2.10.07

Intervencion de una poesía de Pablo Neruda

WALKING AROUND

SUCEDE que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.
(MAPOCHO BENDITO DE FLORES NEGRAS)

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
(NI CONSERJES, NI GUARDIAS, NI ESPERPENTOS )

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
(DE SER UTERO)

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.
(MORIR EN EL CEMENTO, MORIR)


No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
(EN EL BARRO DEL HUMEDAL)

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
(LA PENA DE MUERTE, LA PENA QUE MATA)


Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
(Y DE SANGRE FRIA CON PASOS MUERTOS)


Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
(CON HOYOS DE ZOMBIES QUE VOMITAN EN LOS FAROS)

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
(Y UN ALAMBRE DE SEDA ENREDADO EN LA ELECTRICIDAD DE LOS CUERPOS)


ES EL CANSANCIO QUE CORROMPE LAS CADENAS DE LO INVENCIBLE. PABLO CAMINARIA POR ESTAS MISMAS FOTOGRAFIAS EN ESTE TIEMPO, CON SU ABRIGO LARGOY SU BOINA NOSTALGICA.

No hay comentarios.: