22.10.09

Y de vuelta

Mi deseo contigo es como el mar, sube como la marea. A veces baja, pero nunca se va. Mi deseo es persistente. Tiene que ver con los caminos en que nos cruzamos. Con lo que sucede. Con lo que me sucede. Mi deseo está adentro. Mi deseo viene de mi alma. Mi deseo quema con la esperma que baja de la vela, queriendo zafarse de ella, pero a la vez no pudiendo, como calor encadenado que quema por dentro, que sale hacia afuera, que suda, que se debate entre el sueño y la realidad. Mi deseo sube y baja, como la marea del mar. Mi deseo entra y sale en tí, como el agua de la arena. Mi deseo es simbolismo de fiebre, de agradable enfermedad, de éxtasis repentino, de orgasmos gritados, de humedades que corren por los cerros. Quiero que salga mi deseo, que explote en tí, como siempre ha explotado...

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