20.11.06

Mariposas de colores

El sol se ha apoderado de mi vida. Hay calor y sudor. Ha llegado el verano de verdad y espero que la lluvia no vuelva. Necesito que siga la luz, la tibieza y que esa energía que el sol derrama por mi ventana me dé la fuerza suficiente para levantarme (aunque a estas alturas del año cada día me cuesta más). Mi piel está brillante y me siento con energía. Ando con energía para darle a todos. Y parece que estoy feliz. Sí, bastante, aunque todavía no tenga nada concreto.
Eso de ver la vida al estilo Coca Cola era algo que se me había olvidado. Cuando cuentas horas o minutos que faltan para ver a una persona que te interesa y que, cuando se da el momento te sientes feliz, bueno, eso es como el lado Coca Cola de la vida. Como las maripositas technicolor de Fito Páez. Como las lluvias de flores, las tormentas de estrellas o un baño de chocolate a la luz de la luna (con todo lo que implica un baño de chocolate, por supuesto). O colocarse aroma a rosas sobre la cabeza y aspirar profundo, como si el mundo se fuera a acabar. Me siento como una cabra chica, casi feliz. Y lo mejor es que me encantan los chocolates.
Pero aterricemos, porque aún no ha pasado nada. O sea, espero que pase de todas maneras y algo me dice que algún evento sucederá. Prefiero apelar al "lento pero seguro". Lento, porque no quiero tropezar de nuevo con la misma piedra, aunque por el momento quiero pasarlo bien. Y seguro, bueno porque hay algo que me dice que así será. ¿Intuición de bruja?, puede ser, pero más que nada es esa idea que se te pasa por la cabeza que te da frescura, ternura, mucha risa, y otras travesuras.
Soñé con él la otra noche. Tenía en su mano una carta que le había escrito. La tenía guardada en el bolsillo derecho de su pantalón. Había borrado mi nombre. En una parte del sueño le quité la carta y le dije que porqué me había borrado. Me respondió que quería mantenerme en secreto, y lo dijo con los dedos sobre sus labios. No me acuerdo que más soñé, pero en este momento me encantaría tener un hada madrina. Lástima que la realidad no me hace Cenicienta, aunque tengo la lucidez de saber que lo que quiero lo consigo, aunque me cueste.
P.D: Una nueva teoría dice que la edad de las mujeres es directamente proporcional a la dificultad de encontrar una pareja afín...créanme que es cierto.

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