23.12.08

Ahí

UNO
En el mismo lugar, con la misma gente, a la misma hora, sentados en sillas separadas, con humo, un vaso de alcohol en la mano, se manda un mensaje dentro de un sector circunscrito en el que estamos tú y yo. Respondo, no me respondes.
DOS
Quizás era por algo.
TRES
En otro lugar, con la misma gente, unas horas más tarde, bailando espalda con espalda en mundos separados, con humo, un vaso de alcohol en la mano. No hay mensajes, sólo el roce. ¿Habrá sido el roce un mensaje?
CUATRO
Te siento, te alejas, te acercas. Te das vuelta, no te miro, miro al lado, miras al mismo lado. Sigues bailando. Apareces y desapareces. Te alejas con un vaso en la mano. Una hora más tarde te despides. Preguntas si me enojo, respondo que no, te vas.
CINCO
Te das vuelta y giro mi mirada para no ignorar los autos que me podrían atropellar por mirar para el lado equivocado. Minutos más tarde, que la indiferencia que propinas de repente es lo que hace que a veces las horas avancen más lentas. Te lo digo, a la distancia. Ya está dicho.
Pienso, ya acostada, con los ojos cerrados, con la cabeza dándome vueltas y por pijama sobre mi cuerpo sólo mi calzón rosado.

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