9.1.06

Hembra sutil, transparente y marcada a fuego

No es que me cargue el machismo porque al fin y al cabo es una costumbre social que debiera ser eliminada pero para eso falta mucho. Tampoco soy ciento por ciento feminista. En todo caso me apestan los hombres cerrados, obtusos de mente, que a simple vista se ven sencillos, amables, buena onda. Y que te gritan. Y que piensan que porque eres distinta a las demás, porque quizás expresas más con la mirada, con el cuerpo o el movimiento eres derechamente una maraca. ¡Atroz! y lo peor de todo es que se la creen, te la dicen y se la creen más aún. Menos mal que no me quiero casar por la iglesia. Menos mal que ese tipo de hombres no me gustan. Menos mal que me dí cuenta a tiempo y pude sacarme la venda de los ojos. A mí nadie me trata de maraca. Nadie, ni menos un tipo que dice ser "tu amigo" y que te insulta "por tu bien".
¿Alguien entiende esto? Nadie que tenga una mente abierta puede comprenderlo. Nadie puede internalizar un insulto de esta naturaleza. Pero se acabó y lo saqué de mi vida. Fue más fácil de lo que pensaba. Mucho más fácil. Como un click del mouse.
Por eso me gusta tanto la persona con la que estoy (el anónimo del que hablo casi siempre). Me acepta tal como es y aunque sé que hay algunos detalles que no le agradan, por lo menos sé que le gustan mis coqueteos y todo lo que tengo. Está bien eso. Parece que pensamos igual. Y espero que el personaje que me dijo esa tontera aprenda la lección. Con chicas marcadas a fuego no se juega.

2 comentarios:

Sarah Rantes dijo...

A MI ME PASO LO MISMO.. ERA MI MEJOR AMIGO ,.. Y ME TRATO PESIMO, Y POR MAIL Q ES PEROR
ME COSTO MUCHO SUPERARLO, AUN DUELE
PERO HOY SIENTO RABIA, MALDITO GAY NO ASUMIDO¡¡¡

Hermansineme dijo...

No, aún después del final las mujeres se equivocan o juegan a creer lo que no es: Nunca fue tu amigo si del concepto intrínseco hablamos, nunca te preguntó como estabas o te habló de él con el corazón, con la intención de procurar tu bienestar a cualquier costo, nunca le dió labios a su corazón ante ti, no al corazón verdadero, aquel que late bajo su pecho, pero no me cabe duda que si a ese corazón amorfo que late entre sus piernas.
Mis hermanas, siete, pasan por esas cosas, les produce una extraña placentera sensación saltar al agua mar adentro, infestada de tiburones y también jugando a creer que son delfines.
No es machismo, es nuestra esencia, compartida con la esencia criolla que nos inunda. Otra cosa, aquel calificativo que lanzó en tu contra no es un reproche, es el lamento angustiado de sus fantasías incumplidas, lamento porque fuiste lo más cercano en su vida a la materialización de estas.
Dale con tu presente hoy, disfruta, disfrútense, también las cosas que os molestan mutuamente.