14.11.08

¡Mira detrás!

Cuando manejo de noche miro dentro del auto a ver si aparece alguien que se ha metido de improviso. Cuando me bajo del auto he llegado a revisar si he puesto la alarma más de dos veces. En una ocasión estaba ebria y revisé el auto cinco veces. Olvidé que me iba a subir, pero al menos si estaba bien cerrado necesitaba encontrar con urgencia la llave.
Camino hacia donde tengo que ir, y cada cierto rato me doy la vuelta y miro si alguien me sigue. Esto lo hago a veces, especialmente cuando voy sola por la calle, sea una calle conocida o desconocida. Una vez alguien que conocía, pero que yo no sabía que venía detrás, me tocó el hombro y estuve a punto de pegarle una cachetada. Era un amigo, aún así me quedé paralizada. De repente siento que me siguen y no hay nadie. Me he dado vuelta a mirar cuando no tengo más compañía que mi propia sombra. A veces hay gente que me toca y de la cual siento su energía cuando ya ha dejado de tocarme. He conversado con desconocidos en lugares de paso, pero siempre que haya más gente. Le dije a un tipo desconocido que leyera un cuento mío. No dejé que lo terminara. Nos estábamos quedando solos y era tarde.
Nunca hables con extraños, me dijeron más de una vez. Me gusta hablar con extraños porque sé que ellos me ven como otra extraña que los saluda y con quien pueden tener una conversación agradable o desagradable, no importa, es conversación al fin y al cabo. Ayer hablé con alguien que estaba esperando a otra persona, mientras yo esperaba a la persona con quien me iba a juntar. Hablamos de tatuajes, del destino y de las cartas del tarot. Ella se fue y yo me quedé esperando y la persona que tenía que llegar, llegó. Los extraños a veces hacen que el tiempo pase más rápido.
Cuando iba camino al auto sentí que alguien me observaba. Después dije que era una tontera pensar eso. Y en realidad, era ridículo, pues era demasiado tarde.

No hay comentarios.: