22.3.09

De repente

De mi destino, nace un río de agua fresca que parte de mi ombligo y se proyecta al infinito de mí. A mi infinito, a mi conciencia, a mi pura energía que sale de mi tierra y se difumina en mi agua, alumbrada por mi fuego y mi viento, que de tanto remolino adentro me remece puro el sentimiento.

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