Me doy cuenta que mi vida es una montaña rusa. Los ciclos lunares manejan mi mente a su antojo. Antes de ayer estaba feliz, ayer me sentí ahogada y hoy creo que estoy en nubes de algodón, volando en mares imaginarios, agradeciendo y pidiendo al cielo a cada rato para al fin alcanzar mi estrella de los siete colores.
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