24.1.09

Afrodita en la tevé

No tengo ningún control remoto en la mano. Sólo una tevé vieja que da vuelta los canales con una manivela. Algo que no se mueve, pero que con la mente, muestra en la pantalla lo que tú quieres ver. He visto muchas cosas en esa tevé. Muchas que quiero ver y muchas otras que no quiero. Es el paso de una cosa tras otra. A veces hay interferencias y me duele la cabeza. A veces salgo yo en medio de un enjambre de mujeres que no conozco, unas estoy a pie pelado y otras con zapatos enormes y pesados, parecidos a los bototos. Siempre salgo con una enagua de color blanco, que es tan pálida, casi como piel de cebolla, que aparece y se desaparece de mi cuerpo. Nunca sé donde voy. Simplemente avanzo, nada más. Me siento como muerta en vida, y de repente me veo como una princesa que tiene una flor roja en el pelo y que fuma sin parar. Es lo que yo llamo la dinámica subconsciente de mi vida, que tiene que ver con ser mil veces Afrodita en mil diferentes formas y colores. A veces, resulta que no sucede nada y sigo tal cual. Otras, evoluciono y me veo en una tina blanca, con azúcar y pétalos de rosas, con una vela en mi pecho que derrama su esperma sobre mi piel. Una vela roja, calor y encierro en un baño que es mío, pero que tampoco es mío. Desvaríos, al fin y al cabo.

1 comentario:

Víctor Hugo dijo...

vaya que imaginación.... afrodita..

saludos!
Víctor Hugo

El Hombre Imaginario