26.9.11

Yo

Espero la respuesta de Carlos Loyola. El caballero no quiere responder mis correos. Pasan los días y el señor Loyola ignora mis palabras. Carlitos era un cangrejo. Carlos Loyola es un cangrejo. Prefiere esconderse en su concha marina antes que responder mis correos. Alguien me dijo que los cangrejos eran cobardes. Me pregunto que hay de malo en querer una respuesta.
El otro día soñé con Carlos Loyola. Tenía la cabeza rapada. Yo sé que de alguna manera tenía que ver el mundo sin mí.
Una familia feliz es una familia feliz, dicen. El otro día pasé por el Osaki (un restorán de sushi) y el Señor Loyola ni me vio. Estuve decidida a entrar, pero no me dieron ganas.

No hay comentarios.: