
El otro día comentaba con una amiga que si te casas con alguien que sólo te exige pagar la comida y los dos trabajan, cualquiera quisiera casarse con ese especímen. El atado es que a lo mejor de esos quedan pocos, cosa que no dudo. He conocido bastantes manitos de guagua últimamente y no es que sea fijona, me da lo mismo en realidad. De primera me interesa que me quieran, después vendrá lo otro.
Hablando de casorio (y eso que no ando con el vestido de novia en la cartera como otras patéticas) ya decidí que no me quiero casar por la iglesia...y más encima de blanco, lo encuentro cínico si ya has tenido experiencia en las lides del amor. Prefiero hacer una gran fiesta después del civil. Y ya sé que mi vestido va a ser strapless y de color rojo, largo y vaporoso. Me dejaré el pelo largo e iré con un ramo de lirios blancos. Voy a invitar a mucha gente y el copete principal será ron y tequila...o sea, malita va a estar la fiesta...
Lo más divertido de todo es que sigo soltera jajajaja y acá estoy con la cabeza derretida y con ganas de irme a la casa. O mejor, pasar al shopping porque hoy me pagan.
1 comentario:
Concuerdo contigo, además... ¿qué sentido tiene cumplir con esa tradición social-religiosa si no se lleva una vida de acuerdo a esa religión? Sin embargo, en mi caso no estoy peleado con la idea, no la comparto, pero tampoco le doy más importancia de la que tiene. Será interesante saber más de tí.
http://agvadrian.blogspot.com/
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