19.12.09

Kundalini

La serpiente giró dentro de mí, empezando en mi vagina, subiendo por mi útero, todos mis órganos internos, hasta salir por mi cabeza como un rayo blanco que explotó en el cielo. Tuve que cerrar los ojos y mirar hacia arriba para agredecer. Ella me guió en la cabalgata. No fue un punto de placer, fueron más de uno. Más de uno. Creo que tres, con sólo cabalgar en mi potro salvaje.

No hay comentarios.: