17.11.08

La espuma de los gatos

Pedazos de chicle mordidos y escupidos.
Duros, derritiéndose en el infierno del pavimento de un día de sol.
Pedazos de patas cortadas, pelos cortados, uñas extraídas con alicates.
Pedazos de carne putrefacta olorosas a Carolina Herrera.
El asesino de gatos usaba perfume, peluca y tacones altos.
Vomitaba después de matarlos, porque según él, eran encargos que aceptaba por falta de dinero.
La policía lo condenó a muerte.
Lo hicieron comer chicle hasta destruírle la mandíbula, lo dejaron un día entero quemándose en el pavimente en un día de sol. Le cortaron los pies, le cortaron el pelo y le sacaron las uñas con alicates.
Maulló como los gatos.

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