30.3.05

Is good to be a black sheep

Nunca me han gustado los cuentos de hadas, es más, creo que los happy end son lo más alejados de la realidad que hay. Por eso prefiero a las malas de los cuentos. Me habría encantado ser el Espejo de Blanca Nieves, la Madrastra de Cenicienta o el hambriento lobo de la Caperucita Roja. Creo que los malos son los que se roban la película. Basta ya de chicas buenas, de hecho, hay un dicho que las malas se van a todas partes, por lo que es más entretenido estar en todas que ser buena y llegar a un cielo que es fome, con aureolitas que brillan y alitas que te llevan a las nubes más altas a tocar la cítara. No, never. O sea, es mucho mejor vivir y a veces romper las normas. Tengo un lado rebelde que si bien está dominado creo que a veces sobresale para pasar a ser mi ángulo oscuro. Algo así como una alumna descarriada.
Podría decirse que soy mala en el sentido metafórico de la expresión, una cuestión de querer ser yo sin que nadie se interponga en ello. Muchas veces he pensado que los rebeldes son los libres. A veces la rebeldía termina por hacer más accesible el concepto de libertad al alma humana. Si me dicen algo, hago lo contrario cuando no me agrada. Me carga el control, prefiero el autocontrol. Me carga la dominación, prefiero los acuerdos. No me gusta la injusticia, quiero que a todos los vean iguales. Algo así como la celebración del Día del Combatiente Estudiantil en estos días, pero sin bombas lacrimógenas, nada de pacos, ni tampoco limón en la boca ni sal en las narices. La paz puede ser rebelde con sólo denunciar. No es necesario gritar para que el resto te escuche, porque una palabra bien dicha puede hacer todo. Un simple gesto puede pedir libertad. ¿Qué quiero decir con esto?, mi libertad termina donde empieza la tuya, porque todos tenemos derecho a decidir, de eso se trata el libre albedrío y el amor por uno mismo y los demás. No sé en que irá a quedar todo esto, pero soy rebelde a mi manera. De hecho, tengo al Che Guevara en mi pieza, en un poster enorme, a blanco y negro y fumándose un habano. Es una foto espectacular, de hecho sale hasta mino y cuando ví la película "Motorcicle's Diaries" sé que durante su juventud tuvo un aire a Gael García. Cuando vaya a Cuba podré encontrarme con su fantasma en alguna parte. Eso es idealismo, fue rebeldía, pero era una forma de pensar que cambió el mundo sin matar a nadie. De lo que pasó después ya no respondo, sólo estoy hablando de ideas que de una u otra manera identifican a muchos mortales.
Quiero seguir siendo rebelde. En buena onda, pero debo reconocer que puede traer problemas, porque entre los que nadan con la corriente y contra ella no hay nada que hacer. Polos opuestos que se atraen, pero que son como el aceite y el agua. Ojo: acepto toda forma de pensar pero NADIE me dirá como tengo que pensar yo. Libre albedrío, una chica mala...peace!

1 comentario:

francisco josé dijo...

me parece bien el mundo de las ideas, pero ellas crean lenguaje, y éste prefigura la acción. Alguien dijo alguna vez ·màs muertos causò el plomo de las linotipeas alemanas que el que dispararon luego los fusiles, refiriéndose a toda la locura colectiva que generò, entre otras cosas el genocidio judìo. Creo niña rebelde que las ideas no son inocuas y cuando uno las desparrama, debe apechugar con lo inexorablemente producen.
besos