21.5.09

Llorar en silencio

Anoche lloré.
No me gusta llorar.
A veces es bueno llorar.
Lloré por eso que sucede.
Por no poder luchar contra lo imposible.
Por verte ahí, indiferente a lo que siento, a lo que me sucede.
Por no poder decirte nada en este momento.
O sea, te lo dije, más clara no puedo ser.
Lo otro ya sería una tontera de niñas.
Estoy esperando tu respuesta, dime algo, de la forma que sea.
Sé que detrás de tu coraza está lo que te pasa.
Yo necesito a veces sentirte cerca de mí. A veces, sueño que duermes conmigo.
No sucede mucho, tiene que haber gente entre medio.
Da lo mismo.
Lloré por lo que tú sabes.
Quizás consideras que es imposible luchar contra lo imposible.
Que es cosa de tiempo, de cambios, de maneras.
Tonteras, derramar lágrimas por tí.
Quizás debería reír. Y lo hago.
Te regalo mi cintura. Una vez más he regalado mi cintura.
Te he regalado mi cintura. Que conste, esos regalos no los hago todos los días.
Algunas veces, a pocas personas.
Te regalaría mi boca.
Quizás es una tontera, no importa, me nace hacerlo.
Necesito que te des cuenta de lo que pasa, de lo que me pasa.
Y no te alejes de mí, te necesito cerca.
Quiero tu voz en mi cuello.
Y lloré de madrugada.
No me gusta llorar.
Quería tragarme las lágrimas pero fue imposible.
Algo me las tiraba hacia afuera y no sirvieron las paredes invisibles de mis ojos.
Anoche lloré y no tenía una ducha cerca para disimular.

No hay comentarios.: