27.12.10

Poder reptil

Antes me daban miedo las serpientes. Sus fotos con lengua afuera me intimidaban. Hasta que descubrí que la serpiente es mi animal chamánico basado en un origen por Quetzalcoátl, que unía el mundo con el inframundo. Tengo el poder de ver lo bello de la vida y al mismo tiempo lo terrible. Me gusta el helado y también la sangre. Me gustan los espejos y los vidrios rotos. Los alientos a sal y los alientos a miedo.Me gusta lo bueno y lo malo, lo sagrado y no sagrado. Lo pagano y no pagano. Me arrastro y soy capaz de ver el mundo en sus dos caras. Serpiente, al fin y al cabo.

25.12.10

2010

Falta poco para que se acabe el año. Demasiado poco diría yo. Los días se han transformado en horas y lo único que quiero es que llegue el 2011 absolutamente convencida que es el año de la mutación trascendental. La mutación de todo, por dentro y por fuera. 2011 es el año de los cambios, pero no sólo dentro de lo que sucede, sino dentro de lo que pasa en la célula. La célula interna, que está dentro de uno. Más directamente dentro del ADN y cómo ese ADN muta dentro de tí para darte otra vida, dentro de la misma que tienes. Otra vida dentro de la misma que tengo. Una vida ligada al Universo y al Infinito. Una vida profunda dentro de las cosas simples. Una vida en conciencia y con alta frecuencia. En estos días, despertar es como salir del freezer, sentir el frío a flor de piel a pesar de estar tapada con un plumón de plumas de ganso. Y eso, es por el cambio de frecuencia. Pese a todo, este ha sido un buen año, donde reafirmo mi amor por el teatro, donde reafirmo mi convicción de ser un gato cósmico, con poder felino universal. Donde reafirmo mi pertenencia al Todo y al Uno. Donde reconozco que a veces soy extraña en un mundo normal, pero aún así estoy rodeada de gente que me quiere. Y nada muere, todo transmuta y evoluciona en miras a Uno, que está en el Todo.
Para el 2011 pido lo que todos piden, tener lucas, tener amor, tener salud y etcéteras; pero sobre todo, que se abran los caminos, que se abran todas las puertas porque ahora puedo sacar un pie afuera y correr al Infinito (o mejor volar, con alas enormes e invisibles)

9.12.10

El cuerpo político del teatro

Puedo transformar mi cabeza en un estandarte de lucha. Mi brazo en un gesto revolucionario. Mis piernas en un grito sin voz. Mi estómago, en un diafragma rebelde que puja libertad. Mi cuello en una bandera invisible al viento, mis ojos en la rebelión silenciosa del arte. Mis manos en la necesidad imperiosa de la libertad de expresión. Mis dedos en pequeñas estrellas que hablan de grandes hombres libres. Mis orejas, en la sordera del poder. Mi columna en mi complicado y amado país. Puedo alojar dentro de mi cuerpo en libre movimiento la voz de los muertos vivos, la piel de los presos quemados, el grito censurado de los comuneros mapuches, el llanto de los damnificados del terremoto que aún no pueden salir del desastre. Puedo gritar, envolviéndome con el piso y queriendo saltar hasta el techo, para decir todo lo que mi boca podría callar, transformando a mi cuerpo en acción política pura sobre un escenario.

30.11.10

En alto vuelo

Convencida, convencidísima que el sacrificio me llevará a la perfección, de todo en la vida.
Encontrar a mi partner en la vida.
Adoptar un perro, un gato o cualquier animalejo.
Tomar vodka a destajo.
Mirar el abismo sin vomitar.
Tener a Buda en mi cabeza.
Tener a Buda DJ en mi cabeza.
Confiar en los buenos amigos.
Ver la vida del revés.
Ir al otro lado del espejo y volver.
Pasar de mariposa a ciempiés y viceversa.
Lo que sea.
Todo sacrificio lleva a la perfección.

22.11.10

Teatro

"Quererse en la esclavitud no es quererse, es quererse demasiado. Estoy cansada de este espejo atroz que repite mi imagen como un mal olor. Eres mi mal olor".
Las Sirvientas, Jean Genet...

17.11.10

Ventanas

Miles de ventanas abiertas
Miles de mariposas
El viento entrando a raudales
Y yo con la cabeza afuera
Llenando mi alma de aire

14.11.10

Afuera

No hubo sushi. Eso fue lo único que faltó. El resto, fue perfecto. O casi perfecto. No lo digo por el acto en sí, pero algo tuvo que suceder. Era la despedida. Aunque él me dijo que no era así. Sé que más temprano que tarde nos volveremos a ver. ¿Y será lo mismo? No estoy tan segura. Mientras él dice en Facebook que ya forma parte oficial del Club de Casados, yo me pregunto si en algún momento pensó en mí. Yo creo que sí. Como una ráfaga de brisa marina en algún momento se le cruzó por la mente mi imagen en cámara lenta sacudiéndome el pelo y abriéndome de piernas sin calzones para bailar una canción de la película Moulin Rouge. Y estoy segura que en ese preciso momento el tiempo se detuvo y dudó. Creo haber tenido todo el derecho de darle la duda en su mundo perfecto. En su mundo políticamente perfecto, políticamente correcto. Donde tiene hijos, una esposa, familia. Algo adecuado para la realidad social. Está claro que ahí no quepo. Está claro que ahí no tengo nada que hacer. Tampoco quiero eso. Simplemente sus ojos en mí. Esa frase lo dice todo. Sus ojos en mí. Sé que soy la dueña de sus ojos. Son míos y puedo hacer con ellos lo que quiera. Puedo decir lo que quiera, pensar lo que quiera, insinuar lo que quiera. Aún así, sé que hay ciertos espíritus que nos protegen. Algún día entenderá porqué, o espero que lo entienda. Y si aparezco en sus sueños, es porque formo parte de su inconsciente. Pensaba que como buen cibernauta que es, probablemente intentará borrar de su chip los bytes que ocupo en su memoria. Delete. Tal vez le resulte o quizás no. No sé. Pero creo que el cerebro humano es mucho más complicado que eso. Espero que las cosas sucedan, que yo encuentre a alguien, que yo sea feliz, que yo evolucione en la vida, que yo encuentre lo que necesito, que yo sepa que hacer. Eso sí, nada políticamente correcto. Admiro a la Duras y a la Woolf...nada políticamente correcto...
Hace un tiempo tuve dos sueños: uno, en el que él y yo estábamos en el sur de Chile, en un lugar llamado Bahía Minte, tomando té mirando un río caudaloso. Estábamos abrigados, con mucha lana de oveja. Y era todo en paz, todo plácido. Luego, más adelante, tuve otro sueño, en el que pasaron muchas cosas raras y al final, él y yo, comiendo arroz con pollo en una habitación blanca, iluminada, recibiendo el sol de mediodía. Felices. También he soñado con él en la playa, adentro de un ataúd (un significado sexual, ya que el ataúd no es otra cosa que el falo), en una orgía con gente desconocida, en un paseo en un bosque, dentro de una jaula, comiendo fruta en un barco, etcétera. He soñado con él de muchas formas. Es increíble como el deseo se decodifica. Lo nuestro siempre fue perfecto. Por eso no funcionó políticamente correcto socialmente hablando. Pero no importa. Necesitaba desahogarme. Abrirme, decir todo. ¡Qué ganas de besarlo en este momento, de morderlo, como si fuera un fruto prohibido! Pero no, debo evolucionar. Dejar que el tiempo pase. Todo pasará. Y quizás, algún día, si me encuentro con él por la calle, pueda besarlo en la mejilla sin sentirme rara. Abrazarlo. Desearle un buen día y seguir mi camino.
De algo no me olvido: "Cambio todo lo que toco". Espero que leas esto (sé que lo harás) y sentirás una brisa que corre por tu espalda. Es la energía. Energía de dos y eso, no se tiene con cualquiera.

11.11.10

Mañana

Todo listo y dispuesto. Es perfecto. La última vez. Alguien me dijo "la última vez". Yo estoy segura que es la última vez. Que habrá champaña, rosas rojas y sushi. Y nunca más. Quiero que sea una despedida alegre. El estará por siempre en mi recuerdo, pero su cuerpo no. No más sus caricias, ni sus besos, y escribo esto y un par de lágrimas cae por mis mejillas. Siento que lo amo. Que lo amo más que a nadie. Lo amo como no se puede amar. A usted, lo amo como no se puede amar a nadie. Siento que usted es dueño de mi cuerpo, de mi alma, de mis historias, de mi pelo, de mis ojos, de mi piel, de mis sentidos. Siento que usted siempre ha sido dueño de mí, sin importar el tiempo ni la época. Siento que usted está dentro de mí, en mi ADN, en ciertas coincidencias que no son coincidencias. Siento que usted optó por alguien porque por mí nunca lo hizo. Y no por falta de amor, sino por falta de madurez. Y eso lo entiendo ahora. Si usted hubiera madurado antes quizás otra cosa estaría sucediendo ahora. Celebrando el aniversario de la rejuntada...Pero no importa, todo sucede por algo. Y lo que sucede ahora lo entiendo perfectamente. Por algo vine a este mundo imperfecto. Lo único que digo, es que si la vida nos une, que sea cuando tenga que ser, no antes ni después.

3.11.10

Waiting

Esperando el último día.
La última vez.
¿Qué irá a suceder?
Llantos vacíos?
Locura de risa?
Sushi siniestro?
Como todo ritual del fin
Se espera
Se acontece
Se acontece adentro
No habrá mañana ni después.
Será el último día
Sera igual que el primero
Y después adiós
O quizás quien sabe qué...

28.10.10

Escribo para sanarme

Mientras el cielo se oscurece para derramar las gotas de lluvia primaverales, mi cuerpo se libera y se siente simple. He dejado de lado el peso de la enfermedad. Me siento liviana y mi alma machi me recuerda que estoy viva. Siento el poder de la tierra y la Pachamama subiendo dentro de mí hacia afuera. Mis chakras se liberan, se sienten abiertos. Cada vez más abiertos, fluyendo en ritmos que cambian según la energía que respiro y que entra en él. Cada vez más liberada de un peso invisible que está en mi mente. Enfermedad no es sólo lo que se sufre, sino también lo que se piensa y mi aparato respiratorio se libera, se siente cada vez más agradable, más terso, más ligado a la tierra y el aire que entra en él. Imágenes verdes y azules se cruzan por mí, rayos verdes y azules cruzan mi cuerpo y mi adn para llevarme a la liberación. Y me siento bien. E inspiro, luego expiro y siento que todo se vuelve normal. Que todo está dentro de mí en su justo equilibrio. La vida me acompaña con cada suspiro que emito desde mi cuerpo. Tengo conciencia de él. Lo siento. Firme, potente, ligado a las 28 diosas que me acompañan todos los días. Donde quiera que vaya. Totalmente agradecida. Limpia. Agradecida. Y no olvidar, que cada una es Diosa de sí misma. Diosa entera, diosa por dentro y por fuera. Diosa poderosa y autocreyente. Diosa. No bruja. Machi, no bruja. Machi que vuela por los aires con la fuerza de la mente, para impregnarse de todo lo que rodea, para cambiar todo lo que toca, inclusive su propio cuerpo. Su propia esencia. Su propio navegar y volar y caminar. Sus propios poderes, su propia sanación, con una perfecta forma geómetrica sagrada saliendo del cuerpo, para volver a entrar en él en un ritmo respiratorio perfecto. Todos somos perfectos. Sólo tenemos que darnos cuenta de ello. Todo es perfecto. Sólo tenemos que adecuarnos a ello. Y dejar que fluya. Así, todo lo imperfecto se va. Y somos perfectos. Siempre. Tan perfectos como lo es que en este momento ocupamos un lugar en la tierra, en un contexto temporal y una coalición divina de tiempos y espacios.

25.10.10

El cielo

Entre tu cuerpo y el silencio hay un vacío que se llena con mi luz...una luz perversamente invisible...

Verde

Entre un color y otro, entre medio está el verde y el sol.
Ahí, en el verde, un pequeño elíxir invisible.
Y un manto amarillo lo cubre todo...
Desde el cielo hasta lo más profundo de la tierra...

23.10.10

Tu nombre en el infinito

Somos parte de un plan perfecto. Un plan que nos unió, nos separa y nos volverá a unir. Agradezco estar feliz por haber estado contigo ayer. Porque sé que hay algo, que no se puede explicar científicamente, que nos une. Se acerca la fecha en que nos separaremos. Y ya no habrá más sexo, ni conversaciones, ni cosas locas. Ya no habrá juntas para recordar los momentos que pasaron hace mil años, pero que vienen a nuestra mente una y otra vez. Los recuerdos. La alegría de los recuerdos. Las cosas que pasaron. Las cosas que sucedieron alrededor nuestro cuando nos juntábamos. Los primeros orgasmos, las primeras citas. El "quiero darme una ducha contigo", el "te regalo mis ojos, son tuyos", el "voy a ser papá"y tantas otras...estás en mi memoria y lo estarás siempre. Formas parte de la colección de mis recuerdos. Te conectas a mí y yo me conecto a tí. Nos unimos en cuerpo y alma. Ayer, dentro de todo, lo mejor fue que nos quedamos en silencio. Y dormimos profundamente. Me sentí conectada a tí. En todo sentido. Me sentí tuya. A pesar de todo. Dueña de tí y tú dueño de mí. En silencio, sin palabras, tocando tus mejillas y tu nariz con mi nariz. Todo tan simple y complejo a la vez. Y siempre estaré acá. Aunque me case. Y si vuelves con tus maletas para formar parte de mi mundo renunciaré a todo y me quedaré contigo. Porque siempre he querido que sea así. Porque siempre tu nombre estará en mi infinito. En el infinito.

20.10.10

Comer, rezar, amar

Como para alimentar mi cuerpo.Rezo,para llenar mi alma. Amo, para generar el flujo circular de la tierra.
Todo es circular, incluso lo más cúbico de la vida. Todo sucede por algo. El flujo del amor genera ciclos indescriptibles.

18.10.10

Lunes

Me levanté. Abrí la ventana de mi pieza para que me despertara el frío de la mañana. Saqué la mano para tantear la temperatura del aire. Me fui a duchar. Antes de meterme a la ducha, me depilé los brazos y las axilas. Ayer, en el restorán, me dí cuenta que estaban crecidos los vellos. Muy. Y mi madre me miraba con espanto cuando coloqué mis brazos en la cabeza y unos ramitos de pelos oscuros se asomaban. Me puse a jugar con uno de ellos y al final terminó riéndose. Riéndose del asco con el que reaccionó la poca gente que me vio. Así que opté por depilarme hoy en la mañana. Odio la depilación. La detesto. Andaría con todos mis pelos libres como el viento. Pero, como viene el verano y el sudor, es mejor estar pelada. Pelada.
Odio el dolor que implica la depilación. Aunque sea con VEET, que dicen que no duele.
Duele igual, después. La fucking irritación...

Las últimas palabras antes de dormir

Gatos
Gata
Suicidio
Gatita Suicida
Pie
"palabras atraen realidades"
teatro
batería
celular
¡chucha!

16.10.10

Teatrolicismo

Es mi religión. Algo por lo que rezo y agradezco todos los días. Es parte de mí. Es mi esencia. Es la necesidad corporal y mental de hacer cosas. De SER. Este espacio es el que me permite SER. Soy, cuando en un escenario puedo desplegarme de mí y evolucionar. Soy, cuando despliego todo lo interno que desata un personaje en escena. Soy porque vivo en escena, porque me muevo, siento, respiro, camino, corro, sueño. Mi personaje. YO. YO SOY en escena. Tanto que me costó entenderlo y ahora, veo que es y ha sido mi proceso evolutivo en conjunto con este arte que amo, que me llevó a la escuela de Fernando González, que me llevó al a la energía universal, a entender este proceso interno como una realización externa de mí. Teatro hoy y para siempre. He dicho. Gracias.

Abismático prismazul

De cada color que veo dentro del tubo que se mueve intermitente
Hay luces que me recuerdan que hay vida y que con ella vive la muerte.
El color y la desidia, se mezclan con el brillo y la inconsecuencia.
Los cambios de colores y tonos son de la inconciencia de la luz.
Esa luz que brilla dentro de mi frente
Fuera de ella, en su centro intermitente
Esa luz que me recuerda las estrellas...las solitarias compañías de vidas pasadas.

15.10.10

Ahora

Siendo las 11:42 siento que todo avanza demasiado lento. Yo miro todo desde afuera y mientras más lento avanza el día, mi cuerpo se queda inmóvil, queriendo moverse pero sin poder hacerlo. Trato de pensar porqué me sucede esto. No importa, digo, debe ser la consecuencia del cansancio. Cansancio físico y mental. Cansancio imaginario. Cansancio nada más. Me faltan horas de sueño y oscuridad. Necesito dormir. Y por mientras, me acuerdo de un sueño que tuve en el que la luna y los silencios inundaban un enorme bosque lleno de pinos. La luna se quedaba quieta mientras los silencios bailaban alrededor de ella. La luna se escabullía y mientras, los silencios se quedaban. Una pequeña nube atravesaba el firmamento y las estrellas realizaban su danza silenciosa. Una danza que cambiaba todo. Era hermosa la danza de las estrellas. Yo cerré los ojos, pues era una ninfa del bosque y mientras ellas seguían danzando, mi cuerpo se evaporaba. Y todo sigue avanzando demasiado lento. ¿Se pararán los relojes?

14.10.10

Perversión

Si ella existe, soy la encarnación de su espíritu. Una perversión silenciosa. Perversa. Oscura.

La idea

Ella estaba vestida de rojo y una enorme serpiente alada colgaba de su cabeza. Su cabello estaba afirmado en un moño y bebía tequila sin parar. Sólo, sin hielo y tomando a ratos un trago de jugo de limón para disolver lo amargo. Tomaba tequila como si fuera agua. Tomaba jugo y un asco le cruzaba la boca. Era una mezcla rara. Ella venía del mundo del revés. Podía sentirse joven, como era y muy vieja, cuando era medium y se conectaba con el mundo de los muertos. Y sencillamente una niña, cuando cerraba los ojos y se trasladaba a ningún lugar. Sólo a un lugar inventado, en algún recóndito rincón de su mente.

9.10.10

Irreversible

No dar un paso atrás. Seguir en la misma ruta. Tú y yo de alguna manera. Unidos. Siempre. Que nadie nos escuche. Y todos se hagan los ciegos. Somos invisibles. Una alfombra mágica nos desaparece en el momento en que lo necesitamos. Y yo me tomo un vodka tónica. Dejo el vaso manchado con rouge. Y me saco una foto sin ropa, mientras tú me observas desde la puerta y te saboreas los labios. Me dijeron que esto era la historia sin fin. Sin límites. Parece que así es. Desde cualquier parte de la tierra.

6.10.10

Desahogo

Definitivamente es difícil olvidarte. No importa que no te tenga en ningún lado o que me hayas eliminado de twitter. Quizás era necesario hacerlo. Parte del proceso. El problema está en mi mente, que piensa de qué manera puedo cambiar esto. ¿Qué cosa? el no sentir nada o que me veas como una amiga más. Sé que sientes algo por mí, si no no me habrías eliminado de Twitter. Esto está pésimamente redactado. Lo sé. Estoy pensando en voz alta. Mientras trabajo y hago varios informes, sé que estás ahí, al otro lado de la red. Hay una película que habla de esto, Qué pena tu vida, de Nicolás López, el gordo nerd cineasta genial. No importa. Sé que aunque me vaya a la China tú estarás en mi mente. Y sé que por tu lado pasa lo mismo. ¡Qué genial sería estar juntos! pero no. Y no es obsesión, sino que es sentimiento, algo así como lo que tú sientes por Colo Colo, una pasión, algo que no tiene mucha explicación racional. Yo acá estoy trabajando con el karma. Y tratando de salir adelante. Reconozco que me dolió que me eliminaras de Twitter...pero no importa, por algo pasan las cosas y todo cae por su propio peso. Sácame de tu vida a ver si puedes, si para tí es tan fácil como dices...apuesto que optaste por olvidarte de mí, eso es lo más simple, antes de ver que, como dice Lao Tzé a veces es necesario provocar el caos para que llegue el orden.

4.10.10

Amar y dejar partir

Dejando atrás una relación de doce años. Creo que esta era la forma de hacerlo. No me odies, tampoco me tengas mala, mi intención no era causar nada negativo. Te estoy dando una oportunidad por así decirlo, de que hagas tu vida y te des cuenta de lo que peso en ella.
No te olvides de tu despedida de soltero.

9.9.10

Cuerpo cortado

Yo amaba la sinceridad del cuerpo cortado. La necesidad de darlo por quebrado. La necesidad del cuerpo en éxtasis. Rodando por el suelo entregado a sí mismo, enredado en sí mismo. ¿Así mismo? quizás entregado a la nada, al ser, al cuerpo siendo, al ser del cuerpo. Yo amaba la necesidad de romper mi cuerpo, de sentirlo débil, entregado a otra estructura mayor que a su vez me rompía más, y más y más, mucho más.
Yo amaba la necesidad del cuerpo volando, subiendo, bajando, entregado a su propio dolor de su cuerpo extendido, roto, estirado, cóncavo, convexo. era la necesidad de mi cuerpo dentro de sí mismo consumado, del cuerpo que aún se pierde, se recupera, vuelve a nacer, una y mil veces por el suspiro de la respiración en movimiento, por el suspiro de la respiración en éxtasis, por el suspiro de la respiración dentro de sí misma.
Era una necesidad del cuerpo.
Una necesidad de mi cuerpo.
La necesidad de mi cuerpo cortado.

Primavera

Cerezos en flor.
Helados a media tarde.
Un vino en la azotea.
Una siesta sorpresa.
Cena agradable.
Ganas de dormir.
Alergia.
Estornudos.
Animo inestable.
Días de más luz.
Sinceridad.
Olor a pétalos de flores.
Odio a plátanos orientales.
Torta de chocolate.
Helado de frambuesa.
Omelette de tomate.
Moscas en la sopa.
Tomate con cáscara.
Perros en la calle.
Mascotas solitarias.
Ladridos con sol.
Sol olor a hierba.
Hierba olor a oscuridad.
Trance.

Yo escribo

Podría decir mil cosas, tratar de romper la cadena de recuerdos que azota mi memoria. Hoy, en la oscuridad, en la clase de expresión corporal, invoqué tu nombre para mover mi cuerpo. Sentí tu presencia a lo lejos, pero cerca a la vez. Tu espalda, tus enormes manos, tu cuello, tu pelo corto, tus lentes flotando a la deriva en el mar. Tus ojos, tus labios, tus esencias. Todo. Eso lo sentí y me cuesta tanto decirlo. Pero lo escribo. Y al despertar, después, al salir de clases, vi tu cuerpo desintegrándose en el fondo del mar, tu cuerpo convirtiéndose en escamas que escapan de tí, que dejaban tus músculos al descubierto, después tus huesos, después tu nada nadando en arenas sueltas. Tu cuerpo, tus perfumes, tus palabras, todo desintegrado en el fondo del mar, deshaciéndose ahí, pero no en mi memoria. Y ahora estás acá, al otro lado de la línea cibernética, mientras yo escribo, y tú quizás qué cosas haces. Escribo, desahogándome para invocarte en mis sueños. No es tragedia, tengo hermosos recuerdos que vomitan mi cerebro a cada instante. Estás tan cerca y a la vez tan lejos, estás tan cerca y me gustaría que todo empezara de nuevo, retroceder, borrar lo indeseable, y que todo sucediera otra vez.
Tomándome una copa de cabernet sauvignon decreto tu presencia en mi alma. Te llevo en mi alma siempre, y yo, me imagino con una maleta enorme de un color café hermoso como las hojas del otoño y las hojas se mueven y yo camino por un largo recorrido que me acerca a tí de nuevo y después me vuelve a acercar. Podría decirte mil cosas. No te digo nada. El tiempo nos dará la razón. Yo, me niego a sacarte de mi mente porque simplemente no puedo. No es que no quiera. No puedo. Formas parte de mi historia. Incluso, hasta formas parte de mi piel. Siento, lo que siento contigo. Siento, como siento contigo. Siento, percibo, capto tu olor desde lejos, incluso con la ventana cerrada y a miles de kilómetros de distancia. Muchos. Demasiados. Invisibles fronteras que nos separan. Hay algo que me da alegría, saber que sé cuando piensas en mí. Estamos conectados. Aunque no te hable. Aunque no nos veamos. ¡Qué ganas de tocarte, de olerte, de percibirte, de sentirte!, ¡qué ganas, Dios Mío de que estés aquí, ahora, sólo mío! ¿Es amor? estoy segura que es amor, sino, no hubiéramos resistido tanto tiempo. Tanto tiempo. Tanta memoria, tantos lugares, tantas épocas. Tantos cambios.
No puedo decir nada más ahora. Tú lo sabes. Sabes todo de mí. Me conoces como nadie.
La puerta está cerrada.
No.
Está semiabierta.

3.9.10

Hoy

Siento que me falta esa otra mitad.
La otra.
Esa otra parte que no está.
Camino partida en dos.
Y mi otro lado no sé donde se fue.
Si vuelve, lo estaré esperando
Y podrá acoplarse como antes...

No pidas que lo entienda

Me fumaba un cigarro. Pensaba en la compra del supermercado. Iba a la cocina. Se me venía a la mente la presencia de Martín en mi cama. Todavía está su olor, pensé. Preparaba puré de papas, de esos que vienen para ser hechos en el microondas y en mi cabeza, sólo en mi cabeza, un agujero negro que me molestaba y no me dejaba en paz. Un puré de papas envasado, deshidratado, que habría de preparar con mucha leche y mantequilla. Un agujero negro convertido en una taza de té, en la caída del niño que vivía en el departamento de al frente, en una poza de sangre, una gota de agua inundada por sal caída del mueble. Con el estómago a punto de reventar, tarareando una canción de Sandro para olvidarme de un efímero dolor de cabeza. Todo eso era y más, una mezcla de superficies, de texturas, de incongruencias mentales y visuales que se armaban y desarmaban dentro de mi cabeza, quiero decir, dentro de la cabeza de ella, que a su vez me observaba a mí como diciendo ¿qué haces acá?, ¿por qué no te vas? ¡Andate!, ¡déjame en paz de una vez y ándate! Ella soy yo, y yo soy ella. Vivimos en mundos paralelos. Yo no decía nada, no le respondía, para que se fuera, porque el agua del wáter ya se había vuelto de un color rosado intenso mientras una paloma pasaba por la ventana y me decía que me quedara callada cuando yo no era la que hablaba. Nunca hablé, nunca dije nada, estaba sola, completamente sola, dentro de un agujero negro, por el que hay una luz y en esa luz todos me hablan, me dicen cosas, no sé si a mí o a ella, como Martín, que me dijo que me dejaba, que no me molestara en salir de ahí, como mi madre que me reprochaba que hasta cuándo iba a tomar pastillas anticonceptivas porque quería tener un nieto y de pronto, por ahí, sale mi padre diciéndome que me tome un whisky, que así la cosa va a ser mejor, más movida y mi agujero negro saldrá volando, y de pronto alguien me toma la mano, y es el mismísimo Einstein que me dice que salga de ahí, que su puta teoría no está dentro de mi agujero negro y yo pienso, qué mierdas hace Einstein diciéndome esas cosas, cuando en realidad lo que quiero es que me dejen sola, tan sola como estoy, dentro del agujero negro. Y no, no pues, no parece ser, que un fuego se me ha venido de golpe por la cabeza, invadiéndome con fuerza, haciéndome temblar como una niña con fiebre, no, mejor dicho como el hijo del vecino, el niño que siempre se cae, como si él me estuviera poseyendo de locos, cuando de repente me cae la botella de whisky por la cabeza y descubro que es mi padre, mi padre que está enrabiado, que me dice que me lo tome, que me obliga desde la luz del agujero a que me lo tome, cuando en eso estoy, abriendo la botella, y de repente el líquido se transforma en la sangre que estaba disuelta en el wáter, porque me caí cuando discutía con mi madre cuando ella me encaraba por no tener un hijo, por no darle un nieto, por follar con alguien por follar, aunque fuera hace mucho tiempo y yo le digo por la mierda cállate, y de nuevo aparece el agujero negro, el silencio, yo con ganas de no respirar y haciéndolo igual, a punto de tomarme la nariz con dos dedos de la mano para no tragar aire y siento mi cerebro hinchado, totalmente hinchado y descompuesto y esa hinchazón y esa descomposición se va largando por todo mi cuerpo, haciéndome ver como una bola gorda y transparente, porque mi piel ha cedido y las venas no aguantan la presión, y cada vez me siento más gorda, más fofa, más transparente, más dura, más tóxica, más plástica y salen esos imbéciles en la radio que me cargan, esos mexicanos, Plastilina Mosh y yo me siento de plastilina y mi cerebro retumba mosh, mosh, mosh, como si fuera una palabra larga y difícil de decir, que se me enreda en el cerebro, no se transmite automáticamente por las neuronas, tampoco llega a mi boca, sino que es un eco que no tiene fondo, que no tiene sonido y yo me desespero, me vuelvo neurótica, histérica, paranoica de mi agujero sin salida ahora por lo inflada que estoy. Llego a la superficie, toco el borde del agujero y reviento, reviento en mil pedazos. Como un flash de reventón, un estallido de aire que me mueve, que me deja en otra dimensión, sí, la dimensión de los dibujos animados, de las estrellitas multicolores, atontada, estúpida. No es nada. Digo. Pienso. Reflexiono. He vuelto a ser la de antes, la del agujero negro. Y ahora nadie me mira, nadie me reta. Tengo olor a whisky en el cuerpo y a puré de papas en la boca. Mejor dicho olor a puré de papas y whisky en una mezcla que me adormece, que me hace cerrar los ojos, abrir la boca; porque duermo con la boca abierta y boto baba; y la baba se siente con sabor a una mezcla entre whisky y puré de papas, todo junto, cuando me acuerdo de Martín, que Martín me dejó y grito enajenada su nombre y me doy cuenta que él no me responde. Lo grito más fuerte y el agujero ahora tiene eco, me devuelve su nombre y no su presencia. Es terrible para mí. Fuerte no sentir a Martín, no tener a Martín, que Martín me dejó en el agujero negro, porque el inventó ese agujero para mí, pero yo lo hice más grande y más pequeño para que sólo cupiéramos yo y mi alma. Ya voy, ya voy, no me jodan, si sé que debo sonreír para la cámara, eso lo sé, lo tengo claro. ¿Me pongo así?, ¿no?, ¿más de lado?, ¿me pueden explicar cómo quieren que pose?, ¿no?, ¿no quieren? Entonces mejor me callo, me callo, y me voy a un rincón, y le digo al fotógrafo que me traiga vodka, que quiero descansar un rato, que vaya a la esquina a comprarme una cajetilla de Marlboro Light. Me pasa una copa y me deja sola, tan sola, tan sola, que todo se vuelve negro, todo de nuevo se cierra y sigo escuchando la voz de mi madre, los gritos de mi padre, la sombra de Martín y la sangre, que ha salido, no sé cómo, de un salto del wáter a la copa que tengo en mi mano.

9.8.10

Anorexia

No comeré nada que engorde.
No ingresaré grasa a mi cuerpo.
Nada de harinas, aceites, mantecas, ni dulces, ni pastas, ni azúcares.
Flaca, flaca, flaca.
De tanto escribirlo bajo de peso...estoy a punto de repartir letreros por todo mi departamento. Partiendo por el refrigerador, la cocina, los muebles, el living, la mesa del comedor, mi pieza y todo mi baño.
Flaca, flaca, flaca.
En los huesos.

7.8.10

¡Voten, voten, voten!

Todavía pueden votar...tienen que elegir el nombre Zoila Araya...es una historia mía sobre mi madre, ella tiene que ser la Mujer Bicentenario!!!!!!

Hace días que no

Hace días que no escribía y ahora encuentro una razón para hacerlo. Me estaba acordando de nuestras historias. De nuestro pasado y nuestro presente. ¿Cómo será nuestro futuro? No lo sé. Vivimos el momento. Vivimos de recuerdos. Vivimos de lo bien que lo hemos pasado. Vivimos de un encuentro de almas que no se acaba nunca. De un vínculo que no somos capaces de romper porque es más fuerte que nosotros. Más fuerte que nuestra vida...más fuerte que el deseo que nos une. Hoy, mientras dormía una siesta, quería sentir tu olor. Tu olor a cuerpo. Tu olor a sudor. Sentir mi cabeza debajo de tu axila. O debajo de las sábanas, dándonos un calor que nunca termina. Entregándonos sin parar, como si fuera la última vez.
Me gusta vivir esta historia, nuestra historia, es como un suspiro que nunca acaba, es deseo, es carne, pero también es complicidad, es ser de a dos, es clandestinidad, oscuridad, calor, sudor, besos, humedad, piel, flores, sentidos, colores, felicidad momentánea, separaciones, encuentros, algo que el tiempo no conoce. No tenemos tiempo, nuestra relación no tiene tiempo. No sé si es amor, pero si profundidad, concavidad, convexidad, figuras redondas, encuentro de círculos, unión. Y estoy feliz de que estés en mi vida, aunque sea así, me siento feliz de ser mujer y hacerte feliz, que nuestra vida juntos sea así, porque tú estás loco y lo sabes, y yo también estoy loca, y lo sé, más consciente que nunca, por eso deseo no dejar nunca de verte, de sentirte, de que algún día, sea cual fuere, vivamos juntos y estemos juntos y sintamos, gocemos, aprovechemos ese tiempo que hasta ahora ha sido una travesura con nosotros. Quiero ser tu niguiri y que tú seas mi roll, eternamente, uno para el otro. Todo es tan perfectamente imperfecto. Totalmente descuadrado dentro de un cuadrado perfecto. Es eso, es contención, me contienes y te contengo. Quiero gozar, sentir, que me penetres y yo sentirte dentro de mí y tú sientas que estás dentro de mí, de una forma, de mil formas, de mil maneras, de mil sentires, como un torbellino, un huracán, una lluvia que no para, nubes de mil colores, energías que se mueven.
Somos tan distintos, pero eso, eso que nos une, es lo que nos hace iguales. Hemos vivido mil vidas pasadas. Tenemos una relación kármica. No importa. Por algo sucedió ahora. Hace ya tanto tiempo que podría escribir un libro, desde la primera vez que te ví, hasta los interminables encuentros que hemos tenido. Y que nadie ha sabido o muy poca gente. Amén.

23.7.10

Hacer dormir a los niños

Prender el espantacuco. Apagar la luz. Contarles historias bellas antes de soñar. Invocar hadas. Olvidar pesadillas. Acurrucar en la piel. Silbar despacito. Ir a fumar y después volver para ver si duermen de verdad.
Cerrar la puerta. Dejar todo ordenado.
Llamarlos en sueños, a ver si aparecen.

5.7.10

Cara neutra

No le doy explicaciones a nadie. Sólo a mí misma en estado de conexión profundo. Sólo soy yo la que tiene las respuestas de su propio yo. Yo y nadie más que yo. El qué, el cómo, el cuándo, el dónde y el para qué. Una elipsis de respuestas. Entiendo todo. Perfectamente. Soy pitonisa de mí misma. Si hago algo, no tienen porqué preguntarme para qué lo hago en tal o cual momento o en qué circunstancia.
Simple.

4.7.10

Algo

El tiempo y el espacio no existen. Es una forma de autocontrol...el resto viene de arriba, de muy lejos...y yo lo siento así en este momento....

Lo cotidiano

Son las 3:30 am. Una hora mágica. Estoy con insomnio y mi guata está enorme. Siento que aunque cayera en un sueño pesado igual no podría dormir. Creo que pronto me iré a acostar. Cerraré los ojos y me quedaré profundamente dormida. Duermo tan profundo que nadie me saca de mi inconsciente.
Cuando duermo, lo hago con los ojos cerrados y a veces también los abro. Y sueño. Con cuática. Y hablo, grito, lloro y me río. Dicen que reto a medio mundo. Me siento tan bien durmiendo, porque pese a lo inquieto de mi sueño, descanso. Y en este momento, a estas horas, en que me siento así, pienso.
Pienso que tú y yo no hemos probado lo cotidiano después de todo este tiempo. Pienso, por ejemplo, en invitarte a tomar once con capuchino y donuts. Pienso, en que durmamos una siesta de una hora un viernes y te pido que traigas pijama, para que sepas como duermo. Pienso, en que nos falta tiempo para hablar, aunque sea de una tontera, o de fútbol, que tan de moda está en estos días. Pienso, que quizás me gustaría que me observaras cuando voy al baño y me siento en la taza del wc. Que sintiéramos nuestros olores a cuerpo. No tendría ninguna incomodidad. Pienso, que quizás te gustaría que nos juntáramos un día y fuéramos a caminar por el parque que está al frente de mi depto. Quizás no me darías la mano. Tal vez nos sentaríamos en un banco donde nadie nos viera y me dejarías apoyar mi cabeza en tu hombro.
Pienso, en cómo sería si te contara un día de mi pega tal cual es, en si te relatara la forma en que duermo. O mi comida favorita. O como me gusta tomar el ron, o porqué a veces me vuelvo adicta al pan con queso y ketchup. Y en las rabietas que me dan los días de la regla. O que cuando me enojo no hablo y no uso audífonos. O porqué me gusta escribir en twitter, facebook y en mi blog. Quiero descubrir lo cotidiano contigo, a ver qué pasa. Creo, intuyo, que si conoces lo cotidiano de mí nos acercaremos más.
Creo, que después de todo este tiempo eso es lo que falta. Es lo único que falta. Yo, por mi parte, aceptaría todo de tí. Tus olores, tus manías. Sé que te acuestas en el lado derecho de la cama. Que roncas cuando duermes. Que eres mal genio aunque conmigo tengas paciencia. Que, a diferencia de mí, eres muy racional, aunque eres tremendamente intuitivo para los negocios y te haces el duro, aunque eres sentimental y lunático, como toda persona de tu signo. Que te gustan los perros grandes. Que tuviste un par de perros que se llamaban Odín y Freya. Que te gusta el mar, que odias los días nublados. Que hueles rico con Calvin Klein. Que eres fanático de Colo Colo, que te gusta Michael Jordan, el básquetbol. Que veías las peleas de box con De La Hoya. Que gozas con el sexo, que te entregas con él. Pero no quiero sólo sexo. Falta lo cotidiano. Estoy dispuesta. Quiero probar. Y probarte. Y yo demostrarte. Será un arte, de eso estoy segura. Dicen, que quien no se arriesga, no cruza el río.

27.6.10

La prueba

Hoy soñé que tú y yo estábamos en un salón enorme y teníamos que responder una prueba de no sé cuántas preguntas y cada una con miles de alternativas. Era una prueba larga y tediosa. Estábamos sentados el uno al lado del otro. Yo te copié varias respuestas y tú también a mí. No me acuerdo qué tipo de prueba era, pero sí sé perfectamente que era en Copesa. Un sueño raro. Quizás estamos en tiempo de controles. No sé de qué tipo. Pero el sueño fue tan lúcido que está claro que por aquello por lo que pasamos es una prueba constante. Al menos ha resistido el tiempo y el cuerpo. Es algo que entiendo perfectamente. Tan claro, como sé que nadie nos puede separar, aunque hayan ciclos en que nos dejemos de ver. Te tengo en mi pensamiento, siempre...

18.6.10

YO SOY

YO SOY LA PERFECCION OTORGADA POR EL PODER FEMENINO EN CADA UNA DE LAS AREAS DE MI VIDA Y EN LA CONSECUCION DE MI PLAN DIVINO...

15.6.10

Algo así

Es raro, pero nunca me he visto de piernas cerradas. Siempre de piernas abiertas.
Flujo, que le dicen.

24.5.10

Colapso

Hay un momento
Hay un momento en que
Hay un momento en que el cuerpo se cansa
Hay un momento en que el cuerpo para
Para por sí mismo
Se detiene
Por el peso de la respiración
La no fuerza del cuerpo
Luego, luego viene la pausa
El inspirar y expirar profundo
Después, ese instante
Después, ese puro instante
Tras el cual,
tras el cual el cuerpo gira
El cuerpo se entrega al movimiento
Se entrega
Se cede a sí mismo
Y vuela
Y vuelve
Y gira
Y agota
Y al fin
El cuerpo
Con la conciencia plena del conocimiento salvaje
Conocimiento salvaje profundamente ordenado
Y desordenado en la conciencia
Cuerpo vivo
Cuerpo
Cuerpo cansado
Cuerpo
Cuero cedido

21.5.10

Biplano

Estoy y no estoy
La velocidad humana a veces me sobrepasa
Estoy y no estoy
Me muevo a ritmo lento mientras mi espíritu zen reposa
Estoy, en un día feriado con pijama todo el día
No estoy
Estoy, en un lugar lleno de luz que llena de placidez mi alma
Estoy
No estoy
Me divido en dos
Me parto en dos
Mi alma se parte en dos
En dos planos
En un biplano
Vivo en dos
Vivo en dos planos
Duermo en dos planos
Y los dos planos totalmente conscientes y cruzados
Cruzados
Cruzados en dos
Me cansa la vida humana
Pero así soy
Yo soy
Destinada en dos planos

Orejas de conejo

Quiero unas orejas de conejo para mí. Largas, peludas y afirmadas en un cintillo. Ojalá de color rosado con blanco. El cintillo debe ser rosado o blanco. Si tienen lucecitas sería mejor. Si las luces se prenden y se apagan sería ideal. Orejas de conejo todo el rato. Y encerrarme en una pieza oscura. Apagar y prender las luces de las orejas de conejo. Espero que las vendan en alguna parte. Las necesito. Hoy, en un día nublado, las necesito.

20.5.10

CUBO MÁGICO

Dentro de cuatro paredes, perdón, de cuatro lados hay dos lados más, arriba y abajo, que impiden la salida de los flujos. Dentro de estas paredes, por lo tanto, hay un cielo y un suelo que se mueven hacia arriba y hacia abajo dependiendo de la fuerza de los flujos. Ellos nunca se separan, simplemente están. Así. Como tú y yo. Contenidos en una fuerza de cuatro paredes que lucha por despegarse del suelo para llegar al cielo.

Desaparecido

Te conozco tanto. Sé que es una virtud tuya desaparecer sin que nadie lo note, casi como un pájaro muerto en alto vuelo. Te conozco tanto. Sé que desapareces de mi vida sin desaparecer de ella, siguiendo los rumbos que ella te marca, mientras yo marco los pasos por donde vas. No te das ni cuenta. No soy obsesiva ni te sigo. Te tengo en cuenta siempre, todos los días y en algún momento me acuerdo de tí. Es difícil esto, pero agrada. Tocar fuego sin quemarse. Tocar fuego y dejarse llevar por el color de las llamas. Algún día tú y yo nos envolveremos en estas y seremos inmortales. A estas alturas del partido lo nuestro es inmortal, como un acto criminal que no se olvida, que pasa a la historia, por muy clandestino que sea.

16.5.10

Meta

Partido el alto vuelo comienza la locura de mi cerebro....craneando, inventando, creando, imaginando mundos que existen en alguna parte, o quizás no existen en ninguna...quien sabe, sólo mi mente, toma, deja, parte, recibe, reniega, mantiene, contiene, ilumina. El poder de la palabra y los sentidos, de los no sentidos, de los partidos, de los recibidos, de los dejados. Mi palabra. Mi palabra mágica y consecuente.

10.5.10

BOTAS

Echando de menos unas botas café que eran hermosas y destacaban las piernas de mi madre.
Botas lo que no te sirve.
Si te trae malos recuerdos lo botas.
Botas de vaqueros.
Botas de Pretty Woman (botas de chulas).
Botas por el candidato que no te representa.
Botas de niñas. Botas rosadas. Botas de Barbie.
Botas un poema mal escrito, un mal de amor, una mala noticia.
Botas con pantalones, con faldas, con minifaldas.
Botas con chaquetas largas.
Botas en los días de la menstruación.
Botas en la mesa, con los pies arriba.
Botas al suelo, aquello que no te acomoda.
Botas amarillas, emulando a los Peanuts en lluvias de Nueva York.
Botas cortas.
Botas largas.
Botas imaginarias.
Botas cosas imaginarias.
¿Los payasos usan botas? No, las botan.

9.5.10

Oído al revés

Hace tiempo que oigo voces.
Incluso sé que es normal.
Ahora, la diferencia está en que sé a quien pertenece cada voz.
Con nombre, apellido y fecha de nacimiento,
Me preguntan cómo estoy.
Yo les respondo muy bien o muy mal dependiendo del día.
Generalmente suelo decir que está todo perfecto.

6.5.10

Hoy

Yo sabía que tenía que ser así. Yo sabía que hoy iba a ser así. Yo sabía que hoy conocería el límite entre lo perverso y lo dulce. A veces, lo comúnmente asqueroso puede causar placer. Y sentí el placer. Intenso y profundo. Nadie lo entendería. El lo entiende perfectamente. Y sabía que hoy iba a ser así. Por algo las velas invocando el pasado perverso que ambos vivimos hace siglos atrás. El aroma a vainilla impregnándolo todo de dulce. Mezclando lo perverso del acto y lo dulce del aire. El y su presencia transforman mi mundo. Lo hacen de otra dimensión. El es totalmente distinto a mí, pero en el acto, en la esencia de lo perversamente dulce somos iguales.
Entre dos no hay límites. El límite está puesto por las circunstancias de lo dulce. Son circunstancias que vuelven todo un poco perverso. Con él me siento. Libre, perversa y dulce...como soy.

26.4.10

Orilla

Estoy al borde del precipicio...caeré en el vértigo en cualquier momento....y no tocaré fondo...volaré...

23.4.10

Desde el otro lado

Siempre miro para atrás antes de acostarme
Alguien me sigue sigilosamente silencioso
No es nadie
Lo sé
Bueno, en realidad no estoy tan segura
De que hay alguien, hay alguien
Pero lo dejo estar
A veces me habla al oído
Puro fuego consumado de otras vidas

22.4.10

Deseo

Sólo quiero que mi cuerpo se contraiga
Se vuelva cielo de sí mismo evaporado
Sólo quiero que mi cuerpo se distraiga
Volviendo aire el suspiro vomitado
Sólo quiero que mi cuerpo se caiga
Una vez, otra, otra más arrastrado

Lapsus interruptus

Sólo por un lado,
Sólo por uno,
Por el obtuso o agudo de mí.
Me gustaría volver a ser virgen.
Sólo por un lado.
El lado de la mente.
El agrado corporal del cierre.
El cierre corporal del agrado.
El corporal cierre del agrado.

ROTA (Publicado previamente en Facebook)

(Imagínense un escenario, con pedazos de espejos en el suelo. Yo, desnuda en una silla de terciopelo, mientras una lluvia de sangre cae sobre mi cuerpo, primero lentamente, luego a una velocidad moderada, para posteriormente mojarme entera, como una tormenta roja. Tengo un micrófono. Hablo ronco, lento y pausado)
Mi pedazo de piel sensible. Mis ojos cerrados. La cuenca de mis ojos vacía, mi piel cerrada. Un frío me recorre la espalda. Mis ojos están mojados. He dormido menos de seis horas en los últimos días. Mi piel tiembla. Siempre tiembla. Me consume, me conserva, me destruye.
Mi alma está en silencio. Yo no soy la que hablo. ¿Escuchas la voz? Podría ser una voz que no soy yo. Mis pechos se callan. Se han callado aún más. ¿Escuchas cómo habla la voz? No puedo explicar bien lo que sucede. Ni siquiera sé porqué estoy aquí. Es el parto, me dice la voz. El parto de mí. He salido por un canal de luz envuelta en tinieblas azules. Tinieblas que han salido de alguna parte de mi cuerpo. Partes cóncavas y convexas que formaron un túnel por el que me escapé huyendo de una salvia espesa y pesada.
No sé qué hago aquí. Ni siquiera sé si ustedes me escuchan. Es el parto de mí. ¿Sienten el agua como corre? Es un agua tibia, tiene un sabor extraño, un hálito a crema de recién nacido. ¿Escuchan la voz? Ella también les habla. Es la voz que nadie escucha. ¿Será imaginación? No. Acaba de decirme. Y recuerdo cuando una vez siendo niña, corría entre espigas doradas una tarde de campo en el sur. No. Vuelve a decirme.
Y recuerdo cuando una vez ya no siendo tan niña me bañaba desnuda en el mar en las noches de luna llena. ¡Ay!, ¡cómo duele!, ¡ay!, cómo duelen los recuerdos. ¿Has sentido el dolor de los recuerdos? Esos son los dolores que ahogan. No sé si lo digo yo. Quizás es la voz. Ahora no la escucho. Hay interferencias. Son los sonidos de los sueños rotos, de la piel rota, de los ojos rotos, de la sombra rota. Me lo dice ella, al oído. Me lo dice la voz.
Mi sombra se fue con ella y me ha dejado aquí. Por eso es que he nacido de nuevo. Parida de mí. Con dolor, con ansias, con un sol de invierno que se oculta entre las nubes. Aún está el sol. ¿Lo ven? Yo no puedo. Ya no puedo. Estoy en otro sol. Mi vista, ahora, se ha vuelto de algodón amargo. Y sólo mis brazos se poseen vivos, como corrientes de mi alma, como serpientes líquidas, como pedazos de algo que se ha vuelto a armar de otra manera. Como pedazos de algo que se ha vuelto a amar de otra manera.
Es tarde. Me dice la voz.
Ya es tarde. Todo ha comenzado de nuevo.
Ya saliste del laberinto.

PARTO

Instrucciones:
1.- Tápese los ojos con masking tape
2.- Escriba una palabra en el masking tape, de preferencia con plumón rojo.
3.- Sienta el masking tape fijado en sus ojos de acuerdo a la curvatura que se ha formado según la forma de sus ojos en el rostro y la presión ejercida por el plumón al escribir la palabra.
4.- Colóquese en la boca una placa de dientes de vampiro.
5.- Abra la lengua
6.- Coloque lo que desee
7.- Usted ha parido, aunque no lo crea.


Abducida

Estoy fuera.
Dentro de algo.
Muy adentro.
Es dulce.
Acido y sigilante.
Acido. Cremoso.
Sigilante. Envolvente.
Me quedo ahí.
Es dulce.
Insisto, es dulce.
Me quedo en lo dulce.
Lo dulce me come.
Me fija los brazos.
Lo dulce me enerva.
Me para los pelos.
Lo dulce me da sombra.
Es cálido.
Es dulce.
Yo no me comí el pie de limón.
Me empequeñecí.
Me volví célula y luego mórula.
Dividida en pequeños pedazos invisibles.
Pequeños pedazos casi invisibles.
Y aquí estoy.
Abducida en crema, algo duro, algo ácido.
La melancolía y Alicia.
¿Dónde está mi conejo?
Nadie responde.
La crema me aísla del mundo exterior.
La melancolía y Alicia.
Todo el rato mirando el reloj.
El reloj que se ha parado.
Me han abducido.
Definitivamente cremosa.
Cremosamente definitiva.
Pequeñas cosas.
Pequeñas grandes cosas.
Y en medio yo.
Subdividida de mí.

Chamana

Entro en la habitación. Está todo oscuro. Demasiado silencio que entra por los oídos y obstruye el pensamiento. Una hoguera arde en el centro. El, está acostado de guata y pareciera dormir un profundo sueño. Se siente pesado. El, el ambiente, la luz, el lugar. A medida que comienzo a caminar todo se ilumina. Un cuchillo se pasa por mi cabeza. Un cuchillo brillante, reluciente, recién afilado. Asumo que está en el bolsillo del pantalón que se ve, ya que su mano sostiene algo que está dentro de él con firmeza, con miedo a que lo ataquen, a que le vayan a robar algo que no es material. Me acerco lentamente. Le toco la cabeza. Un hálito frío recorre mi cuerpo. Es su alma, pienso. Es su alma fría, llena de miedo, odios y rencores. Me acerco despacio, él me gruñe. Me sigo acercando y su cuerpo comienza a temblar. "Es la hora", dije. Prendí un palo santo y dejé que el humo impregnara su cuerpo. Inmediatamente después, un temblor se apoderó de sus brazos, que parecían haberse separado de sí mismo. Aleteaba, golpeaba a espíritus invisibles. Me miraba con los ojos inyectados en sangre. Me quedé paralizada por un instante. Sentí que en algún momento podría haber sacado el cuchillo y habérmelo enterrado en alguna parte de mi cuerpo. En alguna parte de mi cuerpo de donde corriera mucha sangre. Me agarró de improviso, para levantarme en el aire. Estuve en el aire, peleando con demonios de fuego y vómitos turbios de seres intocables.
Caí. De pronto caí. No había nadie.¿Chamana?Nadie habló ni contestó a mi pregunta. Estaba sola. Sólo un cuchillo en mi mano. Una herida en mi estómago. Y sangre. Mucha sangre. La lamí y me quedé dormida. No recuerdo si soñé esa noche.

21.4.10

NADA

Me encanta.
Nada.
Aire.
Invisibilidad.
Todo.
Transparencia.

In situ

En la mañana, cuatro vacas estorbaban el tránsito en la autopista.
En la mañana, cuatro autopistas estorbaban el tránsito en las vacas.
En la mañana, cuatro tránsitos estorbaban las vacas en la autopista.
No entiendo como el auto pudo avanzar de pronto.
Sólo se movió.
Las vacas volaron y la autopista desapareció.
Sólo yo ante el volante.
Y el frío.
Ahora que me acuerdo, hace tiempo que no sentía frío como el de hoy en la mañana.
Frío.
Lo detesto.

Pequeño sueño

Anoche soñé que alguien se cortaba el pelo. Que llegaba con el pelo corto y decía "lo tuve que hacer". Yo me quedaba en silencio y lo miraba. Lo más raro, es que en el sueño esa persona me lo decía a mí...Quise saber sus secretas intenciones del porqué se lo había cortado. Quizás tenía una carga de la que deshacerse y la única forma de hacerlo era cortándose el pelo. Yo me quería rapar hace un tiempo. Ahora no. Lo único que quiero es volver a tener el pelo largo. Muy largo. Y hacerme visos y tenerlo liso todo el tiempo.
Mi carga no sé cuál es...no tengo ninguna conocida...creo...

12.4.10

Sin anestesia

Me acordé de esto porque alguien me dijo que yo era así para decir las cosas.
Bueno, con algunas personas.
Con ese especímen siempre.
Quizás es la única forma de que me entienda.
Creo que intelectualmente funcionamos de distinta manera.
Como si Marilyn Monroe fuera Presidenta de Cuba.
Nada que ver.
Pero somos casi iguales en otro ámbito.
¿Cuál?
¿El de la ciencia ficción?
El otro día leí que hay una película que se llama La Teta Asustada.
Nunca he visto a mi teta asustada.
Creo que la película no tiene nada que ver con tetas.
Lo primero que pensé en cómo se vería mi pezón si se asustara.
Yo creo que minúsculo, trataría de desaparecer.

Antojos

Un conjunto de ropa interior blanco con negro. Ojalá el negro vaya bordado en el blanco formando flores. O rojo con blanco. Los corazones deben ser blancos.
Un par de zapatillas de colores chillones. Hay unas Puma que me encantan.
El libro Madame de Sade de Yukio Mishima. Mato por ese libro.
El tatuaje descrito en el texto anterior.
Ropa de la ropa americana.
Ropa de Patronato, obvio, especialmente esa de dos lucas o cuatro lucas que es la misma que venden en Falabella.
Calcetas de colores, muchas, para el frío.
Un calientacamas o Scaldasonno. Idem.
Una estufa gigante. Idem 2.
Rosas artificiales. Para darle un toque kitsch a mi baño.
Azúcar de colores...para alegrar mi cocina.
¡Burbujas! para el ocio
Helado de chocolate para los antojos.
Queso con ketchup.
Mostaza (para echarle a todo)
Perfumes (cualquier olor me encanta)
Sushi todos los días en la hora de la cena.
Vino, Carmenere o Syrah.
Y tantas cosas...pero estas son las más urgentes...



Tatuarse es sagrado

Hace días que me quiero hacer un tatuaje. Tengo el diseño hecho. Entero negro. Es simple. Pero no he podido hacérmelo. Me ha costado. He andado con plata, pero con lata para salir del metro, he andado con tiempo y ganas pero me han faltado las lucas. Ando antojada con ese tatuaje. Bueno, el diseño completo. Me cobraban treinta lucas, eso me dijo el tatuador. Me encanta hacerme tatuajes, aunque hace tiempo que no me hago uno. El último que me hice fue hace dos años. Un dragón rojo, porque mi signo del horóscopo chino es dragón, y de fuego más encima. Tengo uno que es un caballito de mar, que me lo hice por alguien, con razón me dolió más que la cresta. Tengo otro que es el signo de mercurio, que otorga fortaleza ante la vida. Bueno, una estrella y otro más. Pero el que me quiero hacer ahora es importante para mí. Tiene que ver con dos cosas fundamentales: el símbolo rúnico de la clarividencia, el de la prosperidad y Auryn, la serpiente del todo en uno y el uno en todo.
Ya po, me quiero hacer el tatuaje. Me da cosa el dolor, pero ese dolor no. Es extraño. Da lo mismo. Es un ritual, algo que pocas veces se hace, pero cuando se hace, es porque es de vital importancia. Lo necesito. Así que a esperar el día en que las lucas y las ganas estén juntas. Ah! se me olvidaba, un par de letras que esconderé muy bien en alguna parte.

Mea culpa

Generalmente no siento culpa, ni miedo. Hace poco perdí mi ego.
Todo bien.
Los perdí con mantras y espiritualidades varias que llevo en mi alma.
Bueno, tengo amor propio que no es lo mismo que ego. Hay que gente que dice que sí.
Yo me quedo calladita.
Me siento culpable a veces por cosas de las que no tengo culpa.
Pero son culpas inventadas.
Lo que me llevó a pensar que la culpa es un invento del hombre/mujer
Follar no me da culpa
Fumar tampoco
Comer menos (ahora sí porque estoy a dieta, pero insisto, es un invento por si me salgo del régimen)
Por lo tanto, el pecado no existe
Si no hay culpa, si no hay ego, si no hay miedo
Sólo hay que ser
Nada más
Así que olvídense de la culpa
Olvídense del miedo
Olvídense del ego
Están perdiendo el tiempo

Queso con ketchup

Digo que me gusta el queso con ketchup. Especialmente cuando faltan dos días para que me llegue la regla. Esos dos días son primordiales para que mi cuerpo sienta y saboree con intensidad el gusto del queso con ketchup. Hay dos formas de comerlo, pero prefiero hacerlo con el queso frío, eso se llama queso con ketchup en frío. Demasiado rico y generalmente me como dos trozos gordos con una línea de ketchup que generalmente se engrosa en el segundo trozo. Me lo como a medianoche antes de acostarme. Delicioso. Me sirve para suplir la molestia de mis pechugas hinchadas. Hay otra forma de comerlo que es el queso con ketchup en caliente. Se hace en microondas. Es un sandwich de queso sin pan, vale decir, queso, ketchup, queso. O bien queso, ketchup, queso, ketchup y queso. Me gusta más la primera opción dos veces. Generalmente, me lo como con tenedor, el que por sí solo se unta en el queso derretido.
Hay gente que siente asco cuando le digo que me gusta el queso con ketchup. Yo le respondo que es un antojo maravilloso.

Furiarota

noescriboniconmayusculasniconacentos
ymecuestamuchoporquesoyperfeccionistaparaescribir
perocreo queestaeslamejorformadesacarlafuriaafuera
porqueasinosliberamosdeunamejormanera
noseporquetengofurianoesrabianiirasolofuria
unafuriadeletrasqueseunenunasconotras
lafuriaseacumulaentreellas
yyomesientofelizmasfelizdeloqueestoyporquecadaoracion
haquedadoperfectamenteunida

Fiera

Cuando duermo apago la luz y mis ojos son fosforescentes. Debajo de mi cama hay un vodka dado vuelta, un duende se ha metido en mi baño. Por la ventana llueven tomates que se estrellan en ella. La abro y ellos dejan de estrellarse, digo los tomates, y luego se transforman en pájaros y como son miles, estoy llena de pájaros, estoy completamente inundada de alas y plumas. Cada vez más denso, muy, muy denso. Toso, primero despacio, hasta casi asfixiarme, me meto debajo de la cama, me tomo un trago de vodka, no dos, no mejor tres, hasta que me bebo todo lo que quedaba en la botella. Me quedo dormida.
El dolor de miles de heridas me despierta al día siguiente.
No recuerdo picoteos de ninguna especie.

ANOREXIA

Primero elimino una cucharada por día. Luego dos, después tres, en seguida cuatro, continuamente cinco, sin parar hasta dejar el plato con toda la comida.
La meta es la nada.
Poco a poco dejar de comer.
Lentamente, casi invisible, volviéndome parte de la pared.
Así nadie verá que he dejado el plato tal cual.
Para más tarde
Para la noche
Para la medianoche
Para la madrugada
Para al levantarme
En la mañana
No comérmela

Cuando yo me transformé en aire

Te inspiro
Te expiro
Entro aire de tí
Saco aire de tí
Te inspiro entrando aire de tí
Te expiro sacando aire de tí
Te inspiro azul
Te expiro verde
Te inspiro frío
Te expiro caliente
Te inspiro transparente
Te expiro sórdido e inconstante
Te inspiro sobrio
Te expiro en trance
Te inspiro en silencio
Te expiro en ruido
Te inspiro en sepia
Te expiro a color
Te inspiro en papel
Te expiro en burbuja
Te inspiro en cuadrados
Te expiro en círculos
Te inspiro distinto
Te expiro distinto a la vez

En la mitad de mí

Veo estrellas
Flores, sangre de leopardos
Vino, trufas, velas, un túnel
Veo inciensos encendidos de un olor agradable
Una tina
Agua
Un espejo
Pedazos de cielo
Cortinas de felpa
Gamulanes enormes
Arte
Unos aros de fantasía
Zapatos negros
Sostenes
Calzones
Rayas azules
Un vaso de vino
Un vaso plástico con vino
Una sombra
Una camisa
Una polera
Pantalones
Pedazos rotos de algo
Algo roto en pedazos
Frío
Serpientes
Culebras
Reptiles
Arañas
Y ahí
En medio
La luz que todo lo cambia
Sin cambiarlo
De la oscuridad a la luz
Así de simple
La No presencia
Y ahí
un pedazo de vidrio
clavado en tu pie
por caminar en la sombra
sin mirarme a los ojos

29.3.10

Hoy

Después del laberinto lo único que me queda por sanar eres tú.
Salir y entrar...una nueva vida...un nuevo comienzo.

16.3.10

yo

Cuando digo YO SOY TEATRO...no estoy diciendo nada fuerte ni impactante, estoy invocando el poder de la magna presencia para que todo mi ser teatro se exprese en su amplia magnitud...eso es...y YO SOY VIDA, YO SOY ESENCIA, YO SOY PUREZA, YO SOY RISA, YO SOY MAGIA, YO SOY...todo lo que quiera, todo lo que desee...

PLAY

En la serpiente invisible que viaja por las estrellas hay un mundo secreto que nadie conoce. Sólo lo conozco yo, porque lo he visto en sueños. El manjar es color sangre y los caminos son de espinas. Y miles de estrellas de algodón en ese firmamento lejano.
Viajé hasta allí, con mi auto entero desarmado.
Y llegué, para luego armarlo a escondidas.
No me acuerdo si desperté o me despertaron.
Suelo ser un zombie en camisa de dormir.

Sólo entiendes que no te diga nada.
Que te cueste tragarte mis palabras.
Que te cueste soñar en luna llena.
Que te cueste besarme a escondidas.
Que te cueste tenerme en tu guarida.
Que no quieres que rompa tu terreno.
Yo no quiero, más es lo que más quiero.
Y no digo porque no sé que es lo que pido.
Sólo sé que tu luna es mi sangre.
No me pidas que lo explique, sólo lo sé.
Sólo sé que tu luna es mi recuerdo.
Sólo lo sé, dentro de mi sangre.
Y te vas detrás de mi espalda
Dejando tu huella simiente al final de ella
Cuántas veces, cuantas lo recuerdo
Como si fuera ayer, contigo a tu lado
Contigo, pero sin tí
Mientras ella te folla cuando puede
Mientras ella te folla cuando quiere
Sin saber que en tu mente quizás estoy yo
Lo más probable es que sí, al cerrar los ojos
Imaginar es tan fácil como escapar.
Nada más, sabiendo que te siento
Que estás en mi silencio
Y yo estoy en el tuyo
Nada más
Sólo abandono al despertar
Sabiendo que estás, pero a la vez no te percibo
Es simple, es así, es que estás sin mí
Y yo sin tí
Aunque siempre unidos
Por una razón que no entiendo
Una razón que es incomprensible
Da lo mismo
A estas alturas da lo mismo
Sólo quiero estar contigo.

La receta

Sólo basta una acción a una reacción y estaríamos.
Colocar café instantáneo en agua hirviendo y sería.
Fácil.
Difícil.
No encuentro la taza y tengo el café.
Anhelo ninguno de quemarme las manos.

5.3.10

S O R D O

Cuando coloco la música fuerte, puedo poner la punta de mis pies sobre el suelo y sentir la vibración de sus ondas en el piso. La oscilación aumenta cuando coloco la planta y las ondas ya se transmiten a todo mi cuerpo si el pie está totalmente apoyado. Una vez que he colocado los dos pies, suelo quedarme así, estando de preferencia sentada, palpitando cada rincón de mi cuerpo totalmente poseído por el ritmo.

El día del terremoto, sábado 27 de Febrero de 2010, a la fatídica hora de las 3:34 estaba plácidamente durmiendo en mi cama. Tapada hasta arriba de la cabeza con un plumón un tanto caluroso para una noche de verano. Tenía las rodillas dobladas y el cuerpo vuelto hacia la pared. No había tenido sueños ni pesadillas. Simplemente mi cuerpo y mi mente descansaban. En un lugar placentero lejos de aquí. Extrañaba las vacaciones y antes de dormir me imaginé regresando a las idílicas playas de Cancún. Mi habitación está al final del segundo piso de la casa de mis padres. Lejos de la escalera y los baños. De pronto, debe haber sido antes del sismo propiamente tal, sentí un pequeño remezón en mi cuerpo, pero no presté atención, porque suelen sucederme ese tipo de cosas debido a mi sensibilidad extrema. Me acurruqué y continué durmiendo. El pequeño remezón volvió otra vez, con un poco más de fuerza. Yo insistí en mi profundo poder de imaginación.

Sin embargo, con el correr de los segundos movimiento que supuestamente estaba en mi mente fue aumentando. “Ya, no pesques” me dije a mí misma, confiada en que era el comienzo de un mal sueño. No obstante, las resonancias fueron creciendo, ya que mi cuerpo comenzaba a moverse por sí mismo con una fuerza que no conocía, una fuerza convulsiva que cada vez se hacía más potente, e inundaba mi piel, mi pelo, mis pies, mis manos, mi estómago, mis rodillas, mis pantorrillas, mis músculos, todo mi cuerpo inundado por una sacudida cada vez más desagradable que se prolongó hasta que me levanté de la cama y me coloqué bajo el portal de la puerta de mi pieza y grité con toda la potencia, que no bastó para escucharme, pero aún así sentí la fuerza de mi sonido subiendo por la garganta, saliendo por mi boca, mientras debajo de mis pies la tierra rugía, se movía, ondeaba, ondulaba, crepitaba, vomitaba, se enojaba, saltaba, se enrabiaba y yo, ahí, en el umbral de la oscuridad, en silencio dentro de mí, cerré los ojos, procuré llamar la calma, pero la tranquilidad no estaba, sentía cada rincón de mi anatomía cediendo a este fenómeno de la naturaleza con la respiración muy agitada, mis pulmones contraídos y dilatados a la vez, mis narices absorbiendo todo el aire que podían, la endorfina a mil devorando mi cerebro y mis pies, mis pequeños pies, absorbiendo toda la frecuencia telúrica con un movimiento que podría definir como un montón de ondas de aire que se metían entre mis huellas dactilares y de ahí, iban directo a la cabeza, a mis pelos, a las raíces de mis pelos. Terminé con la piel de gallina. Sentí la presencia de un tío que murió hace tiempo, la sustancia del alma de mi abuelo sujetándome por los hombros con fuerza para que me siguiera afirmando del marco de la puerta, pero nada de eso sirvió, porque por dentro me sentí como si estuviera dentro de una pésima película de terror. Y eso que aún no había visto nada de lo que sucedía en el mundo exterior.

Yo estaba sin audífonos. Los uso desde que tengo dos años. Tengo una hipoacusia bilateral severa congénita, por lo que sólo me los saco para dormir, ducharme, bañarme en la piscina o tener relaciones sexuales. Lo del sexo, verás, es por un pito incómodo que de repente puede salir en medio del ritual y eso no es oportuno ni para mí ni para el otro. Pero bueno, estoy diciendo cosas que no tienen que ver con un terremoto, aunque en cierta medida sí. Quizás con el ruido habría sido peor. Más impactante. Más quemante, aunque aseguro que sin ello la experiencia fue igual de aterradora. Sentía la tierra hablándome bajo mis pies. Ahora, que ya pasó, tampoco estoy muy tranquila. Las réplicas entran por mis pies, por lo que esté con audífonos o no percibo de todas formas el mínimo movimiento que hace la tierra. Debe ser lo que presienten los perros o los animales salvajes antes del desastre. Quizás es el instinto de sobrevivencia. Un ciego lo sentirá de otra manera. Yo ví casi todo, pero siento a cada momento y cada instante corrientes terráqueas subterráneas. Quizás son imaginaciones mías, recuerdos sensoriales del momento más álgido del terremoto, pero no, porque ayer, en casa de una amiga, antes de una réplica que fue más menos a las 23 horas, no podría decir la hora exacta, mis pequeños dedos comenzaron a temblar y bastaron poco segundos para sentir la oscilación propiamente tal. Y me derrumbé. Pero el miedo pasó pronto. Creo que me he vuelto inmune al poder de la tierra. Y es por el silencio. Ese silencio que aloja en mi cuerpo desde que nací.

A veces pienso, qué hubiera pasado si, de haber sabido que habría un terremoto, lo hubiera esperado al aire libre, con los ojos vendados y sin audífonos. Probablemente la experiencia habría sido más aterradora. Después digo no, no puedes ser tan masoquista, aunque no se trata de eso. Tiene que ver con lo que yo llamo percepción. El sexto sentido de la percepción. Ese día, debería haber estado en mi departamento. Me había juntado con mis padres y mi hermana a cenar en la casa de ellos. Comimos sushi. Tomé un poco de vino. Ahora recuerdo que mientras me comía el postre pensé en volver donde vivo, acostarme y ver un dvd que había comprado en la calle. Algo me dijo que no lo hiciera. Algo me dijo “quédate aquí” y yo obedecí. La intuición nunca me falla.

Este es el segundo terremoto que vivo. El primero, el que antes era inolvidable, el de 1985, lo viví con audífonos puestos, ya que era de día, aunque debo reconocer que su potencia era bastante menor en comparación con los que uso actualmente. Mi hermana estaba recién nacida y todas las mujeres estábamos con ella, observando cómo mi madre la mudaba, mientras los hombres estaban en el patio, discutiendo acerca de la mejor manera de hacer la reja de mi casa. Sin embargo, debo reconocer que el susto no fue tan grande, más allá de ver magistralmente cómo caían los cuatro murallones que delimitaban el patio de mi casa con los otros patios. Recuerdo que fueron tiempos de alegría, porque mis vecinos eran todos niños y había un solo patio, uno gigante, en el que nos encontrábamos para jugar con neumáticos viejos y cachivaches que fueron apareciendo después del terremoto. Había hasta perros comunes. Juguetes comunes. Risas comunes. No había límites, era el paraíso para una mente infantil de una niña de nueve años.

Hoy, en estos días, el sentido de la vida ha cambiado totalmente. Tengo un alma solidaria y tremendamente sensible. Dejé de ver la televisión y leer los diarios, aunque internet lo reviso constantemente porque soy totalmente dependiente de la tecnología, Dios me perdone y siento, que esta experiencia, más allá de lo terrible que pudo haber sido, abrió la conciencia de mi país, esa conciencia de ser un país vivo, con unos que están preocupados de los más desposeídos y otros, cegados por la violencia y la desesperación de la sobrevivencia. Lo siento, lo percibo. Calmadamente, desde la punta de mis pies a mis raíces cerebrales.


3.2.10

Lo dijo ella mientras dormía

Me tienes escondida debajo de un sillón, en el sector más oculto de tu cama, en los desechos que dejó el gato afuera de la ventana. Me tienes encerrada en una jaula vacía, donde hay plumas antiguas de pájaros que ya no están. Me tienes metida en un castillo, con un candado enorme y doble llave para que la conciencia no te duela. Me tienes desnuda, amarrada en las alturas, y yo sólo veo todo demasiado pequeño mientras te jactas de tener todo bajo control. Prefieres ignorarme, hacer que no existo, borrar mis mensajes. Me enteré que te casaste. Ya sé que estás casado, lo supe de la peor forma: la forma que no salió de tu boca. Habría sido más fácil que dijeras la verdad, a sabiendas que pensaría en abandonarte para siempre. No puedo abandonarte, pero debo hacerlo. Dejar que vivas lo que tienes que vivir. Probablemente no te acuerdes de mí en este momento. Ya sabes estoy debajo del sillón, oculta debajo de la cama, afuera de la ventana, encerrada en una jaula vacía, metida dentro de un castillo, desnuda en las alturas, y quizás qué otras formas de volverme a mí invisible. Invisible para tu vida y los que están alrededor tuyo.
Ella se zamarreaba dormida, se golpeaba en la cara, incluso en un momento llegó a hacer un movimiento tan brusco que se pegó en la cabeza al chocarla contra la pared. Incluso le sangró un poquito Traté de calmarla, pero ella cerró los ojos para gritar, para maldecir dormida, para seguir llorando entre sueños. Fue imposible verla dormir en paz. Imposible. Fue catarsis silenciosa. De pocos ruidos, de pocos gemidos, de falsas esperanzas.
No obstante, hubo un momento en que se calmó, respiró profundo y comenzó a decir que sabía que a pesar de todo, a pesar de que se hubiera casado, a pesar de conocer perfectamente quién era la mina con la que estaba, tenía la fe absoluta de que en algún momento iban a estar juntos. Lo había visto, soñando despierta, viviendo juntos en una cabaña enorme en el sur de Chile, en el extremo Austral, se había visto con él, cocinando juntos, con el quiltro adoptado en la cocina, preparando tallarines con salsa. Había sentido, ella con el pelo largo y él con más canas, cómo posaban para una foto en que estaban los dos. Ella, con una enorme guata, su cabeza apoyada en el cuello girado de él. Los dos mirando a la cámara sonrientes, plenos, felices. Había visto un montón de cosas más. Había visto que él dejaba todo por ella, incluso, un día vio a sus dos hijos, ya crecidos viviendo un tiempo en la casa de los dos. Había sentido que varias noches al mes él aparecía en su cama y su alma se hacía presente en su cuerpo. Y era fuerte, porque despertaba al baño maldiciendo por un mal dormir.
Y creía firmemente en Erzuli, Loa del amor, que da el espacio y el tiempo para que los amantes se encuentren. Le rezaba todos los días, sentía el poder de ella dentro de los dos: "Erzuli, Loa del amor, haz que Fabio piense en mí de la misma forma en que yo pienso en él. Erzuli, Loa del amor, haz que su alma vibre en la misma frecuencia que la mía. El tiempo, nuestro tiempo, no pasará en vano". Y lo decía todos los días con tanta ansia que sabía que en el fondo de su corazón él la amaba, la amaba. De verdad. Amor tibio y apasionado, peligroso, escondido, pero tibio, como un acantilado del trópico, con corales en el fondo y un calipso seductor inundando la espuma de las olas.
Así me lo contó ella, a medio dormir. Así me lo contó ella, porque las mejores catarsis son las que hace una con una misma. Así me lo contó, porque necesitaba que la gente lo supiera. Que el amor de verdad existe, pero el único límite estúpido de la felicidad es la culpa inventada. No sabía cómo explicarle que el amor de los dos era algo de otros tiempos, de otras historias. Sabía que él lo sabía, pero sabía que él no lo sabía al nivel de ella, que lo había visto, lo había sentido y lo sabe perfectamente desde que se quemaron las piedras en el brasero y apareció la letra de su nombre y la letra del nombre de ella, perfectamente unidos por las cenizas en una pequeña piedra que tenía forma de estrella.
Despertó al otro día, con su camisa de dormir de verano, larga y transparente. Se fue a sentar al sol del alba y cerró los ojos. ¿Viste? siento su presencia, si lo llamo te aseguro que me escucha. Y así se quedó, largamente, mientras el calor inundaba su cuerpo y me decía: "Mójame con el agua de la mañana para despertar...y para limpiarme"

19.1.10

Un día estúpido

Mi padre puso la bandera a media asta. "Así va a ser por cuatro años", fue lo que dijo. Por que ahora somos oposición, por eso, cuando gente distinta a mi familia venga a mi casa, perdón la casa de mis padres, él dirá: "Somos de Oposición". Tengo náuseas porque Piraña va a ser Presidente de Chile...Presidente de "todos los chilenos". Todavía no entiendo porqué hay gente que votó por él sabiendo todo lo que significa. Tendremos un Berlusconi en La Moneda. ¿Se volverá a cerrar el Patio de los Naranjos?, ¿construirá Piñera un helipuerto en la casa de gobierno?, ¿habrá abusos de los derechos humanos contra los más necesitados?, ¿qué va a pasar con el Plan Auge?, ¿seguirán vigentes los planes sociales?, ¿voy a tener seguridad si digo lo que pienso aunque sea contrario al gobierno de turno?
Con lágrimas en los ojos le pregunté a mi padre, papá, ¿si yo pienso distinto me van a perseguir? El me dijo que no, que no iba a pasar nada. Le creo a mi padre, que con sus ojos ya con algunas arrugas me dice que no, que hay que estar tranquilos. No sé qué pensar. Como buena machi que soy siento que se van a cometer abusos, que habrá protestas, que volverán los miguelitos y las bombas lacrimógenas. ¿Habrá que salir a la calle con limón y sal, por si las moscas?, ¿y la servilleta para las narices?, quizás la gente que no conoce el miedo lo conocerá. Hablo con Ignacio, mi tío desaparecido, todas las noches y él me dice que no tenga miedo. No lo sé. No puedo diferenciar derecha con dictadura. Me cuesta. Son los mismos ideales, los mismos valores, los mismos "intereses": la plata, el poder, el control. Un estado fuertemente centralizado.
¿Qué va a pasar con el arte?, ¿qué va a pasar con la cultura?, ¿será un llamado a licitación de empresas? Me cuesta imaginarlo de otra manera. Quizás como si me lo imagino es como un arte escondido, desde la sombra, sin vacas sagradas, sólo con lo contestatario, lo político, la lucha silenciosa contra lo que no debería haber sido.
Debo reconocer que me sentía segura con la Concertación. No políticamente hablando, sino socialmente. De saber que Chile es una nación políticamente estable que se desarrolla en paz, ahora me embarga la incertidumbre.
A Piñera no le creo nada, no quiero creerle. Me cuesta ver su cara llena de arrugas, sus brazos cortos, su risa llena de ambición para creerle. Me cuesta creerle porque sé que detrás de él hay una visión oscura del poder. Se siente, se palpa, se toca. Perdón, debería decir la siento, la palpo, la toco...No hay que ser inteligente para darse cuenta de eso...sólo basta la intuición. Ayer toqué una foto de él y se sentía frío. Como el dinero.

2.1.10

Pensar

Sólo una cosa. La azarosa vida de perros y gatos. Todo es distinto todos los días para todos ellos.

1.1.10

Privacidad

Escondida. Yo como escondida. Me gusta comer a escondidas. Me gusta comer sola. En mi habitación, con la puerta cerrada. Yo como oculta. Cerrada. Sin que nadie me vea. Yo lo que hago cada vez que tengo hambre es colocarme unos guantes antisépticos desechables y medir la comida gramo a gramo en una balanza doméstica. Luego, procedo a desinfectar la bandeja en la que coloco los alimentos. Voy a mi habitación. Cierro la puerta con doble llave. Saco un soporte de vidrio que escondo debajo de la cama y que está minuciosamente limpio y cubierto por un paño desinfectado y hervido en cloro. Lo coloco sobre mi inmaculada cubrecama. Con cuidado, para que la tela no se doble. Una vez que está bien estirada coloco la bandeja. Abro la puerta y me aseguro que nadie vendrá a molestarme. Procedo a comer masticando treinta veces cada bocado y asegurándome de no demorarme más de medio segundo en tragar. Cada dos bocados bebo de agua destilada que está en una botella al lado de mi cama. Cada vez que bebo limpio el borde de la botella con cloro. Cuando termino de comer, desinfecto mis labios con alcohol. Y no sólo mis labios, sino también el plato donde ha estado la comida, los servicios y la bandeja. Doblo el paño donde he colocado la bandeja y limpio el soporte de vidrio. Envuelvo el soporte de vidrio y lo vuelvo a guardar debajo de la cama. Aseguro con mis oídos que nadie viene, abro la puerta y rápidamente voy a la cocina y dejo todo como estaba. Todo guardado, en el estante que lleva mi nombre. Comer es un acto privado. Nadie debe verte deglutir. Eso es lo que me decían. Hasta la palabra es fea: "deglutir". Es casi como ahorcarse. Es privado como tener sexo o ir al baño. Por eso mi silencio y mi cuidado al alimentarme.