21.7.06

No es olvido, no es desmemoria...es el paso del tiempo

He estado demasiado ocupada. A full en realidad. Llena de cosas. Llena de trámites hasta la coronilla. Y encima las cosas no van muy bien. Y con visitas del sure en la casa. Y sin mucho tiempo para hacer cosas. Aunque el fin de semana fue demasiado esquizofrénico. Mucho. Movimiento al tope. Carrete indie, su copetito piola y todo pasando en el Club Miel. Hace tiempo que no me pegaba una salida de esas, con harta adrenalina. Me sorprenden los cambios del mundo gay. Están más abiertos, pero las minas demasiado. Mucho. Se acercan y juran que les vas a dar la pasada de una forma u otra. Asusta. Es que yo soy hétero...obvio, se entiende. Y llegada a las 5 de la mañana. Y el mismo día despertar dos horas después. Para ir a Valle Nevado. Lo pasé el descueve. A las 7 de la tarde ya estaba zeta durmiendo. Para comenzar semana laboral.
La rutina me apesta. Me enloquece. Me lleva a extremos de ira que antes no conocía. Me gustaría despertar y que cada día fuera distinto. Cada día una aventura diferente. Algo así como estar en un reality, pero sin cámaras. Sin luces, sin mentiras. Menos mal que hoy es viernes y al menos la palabra descansar cobrará significado. Dormir hasta tarde. Comer lo que se me antoje. Estar bien, tranquila, relajada. Lo único que me falta -insisto- es irme a vivir sola. Paciencia. Ya vendrán los cambios.
Y es tanto lo que me agobia la rutina que hasta me había olvidado de él, pero no para siempre. Sólo por unos instantes. Ha aparecido en mis sueños. Bastante. Creo que de repente se siente sobrepasado por su propia vida. Absolutamente entendible, pero yo nada que hacer ahí, salvo el placer culpable de hacer sentir placer de manera escondida. Me convenzo que la vida te sobrepasa cuando no eres capaz de asumir ciertas cosas, pero ya es tema para otro discurso y podría ser enormemente largo.
Ahora estoy preocupada de escribir un cuento erótico. El límite entre el erotismo y la pornografía es sutil. Una línea demasiado delgada. Aunque la pornografía siempre ha sido sucia mientras el erotismo es un tanto provocador de sensaciones más que de mostrar explícitamente. Es cosa de pensar en fotos. Complicado decirlo con palabras. A veces el texto puede excitar más que lo explícito. Piensen en el furor de las hot line. Me dan pena esas personas. La imaginación suele ayudar bastante y lo digo yo, que me considero una mujer autosuficiente.
Creo que en este momento necesito inspirarme. Inspiración. Es difícil. Cuesta concentrarse, pero se logra de a poco. Es cosa de meterse en las ideas que se quieren construir. Y dejar fluir las palabras. Dejar fluir las ideas. Que el teclado haga el resto. Insisto en que me es más fácil escribir de ficción que de realidad. Debería haberme tirado hacia la literatura.
Como por ejemplo, que se me acaba de ocurrir lo siguiente: "Si los pájaros fueran piel, podríamos fabricar seda con sus plumas. Las tejeríamos uniendo una con otra y de esa forma, se crearía un manto de sensaciones capaz de crear los más húmedos devaneos de la mente". Es cosa de imaginarse el aleteo de un pájaro sobre la piel. Daría nervios, pero de los cosquilleos se pasaría a una costumbre exquisita. Como ciertos ritos a los que es imposible renunciar de una vez. Como el hecho de comer chocolate. O de tomar helados en un día de frío. O de ciertas pieles a las que es imposible decir que no. Y no es obsesión. Tampoco egoísmo. Es simplemente la manera de ver las cosas, que difiere de una persona a otra. O de una mente a otra...o de un alma a otro ser.

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