26.3.05

Yo no soy de silicona...

Ya me cansé. Creo que las mujeres no somos objetos del deseo sexual. O sea, es obvio que lo seamos de nuestras parejas pero no de todos los XY. Lo encuentro el colmo y ya estoy a punto de renunciar a ver revistas y diarios en que lo más importante es el peso de las siliconas que se toman las portadas y las fotos. Seré rubia teñida, eso lo reconozco, pero de ahí a ser falsa ciento por ciento falta mucho todavía. Prefiero quererme con mis defectos y virtudes, e incluso he llegado a admirar a mi madre por su fuerza para dejar de teñirse el pelo y sentirse orgullosa de sus canas (aunque no me guste como se ve).
Claro que a veces me encantaría tener las pechugas un poco más grandes, pero eso no quiere decir que me vaya a colocar dos kilos en cada una, tampoco me gusta mi guata y sé que para ello es necesario sacrificarse con un poco de abdominales todos los días (me falta fuerza de voluntad). No creo que sea top ir al quirófano a cambiarse entera. De hecho, me podría hacer de nuevo con un buen cirujano plástico, pero también me he dado cuenta que a los hombres les gusta tener algo natural de donde agarrarse. También he averiguado por ahí que las pechugas de silicona no se sienten al tacto de la misma manera en que se sienten las naturales. Siempre he pensado que madre naturaleza es muy sabia y por eso, creo que las mujeres deben quererse como son, con defectos y virtudes, con una autoestima elevada y saber que podemos llevar el mando del universo sin tener siliconas de por medio.
Estoy segura que las que van a la cirugía estética disminuyen sus neuronas y si ellos llegan a excitarse con el tamaño de ellas, sería mejor que nos reemplazaran por una muñeca inflable, ¿o no?. Siempre lo he dicho: "nunca tendré sexo sin amor" y aunque me he mandado algunos condoros por ahí en la mayoría de los casos sigo mi máxima. Si en algo no transo es en mis principios. Y uno de ellos es ser auténtica, aunque eso involucre el asunto físico.
Eso sí, he pensado en que le tengo terror a la vejez, así que apenas me salgan arruguitas me haré un lifting, pero para ello falta mucho todavía. El secreto está en cuidarse para que la juventud del cuerpo permanezca. Y tener el alma viva...eso también ayuda. Si es que tienen dudas, entonces mejor vayan al siquiatra porque también la autoestima influye de alguna manera u otra. Me quiero como soy y si tengo que cambiar algunos detalles lo haré sin internarme en el quirófano. ¿Habrán cirujanos del alma?, creo que cada una tiene su propio bisturí.

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