16.4.06

Entre laberintos varios

En estos días he estado reocupada. La verdad es que la ida a Los Andes cansa porque en suma es pasar tres horas viajando todos los días. Eso me ha tenido cansada. Además que en la noche pongo mi cuerpo en la almohada y las fuerzas sólo me alcanzan para soñar. Definitivamente ya se fue el verano y el frío se ha sentido con fuerza. Mucho frío y viento helado en la noche. Acá, en la cordillera, suele sentirse con más potencia que en el centro de la ciudad. Me gusta la noche después de la lluvia. Es lo único que me gusta del frío. Ya he guardado la ropa de verano y la verdad es que extraño los días de calor. Prefiero mil veces andar casi sin ropa que parecer oso polar.
Al parecer hay cosas raras que están sucediendo últimamente. No es que sea algo del año en sí, pero te empiezas a dar cuenta que hay cierta gente que no cambia con el resto, pero contigo sí a pesar de todo lo que los haya involucrado alguna vez. Son ciertas actitudes, modos o enterarte de cosas que no eran un secreto, pero que todo el mundo sabe menos tú. Y eso que no hay nada malo en ello, pero es el hecho, las inconformidades que el resto puede tener contigo a pesar de. Bueno, esperemos que sea sólo una mala racha.
Aunque aparentemente el tema no tenga nada que ver, hay otra cosa que me molesta, que tiene que ver con las máscaras. ¿Las han visto? Las máscaras ocultan la verdadera identidad de personas que no quieren mostrar su rostro real. Hay mucha gente que es adicta a las máscaras. Y en mi entorno he visto a más de alguna. No es pecado sentirse mal ni querer aceptar las cosas como son, aunque una muy distinta es aparentar lo que no se siente, hacer creerle al resto que estás bien, pese a que sabes que nada está bien, que hay ciertas cosas que te molestan o te apenan. Nadie vive en el mundo de Bilz y Pap. Nadie. Y por eso que considero poco sano el uso de las máscaras. Aunque día a día me doy cuenta que la gente prefiere vivir de las apariencias antes que asumir la verdad de lo que le pasa.
Y al final no pasó nada con el teatro, así que sigo buscando opciones. Es tan complicado. Al parecer la vida pone obstáculos para probar al ser humano en los tiempos difíciles. Y no es nada de fácil enfrentarlos. Creo que lo mejor será seguir caminando hacia adelante. Sin mirar atrás. Es lo mejor.

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