque yo nunca he cambiado mi forma de ser, sigo siendo como siempre soy. Natural y espontánea, como me dijo un amigo por ahí. Y así he sido siempre.
Por eso, que la luz no se apague y que él siga en mi camino, hasta que la vida nos junte aún más. Como decían en una cuestión religiosa de mi colegio: uno busca lleno de esperanza. Yo no busco, pero la esperanza la tengo en mí.

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