
Creo que hay muchas imaginaciones que tienen un límite. Y de ello te vas dando cuenta con el pasar de los días, las horas, los momentos, los instantes, las caras, las percepciones, las miradas, las NO miradas. Los no cuerpos, los no oídos, las no recepciones de ciertos mensajes mandados a la distancia.
Está claro que hoy estoy en una fase de exploración, en la que por un lado disfruto de un placer prohibido, y por otro lado siento que hay tentaciones que me llaman la atención aunque no debiera moverme más allá. Algunos dicen que el destino te llevará a tu lugar, pero creo que ya el destino me cansó. Me gustaría cambiar todo con el poder de la mente, o de mis manos, o de algo tan simple como los latidos de mi corazón. O los suspiros...o las mareas de alguna parte de mi superficie.
Quizás mi error está en llamar demasiado la atención. Aunque no quiera. No soy así. Simplemente soy como soy. Si a algunos les gusta bien, o sino bien también. Creo que la gente que está con uno debiera estarlo siempre, en las buenas y en las malas. Lamentablemente, hay ciertas cosas que uno no puede cambiar. Depende de la mente de las personas. O del tiempo, o de las mismas mareas que cada cierto tiempo tocan la arena para luego devolverse.
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