23.6.06

Cuando ciertas cosas son eternas

Hay ciertos caminos para los cuales el tiempo no se detiene. La pausa puede ser eterna, pero en algún momento se rompe y los caminos se vuelven a juntar. Hay ciertas huellas que están juntas a la orilla del camino, a veces se separan, pero luego se reúnen porque el destino es un círculo, que se rompa o no, puede volver a seguir unido independientemente de las mareas que lo crucen o intenten separarlo.
Cuando te has separado de una amiga la vida continúa y es hasta cierto punto normal, como todos los días y cuando te reconcilias con ella es como que supieras toda la vida que iba a volver y que, si bien a lo mejor algunas cosas cambian, la esencia sigue siendo la misma. Si hablara de recuerdos con la Rocío podría hasta escribir un libro. Hay tantas cosas que sabemos que quizás si hablara, tendría que ser bajo pena de muerte. O quizás ni eso bastara. Para mí la lealtad está sobre todas las cosas con cualquier persona que valga la pena en mi vida.
Pienso que cuando una amistad se rompe, y si esa amistad es verdadera, aunque hayan miles de recovecos siempre se pueden volver a juntar ambas partes. En cambio, si es una amistad de portada, da lo mismo lo que suceda porque te das cuenta que no vale la pena. La vida es una sola. Y la vida me ha enseñado que puedes conocer mucha gente, rodearte de muchas personas, pero al momento de la oscuridad los que se quedan a tu lado son los que realmente valen.
La amistad es como un río, que surca muchos caminos distintos. La amistad es algo que todos necesitamos, pero tampoco es algo fundamental para la vida.
En todo caso, las reconciliaciones son buenas. Tanto de pareja como de amistad. Las reconciliaciones siempre han sido una punta roma que permite avanzar. El caminar por el mismo destino depende de las personas que se crucen.
Digo que hay ciertas cosas que son eternas, o que al menos parecen serlo. Digo, que el amor que se siente por una determinada persona puede durar toda la vida, aunque él no esté. Digo que la amistad puede pasar todos los años, aunque tu amiga o amigo no esté a tu lado, pero llegado el momento de, al encontrarte con esa persona, te das cuenta que esos días o meses no significaron mucho.
Es difícil tocar fondo. Cuando todo te sobrepasa el aislamiento puede ser una salida. Quizás es el instante en que tienes que hablar con la almohada y llorar o quedarte en silencio para encontrarse con uno mismo. La soledad no es mala, pero las personas no nacimos para estar solas. O sino, seríamos todos unos ermitaños. Aunque de repente lo único que quieres es correr, dejar todo atrás, que nada te persiga, sentirte libre y único. Esa es una buena forma de limpiarse las malas energías. Cuando hay que retomar el ritmo todo vuelve paulatinamente. No depende de nada ni de nadie, sólo del tiempo.
Ese maldito tiempo. Ojalá las horas pudiesen estirarse como un elástico y que nos alcanzara el tiempo para todo. Yo aprovecho cada segundo de mi vida pensando que es una energía que no puede desperdiciarse. Hay ciertos momentos que no se van a repetir de nuevo. Y eso es inevitable.
Y así como hay causas y azares, también hay tiempos de días claros. La vida continúa y sí, Rocío te doy gracias porque igual seguimos siendo "cómplices" (le pese a quien le pese, le duela a quien le duela)

1 comentario:

Sarah Rantes dijo...

Bueno, yo acá feli fali de haberme reconciliado con mi amigo que tantos padecimientos , en fin pero tienes razón el año y medio en que estuvimos separados es como si nada frente a lo mucho que somos juntos
Besos Cuidate
Patty