16.1.06

Una mujer en el sillón

Miles de autos salieron a la Alameda a tocar bocinas y tirar challas al viento. Gritos, sonrisas, abrazos y complicidades de los dedos que forman la V, emulando la paz o la victoria, como se quiera dar a entender este símbolo.
¿Quién pensaría que Michelle llegaría al poder???? uuuffff, complicado, pero cierto. Entretenido y después de salir a la calle, a ver a miles de personas batiendo esos carteles al viento...esas almas sonrientes disfrutando la democracia. Aunque no viví esa época, mi madre dice que esas imágenes le recordaron la llegada de Allende al poder.
Es cierto. Vivimos rodeados de cambios. Vivimos rodeados de ciclos que avanzan y se difuminan en la niebla confusa de la historia. Y así, cada uno es parte de esos días del calendario que van y vuelven con un sentido, aunque a veces la razón no la tengan ellos, sino lo que sucederá después.
No me gusta mucho la política, es más, a veces siento que es una excusa que las personas inventaron para pelear, pero la democracia, el acto de votar es lo que fulmina mi conciencia de mujer. Una mujer que vota, que participa y que se siente con derecho de opinar y de decir lo que se quiere. En definitiva, de ir más allá del mero acto de usar un papel y un lápiz para sentirse cómplice de la sociedad y el mundo entero. Creo que aunque suene cursi, es un logro histórico que una mujer ocupe el sillón presidencial. Es anecdótico y a la vez un ejemplo para el mundo entero, para todas las benditas mujeres que tanto han peleado, y lo siguen haciendo por lograr la reivindicación de sus derechos.
No voto por la igualdad hombre-mujer, porque somos diferentes y nuestras esencias son distintas, pero sí por una mayor consideración para con nosotras en todos los aspectos de la vida. Soy mujer y me siento orgullosa de serlo. No me habría gustado nacer hombre. Me gusta ser femenina, coqueta, a veces sensual, otras prohibida; aunque siempre mujer. Siempre. Con el pelo al viento y la piel al sol. Con la libertad de ser única, como todos los seres humanos, con la libertad de ser abierta, como todo mar que se abre al horizonte, como toda persona que piensa que con ser cada día más human@ tendrá la libertad de volar y volver a renacer una y otra vez.
Estoy feliz, ¡tenemos una mujer presidenta!

1 comentario:

Hermansineme dijo...

Difiero de tus palabras y eso sí que es democracia, mis sentidos se estremecen cuando veo que el presidente de turno impone su impronta por sobre su condición de género, hombre mujer qué importa, lo real es que lo haga bien y que aquello trascienda nuestras fronteras.
No comulgo con las ideas del actual, pero lo ha hecho bien y mejor al traspasar nuestras fronteras, no nos debe interesar el género para ser primeros o top latinos o en el mundo por ser unos de los pocos.
Me preocupaa las miradas de cientos de ojos globales que vean como se turba o no sabe salir de temas que atragantan a cualquiera, me turba el verla nerviosa, sin cancha ante hechos básicos. Eso es lo que importa, no me interesa usar motonetas porque están de moda, uso mi auto porque es mas seguro. No es moda, sino practicidad.
Vamos, trata de entender mi postura, no que concuerdes, que la entiendas.