Abajo el amor!!!!!!!

No es que ya no crea en ese sublime ni tan dominante sentimiento que nos amarra el corazón. Creo en el amor, pero insisto en vendarme los ojos y hacer que no existe. Si no existiera el amor todo sería más fácil. Si no existiera la pasión miles de condoros en la vida podrían haberse evitado. Si no existiera el amor, le podríamos echar la culpa a otra cosa y todo sería más fácil.

Anoche (viendo cable hasta tarde, para variar) me topé con la película Abajo el amor!!!!! (del mismo nombre) ambientada en los años 60, que en resumidas cuentas se trata de un chico editor que conoce a una chica secretaria, que es bastante fea y después la chica secretaria se transforma e intenta enamorar al chico editor pero éste se hace de rogar y aunque se mueren de amor siguen intentando pasar indiferentes. Al final la chica se vuelve colorina y él se queda con ella. Es esa sensación de querer estar juntos y al mismo tiempo negarlo todo.

Entre paréntesis, esta chica secretaria escribe un libro en que dice que el amor no debiera existir, es un éxito de ventas y todo el mundo cree que es mejor tener sexo sin amor, sin involucrar sentimientos (si fuéramos robots sería fácil, pero somos humanos, tenemos alma y espíritu y eso complica las cosas enormemente) Tener sexo es una necesidad, pero además de necesitamos sentimientos, perder la sensatez y dejarnos llevar por algo que ojalá nos lleve lejos, nos inspire, nos eleve hasta el clímax sin pensar en lo que podrá o podría pasar después de esto. Lamentablemente al otro día siempre nos acordamos de lo que pasó la noche anterior. Al final lo inevitable sucede y de nada sirve echar un pie atrás.

La película es una comedia y creo que esta es la mejor perspectiva para ver las cosas de una u otra forma. La vida no es ciento por ciento risas....pero hoy definitivamente digo ¡Abajo el Amor!...así las cosas son más simples. Aunque hayan sentimientos, a veces es mejor hacer la vista gorda...creo que en esta sensación también influye mi visión de chica Sex and the City...las cosas que se me pasan por la mente, pero ¡en fin! siempre se sobrevive.